Partida Rol por web

Siendo así y de esta manera, acompañaré al comerciante y al... - no sé como referirlo sin resultar ofensivo - ...moro... - resuelvo torpemente - ...a la Posada - inclino la cabeza a modo de despedida hacia el ladrón y me encamino al edificio, el semblante muy serio.

-Será  lo mejor. Kavi y yo nos quedaremos con Roderigo- Comento mirando al gitano. - Puede que si ven a Roderigo dentro, se alarmen y sospechen.

Sonrío frente el buen humor del cambiante fraile. - Si veis algo raro, hacednoslo saber. Y recordar la Mascarada...

Vaya! Me iba a perder toda la diversión si me quedaba fuera! Y no tendría ocasión de ver ninguna muchacha o hacer de las mías... Lástima..

Asiento a lo que dice Miguel y espero a que los demás se vayan para decir:

-Miguel,¿Serías tan amable de ayudarme a preparar las trampas?,no vaya a ser cosa que intenten tomarnos por sorpresa o que mientras descansamos intenten asesinar al cochero o a alguno de todos nosotros,en mi país dicen ¨hombre preparado vale por dos¨.

Esperaba la respuesta de Miguel.

Todos entran a la posada menos Kavi quien se queda por fuera, cada uno en su especial modo, y por grupos entra, dejando a Roderigo solo con  e  ravnos.

Poco a poco ves como los demás entran a la posada y de repente te quedas solo con Roderigo. No parece pasar nada en especial, hay un silencio común , pero nada que realmente te llame la atención.

Cada uno entra a su ritmo, y encuentran una posada bastante grande,  pero  a pesar de existir multiples mesas y sillas, el salón es  como de unos  50 metros por  20. Y a pesar de que el lugar es bastante amplio,  solo pueden ver dos personas en  el lugar, un hombre de mediana edad que limpia las mesas, y una mujer bastante hermosa que camina barriendo el piso. Ambos los miran con una sonrisa y siguen en sus labores.

Señor Kavi, ¿qué tipo de trampas pretende hacer?- dice el hombre preocupado frente en el lugar... parecia estar pendiente de que ocurre.

Miro a Rodriego y luego de pensarlo detenidamente dije:

-Desconozco como son nuestras debilidades como las debilidades de nuestros ¨padres¨,pero hare trampas para capturar a sus agentes ¨humanos¨ o al menos retrasarlos lo suficiente para que Miguel tenga la oportunidad de hablar a los demás y juntos capturemos a dichos atacantes,supongo que es ¨normal¨ que gente como tu Amo y los demás usan a los humanos como simples ¨herramientas¨ para sus maquinaciones o ¿me equivoco?.

Suspire y agregue:

-Si la respuesta es afirmativa Rodriego entonces tendremos que sospechar de los humanos porque no podemos saber si están o no siendo manipulados como los fuimos nosotros cuando aún estábamos vivos,así que dime,¿aún sigues trabajando como doble agente? o ¿realmente le eres fiel a tu Amo? como dije el ataque,esa emboscada hizo que yo desconfie de los humanos,y vos sabes mucho mas de lo que nos dijiste en esa ocasión en el castillo,así que dime ¿que es lo que nos ocultas?,¿cuales son las ordenes dentro de las ordenes Rodriego?,porque estoy seguro que tienes una misión oculta mas allá de ayudarnos,algo que te ordenaron hacer si nos saliéramos de control o ¿me equivoco?.

Entramos casa uno por su lado y en su momento en la posada.

No parecía nada extraño el lugar. Realmente no sabía si alli obtendríamos respuestas, pero esperaba que así fuera.

Miré a mi alrededor y mi vista de fijó en la chica atractiva de la posada. ¿ Y porque no? Me dije a mi mismo. En mi  "vida" era lo que era. Un trilero, un pícaro, jugador... un Don Juan, sin lugar a dudas. Así que me acerque a la muchacha y la saludé con gesto galante.

- Mademoiselle. - dije mientras intentaba seducirla, pero al parecer ni me miró. Pero que narices! Esto antes se me daba de miedo!  Si usaba ahora mis recién adquiridos poderes se notaria demasiado... debería intentarlo mas tarde. Esa presa no sería facil pero...

Derrotado, pensando que había perdido facultades, me  senté en un rincon mientras llamaba al posadero por si me podía dar algo de beber. Desde luego nadie entra en una posada sin tomar nada. Habia que guardar las apariencias...

Como habíamos planeado, accedo a la Posada junto al moro y al comerciante que me acompañan desde que todo se torciera.

Me sorprende, por no decir que me asombra, la funesta desolación del lugar en que, pese a su amplitud, solo se observa la presencia de dos personas que, aparentemente, deben tratarse de los mesoneros encargados del establecimiento.

Les devuelvo la sonrisa con que nos reciben - Una jarra de vino, por favor... - requiero a la vez que encamino mis pasos hacia una mesa marginal y que esté en un rincón del Salón que nos permita observar quien entra y sale de la dependencia.

En fin... - introduzco una vez sentado en la mesa con mis acompañantes - ...soy Jean Baptiste Grenouille, Perfumista... - me doy cuenta que, hasta ese momento no había tenido arrestos para presentarme - ...esperemos a ver si ocurre algo que... bueno, nos permita avanzar en la misión encomendada... cómo lo ven ustedes??? - pregunto nervioso, sin ocultar que la empresa que nos ocupa no es algo a lo que esté habituado.

Sigo al hombre dentro, intentando mantener mi apariencia de guardaespaldas, esperando que dentro se lo crean. Sin embargo la apariencia del lugar no parece demasiado intimidante. Tan solo un par de empleados que mantenían el lugar en condiciones.

