Partida Rol por web

Los ya de por sí saltones ojos de Luna se abrieron de par en par. Y no fue porque Bellatrix admitiera ser una mortífaga. Tampoco porque atacase a Dumbledore. ¡¡¿¿Qué estaba haciendo la siempre sensata e inteligente Hermione??!!

Solo había una respuesta para ello y el mismísimo Albus Dumbledore la definiría como "amor".

¡Vaya!

Ante la sorpresa, la chica no pudo decir ni comentar nada, atenta a la consecución de los acontecimientos. Ya no le hacía falta llevar gafas que identificasen torposoplos. Ni siquiera en el quisquilloso se podría encontrar algo más fascinante que aquella escena.

Draco!!!! El grito de Narcissa fue desgarrador. No pudo apartar la mirada de su hijo mientras veía como era consumido por aquella llama. Las lágrimas cayeron sin control por su rostro y se quedó así varios minutos, como si no se creyese lo que acababa de pasar.

-Tú... Maldita puta... Los ojos de Narcissa echaban chispas mientras miraba aquella estúpida cara con aquellas estúpidas gafas de colores. Se levantó del suelo y se giró a Luna. Mi hijo ha muerto por tu culpa! No te pienso perdonar algo así. Jamás! Le acompañarás a él a la tumba y podrá torturarte por toda la eternidad! Sufrirás lo que nadie y lo tendrás merecido!

Narcissa estaba fuera de sí. Grabbe, cuando mueras, conviértela a ella en inquisidora! Y esto es una oden, me escuchas?! A ella! Me da igual lo que te digan los demás, convierte a Luna en inquisidora! Y seré yo quien me ocupe de asesinarla. La frialdad de Narcissa había desaparecido. Sufrirás antes de morir y sufrirás una vez muerta, puta.

Se giró a los demás. Muy bien, Gruffindor. Habéis conseguido que Ravenclaw tenga el control de los inquisidores y de los mortífagod. Muy hábil vuestro movimiento. Pero no solo eso. Luna todavía puede revivir a uno y, como ha dicho que ella no ha revivido a Krum, supongo que el de las varitas ha copiado el poder de Luna. Tienen aún dos resurrecciones, control total sobre la noche y protección con Krum de su lado. Y ahora mi hijo está muerto! Parecía lo más importante.

Quieren aniquilarnos y salirse con la suya. Mira como Lockhart ha empezado a acusar a mi hermana que, aunque sea mortífaga, no tiene ni voz ni voto ahí, ya que los otros dos mortífagos son de su casa. Seguid escuchando a los águilas, seguid así. Nos llevarán a todos a la tumba si no nos unimos contra ellos. Sus movimientos son más claros que el agua.

La maga de adivinación observó con cierto agrado como las llamas extinguían la vida de draco malfoy. No por matar a un niño, sino por matar a un inquisidor. En este mundo solo hay una verdad y es la del señor tenebroso. Nadie va a imponer una idea diferente.
De repente escucha la confesión de Bella con lo que se sorprende enormemente y cuando esta lanza su ataque sale corriendo para tumbar a la compañera. Temiendo que el director le lanzase un ataque en respuesta.
Pero este no llega así que se detiene a tiempo. Luego mira a Narcisa hablar y una carcajada demente la invade.

-Pero querida. ¿Acaso no argumentaban hace unas horas que esos dos niños eran inocentes palomas?- Decía la profesora mientras la miraba fijamente con sus enormes gafas. -Además reconoces que puedes matar... Curioso, Yo ya confesé que trate de matar a ese niñato. Ah y bueno al abuelo aquel también.- Señaló a Lord Slythering- ¿Pero tu a quien mataste?  Acaso el estudiante ruso cayo por tu mano? -

Y se llevo las manos a la boca como si acabara de decir una indiscreción.
Luego se fue hasta llegar con Bellatrix. mientras movía su varita de una mano a la otra. -Bueno querida hace rato quería hacer yo lo mismo. Pero ya que el director no nos deja jugar.- Sacó unos dados de entre la túnica. - ¿Te apetece un juego de dados? - Luego mira a Fleur y hermaine. - ¿Juegan? -

¿Eres sorda a parte de loca? Preguntó Narcissa a la profesora de adivinación. Le he pedido a Crabbe que la convierta en una inquisidora para poder matarla. Como resultado de las votaciones. Es la única forma en la que morirá esa... Se calló y lanzó una fulminante mirada a Luna. Pero espero poder adelantarme a las llamas y matarla justo antes de que el fuego la consuma. Los ojos de Narcissa brillaron. Algunas personas, a diferencia de otras, si somos diestras en el uso de la magia.

