Partida Rol por web

Los chicos siguen hablando, mientras termino de hacer el tonto con la catana. No tengo idea de usarla correctamente, o al menos con la técnica que se espera de un arma como esta. Sin embargo, creo que sabría usarla llegado el caso, aunque no sea para batirme en duelo con un practicante de verdad. Después de todo, no es más que una espada, un cuchillo demasiado largo. Por aquí se agarra, por aquí corta y por aquí pincha, tampoco tiene tanto misterio.

Aunque sonrío y le guiño un ojo a Makoto cuando me pide cuidado.

Elizabeth aclara algunos asuntos, con la sensatez y la adecuada forma de abordar las cosas que le caracteriza. Deja claro que ya hemos esperado demasiado, y propone empezar a hacer cosas y dar tiempo a quien quiera unirse a lo largo de la tarde. Partir mañana es una buena idea, a mi modo de ver. Victoria pregunta si hay que preparar más cosas, momento en que vuelvo a coger la vaina de la catana acercándome a nuestra mesa.

Pues hay varias cosas que hacer, en realidad... -Digo envainando la catana, sonriendo ante el sonido que hace la hoja al deslizarse. Entonces Himiko comenta que la aldea está tan cerca que podríamos ir esta misma tarde- Oh, ¿tan cerca está? ¡Eso es genial! -Comento, feliz de recibir al menos una buena noticia- De todos modos, no soy tan optimista para dar por hecho que la encontraremos allí mismo. Ojalá me equivoque, pero veo más probable que en la aldea hallemos alguna pista de por donde seguir buscando, y con suerte información sobre ella que nos ayude a tratarla. Y si es así, sería mejor llegar con margen de maniobra y toda la información necesaria. -Me sitúo detrás de Elizabeth, deslizando mi mano por su cuello en una caricia cariñosa- Tenemos que encontrar ese hechizo, en el laboratorio de magia. Y transcribirlo, para que los demás también lo tengan disponible. -A fin de cuentas, se trata de maximizar las posibilidades de éxito, "robarles" algo tan importante no sería productivo para la misión- También buscar información acerca de esa cantante, para saber a dónde y a cuándo debe enviarnos esa mujer con el hechizo, y lo que hacer al llegar. Hay periódicos de la época en la biblioteca, y para acotar la búsqueda se puede hablar con la nueva, Katherine, que por lo visto cuenta con información de primera mano. -Enumero, tratando de no olvidar nada- Y por supuesto, preparar equipo y víveres para la expedición. Himiko, no seguirá habiendo por ahí algo de equipo como el que se nos ofreció en su momento para ir a las cuevas, ¿verdad? -Sonrío, recordando con lastima aquel viaje, y lo distinta que era la menuda vampiresa- ¿Te acuerdas de aquella excursión? -Me refiero a las mochilas, la ropa de abrigo, linternas, sacos de dormir... Sería bueno empezar cuanto antes a repartirse el trabajo- Elizabeth y yo podemos encargarnos del laboratorio...

la kitsune siguió en silencio, comiendo, incluso no acusó mucha respuesta al beso de Makoto, sólo lo miró de costado, sonrió escuetamente y siguió comiendo, con un aire bastante  despreocupado, mientras se desarrollaba la conversación que simplemente partía de muchos supuestos, que insistían en darlos por hecho. Sólo la entrada de Kat la hizo levantar la cabeza hacia la joven, y luego miró a Victoria que de seguro nuevamente se mostraría abiertamente agresiva con la joven - no había que ser demasiado observador para notar que la tensión reinaba entre ellas dos, la kitsune se preguntaba si podría enmendar un poco las cosas entre las dos, que habían quedado en malos términos, después del funeral, y aunque ella no tuviera muy claro lo que sucedía, seguramente aquella reacción derivaba por las muertes. 

Himiko, haciendo acto de presencia, trae unas hermosas Katanas, ella las mira de reojo, y recuerda las clases de kendo que su abuelo procuraba que tomara, pero ella nunca estuvo muy interesada, ahora lamentaba no haber escuchado a su abuelo cuando era pequeña. La kitsune se cuestionaba el no haber seguido el camino de ser miko, y en cambio, quiso darle voz y vida a los personajes del animé, ahora, veía aquello como una pérdida de tiempo, pues había renunciado a lo que estaba destinada, pero lo hecho, hecho estaba.

