Partida Rol por web

 - La persona en la que me apoyaba se me murió ayer, genio. - Pienso pesimista sin poder evitarlo, a pesar de que el comentario de Katherine ha ido con buena intención. - Hm - Suspiro, sin poder quitarle la razón a pesar de lo que pienso, y reprimiendo lo que pasa por mi cabeza para evitar de ser brusca con la chica, que parece que sólo intenta ayudar.

 - Apártate de los demás cuando te decidas a hacerlo, podría ser peligroso... - Comento a Rox y miro de reojo al perro de Chris - Algunos aun no sabemos cómo va esto. Yo aun no se cómo va lo mío, por suerte o por desgracia. - ¿Y Katherine? ¿Lo sabría ya? Himiko había dicho que era gracias a ella que pudiéramos entendernos entre nosotros a pesar de hablar distintos idiomas...

 Entonces llegó Angelica, que parecía bastante afectada. Katherine se acercó a atenderla, pero yo me limité a arrugar la nariz y mirar hacia otro lado. No es que pensara que la muchacha no pudiera estar pasándolo mal, pero yo ya tenía bastante con lo mío. Antes de apoyar a nadie ni querer hacerlo, primero tenía que estar bien yo, o en lugar de ayudar haría lo contrario.

- Bueeeeeeeeeeno. Que tengan buen provecho - digo mientras me levanto y estiro los brazos para desperezarme. - Voy a ir a ver que hay de interesante en este lugar, si vamos a estar durante mucho tiempo, más vale ir familiarizándose. ¿no creen?

Dicho eso salgo del comedor.

Entro conversando con Rina, con mi brazo rodeando su cintura. A pesar de su gesto serio, sé que está más tranquila, y mientras doy unos pasos hacia la cocina saludo con la mano a los presentes.

Voy a por un par de raciones antes de encaminarme hacia el grupo y, al acercarme, me doy cuenta de que hay ahí una chica a la que no conozco. Sin duda es la muchacha a la que Himiko hizo referencia.

Dejo la comida sobre una mesa cercana y me aproximo a ellos lanzando un guiñó a Chris y dedicando media sonrisa a Victoria, ojalá esté más tranquila y pueda ir superando poco a poco ese mal trago que se vio obligada a vivir.

- Buenos días - hablo en general, aunque finalmente inclino levemente mi torso hacia la muchacha que no conozco - soy Mako. Himiko nos habló de ti, ¿cómo te llamas?

Al acercarme me doy cuenta del llanto de la pelirroja y miro al resto con el ceño fruncido, confuso. No había tenido la oportunidad de hablar demasiado con ella y, con todo lo acontecido, quizá estaba pasándolo mal o ¿acaso estaba preocupada por otra cosa? sin duda... no había falta de motivos.

Me agaché en cuclillas, entre la chica desconocida y Angelica, y apoyé una mano sobre la de la pálida chica.

- Ey... pequeña, ¿qué ocurre? ¿necesitas algo? - miré a Rina, desconcertado.

Con un pequeño movimiento de mano, se despide de Roxana, pero la chica tenía mucho interés en irse, por lo que veía, parecía que los ánimos seguían siendo bajos, la moral del grupo estaba por el suelo, y nadie parecía tener el interés o la fórmula  para lograrlo, ni siquiera ella, que prefería seguir aferrada al brazo de Makoto. 

"¿aún estará perturbada por lo de TJ?", se preguntó, al ver a la pelirroja llorar, y aunque tuvo   las ganas de acercarse, ya estaba siendo consolada. La kitsune saludó también a Chris, dándose cuenta del perro que tenía [¿cómo es?], él parecía no tener problemas con su naturaleza, y también había visto a Gula a usar sus habilidades con gran naturalidad, al mismo Kurt, también. Quizás pronto podían traspasar el portal de piedra en la cueva.

- Ohayou gozaimasu...  - saluda a todos, aunque sin mucho ánimos, más bien tímida. Le indica a Makoto que se sienten, comerían algo y de ahí irían a donde dejaron el cuerpo de TJ, y el de Erik ¿qué habían hecho con él?. a joven se encogió de hombros, y al ver el té caliente, lo sopló y luego de una mirada dulce al Oni, se acercó a Angélica, junto a Makoto, que se apresuró a atenderla.

