Partida Rol por web

Miguel ataca a su contrincante, y  de manera diestra , le clava la espada en el pecho y este no puede esquivar,  resulta ser muy lento, pero en el momento que le utiliza como escudo humano para defenderse de los agresores, con tal mala suerte que no logra lanzar de manera correcta, el pie del hombre muerto le hace sancadilla y cae. Abdul Al Hazim  parece tener una mala noche, intenta parar el golpe sin éxito, haciendo que el golpe le afectara a él y no a su agresor, luego de resvalar de manera algo patética por el suelo trata de impactar al fulano sin éxito, pues este logra esquivar.

Es entonces Jean Baptiste  utilizando el hecho de ver antes a los delincuentes, logra esquivar a este hombre que se le lanza encima y en un acto  totalmente rápido le clava la daga en el cuello.

Duquesa María Borgia, viuda de Sforza  mostrando que las damas tambien pueden defenderse  logra establecer el sudario de las sombras, un velo  de oscuridad  sale de ella como un vapor  y que no solo pone todo negro sino que afecta todos los sentidos, el problema era que no solo afectaba a los atacantes sino tambien a ustedes,  en un rango de  10 metros al rededor de la carroza.

Se escuchan varias flechas impactar en el carro, y el grito de alguno de ustedes que fue impactado.

Caigo al suelo malhumorado.

Desde luego! Menuda torpeza!!

Entonces una niebla negra y espesa como la noche surge del carro. No!! Pienso malhumorado. Esto romperá la Mascarada!! Ahora tendremos que acabar con todos!! Y si se escapa alguno? Maldita mujer. Pienso sobre la viuda.

Esa niebla lo tapa todo. Incluidos nosotros. Menos mal que desde mi posición en el suelo logro ver donde están los atacantes aún. Nos estamos poniendo la zancadilla a nosotros mismos!

Me encontraba esperando a ver por donde me atacarían cuando de repente escucho de alguno de mis compañeros que teníamos que tener cuidado,justo me doy medía vuelta y veo que uno de los hombres me estaba por atacar,que lanza su ataque contra mí y por mis años de pelear en la calle intento esquivar aquel ataque.

Esperaba que me saliese tan bien como en el pasado.

Solo el tiempo podría decirlo.

En ese momento veo que me tropiezo y que estoy en posición para que el ataque me diese de lleno esperaba no morir aquí,eso esperaba cuando de repente una niebla oscura cubrió todo,no entendía que era esto pero esperaba que me diese la oportunidad de volver a atacar para acabar con este sujeto.

           Si hay algún bandido al alcance de la duquesa ella mantiene el sudario para clava le la daga que le cuelga del cuello oculta en el rosario, pero sino solo trata de alejar la nube de donde están todos para hacer un anillo a su alrededor con ella para que los bandidos que tiran flechas a su alrededor sigan sin tener visión pero los que están cerca de la carroza si la tengan, mientras que dice:

           " Disculpen por favor las molestias por mi falta de entrenamiento militar, pero espero poder ayudar de una u otra forma "      

Relicta avanzó entre los contendientes, consciente de que ninguno de ellos podía siquiera sospechar que uno de los ocupantes del carruaje cruzaba el campo de batalla con la misma tranquilidad que el señor de un castillo atraviesa el salón de su torre del homenaje. Sus ojos no dejaban de mirar el árbol tras el que se escondía uno de los asaltantes. Eres mío...

De repente, una densa e impenetrable oscuridad se tragó el mundo. Todo a su alrededor parecía haber desaparecido en un océano de negrura sin fin. El vástago miraba a un lado y a otro, sosteniendo el báculo frente a él en posición defensiva. Gritos, alaridos, gemidos y gruñidos de esfuerzo llegaban hasta él, amortiguados por esa niebla negra. Nada podía hacer, así que intentó seguir avanzando hacia la dirección en la que creía que se encontraba su objetivo.

Con mi daga, y tras haber esquivado el ataque de mi oponente, logro darle una severa estocada aunque, repentinamente, e ignorando el motivo, una suerte de espesa neblina parece envolverlo todo dificultando mi visión aunque sin evitarme discernir qué es lo que pasa a mi alrededor.

El mercenario usó su espada para detener con desdén el ataque que el salteador lanzaba hacia él. No le fue difícil defenderse, aquel hombre no estaba tan versado en la esgrima como él. Tras evitar ser herido se dispuso a contragolpear con fuerza, no iba a dejar a aquel malnacido que saliera con vida. Por ese mismo motivo le endosó una linda cuchillada muy mal intencionada. Tenía práctica en esa clase de acciones y además en aquel momento contaba con unas capacidades que le podrían ayudar a resolver aquel encuentro con mucha facilidad, sin embargo se negaba a emplear sus disciplinas, quería probarse que seguía siendo capaz de deshacerse de un entuerto como ese sin sus nuevas habilidades.

Una oscuridad extraña se cierne sobre todos nosotros mientras me levanto del suelo. Sin embargo, tenía localizado al enemigo que estaba en frente mio, y al levantarme sabía a dónde tenía que tirar el siguiente espadazo, teniendo en cuenta lo que podría hacer el asaltante como contraataque.