Cerró sus ojos, los presentes estaban completamente seguros que tenían la razón, y que claro, que ellos, tenían el grupo que estaba en lo correcto, casi planteando una competencia, la joven siguió comiendo, daban demasiadas cosas por hecho. Demasiadas. Makoto había preguntando por dos chicos, uno de ellos, que ya había demostrado las dotes de rastreado, y que había sido tan injustamente despreciado. 

 La chica frunció los labios, y le daban vuelta en la cabeza las palabras que diría, las cosas que saldrían a relucir, pero debía dar dos pasos hacia atrás, antes de tomar el camino de la contienda, que no conduciría a ningún lado, además, debía enfocarse en otras cosas que claramente eran primero y el medio para conseguir los fines perseguidos,  debía encontrar más habilidades para hacer crecer sus habilidades, como las que mencionó su zorro interior, y deben haber más. Meditó, habían muchas cosas que hacer. La joven juntó sus manos delante de ella, dando las gracias por la comida - argiatô gozaimasu-  pronuncia con solemnidad, poniéndose de pie.

- domo arigatou gozaimasu Himiko-san - expresa su formalidad con la joven vampiresa, no encontraba prudente tratarla con informalidad, ella se había ganado con creces que se le tratase con suma cordialidad, además, ella misma lo había dicho, era la dueña del castillo, ese lugar, ya no era la escuela. De pie, y echando la silla hacia atrás, miró a Elizabeth, y se preguntó si realmente podría influir en el estado de ánimo de la última, el poder ella era mayor que el de cualquiera de los presentes, y no estaba segura que pudiera hacer aquella hazaña, pero por el bien de todos, esperaba que sí. La kitsune estaba en la posición de esperar lo peor, y desear lo mejor.

- Quiero ir a hablar con ellos de hecho, Mako-kun, creo que pueden aportar mucho, - le sonrió a su pareja, que pregunta por dos chicos, y no recibe respuesta de parte de Ben - y no creo que sus animalitos sean innecesarios, además, si la señorita Katherine puede contactarse con ella, y explicarle lo que sucede, haría completamente innecesario cualquier excursión de búsqueda, ¿no?, digo, si ella sabe, quizás sólo debamos salir por ella a encontrarla, y no ir de aldea en aldea buscándola, exponiéndonos a todos a ser atrapados por los soldados, y ser usados como pilas, no... no quiero que terminemos con pilas -  se mordió la punta de su lengua,  casi en un gesto infantil - no digo que lo que dices, Foster-san esté mal, sólo que no veo necesidad en ejecutar ambos planes al mismo tiempo, si perfectamente pueden ser el plan A y el plan B, el trabajar en equipo también corre para los que están en esta mesa, o eso creo yo, no veo necesidad de competir, además, lo de buscar un hechizo, eso se puede ir haciendo, mientras intentamos hacer que la señorita Katherine se contacte con ella,  en fin, ya he terminado de comer... iré con el resto,  no me gustar andar en eso de grupitos que sean rivales, creo que marearía, además soy una kitsune  traviesa - sonríe de nuevo, y se apunta así misma.

- Mako-kun, en un rato más iré a la biblioteca, podemos encargarnos de recabar la información sobre la chica, aunque no sé si Himiko-san nos pueda ayudar con eso, ¿puede señorita? - se gira hacia ella, y ladea su rostro. Había dejado en claro que su "está bien", no era una mansa aceptación de lo que planeaban, sólo que se había tomado su tiempo para no explotar. - y claro, Vicky-chan, puede sumarse, además, creo saber como averiguar sus poderes, cierta zorrito puede sernos de ayuda - le guiña un ojo.

- ¿y bien?... ¿por dónde empezamos?- puso sus manos en su cintura, ya sabía que le replicarían, y peor aún que no darían por cuenta sus palabras, que no fuera así sería lo extraño, pero eso no quiere decir que fuera a actuar de manera distinta.

Se debatía sobre qué hacer a continuación. Victoria tanteaba a Himiko, la cual estaba de acuerdo en que encontrar a la última era la prioridad, mientras que Makoto parecía extrañado por la no comparecencia de algunos y Ben trataba de hacerse con equipo para la salida. Nuestra anfitriona nos informó de que la aldea no estaba lejos, pero aún así yo prefería investigar algo más antes; a estas alturas unas pocas horas no creía que fueran a marcar mucha diferencia.

Pero de repente, toda la situación dio un vuelco con la intervención de Rina. Me resultaba increíble lo que estaba escuchando.

¿Por qué nos habla así? Como si no nos conociera, como si no fuéramos...

