Partida Rol por web

La última de los vuestros

Exterior: Bosque

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05/05/2015, 15:51
Angelica Hudson

Notas de juego

Salgo

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05/05/2015, 17:58
Elizabeth Freeman

Ben me explicó a qué se refería con lo de Rina, sin embargo, también afirmó que se trataba de más que de ese sentimiento de perder el control; una voz que trata, quizás, de convencerle.

Tras concluir que esta trataba de convertirle en lo que no es, hundió su cara en mi pecho, mientras que yo le rodeaba con mis brazos, temerosa de lo que me contaba, pero tratando de ser fuerte; lo suficientemente fuerte para los dos.

Las mismas preguntas que él se formulaba me las hacía yo misma. ¿Qué podíamos hacer? ¿Y si con todo esto puede salir alguien herido?

-No se trata de lo que tienes que hacer, sino de lo que tenemos que hacer. – comencé a hablarle, segura, acariciando su nuca. – Estamos juntos en esto, como en todo, ¿De acuerdo? Tú mismo lo dijiste. – le recordé así su promesa, temiendo que la situación, el miedo, le llevara a hacer alguna tontería. – Además, nadie te puede obligar a hacer nada que tú no quieras, ¿No? No todo está en la cabeza… - También está lo que dice el corazón.Si esa voz insiste, yo hablaré más alto para taparla, no dejaré que la escuches. – le dije, continuando con mis caricias en su cabeza, besando esta entre el pelo. - Y si las cosas se tuercen, cuento con mis habilidades para detenerte... Pero eso no va a pasar. - concluí, apretándole contra mí.

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05/05/2015, 20:51
Benjamin Foster

Las palabras de Elizabeth logran calmarme un poco. Lo suficiente para pensar, para no sumirme en el caos en que se había convertido mi cabeza. No habla de mí, habla de "nosotros", recordándome mi promesa. Juntos, siempre juntos. No la hice en ese sentido. No era la idea. Yo debía protegerla, cuidar de ella. No ponerla en peligro. Y ahora es ella la que insiste en cuidar de mí, protegerme.

J-juntos... -Reitero mi promesa- Siempre juntos...

Promete hablar más alto que mi lado oscuro, detenerme con sus recién adquiridas habilidades si es necesario. Y se que lo hará, se que puedo confiar en ella. Pero debo estar seguro, seguro del todo.

T-tienes que prometerme algo. -Digo, decidido, y levanto mi rostro para mirar fijamente sus ojos, perderme en ellos- Que, llegado el caso, harás todo lo que sea necesario. Todo. Todo, Liz, sin importar lo que me ocurra. Lo que sea preciso para que, bajo ningún concepto, haga daño a nadie. -Subo mis manos hasta su rostro, temblando, no de frío sino de miedo- Sobre todo a ti...

Me moriría si te hago daño...

Prefiero morir a hacerlo...

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05/05/2015, 21:24
Elizabeth Freeman

Aún en mi abrazo, volví a escucharle repetir aquellas dos palabras, que si bien podrían significar poco para cualquiera, era mucho lo que englobaban para nosotros.

Parecía algo más tranquilo, pero sabía que esto no sería cosa de algunas palabras, por mucho que lo que le dijera estuviera lleno de verdad y confianza; confianza en él, en nosotros. Haría falta tiempo para asimilar lo que estaba pasando.

Entonces levantó la mirada, clavando sus ojos en los míos, y de pronto estos no eran los de siempre. Mostraban miedo, pero sobre todo, desesperación. Escuché incrédula lo que me pedía, llegando incluso a crearse un atisbo de enfado en mí, pues no era justo que me hiciera prometer algo así.

Todo, sin importar lo que le ocurra. Lo que sea preciso. Todo.

Agaché la cabeza, al tiempo que ponía sus manos en mi rostro, temblorosas, lo que hizo que levantara un momento la mirada y volviera a ver esa enorme desesperación en sus ojos.