- to... toma... relájate un poquito... - le alcanza la taza, sería mejor agua con azúcar, pero algo dulce le ayudaría a calmarse, había otra chica, una morocha de cabello ondulado que estaba al lado de Angelica, que no sabía quién era, pero Makoto se presenta, ¿no la conocían?, imaginó que no, igual no la recordaba, pero eso no decía mucho, la kitsune era muy mala fisonomista, aunque la recordaría del grupo, ¿no?. ¿quién era esta chica?, se preguntó, pero no lo hizo en voz alta, sería muy mal educado hacerlo, menos con Angélica llorando, pero con las preguntas, quizás la pelirroja contaría que le pasaba, aunque  con lo que pasaba, nadie la culparía por estar angustiada. 

 - Hasta luego. -  Me despido de Rox cuando se va.

 Entonces entran Rina y Makoto, a quien devuelvo una pequeña sonrisa forzada, agradeciendo su gesto. No sé el motivo, pero Makoto siempre inspira calma, y hasta me resulta extraño que así sea, ya que estaba molesta con él, al ser uno de los tantos sobrantes que se encargaron de Erik. Supongo que la amenaza de Himiko me obliga a dejar atrás estas cosas más rápido de lo que creía, aunque me sienta recelosa.

 Vi como todos rodeaban a la joven pelirroja, preocupados, y por un momento la miro alzando una ceja, con desdén. ¿Por qué se pone así? ¿Es que quiere llamar la atención? Ella ha sido bastante ajena a todo esto, y a todos. Al contrario que a mi, a ella no le importaba T.J., ni tampoco Erik. No parecía que le hubiera importado nadie en concreto, en realidad... Aunque es normal, viéndose rodeada de desconocidos, y en las circunstancias en las que hemos despertado, es normal que la situación la supere. Además de ser una niña, como quien dice, parece una chica más bien paradita.

 Dejo de mirarla mal y me levanto para acercarme a Rina desde atrás después de que le ofrezca el té, esperando que se aparte un poco de la chica para poder hablarle tranquilamente. Después de todo, ni siquiera había bajado al comedor a desayunar, si no a esperar a quienes quisieran acudir a la ceremonia y poder aparcar de una vez el lamentable asunto de T.J.. 

 - Perdona, Rina. - La avisé desde atrás acercando mi brazo a ella pero sin llegar a tocarla, y apartándolo rápidamente cuando se da la vuelta. - ¿Sabes quienes vendrán, o algo? Pensaba que tal vez Liz, Ben, Giulia, Mike y vosotros querríais participar en... - Suspiro - En lo de T.J.. Pregunté por su ausencia, dando por hecho que sabría donde estaban sin más motivo aparente que el de saber que todos eran del grupo antiguo. No hablé en voz muy alta, pero lo suficiente como para que Makoto o Chris me oyeran, si querían decir algo al respecto.

Pendiente de la reacción de Angelica, agachado frente a Rina y Vicky, oigo lo que la latina le comenta a la Kitsune.

Aprieto los labios y giro levemente la cabeza sin soltar la mano de la jovencita y, levantando levemente la mirada hacia Rina y Victoria asiento discretamente con la cabeza, en silencio.

Anoche estuve hasta tarde con la pareja, Rina lo sabe, así que supongo que le explicará a Victoria que probablemente se encuentren descansando en su habitación, mientras sigo pendiente de la joven pelirroja.

-Sí, con cualquier cosa. Es como un perro de verdad.-contesto a Kat 2 justo antes de que la pelirroja comience a llorar. Menos mal que tengo gente cerca que sabe consolar a alguien que no conocen de nada, porque yo desde luego no sé hacerlo, o al menos no sé hacerlo sin provocar más depresión. Así que símplemente me quedo sentado, observando con cuidado por si puedo hacer o decir algo, pero sin acercarme.

A Mako y a Rina les saludo con la mano cuando entran y como es de esperar, van a ver a la chica. Hay que ver que buena gente son estos dos. Ya podían haber salido los demás igual.

Con ellos la chica estará bien. Yo no pinto nada aquí.-Yo si iré. Y Lia también.-digo a Victoria mientras me levanto.-Luego nos vemos.-digo, sin querer molestar mucho. De verdad que siento que en estas situaciones no soy el mejor. No con gente que no conozco. Me despido con la mano, y al salir, hago un gesto al perro para que me siga.