Hace unos minutos ella misma había dicho que debíamos contar con lo que teníamos, ya que no todos estaban en disposición de colaborar, y ahora… De repente nos decía todo aquello, que no sabía si me hería más porque parecía no creernos competentes para esto o porque la consideraba una amiga… No, sin duda era por ser alguien querido para mí.

Retiré la mano de Ben de mi cuello con delicadeza, necesitaba serenarme un par de segundos, y aquello me distraía. Miré a Makoto compungida, casi angustiada, y respire profundamente antes de ponerme en pie para quedar a la altura de Rina.

-¿Con quién hablo ahora? – comencé tranquilamente a hablar, y es que a pesar de que Makoto me había dicho que todo iba mejor, continuaba dudando de con qué Rina estaba hablando en realidad; aunque pudiera ser que ahora fueran una. Me sonroje al convertirme ahora en el centro, pero conseguí hablar con suma calma. – Justo antes de que viniera Makoto has dicho otra cosa bien distinta. Por supuesto puedes ir a buscar a quien quieras, pero no creo que ir detrás de nadie sea la forma de buscar un compromiso en ellos. Les hemos esperado un buen rato, hemos querido informar de todo a todos, aún contemplamos la opción de que quien quiera se una, hemos planteado todo esto como un aumento de nuestras opciones de éxito… ¿Quién está compitiendo? – puse los brazos en jarra, continuando en tono calmado, resistiendo no mostrar un rostro acongojado, por lo que todo esto me estaba doliendo; mi pecho y garganta ya daban bastante cuenta de ello. – Ya no sólo es que hayamos compartido información, sino que al contrario no se ha hecho. Animalillos… Estoy segura de que la expresión de Ben no fue con mala intención, es sólo que ni siquiera sabemos lo que hacen los demás. En la cueva pregunté a Giulia por ello, ya que pensé que así sería más fácil coordinarnos, y no me respondió. En el castillo, en nuestro tiempo, también traté de saberlo, estabas presente, y saliste corriendo… Sin embargo al día siguiente no te importó utilizar tus poderes frente a todos como si nada. Además el cuervo que Christopher dijo que nos enviaría nunca apareció, aún no sabemos por qué, así que no es raro que desconfiemos del animal para encontrar a la última. - tomé aire y me crucé de brazos. - No tengo ningún problema en colaborar con nadie, bueno, excepto con una persona, pero son ellos quienes no han querido venir. ¿Competir? Esto no es ningún juego. Yo no voy a hacerme la “traviesa” – remarqué en alusión a su desacertada expresión de antes – Esto es muy serio. No se trata de nosotros, muchas vidas dependen de ello, voy a arriesgarme a perder por segunda vez lo que más quiero, - sentí el deseo de volverme hacia Ben, pero me resistí. - ¿De verdad crees que lo que queremos es ganar? No voy a ganar, lo logre quien lo logre.

No sólo voy a perder a Ben, sino también a Makoto y a ti. No quiero perderte, pero tú…

Mis ojos empezaban a aguarse. Por suerte tenía a Ben de espaldas a mí, sino dudaba de que me hubiera dejado continuar. Una profunda tristeza iba arraigando en mi pecho, y aquello me asustó, debía terminar pronto con esto.

-Los soldados no van a desaparecer, también podrían acorralarnos en el castillo, ya lo hicieron una vez. Precisamente tú deberías recordarlo bien. Yo te recuerdo en tu forma de zorro, siendo amenazada, y es una de las cosas que me dan fuerza para seguir con esto; que eso no vuelva a pasarte. – añadí dejando caer mis brazos con los puños apretados y mirando hacia abajo, dejando caer un par de lágrimas al cerrar los ojos. – Pensaba que nosotras…

El nudo en mi garganta había ido demasiado en aumento, ya no podía más. No podía seguir hablando sin echarme a llorar, pero también temía descontrolarme.

-D-disculparme… - les dije de pronto, girándome un instante para hacer un gesto a Ben para que no me siguiera.

Tras ello me dirigí hacia la puerta caminando, pero a paso rápido, deseando salir de allí y alejarme. Ya había vivido otros desengaños, pero por alguna razón, este me dolía más que muchos otros.