Y juega todo lo que quieras, será tu última mano. Narcissa había cambiado completamente tras la muerte de Draco. Ya no aparentaba. A la gente de Gryffindor, tenéis los asesinos y sabéis donde están. Solo os diré que bajo el control de Ravenclaw están las dos muertes de la noche y está vuestro compañero Krum también. tened en cuenta eso y ayudadme a vengar a mi hijo. Solo os pido eso.

Me llevo las manos al pecho y luego a la cabeza, me duele todo, me duele todo lo que está sucediendo. Tener que vivir en desconfianza, en miedo, en impotencia en tristeza. ¡Mon Dieu! Debí marcharme de largo a casa. Debí seguir buscando a Bill e ir con mi hermana y con mi familia.
Salía tanta información tan rápido de la boca de todos que uno no sabía a que atenerse. Si tan solo pudiera hacer algo diferente. apreté mis manos tan fuerte que las uñas dejaron marca sobre mi palma. Pero el dolor no se comparaba a todo lo que tenía que seguir presenciando.

Tal parece que los Slythering estuvieron burlándose de nosotros y de nuestro dolor desde el principio. La madre de Draco balbuceaba verdades producto del profundo dolor de haber tenido que ver como su hijo era consumido por las llamas y Madame Trewlaney, la mortífaga confesa, revelaba más y más cosas cada vez.

Miré al calvo fundado de Slythering con decepción. No se comparaba a Dumbledore, era malo, egoísta, tozudo e interesado tan solo en la gloria de ver a su casa alzarse sobre el resto sin consideración hacia las vidas que cada noche exponía a la muerte.

- Madamoiselle Lovegood, acabo de revelar a Monsieur Flitwick, ¿Ha hecho algo hasta ahora? -quería saber que me respondía, no me cabía la menor duda de quién era. Tengo la misma certeza como la tuve con el petit Malfoy.

Cuando Crabbe habló, lo miró con incredulidad, pues aunque no estaba segura sobre su identidad. Ya no le creía ni una sola palabra. Seguro sería tan culpable y negro como lo habían acusado de ser, al menos así lo estaba aseverando Monsieur Lockhart.

Miro a Umbridge - Ni Madame Sybill, ni Monsieur Flitwick quedarán impunes -esta vez el tono de mi voz fue duro - Ni nadie que sea un asesino o un mortífago.

La escena de Hermione y Madame Bellatrix me dolió en el alma. Jugar con un amor así no tenía perdón y al final el último suspiro del Petit Riddle había traído una maldad imperdonable. Aguanté el llanto porque sabía que todo lo que les deparaba a aquellas enamoradas era un fin injusto y oscuro.

- Tengo que declinar Madame Trewlaney. Es usted una mortífaga confesa, no puedo jugar con usted. Lo siento mucho. -negué discúlpandome con la mujer que a cada momento expresaba su amor por aquel Voldemort. No se me pasó por alto las palabras de Madame Malfoy, en los momentos de mayor dolor el alma solo puede expresar verdades. - Todo queda más claro así. Osea que Petit Crabbe es quien todos acusan de ser -me cruzo de brazos. Y tal parece que Madame Malfoy puede asestar un golpe funesto, aunque con el dolor que tiene dudo que lo utilice de manera sabia.

Me dirijo a Madame Malfoy - No nos importan las casas Madame. Solo librarnos de los inquisidores y los mortífagos. Y como habéis oido, le pedí a Madame Luna que se haga cargo de Monsieur Flitwick, pero aún no ha respondido -miro a la pequeña con tristeza.

La escena de Hermione me afecta demasiado, demasiado para poder soportarlo.