Apreté los dientes, no quería hacerlo, no quería prometer algo que no quería cumplir, algo que de tener que cumplir no sólo acabaría con él, sino también conmigo. Pero él lo necesitaba, necesitaba esa tranquilidad, y yo tenía que dársela.

-Lo prometo.  – dije finalmente, aflojando mis dientes y apretando mis puños.

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05/05/2015, 21:34
Benjamin Foster

Noto la tensión en su rostro, su mandíbula apretando los dientes, el modo en que aparta la mirada momentáneamente. La duda. Pero, finalmente, la fortaleza de que siempre ha hecho gala toma el control, y en tan sólo dos palabras deja clara su decisión.

No es justo, no lo es para ninguno.

Yo no pedí esto, no pedí llevar esto dentro, no lo quería. Sólo quería una vida normal, una vida sencilla, eso que tantas veces me quejé de tener, en mi aburrida vida anterior. Mis sueños eran sencillos, tan sólo una casita, una esposa, unos niños, y ser el mejor padre y esposo que pudiera para ellos. Y a Elizabeth a mi lado.

Pero tampoco es justo para ella. Verse obligada a esto, a prometer algo así. Es mi culpa, yo la he forzado a ello, pero era necesario. Prefiero que viva con mi recuerdo, pero que viva. Mejor que viva ella a que no viva ninguno de los dos, porque yo no podría vivir con la culpa de hacerle daño...

Gracias... -Digo, finalmente, cerrando los ojos, uniendo mi rostro al suyo, frente con frente, con nuestras narices acariciándose- Y-y... lo siento. Siento tener que pedirte esto. Te prometo que voy a hacer todo lo que esté en mi mano para evitarlo, que voy a luchar, voy a luchar con todas mis fuerzas contra ello... -Abro los ojos, enrojecidos pero llenos de decisión, una decisión, una confianza, que ella me ha regalado. Ya se lo dije a mi reflejo en la cueva. Ella me hace más fuerte- Haré que estés orgullosa de mí. Lograré controlar esto, y que regreses a casa con tu familia. Y tendremos esa cita ¿vale? Una de verdad, nada de ciervo quemado... -Sonrío, tratando de sacar un humor que me falta sólo por lograr ver esa sonrisa suya que tanto amo.

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05/05/2015, 22:46
Elizabeth Freeman

Su “Gracias” y su “Lo siento” me sirvieron de poco, no así sus sucesivas palabras, a través de las cuales me prometía que haría todo lo posible porque eso no sucediera, que lucharía por ello.

Aflojé mis manos entonces, al encontrarnos frente con frente, viendo como mantenía sus ojos cerrados; ni siquiera entonces me relajé del todo. Sabía que haríamos todo lo posible porque eso no pasara, tanto él como yo, pero, ¿Y sí algo salía mal?

Prefiere morir a hacerme daño, ¿No entiende que a mí me pasa lo mismo? Él no puede asumir el hacerme daño, pero me pide que yo lo haga…

Aguanté un suspiro.

-Más te vale. – respondí escuetamente, justo antes de que abriera los ojos, casi en tono amenazante. Continuó hablando, terminando por mostrarme una sonrisa que claramente se esforzaba en mostrar; yo ni siquiera me esforcé en sacar una. – Ya estoy orgullosa de ti. Tú céntrate en ser quien tú eres, y en no dejarme sola… - separé mi rostro del suyo, sin poder terminar de hablar, y me giré dándole la espalda para frotarme los ojos. No quería llorar.

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05/05/2015, 22:58
Benjamin Foster

Me responde de forma escueta, seca, dura, como una amenaza. Es una amenaza, en realidad. La acepto, me parece lo más normal. De hecho, la merezco. Como merezco lo que me pueda pasar si no cumplo mi promesa.

Pero también me dice que está orgullosa de mí. No lo entiendo. ¿Qué he hecho yo para merecer algo así? ¿Cómo puedo merecerla, me sigo preguntando? También me pide dos cosas. Que sea yo, justo lo que le he prometido luchar por hacer hace apenas un instante. Y no dejarla sola, justo antes de girarse y apartarse de mí.