Himiko escucha las peticiones de Ben y dice:

- Creo que en el almacén hay 5 sacos de dormir, pero están algo viejos por lo que tal vez no sean demasiado útiles, linternas y demás tenéis el equipo de los soldados, que son tres linternas y una cuerda, aparte de eso no creo que podáis encontrar mucho mas material

Mira a Rina cuando habla y le responde:

- En la biblioteca hay prensa de la época como se ha dicho, y Katherine estuvo en el famoso concierto, ella me lo dijo hace tiempo, no os lo puedo asegurar, pero creo que ella vio como moría la cantante, recuerdo que me dijo el nombre pero no lo recuerdo, hace demasiado tiempo ya...

Mira a todos y vuelve a hablar:

- En cuanto a la aldea son las ruinas de una aldea que había cerca de aquí, servía de refugio a varios de los nuestros pero hace un par de semanas vi desde aquí como se producía una fuerte explosión.

Oigo consternado las palabras de Rina, sin comprender. De hecho, comienzo a intercambiar miradas con los presentes, tratando de descubrir algo en sus reacciones que se me escapa. Debería enfadarme al escuchar estas cosas. Debería apretar mi puño alrededor de la vaina de la catana hasta dejar blancos mis nudillos, y fruncir el ceño con gesto furibundo. Y sin embargo, tan sólo me quedo mirándola de nuevo con los ojos muy abiertos y las cejas levantadas, entreabriendo la boca como si quisiera decir algo que aún no se me ocurre.

Pero a ella sí...

Elizabeth retira mi mano, poniéndose en pie de espaldas a mí, y hablando de un modo que genera en mí una mezcla de sentimientos. El orgullo por comprobar nuevamente lo perspicaz que es, al haberse planteado que no sea Rina, nuestra Rina, la autora de esas duras acusaciones sin sentido, se mezcla con un sentimiento cálido y confortable al ver que dice las mismas cosas que yo mismo pienso. La indignación al ver que han pasado de nosotros en distintas y repetidas ocasiones, la inexistencia de competición alguna ni enfrentamiento, al menos por nuestra parte. Desde luego, no soy yo quien va por ahí pidiendo a nadie que se marche para tener conversaciones privadas. Y si fuera por Chris y sus "animalitos" aún estaríamos en la entrada de las cuevas esperando. Pero también detecto una profunda tristeza en la voz de mi novia. No veo su rostro, pero puedo sentirlo en su postura, en su tono al hablar. Alargo una mano para tocar su espalda, para acercarme y reconfortarla, pero justo en ese momento se gira y me hace un gesto, disculpándose al abandonar el lugar.

¿Que no la siga?

Me quedo un instante viendo cómo el amor de mi vida se aleja, con gesto triste. Al igual que antes, en las celdas, se aleja de mí para sufrir sola. Al igual que antes, el único deseo de mi corazón es estar con ella y aliviar su dolor.

Himiko habla mientras Liz abre la puerta para marcharse. Lo que dice ayuda, despierta ese lado práctico que puede ayudar a enderezar el rumbo tras esta tormenta.

Gracias, Himiko. -Le digo a la vampiresa, antes de lanzar un suspiro y volverme a los otros- Elizabeth y yo buscaremos ese hechizo. Estaremos en el laboratorio de magia. Hay que coger todo ese equipo que ha comentado Himiko y algo de víveres, por un lado, y conseguir información sobre esa cantante en la biblioteca o a través de Katherine. ¿Os podéis encargar? -Digo mirando a Victoria y a Makoto, evitando cruzar mi mirada con Rina, y planteándome si Kat tendrá pensado ayudar también de alguna manera- Cuando termine os buscare para ayudar, ¿de acuerdo?

Me doy la vuelta y comienzo a caminar hacia la puerta, apesadumbrado. Todas las ganas y la energía que me sobraban hace un rato se han desvanecido. Ahora sólo quiero abrazar a Elizabeth y consolarla. Supongo que habrá ido al laboratorio como dijimos...

Los vio irse, ofendidos por sus palabras como si fuesen las peores de todas, y eso que no las dijo con la intensión que tuvo en un principio, hubiera sido seguramente enfado mayor, aunque debe reconocer que no esperaba que quien se enojase fuera Elizabeth, siempre pensó que quien hablaba más fuerte era su novio, un punto para la chica que salía corriendo. se queda de pie, y su mano baja hacia el borde de la mesa, acariciando la madera de está, y luego aprieta su puño, había cuestionado su plan, y se habían ofendido por usar "competir" además, si no había venido el grueso del grupo, por alguna razón era, y esa precisamente era lo que deseaba averiguar, y claro, pensó en que si no estaban ahí, era porqué no querían colaborar, y que se iba a decir algo distinto, pero no, se planteó sus planes en paralelo, sin comunicación prácticamente entre ellos,siendo que realmente podían ser ejecutados uno tras del otro, se enfurruñan, y se van, bueno, una se enfurruña y se va, y solo tiene como objeción la crítica de no estar en ese momento presentes. La Kitsune levantó las cejas, y masajeo su entrecejo, Kata no había abierto la boca, y Victoria, la más perdida de la mesa, poco comprendería.