Salazar no había podido evitar sacar la varita ante el ataque de Bellatrix ¿para ajusticiar a la mortifaga o para acompañar su ataque? Nunca se sabría. La cuestión es que se mantuvo pendiente de todo y decidió intervenir ante las palabras de Delacour, ya que era la primera Gryffindor que hablaba y porque se había dado por aludido ante la mirada de reproche que le había dirigido. Aunque esa mirada la había recibido de mucha gente que no era capaz de ver más allá.

-Ya están las cartas sobre la mesa. Esta claro que las casas Ravenclaw y Slytherin han estado jugado al mismo juego, intentando controlar a mortífagos e inquisidores. ¿Y por qué no delatar a los nuestros? Resulta evidente, para mantener un equilibrio de poder. Sí delato a los míos pero los otros no delatan a los suyos, ellos y su Casa obtendrán el poder, y ¿quién garantiza que una vez obtenido lo utilizarán para el bien?- Hizo una pausa para que calara lo que acaba de decir que, para él, era una obviedad.

-En esto tanto Ravenclaw como Slytherin hemos pecado de no querer delatar ni votar a los nuestros hasta que ya ha sido evidente. De hecho los únicos que hemos ido contra nuestras propias Casas hemos sido Lord Ollivander y yo mismo al acabar con Riddle. En la situación en la que nos encontramos ahora lo que importa es mantener un equilibrio en el que ahora mismo Ravenclaw va ganando.- Cada vez que en lo que decía tenía que admitir algo a Salazar se le hinchaban las venas de la sien, por lo demás hacía ya rato que su cólera era fría. Pero el efecto fue especialmente acusado cando tuvo que admitir que Ravenclaw les había ganado en su terreno.-Sí de verdad en Ravenclaw creen en erradicar el mal, esta noche debe morir, a manos de los inquisidores, uno de sus dos mortífagos, tal y como ha dicho Mademosielle Delacour. Si esto no es así podríamos jurar que sus intenciones no son buenas. 

Luna permaneció ajena a las amenazas. Tras el movimiento realizado sabía que muchos estarían detrás de ella y no precisamente para regalarle halagos.

No obstante, ella seguía centrada en lo suyo y solo respondía a quienes la habían apoyado realmente aquel día. Miró a Fleur y no dudó en asentir:

- Por supuesto. Tiene órdenes de atacar solo a mortífagos. - aseguró.- Aunque me gustaría saber qué porcentaje de certeza tenéis con respecto a Flitwick. Trelawney ha confesado, ¿pero cómo de acertados creéis que estáis ante el profesor de Encantamientos? Porque él no ha dicho nada... no pongo en duda vuestras palabras, que conste. Solo quiero saber cómo podéis estar tan seguros...

-Lady Lestrange también a confesado y por tanto sabe quienes son los otro mortífagos.- Comentó Salazar remarcando la obviedad.-Tambien puede que este mintiendo en su Casa, pero que coincidan Mademosille Delacour y Lady Lestrange me hace suponer que son ciertas sus palabras.

Draco cayó y dos mujeres confesaron ser mortífagas. Aún así algunos las defendían.

— Madame Delacour, dice no querer jugar a ningún juego de casas pero solo va contra la nuestra. Habla de la profesora de adivinación, que ha confesado, y de mí, que no sé por qué razón me quiere quitar de en medio pero ha excluido a Bellatrix de la ecuación. No sé si le une algún tipo de unión con ella o no pero sin duda le importan más las triquiñuelas que la verdad. De hecho, dudaba de la culpabilidad de Trelawney hasta que ella misma ha confesado aún cuando Ollivander lo dijo.

Podría haber algo sobre los mortífagos que nadie sabía aún o la periodista quería pasar a las filas de otro bando. No importaba, asesinos confesos o no confesos debían morir.

Con expresión calmada y serena encajó aquella supuesta acusación de Narcissa. -O bien... me he aprovisionado de milagrosas pociones del mismo almacén que dos de los magos de la casa Slytherin... - contestó el señor Ollivander mostrando por vez primera un atisbo de sonrisa frente la visible incomodidad de las serpientes.