He... -Comienzo a decir, desconcertado por el modo en que se ha apartado de mí- He recorrido medio mundo para conocerte. -Le digo acercándome a ella por la espalda- He viajado en el tiempo por seguir a tu lado. -Extiendo mis brazos alrededor de su cintura, abrazándola, acercando mi rostro a su cuello, dejando que mi aliento acaricie su piel al hablarle- No debí dejarte sola para ir de cacería, jamás debí apartarme de tu lado, Liz. -Le doy un suave beso en el cuello- Y no pienso volver a hacerlo.

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06/05/2015, 00:19
Elizabeth Freeman

Comenzó a hablarme, mientras me secaba las pocas lágrimas que había dejado escapar, acercándose a mí y rodeando mi cintura con sus brazos. Incline mi cabeza para rozar la suya, al sentir su aliento en mi cuello.

Quizás estaba siendo algo injusta con él, lo que decía era cierto, él se estaba exponiendo a todo esto por mí. Vale, yo no se lo había pedido, no quería que corriera peligro, pero aun así decidió venir, estar a mi lado… Puede que si las cosas se ponían tan mal, hacer lo que me había pedido fuera la forma de “estar a su lado”.

Puse mis manos sobre las suyas, a la vez que sentí su beso en mi cuello y me decía que no volvería a apartarse de mi lado. Sonreí, como hacía rato que no hacía. Aquello me alegró, aunque lo que decía no era del todo correcto.

-Fui yo quien dijo que debías ir… - le dije girándome dentro de su abrazo, poniéndome frente a él y rodeando su cuello con mis manos. – Puedes alejarte, pero no demasiado, ni demasiado tiempo. – bromeé, mientras pasaba mi dedo índice por su cara, recorriendo su mandíbula hasta llegar a la barbilla. – Me refiero a que tienes que volver… - le dije antes de darle un suave beso en los labios. – Vuelve siempre, sano y salvo. – sujeté su cara con una mano, mientras que la que tenía en su espalda subía suavemente por su cuello, hasta la nuca. – Vuelve a mi lado. – acerqué mis labios a los suyos, besándole lentamente, olvidando el frío del exterior por completo y recreándome en aquellos labios que hacía tiempo que no eran míos. 

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06/05/2015, 02:00
Kitsune Yuchi

Notas de juego

ENTRA

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06/05/2015, 02:00
Kitsune Yuchi

Corrió cuanto pudo lejos de la entrada a la cueva, hasta que pudo llegar a los árboles, en donde se dejó caer, y apoyar la espalda en un árbol, nuevamente el frío la golpeo, dentro había quedado su chaqueta, y se abrazó así misma, frotado sus brazos, con fuerza,  conteniendo las lágrimas, pero no salían, estaba alterada, asustada, intentando ordenar sus pensamientos, pero no podía. ¿Su cuerpo sería ocupado?, ¿Y Makoto?. 

Apoyó su cabeza en sus rodillas, restregando la frente, pensando, ¿qué juego era ese?, ¿hasta donde cambiarían a partir de ese momento?

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06/05/2015, 03:24
Makoto Yuchi

Notas de juego

Entra

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06/05/2015, 03:25
Makoto Yuchi

Voy siguiendo los pasos de Rina mientras corre, no demasiado rápido y nerviosa, casi desorientada y llorando.

Cuando se derrumba y estalla en su llanto, sentada y apoyada su espalda,contra el tronco de aquél árbol, al fin la alcanzo.

- Eh.. Eh.. - mi tono es suave aunque por dentro la ira me consume - Kitsune Yuchi - espero que llamándola así le pueda arrancar una sonrisa o por lo menos acaparar su atención.

- Son los últimos coletazos desesperados del animal que se ve acorralado y que sabe que está a punto de perder la iniciativa, ¿te das cuenta? - mis brazos la rodean y la abrazo con fuerza, ahogando su tierno sollozo.