Una cosa, un saborcito amargo si quedó de las acusaciones de Elizabeth, sobre el usar sus poderes, ¿en verdad prefería que no usara nada sus habilidades en ese momento necesario, porqué el día anterior no había querido hablar de ellas? Esa acusación que no venia al caso, la había hecho cerrar el puño.

- esa fuerte explosión pudo ser lo que vi ayer, a la ultima rodeada de personas muertas, e imagino que fue por un arranque de su poder, - acarició su barbilla, evocar esas imágenes le producía un nivel de angustia que lograba manejar, y que camuflaba con su constante serenidad, pero esa sensación de haber vivido lo mismo, la quemaba por dentro - Himiko-san, prometo que haré todo lo que esté en mis manos para que podamos volver en el tiempo, y no tenga que pasar todo cuanto ha pasado en estos años - inclinó la cabeza hacia ella.

Makoto y Victoria seguían comiendo, si es que quedaban ganas de comer aún, miró de soslayo a Kata, y sus apacibidad, y volvió a sentarse, suspirando, y se inclinó hacia delante para susurrar algo entre los tres. 

-Vicky-chan no estoy segura las razones por las que siento una hostilida entre usted y la señorita Katarzyna, y si me dice, que son completamente válidas, no hablare mas del tema, pero creo que quizas se puedan componer, no digo que sean amigas, pero que por lo menos, no se sienta tensa cuando ella esté - sonríe suavemente.

- en fin, hora de moverse señores, ¿les queda comida aún?- tomó uno de los tenedores y sacó un poco del plato de Makoto, llevándolo a su boca, seguía sabiéndole salado, pero comida era comida, miró de reojo a Makoto, viendo si estaba molesto o no, aunque él la conocía bastante como para saber que había echado a mucho auto control para no ser una bestia si algo le había desagradado, lentamente iba adquiriendo mayor soltura, y esa seguridad que a antes tenia, volvía.

- empezaremos, entonces con la señorita Katherine, y luego a la biblioteca, aunque algo... hay cinco sacos, quizás el grupo de avanzada, cuando salga, no podrá ir demasiado lejos, o, no ir muchos, está helado y no estamos preparados ni resistimos el frío, ese es un factor importante, creo yo... bueno, piensa para sí, Himiko-san, imagino que pronto necesitará alguien para alimentarse ¿no? ¿Necesitará ayuda en aquello? -era una pregunta cruenta, y dicha así, erizaba los vellos, pero lo práctico era más importante y si era así, podrían obtener mayor material para usar, incluso, para camuflarse.

- se me ocurre que si son soldados... deben venir con equipamiento, incluso sus ropas nos pueden servir para camuflarnos, pero...¡ ajam! Vicky-chan hizo una muy buena pregunta, ¿cómo saben lo que somos? ¿Tienen detectores a distancia o algo así? - le vuelve a preguntar a Himiko, ese detalle se había pasado por alto.

Himiko escucha lo que dice Rina sobre la explosión y dice:

- Es posible, yo no podía salir de aquí porque no os iba a dejar solos, era demasiado peligroso.

Entonces dice Rina lo de la comida y Himiko niega:

- No es necesario, tengo suficientes reservas, llevo bastante tiempo alimentándome de sangre envasada como la que tengo en la cámara frigorífica

Tras esto Himiko se dirige a la puerta y añade:

- Si me necesitáis estaré en la biblioteca

Cierra la puerta tras ella

 Asiento a Himiko cuando dice estar de acuerdo con que salga en la expedición, aliviada.

 Ben empieza a poner orden y explicar lo que hay que hacer , pero Rina disiente en algunos aspectos de el plan que estábamos trazando. Yo no lo he entendido como una competición, si no como una ampliación de opciones y posibilidades, ni creo que vayamos a tener más suerte con los soldados fuera que dentro. Después de todo, deben saber que estamos en el castillo, ¿Quién me dice que no puedan estar preparando un asalto? Casualmente también habla de sacar mis poderes a la luz, cosa que encuentro necesaria ahora que existe el factor 'soldado', salga o no, así que probablemente vaya también a la biblioteca, donde además también hay cosas con las que tal vez pueda ayudar.

