Partida Rol por web

La voz de los dioses

Ferdinand

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01/02/2022, 13:47
Ferdinand

1 El ladrón bondadoso

El sonido de madera quebrándose al fuego despertó a Ferdinand de su siesta matutina. Abrió los ojos para notar el dolor en su cuello, cargado por haberse dormido en la butaca. De fondo podía oír el trajín diario del orfanato, la chavalería limpiaba mientras jugaban e intercambiaban chillidos. Bajo los pies del redcap, entre las grietas del suelo, subía el olor de la comida. 

Lo que había conseguido sacar de las despensas del Earl local no duraría mucho, y tenía que preparar la expedición que le llevaría un poco más lejos la próxima vez, para no llamar la atención sobre los niños. Con gesto apesadumbrado, se levantó y bajó las escaleras del altillo que era su dormitorio hacia la sala común de los niños. Entre que era un Redcap y que tenía mal despertar, le dejaban en paz al menos hasta la hora de comer.

- ¿Otra vez bebiendo hasta tarde?- preguntó la cocinera

- Saqué el alcohol para desinfectar una herida y no iba a dejar que el resto se echase a perder.- respondió el pelirrojo mientras se sentaba en la mesa de la cocina.- ¿Aguantaréis una semana? Tendré que irme como mínimo hasta Gareven.

- Tendremos pescado de lago toda la semana que viene. Sí, para una semana nos llega, tendré que racionar y con un poco de limosna podremos aguantar.

El redcap gruñó. 

- Eso es, sin presiones.

Notas de juego

Ferdinand es NB, pero tiende hacia CB, ya que como pícaro y pillo tiende a vivir fuera de las normas de la sociedad

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01/02/2022, 23:56
Stellan

Mirado con perspectiva, se podía decir que tenía una debilidad. Nunca había podido dejar de lado mis orígenes, o que simplemente me gustaba cuidar de los míos, es por eso que siempre había vigilado el puerto en el que había nacido tiempo atrás y lo que había terminado haciendo aquel cascarrabias de Helge. Por eso no llegó a sorprenderme que terminara fundando un el Orfanato Marino, aunque si que obtuviera tantos apoyos para sacarlo adelante, eso si que resultó sorprendente porque habría apostado a que mi historia terminaría con su muerte.

Sin embargo nuestra historia continuó, Helge encontró nuevamente un sucesor y este a otro y luego vino otro que incluso nombró "segundo" sacerdote al patrón de un barco para poder bendecir no solo a exploradores, sino incluso a algunas partidas de incursores. Personalmente eso no me hacía mucha gracia, aunque la bendición de uno de los pescadores se había convertido en un pequeño ritual para todo aquel que dejara Eudura. Obviamente no todos creían en aquel gesto simbólico, pero los que si habían conseguido formar una pequeña comunidad entorno al Orfanato Marino, comunidad de la que Ferdinand formaba parte, quisiera o no, y por eso es que mantenía mi atención en él.

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02/02/2022, 15:16
Ferdinand

Como era habitual, el redcap comió con los niños para darle un rato de descanso a su cuidadora. Los números nunca eran buenos en el orfanato, aunque Ferdinand tampoco era bueno con los números. Pero sabía que esa cantidad de bocas que alimentar se acabarían más pronto que tarde la comida de la que disponían. 

El orfanato se sostenía principalmente por las donaciones que todos los barcos que se hacían a la mar cedían. Era prácticamente su seguro de vida, en caso de que murieran lejos de casa, para que sus hijos tuvieran un techo y una comida caliente. Ferdinand ni siquiera había tenido eso y desde que lo encontró se prometió a si mismo que los cuidaría.

Por la tarde se dirigió a la taberna, necesitaba una buena excusa para meterse en el territorio de otro Earl, y si quería llegar a Gareven era mejor formar parte de un grupo. Las caravanas con materiales traídos de ultramar o de las incursiones a los asentamientos de Ofone y Quotria eran habituales.

En la taberna, el olor a cerveza inundaba el ambiente, alguien había pagado para secarle la sed a la madera del suelo. Evitando el charco para no tener las suelas pringosas, el redcap se apoyó en la barra y miró a la clientela, su ojo entrenado le advirtió de que al menos había dos grupos que podrían pagar por tener un par de manos: un grupo de mercaderes que tenían una lista de contratación y otro grupo dirigido por lo que parecía un señor mayor Quotriano. 

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12/02/2022, 22:06
Ferdinand

Antes de irse, uno de los niños le entregó un amuleto hecho con espinas de pescado. Era algo relativamente popular, muchos marineros creían en un dios pescador que les aseguraba beneficios, y supuestamente el talismán aseguraba trasportar esa bendición a alta mar hasta que volvieran a tocar tierra. Era una tradición reciente que empezaron algunos pescadores, pero que se había asentado en el Orfanato y también era una forma en la que los pescadores daban unos pocos beneficios más a los niños sin que estos tuvieran que pedir limosna.

Ferdinand nunca tenía el valor de decirles que él nunca iba a alta mar. Sus habilidades eran de otra naturaleza, y no necesitaban saberlo. Así que se fue a la taberna, a buscar un trabajo que le permitiese viajar discretamente. Al entrar, paseó su mirada por el bar y buscó a los desconocidos que pudiera ver. Un par de grupos le llamaron la atención: Una caravana de mercaderes de Puerto Azul que cruzarían Eudura desde la costa Este hasta la Oeste y después bajarían otra vez a Puerto Azul con lo que que pudieran comerciar y necesitaban seguridad, o un grupo más reducido de aventureros, que buscaban espadas que les acompañasen a limpiar de monstruos el territorio de uno de los Earl de la zona. Ambos le valían para desvalijar despensas ajenas, pero con los primeros el viaje sería más largo, y volvería con riquezas legalmente y en el segundo, se arriesgaba a no volver.