- Es celosa y engreída y aprenderá, igual que tú aprendiste de ella. De eso se trata, ¿si? - acaricio su pelo, una y otra vez, mientras beso las saladas lágrimas que resbalan por sus mejillas

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06/05/2015, 03:48
Kitsune Yuchi

Como una muñeca quedó entre los brazos de Makoto que intentaba despertarla de su angustia, producida por la visita de su otra mitad. Entre sollozos,  atina a abrazarlo, y hundir entre sus ropas su miedo y su pena. Cerró sus ojos, las lágrimas salieron de sus ojos, gruesas lágrimas,  que se perdieron en el pecho de él. Yushi reaccionó y se fue alejando de su amado Makoto,  conteniendo el sollozo, buscando disolver el nudo que tenía en la garganta.

- ¿y si no?...¿y si es algo que debe pasar?... ya sabes de lo que puedo hacer... ya sabes...- tocó su brazo, el que ella había arrancado -  casi te maté mi vida, y ahora ella me recuerda lo que soy... el monstruo que puedo ser, que nadie puede controlar... conoces el poder que está en mí, pero soy demasiado débil para poder... controlarlo... te amo, pero... pero...-  miró a otro lado, iba a casarse, aunque fuera una ilusión linda, ahora parecía el peor de los errores. 

- pero... soy esto... no puedo estar cerca de ninguno de ustedes... te amo... pero debo irme...-  se fue separando más de él, sujetando sus manos, antes, quizás tendría claro a donde ir, con Beni, pero ahora, no tenía ni idea, y aunque le dijeron que debía quedarse, ¿cómo hacerlo?, era una bomba de tiempo que ponía en peligro a todos, en especial a Makoto -  perdóname... pero si me quedo, ella te hará suyo, el monstruo que soy, te lastimará... temo... acabar contigo... - besó sus labios, y se puso de pie - te puedo lastimar de nuevo, mi vida, y a todos, - cerró sus ojos, y se separó completamente de él. Miró hacia la cueva, limpiándose las lágrimas, la cabeza le dolía, y se tambaleó, mareada.  

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06/05/2015, 05:16
Makoto Yuchi

Los nervios, la tensión, el cansancio hacen que se tambalee débilmente y la recojo contra mi pecho de nuevo, con seguridad.

- Nada de eso ocurrirá pequeña - estoy plenamente convencido de mis palabras.

- Las heridas nos recuerdan que tenemos un pasado, un pasado al cuál debemos volver, juntos - la aprieto contra mi hasta casi faltarme la respiración.

Aflojo un poco mi presión sobre ella antes de hablarle con mi frente pegada a la suya.

- Eres fuerte, mucho más de lo que crees. Los espíritus confían en ti y te tienden su mano - acaricié el dorso de su mano húmeda por las lágrimas al decir esto último.

- Ella trata de sembrar la duda en ti porque en tu temor yace su poder. Así fue como ocurrió la primera vez, el miedo fue el detonante.

Sujeto sus hombros y la suelto un instante para levantar su cabeza empujando con mis dedos su perfecto mentón.

- Mírame. Sé que debo hacer. Confía en mi, no temas. Sin temor llegará la felicidad y con ello, la paz.

La sujeté así, deseando besarla, dejando que asimilara la sinceridad y mi convicción en cada palabra.

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06/05/2015, 06:43
Kitsune Yuchi

La sostuvo, y aunque merecía ser zarandeada por la enorme cantidad de idioteces que estaba diciendo, Makoto, echando mano a una paciencia infinita, la acogió con amor, apaciguado sus tribuladas emocionadas, serenando su cabeza que iba de lado a lado, divagando entre el miedo y la angustia de saber que podría acabar con todos, ¿podría?, ¿realmente podría?, no, pero si saldrían muchos heridos, Makoto. ¿cuando podría dejar se sentirse culpable por haberlo herido de la  manera en que lo hizo?. 