Me siento con el resto de mi grupo y escucho la presentación del perfumista. —Mi nombre es Abdul Al Hazim. Soy, o era, guardia para un conde de la región. — Expliqué, un poco incómodo. —Esta es la primera vez en mucho tiempo que estoy lejos del lugar donde vivo.

Pietro acompañó a las mujeres en silencio, más atento a lo que les rodeaba que a lo que podía suceder a éstas. Su mano estaba cerca del pomo de su arma, pero sin llegar a rozarlo. Sabía que la gente se ponía excesivamente nerviosa cuando se empuñaba un arma y no tenía ningún interés en despertar semejantes tensiones en sus anfitriones.

Sin embargo no habla, no dice palabra alguna y simplemente observa a los presentes sin parar. Una posada es buen lugar para un asesinato, él lo sabía. La gente generalmente bajaba la guardia en las posadas, pero él no era de esos. Tenía experiencia suficiente para conocer esas tretas.

     " !Buen día gentilhombre!  Por favor nos puede dar servicio en la mesa que nos recomiende, desde la cual podamos tener una mejor visión de lo que suceda en su negocio sin ser tan .. visibles?   También le agradecería mucho si nos pudiese preparar un par de cuartos para dormir y un ... baño para asearme "    

    Dijo amablemente, pero con la naturalidad y seguridad que como cualquier noble la duquesa debía pedir servicio al hombre villano que atendía el negocio, al acercarse a este mira de reojo a Marianna y a Pietro, sabedora que por el momento no había mas gente en el lugar, cuando hayan sido atendidos y se encuentren a solas en la mesa la viuda Sforza aparentemente relajada le susurra a Pietro:

        " Le agradezco mucho caballero que este alerta a nuestro alrededor, sin embargo permita me recomendarle que en ocasiones esa actitud parca y ligeramente paranoica que muestra ... podría resultar ... un poco preocupante y llamativa para la gente que esta atenta a los detalles ... solo le sugiero si me lo permite ... que trate de aparentar una mayor tranquilidad ... aunque realmente este atento a su entorno y nos haga el gran favor de platicar nos a la linda señorita mariana y a mi un poco acerca de usted si lo desea para conocer nos, relajarnos y ocupar el tiempo mientras que encontramos alguna pista de quienes venimos a encontrar "    

Todos notan que a pesar de que han entrado muy educadamente y se han sentado como es costumbre en este lugar, y algunos que aún esten entrando que ni el posadero, ni la mujer que es muy hermosa les contestan nada,  es más pasan de largo de ustedes como si no existieran, como si no los vieran. La expresión de los rostros de ambos personajes es básicamente "nula", no muestran emociones,  y  se limitan a limpiar las mesas en la chica y el hombre a poner unos vasos de madera en orden.

Ni siquiera les miran a los ojos.

Quisiera decirle que lo único que me pidieron era que les acompañare y guiara, aunque creo que si eso pasara mi amo me mataría, si bien no es mi responsabilidad y no tengo ningún control en ustedes se enfadaría terriblemente y mi cabeza rodaría- Te sonrie- pero ¿qué más da?, ciertamente he aprendido a vivir cada noche sin esperar mucho a futuro..

La oscuridad de la noche era evidente en ese momento.

Estaba a punto de responder a Rodriego pero algo como cierto instinto me decía que tenía que ponerme en alerta,le hago una seña a Rodriego también a miguel para que me viera y guardasen silencio,había algo allá y no había tenido tiempo de poner las trampas y susurrando dije a ambos:

-Maldición,si no me hubiese puesto a conversar ahora las trampas estarían listas,para la proxima vez aprenderé a hablar menos y prepararme mas.

No había mucho tiempo,mirando a Rodriego le digo:

-Yo los entretendré,y con Miguel pelearemos contra ellos ve tu a alertar a los demás.

Y a continuación me concentro para usar como sea que se llamara,esperaba que fuese algún tipo de magia que me sirviese para distraer al enemigo.

        " Disculpe por favor señor, acaso no escuchó lo que le dije hace un momento? ¿O me ignora a propósito?"   

        Dijo la duquesa en italiano y repitió posteriormente en español tras tocar el hombro del hombre al que se dirigía, sorprendida porque el villano simplemente la ignorase

Y en viendo que el servicio del Mesón parecen actuar más como parte del mobiliario o decorado de la Posada, me levanto sigilosamente y excusándome de mis compañeros de mesa - Disculpen... - un murmuro apenas audible.

Con arrojo en mi irreconocible hasta el momento, trato de deslizarme entre las sombras de la posada e internarme en las habitaciones: Si el aciago destino nos ha guiado hasta aquí y el comportamiento de aquellos que deberían recibirnos es tan insólito, bien tiene que ser que en algún lugar de aqueste edificio debe haber alguna respuesta al misterio que enfrentamos.

Trato de colarme en las habitaciones o dependencias que hay más allá del Salón principal.

Tras la ventana veo a Kavi algo atareado.

Después del recibimiento y de que me ignorasen bufé con algo de desaire.

¿Que extraño, no? Antes las damas caían mis pies como si nada y ahora... Pienso mientras miro a la camarera. ¡Sera que olemos a muerto?

Decido entonces salir con Kavi de la posada. - Posadero, tengo que cambiar el agua al canario. Si para cuando vuelva no hay en esa mesa algo que me caliente esta noche, me temo tendré que buscar otro sitio,- digo cerrando la puerta con un sonoro portazo.

Una vez cerca de Kavi le veo inquieto.

- Ahí adentro nadie se ha fijado en nosotros... de hecho me parece que hasta nos ignoran a propósito.¿Que ocurre por aquí? Espero que algo mas divertido que allá adentro.-