Entonces, el anciano "tallavaritas" elevó un poco más su voz haciéndola fácilmente más audible. -Ni unos ni otros, son ahora una urgencia acuciante... el objetivo más apremiante para todas las casas y del bien del mundo mágico es el legado de El-que-no-debe-ser-nombrado. La señora Lestrange. Dejaos de rencillas y ambiciones. Debería sentir vergüenza todo aquel mago que busca lucro en semejante tragedia. Sólo ella... -dijo señalándola tragándose su miedo y esperando su carcajada- ...nos puede condenar a todos... pues mis artes y mi error de criterio la hicieron inalcanzable... intocable por la noche, sólo podrá caer en votaciones, sólo por el beso del cáliz de fuego, ni venenos ni magia ni vuestros mordiscos nocturnos. Mientras... ella, y a la buena maga a la que ha arrastrado, buscarán nuestra perdición... -no le preocupaba la suya propia pues había vivido mucho-.

-Pensé que la señora Granger sería capaz de llevar con su luz por el buen camino a una maga triste y descarriada... pero ha sido lo contrario, fue mi error y por ello me toca exponerme y señalarla. Bellatrix Lestrange debería de ser el nombre que todo mago de buena voluntad y libre de egoísmos... tiene que poner en el cáliz.

Con las palabras de la madre de su mejor amigo, asintió a todas ellas y no dijo una sola palabra mas, ni siquiera tenia hambre en aquella noche, solo dolor por la perdida de su mejor amigo y mejor persona.
Pero cuando la niña manipuladora hablo sobre que el profesor tenia solo ordenes de atacar mortifagos, sus ojos se abrieron como platos y de su voz salieron nuevos sonidos.

-PUES si solo van a matar mortifagos, porque cuando le he pedido y sobreexpedido.-Ni el tenia clara esta palabra que pensaba que daba fuerzas al resto.-Que acabemos con Sybill Trelawney, una mortifaga confesa y quien se jacta de atacar a mi amigo por la noche, él se niega a hacerlo simplemente porque pertenece a su casa? ¿Porque?-Escupió con odio cada palabra, hacia esa niña molesta.

La firmeza de Bellatrix se tambaleó al sentir los brazos de Hermione rodeándola y al darse cuenta de que Dumbledore desaparecía antes de que su maldición lo alcanzase, la mortífaga entrecerró los ojos, fulminando al anciano con una mirada llena de desprecio. 

En cualquier otro momento de su vida probablemente habría continuado en su empeño, lanzando maldiciones hasta que alguna acertase a Dumbledore o a cualquier otro. Pero por increíble que pudiera parecer, bajó el brazo que sostenía la varita y llevó su otra mano a la cabeza de Hermione, cerró los ojos y empezó a acariciar suavemente los ensortijados cabellos de la muchacha. 

Permaneció así, ignorando al resto de los que hablaban, hasta que la voz de Ollivander llamó su atención y negó levemente con la cabeza antes de tomar aire y abrir los ojos, dirigiéndolos llenos de ira al anciano. - ¿Yo la he arrastrado? Has sido tú, viejo verde y apestoso, el que ha condenado a esta niña. ¿Para castigarme? ¿O para reírte de su inocencia?  - Los nudillos de Bellatrix se pusieron blancos por la fuerza con la que agarraba la varita, pero la mantenía baja, apuntando hacia el suelo. Su mirada no se apartó ni un ápice de la del hombre mientras seguía hablando. - Pero si me garantizas que Hermione volverá sana y salva en el siguiente amanecer, seré  yo misma la que meta mañana mi nombre en ese cáliz. 

Ni se había inmutado ante las palabras de Crabbe, pues lo que más le importaba en aquellos momentos eran las palabras de Ollivander, con quien estaba plenamente de acuerdo.

- Estoy de acuedo con usted, señor Ollivander. Sin duda resulta una gran amenaza.- ya era hora de perdonarse las desconfianzas anteriores. Ollivander estaba en lo cierto y Luna, tan pronto como había mostrado en público sus recelos para con el anciano, ahora hacía lo propio expresando su acuerdo. Y sin duda las palabras de Bellatrix fueron sorprendentes. ¡Sí que se habían enamorado! Las pociones estaban siendo de lo más determinantes- Debo admitir que no esperaba ese tipo de respuesta.