- Makoto-kun..- le echó los brazos al cuello, y hundió su cara mojada por las lágrimas en su pecho, debía ponerse en puntas de pies para poder alcanzarlo,  e incluso él debía agacharse para poder alcanzarla. La sentía temblar en un sollozo ahogado y silencioso. La kitsune   lo apretó aún más. Había dicho todo aquello de irse, pero ahora, envuelta en el aroma de Makoto, se daba cuenta que le sería imposible. 

- perdón.. tienes razón... ella se aprovecha de mi miedo... y me anula... - su voz se fue entre cortado,  pero necesitaba verlo a los ojos - lo siento... soy... una cobarde... siempre lo fuí, Makoto-kun - se encogió de hombros, y limpió sus lágrimas rápidamente,  haciendo un pucherito - pero confió en ti... digo que me iré, pero no podría ni dar unos pasos para irme de tu lado... - lo volvió a abrazar,- etto...tengo.. frio... - se esconde entre sus brazos, ahora ese temblor era por el frío.

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06/05/2015, 10:43
Benjamin Foster

Sus manos se posan en las mías, proporcionándome más calor con ese simple gesto que todos los fuegos del mundo. Se culpa de mi marcha, cosa que pretendía evitar. Ella lo propuso, pero yo acepté, y no debí hacerlo. Vine aquí para estar junto a ella, para cuidarla y protegerla, no para jugar a los exploradores. Se gira, y vuelvo a ver esa sonrisa suya, el gesto de felicidad que tengo grabado en mi alma. Acaricia mi rostro, y cierro los ojos para sentir mejor su contacto, centrarme en él. Me pide que no me aleje, que regrese siempre a su lado, sano y salvo. Me da un corto beso, y siento con él que sí tengo fuerzas para afrontar lo que sea, que puedo con ello, si el premio es el calor de esos labios en los míos.

Siempre, cariño... -Digo en un susurro, antes de que nuestros labios se fundan nuevamente, de forma lenta y pausada, compartiendo calor y humedad, devorándonos mutuamente, con hambre, con necesidad. La necesito, te necesito. El frío desaparece, la brisa del bosque, el sonido de las ramas agitándose, las voces lejanas que trae el viento como susurros de seres de otro mundo- Siempre juntos... -Susurro a modo de promesa, renovación de la que ya he hecho una y mil veces, de palabra y en mi mente y mi corazón. Mis brazos rodean su cuerpo con más fuerza, apretándola contra mí, impidiendo que nada, ni una brizna de aire siquiera, se interponga entre nosotros. Somos uno, soy suyo, completamente suyo.

No me arrebatarás mi alma ni mi cuerpo, dragón oscuro. No puedes quitarme lo que ya no es mío...

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06/05/2015, 13:37
Elizabeth Freeman

Nuestras bocas se separaron un instante para que Ben pudiera pronunciar nuevamente aquellas dos palabras, aunque en realidad fue él quien decidió que se separaran. Mis labios esperaron abiertos, frente a él, volviendo a conquistar los suyos mientras asentí con la cabeza a modo de respuesta.

Siempre juntos. Siempre. Como ahora.

Mis manos dejaron de acariciar su cara para que mis brazos pudieran rodearle por el cuello, pegando más aún nuestros cuerpos, si cabía. Mis mejillas se mantenían coloradas, pero ya no por el frío, sino por los sentimientos que Benjamin removía en mi interior.

Nada de eso va a pasar, no lo permitiré, eres mío.

Continuaba devorando su boca con la mía, acariciándonos mutuamente, cuando observé que mi abrigo se encontraba ya en el suelo. Ben se encontraba con los brazos desnudos, tan sólo con una camiseta.

Quizás deberíamos ir entrando…

Detuve los besos un momento, dejando de rodear su cuello para llevar mis manos hasta sus brazos, notando el frío en estos en las caricias que le propiciaba.