Siente una mano en su hombro, la kitsune levanta la cara y busca a quien la tocó, era Vicky, tampoco lucía con buen aspecto, como a todos, le había pegado con dureza lo ocurrido, más a ella. La chica  le dejó la taza a Makoto, y se apartó un poco, pensando que Vicky necesitaba algo, pensó que quizás estaba enferma, ¿podría curar enfermedades?, pero la joven tenía otra preocupación, una que todos albergaban en su corazón.

- eh... pues...- ¿quienes irían?, ¿alguien no iría?, la kitsune ni se planteo aquello, que alguien no fuera, pero parecía que para algunos no era importante, la chica miró a Makoto, buscando en él alguna explicación, pero se sintió algo tonta tiendo que recurrir a su pareja para responder algo tan simple.

- creo que los que quieran ir... además también hay que disponer de Erik, ¿dónde lo han dejado? - hasta tuvo miedo de preguntar, pero a pesar de lo que había pasado, ella no estaba de acuerdo con un juicio sumario así, pudieron haber otras opciones, no la muerte, pero algo bueno que tenía la muerte, que hacía a todos iguales, buenos o malos, ricos y pobres, todos eran iguales ante la muerte.

 De repente Kat vino a preguntarme y luego Makoto con Kitsune entraron, el me pregunta tambien que me pasaba cuando apoyo las dos manos en la mesa aunque un poco fuerte de lo normal. Pues aunque no lo parezca no me gusta mucho tratar estos temas de muertos, ademas de que dos personas murieron de una forma fria... Bueno uno de ellos no se que paso pero el otro estuve a escasos milimetros del incidente y necesito desahogarme. Miro al plato y como una mano se aferra al cubierto de tal forma que si no fuera de metal lo rompía.

 Tuve que ayudar a mover un cuerpo porque necesitabamos sacarlo del lugar, el cuerpo de una persona que si bien no conocía no deja de ser una. Luego si me levanto y golpeo mas fuerte. Y por alguna razon tengo que dejar salir esta angustia porque capaz que mañana son 2 mas o incluso tres. Me tiro a los brazos de Kat para llorar un poco mas y luego secarme mirando a todos. Per.. Perdon, es que muchas veces no puedo. Necesitaba un respiro de todo lo que pasa, ademas muchos tienes estos poderes que parecen que mas que ayudar lo utilizan para jugar... Algunos dije por las dudas. No queria que nadie entendiera mal.

- Pues un truco muy interesante. Respondí a Christopher. Antes de que la pelirroja se pusiera a llorar.

Angélica parecía estar bastante afectada. Al poco entraron nos chicos de origen asiático. El chico se presento como Mako. Aunque la chica también saludo.

-Un placer soy Katherine o Katt como prefiráis.

Ambos se acercaron a preguntar a Angélica por su estado. La verdad es que el relato  me sorprendió bastante.

-¿Pero que a pasado aquí? Muertos en la nevera. Arrastrando a gente por el comedor. No entendía nada. Pero tenia que averiguar que es lo que pasaba.

-Tranquila con todo eso que has pasado es normal que necesites desahogarte. La abrace cuando se me echo encima. Un abrazo no costaba nada pero era increíble lo que podía llegar a reconfortar a alguien. Tomate tu tiempo. Siempre que necesites hablar dímelo. Se me da muy bien escuchar a la gente.  La comente con una sonrisa cálida. Para tratar de animarla un poco.

 Asentí a Makoto y Chris, agradeciendo la información dada, antes de contestar a Rina - No lo se - Ni me importa - Me callé eso último, apretando los labios. Sólo sabía que ya no estaba en el comedor, y no tenía ningún interés en volver a verlo. Ya sabía que vendrían los que quisieran, ¿Pero quienes querrían? No esperaba a los que no había mencionado.

 La pelirroja comenzó a llorar en brazos de Kat, que la consoló como pudo y le ofreció su apoyo. -Si somos listos no tiene por qué morir nadie más. - Le dije seca antes de apartarme de nuevo y sentarme distante al drama ahora que Rina, Makoto y Chris ya me habían dicho lo que quería, molesta por la actitud llorica de la chica. Qué sabría ella de los que murieron ayer. No era su culpa, pero prefería sentirme molesta a romper a llorar yo también, no con desconocidos. Antes me liaría a puñetazos contra un árbol o la pared de la habitación.