 Estoy de acuerdo con Liz cuando habla, hemos esperado a los chicos durante un buen rato, ¿Por qué no han venido? Se repite el tema de la competición, de grupitos rivales... No comprendo muy bien qué pasa entre los chicos que estaban antes en el castillo, y en vistas a que no entiendo la totalidad de lo que ocurre, de los detalles del plan, ni esa rivalidad entre grupos de la que hablan, prefiero guardarme mis propios pensamientos y mantenerme al margen antes de poder decir ninguna tontería o algo inviable. 

 Asiento a Ben cuando me pregunta si puedo recabar información en la biblioteca, ya que es donde pensaba ir de todas formas. Prefiero no tomar partido en esto, y dedicarme a ayudar en general, y tratar de descubrir mis poderes. Al menos sí que pienso que deberíamos avisar de la expedición a los que se queden en el castillo, además de a Himiko. Liz se va afectada, dejándome un mal sabor de boca, pero su pareja sale tras ella, así que creo que sobraré si voy, y seré más útil haciendo algo productivo.

 Termino de comer cuando se me acerca Rina, y en seguida me pongo seria. Tampoco quiero hablar de ésto, pero no por ignorancia, como hasta ahora, si no por incomodidad y tensión. Iba a darle una respuesta borde cuando su sonrisa tranquila me recordó que ella no estuvo ahí la noche anterior, y mi tono, aunque serio, se volvió más suave del que iba a darle en un principio. No merecía que pagara nada con ella, que además sólo mostraba preocupación. - Prefiero no hablar de eso ahora, Rina... - Susurro a la pareja japonesa. Aún lo tenía muy fresco, así que si se lo contaba sería en otro momento, si no se lo decía Makoto antes.

 - Cuando queráis. - Poso las manos sobre la mesa y doy a entender mi disposición para moverme. Preferiría tratar antes el tema de mis poderes, pero veo conveniente imponer mi curiosidad a nuestra prioridad principal.

Es evidente que los sentimientos siguen a flor de piel pues, de otro modo, no se puede comprender que tratando el asunto que venimos entablando de repente todo parezca estallar sin saber muy bien cómo ni por qué.

Estuve siguiendo la conversación entre Rina y Elizabeth con la sensación de que las opiniones y observaciones que se podían hacer hacia un plan que, una vez se inicie no tiene vuelta atrás, eran tomadas demasiado a pecho.

Cuando Liz se fue corriendo del comedor y al poco Ben fue tras ella, la situación me cogió totalmente desprevenido y quedé con el tenedor en el aire sin saber muy bien que actuar ni decir.

- Emh.. - miré a las chicas con cierto desconcierto mientras dejaba el tenedor sobre el plato - yo también creo que lo mejor será empezar, sí.

Al levantarme acaricio el brazo de Rina mientras sigo hablando.

- Si quieres ve entonces a hablar con el resto y te esperamos en la Biblioteca - miro a Vicky para saber si a ella le parece bien también - así quizá podamos avanzar en cuanto a reunir la información para luego centrarnos en ver si podemos averiguar algo sobre la naturaleza de Victoria - digo esto último tratando de infundirle tranquilidad a la latina con una sonrisa. Sin duda es un momento complicado.

- ¡Kat! - giro sobre mis talones hacia la polaca, quién se ha mantenido en silencio todo el tiempo. Espero que coma algo por lo menos - quizá podrías ir a por Katherine y acompañarla a la Biblioteca para que pueda hablarnos sobre aquella cantante. En fin... ¡cuando queráis! - tras recoger la Katana que Himiko le ofreció como presente, se la afianzó en en cinturón y salió del comedor.

- No olvidéis coger las otras.

Ya de pie, la kitsune asiente a lo que dijo Makoto, sabían que hacer y no se detendrían en dramas que no aportaban nada a la discusión. la chica cogió todos los platos, y los llevó al lavado, luego tendría que venir a lavar todo aquello, y ordenar, se lo anotó mentalmente.

- luego ordenamos, ahora... si quieres ve a la biblioteca, yo iré luego con ustedes,  iré por el resto, bueno, por la señorita Katherine, y ver en qué nos puede ayudar, cuando nos juntemos, veremos que poder tienes, ¿vale? - le dice, y toma una las katanas,quedaba la otra - creo que es tuya, Makoto nos puede enseñar, - se aleja de la mesa,  yendo hacia la puerta.