Partida Rol por web

Ahora si parece que el grupo está ya en funcionamiento. Veo rostros de tensión, de hambre, de pereza, de cansancio, de hastío... pero eso solo va a empeorar si nos quedamos ahí por más tiempo.

- Adelante entonces - en cuánto Erik se sirve su ración hago un gesto con la mano mientras sonrío a T.J., ahora tengo algo más de confianza con él y además Kurt está recuperándose de su herida mientras el cocinero empieza a comer.

- ¿Empezamos tú y yo T.J.? - a estas alturas el ciervo no pesaba ni la mitad que ayer al restarle las raciones, la piel y las vísceras - luego vamos haciendo relevos.

Sin esperar más invito al americano a empezar la marcha. Somos muchos, ya cada uno que vaya recogiendo lo que buenamente pueda. A estas alturas ya cada minuto cuenta.

- Encárgate de mi jersey Vicky, porfavor - estoy cargando un extremo del tronco sobre mi hombro mientras hablo.

No quiero estresar más el ambiente, así que tomo la iniciativa de empezar a caminar agarrando con el brazo que tengo libre a Rina por la cintura, sin impartir ningún tipo de orden, deseando que el resto sigan el camino aunque sea por pura inercia. No nos sobra tiempo.

Rina, T.J., Makoto salen

Viendo como el ambiente se estaba caldeando Mike prefirió no ayudar a embrutecerlo  aún más, por lo que símplemente se levantó, hizo unos poco estiramientos y encaminó la salida de la cueva siguiendo los pasos de Makoto.

-Espérame, Yo mismo estoy descansado, puedo ayudar con eso.

Katarzyna quedó estupefacta ante el arranque de cólera de T.J. Fue incapaz de reaccionar ante aquella impetuosamente mezquina voz que llenó la estancia, que logró callar a los presentes durante esos instantes en los que la grosera forma de hablar del americano se vertía sobre ella. Tampoco supo reaccionar cuando se acercó hacia ella, para patear a Erik y luego irse.

Quiso reaccionar. Quiso hablar. Quiso mirarle a la cara. Pero no pudo.
Quiso hablarle. Quiso explicarle. Quiso hacerle entender. Pero no pudo.
Quiso protestar. Quiso desahogarse. Quiso gritar. Pero no pudo.

Cada palabra que T.J. le escupía era como una bofetada que le enrojecía la cara, le forzaba a apretar los labios y le obligaba a bajar la cabeza, hasta el punto de quedar mirando al suelo, como una niña a la que regañan. Luego Erik se levantó, enfadado por la patada, sin prestarle atención, algo que también le dolió. Humillada, empezó a moverse:

Voy - susurró para si, obedeciendo, cabizbaja, las órdenes del americano sobre recoger la comida.
Podremos volver a hacer agua allí - estimó antes de tirar casi⁽¹⁾ toda el agua, dejando que, quien quisiera, bebiera antes.

Dado el estado sanguinolento de su jersey, se resignó a usarlo de porta-carne. Aguantó en su regazo con un brazo algo de carne, y con el otro cogió el (ahora mucho más ligero) impermeable con agua. Despertó a Roxana y le dio de ambos, esperando silenciosamente a que terminara. Hizo la misma maniobra, esta vez con más cantidad para Ben y Eli, dirigiéndose hacia afuera. Mientras tanto, Makoto y T.J. habían salido ya con el ciervo.

Mientras todo esto sucedía, su cabeza bullía, intentando explicarse el vuelco de la situación. ¿Por qué no había reaccionado?. Estaba segura que si hubiera sido Kurt y no T.J. quien le gritara o si hubiera sido Makoto, o Victoria, o Rina en vez de Erik los que la ignoraran, los mandaría a la porra sin miramientos. Hasta lo habría tomado a broma. Indudablemente ellos dos y Roxana eran en los que más confiaba, quizás por eso se sentía tan desconsolada.

De repente, se dio cuenta de que volvía a sentirse pequeñita, muy pequeñita.

Katarzyna entró, miró alrededor por si alguien se había dejado, e instó a los rezagados a ponerse en marcha.

- Vamos, chicos, esta gente se está yendo  -  dijo a nadie en particular, sin siquiera pararse

Buscó entre las ramas que quedaban las más secas y rectas.  Cogió tres de ellas y las prendió por un extremo.  Le dio una a Kurt y luego agarró todas las ramas que pudo, ayudándose de forma primitiva con los brazos y el pecho.  Sin mediar más palabra ni entretenerse, salió de nuevo.

ME mantuve mirando la cosa mientras cmía y antes d elevantarme par ir con el resto, cogí un troxxo de carne más con una mano y la antorcha improvisada que me dio Kat y salí de aquella cueva.

El grupo ha viajado hasta el castillo, leete las escenas del bosque, en especial la ultima que es la que yo he enviado

Nada más llegar hasta las cuevas, Kurt echó un vistazo hacia todos lados, buscando rocas que pudiera mover o que pudieran ceder y crear una avalancha.

No iba a adentrarse todavía, hasta que los demás estuvieran a salvo y la cueva sellada.

Extrajo el papel y se propuso practicar el nuevo hechizo, tratando de atraer una enorme roca.

Entro en las cuevas a toda hostia, junto con los demás y con el cuervo. Una vez dentro, aprovecho para recuperar el aliento mientras miro al exterior, a ver si veo a alguien rezagado o algo.-Lo que vayáis a hacer, daos prisa en hacerlo.-digo a Natuk, aunque hable en plural.

Mientras tanto, comienzo a mirar por la cueva, a ver si veo algo que me sirva de palanca para mover unas piedras y dejar la cueva bloqueada de alguna forma.