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16/02/2022, 19:12
Nimrod
- Tiradas (1)

Notas de juego

Menos oniromancia D:

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16/02/2022, 19:59
Nimrod

Nimrod no consiguió establecer contacto con el joven, sus intentos de llamar la atención no habían conseguido surgir efecto por que el redcap parecía mas interesado en su bebida que en mirar por la ventana. El dios gruño resignado, tendría que limitarse a susurrar, como en los viejos tiempos.

No le des muchas vueltas al asunto, todos los trabajos tienen su peligro. Dale un buen trago a tu cerveza y vete a donde los aventureros que parece mas divertido.

- Tiradas (3)
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26/02/2022, 11:40
Ferdinand

El redcap se apoyó en la barra mientras bebía su cerveza. Uno de los privilegios de ser el héroe del pueblo es que te ponen la bebida gratis. Eso y que Olga, la esposa del tabernero, era esteril y había adoptado a dos de los chavales del Orfanato y eso le había convertido en uno de los pocos de su especie que podía entrar en el local.

Sacó una moneda y la tiró al aire para tomar su decisión. Cara, iría con los mercaderes, cruz y se iría con los aventureros. La moneda cayó en su manos y reveló su relieve. Cruz, estaba decidido. Caminó hacia el Quotriano para escuchar mejor su conversación y presentarse.

El hombre, de nombre Aldro, se denominaba historiador. Buscaba un grupo de aventureros que le acompañasen a buscar una tumba olvidada de las civilizaciones antiguas, supuestamente anterior a la caida del imperio que ocupaba las tierras de Trugane.

- El trato es sencillo, a la vuelta haremos inventario, se os abonará el precio de los objetos con valor histórico, y aquellos que no lo tengan, os los podréis repartir entre los que me acopañéis a la expedición.

El grupo contaba con un galiant, un sluagh y un pooka de morro alargado y colmillos prominentes, probablemente un lobo. Una elfa recién llegada se unió al grupo a cambio de un salario fijo, era una sanadora y no participaría en los combates, pero sus habilidades eran un seguro de vida para todos los demás.

- Si hay trampas o cerraduras, necesitaréis la ayuda del puto amo, yo.- Se presentó Ferdinand. Atrayendo todas las miradas, y todas eran de desconfianza. Era normal, la gente que se dedicaba a estas cosas sabía que era necesario contar con un ladrón en el grupo que se encargase de todas esas actividades que fuera de tumbas olvidadas se consideraban delito, pero segía siendo un ladrón.- O puedo ir a una jornada de distancia por detrás vuestro esperar a que alguna medida de seguridad os fulmine y saquear vuestros cuerpos. Esa armadura valdrá su peso en hierro, con tu cadaver dentro.- señaló al Galiant.

Una pequeña discusión se extendió en el grupo ante la provocación del Redcap, pero su actitud desenfadada hizo que se ganase el favor de la mayor parte del grupo que se presentó después de darle la bienvenida.

- Tiradas (2)

Notas de juego

he repetido dos veces la llegada de ferdinand a la taberna, es mi error, no el milagro de ninguno de los jugadores.

Humano Quotriano- Aldro

Galiant Guerrero- Samael

Sluagh mago- Ansem

Elfa Curandera- Arlina

Pooka Explorador- Hurtang

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11/03/2022, 06:34
Stellan

Los demás dioses parecían no apreciar la sutileza y repartían sus bendiciones con demasiada despreocupación, o esa era la impresión que estaban dando. Ciertamente no compartía su arbitrariedad, y eso sin entrar en las cualidades que habían decidido potenciar, pero dichas acciones me habían hecho replantearme el modo en que yo estaba actuando. Hasta ahora me había mostrado conforme con mi recién adquirida divinidad, viendo innecesario hacerme totalmente presente ante el mundo y prefiriendo guiar o proteger a determinados individuos capaces de marcar la historia, mas tenía la sensación de que sería barrido por las otras divinidades si no cambiaba mi enfoque y por eso había optado por volver a centrarme en Eutara.

Las tradiciones y costumbres eran una buena base para trabajar y los amuletos de espinas de los niños del orfanato tenían el potencial de convertirse en un gran símbolo para manifestar mi protección sobre el mundo, es por eso que me decidí a hacer realidad esa ilusión de protección y buenaventura con la que creaban aquellos objetos protectores.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Conceder poder a secta: Crear amuletos protectores (2 éxitos).

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22/03/2022, 13:58
Ferdinand

El grupo discutió la ruta durante la tarde y el inversor pagó sus cenas y sus habitaciones como gesto de buena voluntad. Ferdinand durmió sobre una cama cómoda en vez de la butaca del orfanato por una vez y su cuerpo se permitió relajarse. Siempre tenía que estar alerta, pero esta noche no. 

Al día siguiente partieron tierra adentro alejándose del mar. Eudura era un territorio ancho, sus yermos nevados desde el otoño se revivificaban en primavera cuando las nieves se derretían, pero aún en pleno verano era más bien fresco. El redcap odiaba aquel clima con todas sus ganas y más de una vez soñaba con viajar a tierras más al sur. 

Aldro había comprado una carreta, así que con la espalda bien pegada al rincón para evitar el frío, miró a sus acompañantes decidiendo con quién intentaría entablar conversación.