-¿T-tienes frío? – pregunté, tímida, adelantándome a mis intenciones.

Me separé un poco y le tomé por los antebrazos, empujando suavemente hacia abajo, instándole a que se sentara sobre el abrigo.

-P-podemos entrar ya si quieres… - dije mirándole a los ojos, desde arriba.

O podemos…

Mi cabeza me decía una cosa, pero mi cuerpo me pedía otra. Me arrodillé junto a él, y cuando se hubo acomodado me apoyé en uno de sus hombros, colocándome sentada a horcajadas sobre él. Tomé sus manos con delicadeza, mientras miraba hacia abajo, comenzando a besarle nuevamente, recorriendo el interior de su boca; llevando finalmente sus manos a mi trasero.

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07/05/2015, 02:02
Makoto Yuchi

Verla tranquila me arrancó una cálida sonrisa, nada me hace más feliz que sentirla tan cerca.

- Vayamos dentro, deberíamos despertar a quienes aún duermen o se nos hará muy tarde - froto su espalda con las palmas de mis manos mientras la abrazo.

Cogiéndola de la mano retomo el camino a la cueva, no sin antes darle un beso en la frente y secar del todo el rastro de sus lágrimas con mis dedos.

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07/05/2015, 05:21
Makoto Yuchi

Notas de juego

Rina y Makoto salen

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07/05/2015, 09:39
Benjamin Foster

Nos sumimos en una vorágine de besos, abrazados con tal intensidad que se hace difícil vislumbrar donde comienza uno y termina el otro. Porque estamos tan unidos que nos volvemos uno sólo. El abrigo se desprende de mis hombros, empujado involuntariamente por las manos de Elizabeth que acarician mi cuello, mi rostro, se abrazan a mí con fuerza. No tengo frío, no puedo tenerlo. La piel de mis brazos se eriza, por el frescor ambiental, pero por dentro arden de pasión y cariño. Como mi pecho, como todo mi cuerpo.

¿Cómo pude alejarme de ella? ¿Cómo, si esto es todo lo que anhelo en la vida?

Me pregunta si tengo frío, y niego con la cabeza adelantando mi rostro para volver a besarla, pero ella se echa hacia atrás dejándome con más ganas, más deseo, más necesidad. Se aferra a mis brazos y tira de ellos hacia abajo, haciendo que me siente obre el abrigo caído, con la espalda en el tronco del árbol. La veo sobre mí, aún en pie, con la luz que se filtra entre los árboles iluminando los bordes de su silueta, como una aparición divina. Esa debe ser su naturaleza. Es una diosa. No puede haber nada más perfecto. Dice que podemos regresar, si quiero, pero sonrío con picardía como toda respuesta, tomando sus manos e invitándola a bajar conmigo. Se arrodilla a mi lado, pero casi al momento pasa una pierna sobre las mías y se sienta sobre mis muslos, muy cerca su entrepierna de la mía. La atraigo hacia mí con mis manos en su espalda, y nuestras bocas vuelven a fundirse, labios y lenguas en ebullición, humedad y calor. Sus manos se deslizan por mis brazos, invitándolos a descender, hasta que mis manos se posan en sus nalgas, apretándolas y acariciándolas, tirando de ellas hacia mí, haciendo que el cuerpo de Liz se acerque todo lo posible, incluso cuando eso hace que para besarla tenga que elevar mi rostro por la diferencia de altura. Está por encima de mí, y no me importa. así es, así debe ser. Es mi diosa. La amo.

Y estando entre sus brazos, nada tengo que temer.

Mis manos se deslizan apasionadas por el trasero de Liz, al ritmo que marcan nuestras bocas. Una de ellas, en un momento dado, busca su piel a través del suéter que lleva, deslizándose bajo su ropa. Siento la diferencia de temperatura, su piel cálida y mi mano fresca por el frío ambiental. Me detengo abriendo los ojos y separándome un momento.

P-perdona, ¿está fría? -Digo, esperando su confirmación antes de seguir acariciándola.