Después se centró en Crabbe con tranquilidad, aunque con el oído puesto en la conversación entre Bellatrix y Ollivander:

- Yo le he pedido que vote a mortífagos únicamente. No me importa si es a uno u a otro y si de esta manera, muere un mortífago o no muere nadie, me doy por satisfecha, pues cumpliré la palabra hacia Hermione y Fleur, quienes me han apoyado durante el día.

-Eres una mentirosa, el dice tener las manos atadas por tus condiciones. Si dijeras la verdad, de esta noche no pasaría Trelawney. Espero que todos lo tengáis en cuenta, para mañana.-Sonaba menos sebero, pero era evidente por la forma de apretar sus puños que seguía furioso, aunque su rechoncha cara no lo mostrara.

- Y tú parece que tienes los oídos taponados con pastel de chocolate. Acabo de decir que le he dicho que vote a los mortífagos. Hay tres mortífagos. Si no os ponéis de acuerdo, por algo será. ¿No crees? Y también te he dicho que me es indiferente a quién vote y si negándose a participar contigo es su forma de "rebeldía", mientras no muera ningún inocente por vuestras manos esta noche, me doy por satisfecha pues igualmente estaré cumpliendo mi palabra con Gryffindor. Hermione me pidió que no muriera ningún inocente y así ocurrirá de una manera o de otra. No he mentido. Trelawney será ajusticiada o esta noche, o mañana durante el día.

AAaa si claro... hay tres de los que dos son de tu casa, pero vayamos a por la tercera en discordia que, que casualidad es de la casa Slytherin, Dejemos a la que admite matar desde hace días a Draco y Salazar, De echo dudo incluso que mañana alguno de los dos sean justiciados, ¿No te conviene verdad?. Como se nota que deseáis todo el poder. Espero que al menos la casa de Potter se den cuenta de todo tu asqueroso juego y hagan algo al respecto.-Dos pensamientos independientes en una sola noche, Crabbe estaba en racha.

Miro de soslayo al elfo domestico.-Espero que le des en las narices a todos estos listillos, elfo.

No tenéis ni un atisbo de vergüenza. Comentó Narcissa. La pérdida de su hijo aún era reciente y las manos seguían temblando. Ya sabía que era imposible que su hijo saliese de aquel lugar con vida, pero los movimientos de la casa Ravenclaw eran demasiado claros. Querían sobrevivir ellos mientras caían los demás. Tú, niña. Señaló a Luna. Has ordenado a Lockhart que no se ponga de acuerdo con Crabbe, salvo para atacar a Bella, aún sabiendo que ella no morirá de noche. Pero no solo eso, hay 2 mortífagos confesos de vuestra casa a los que tampoco le permites atacar. Eres una mentirosa. Explícate, y más te vale que sea una buena explicación, maldita niña.

¿Ya te has dado cuenta que la única forma en la que salgas con vida es que ganen los de tu casa, verdad? Cuando Grabbe te convierta en inquisidora no tendrás otro clavo al que agarrarte.

Se giró a la gente de Slytherin. Mi hijo... Se le quebraba la voz. Mi hijo no era perfecto, todos lo sabemos. Luchaba con los ideales equivocados, mi marido, Lucius... odiaba tener que echarle la culpa a él, pero no le quedaba otra opción. Fue él el que le metió las ideas de grandeza a su hijo. Envenenó a Draco. Una lágrima cayó por su rostro. Ahora lo he perdido y sé que no volveré a verle jamás. Ya no me queda nada para luchar del lado de mi casa, todo lo que me motivaba era mi hijo y ahora ya no está y, aunque le traiga, que puedo hacerlo, solo conseguiré que vuelva a sufrir lo mismo. Solo quiero salir de aquí, con los que no han cometido ningún crimen. Un escalofrío recorrió su espalda al recordarlo.

Esa niña. Señaló a Luna. Ha organizado a su casa para tomar el control de Hogwarts. Crabbe quiere acabar con la profesora de adivinación. Torció el gesto. Ni siquiera la miró. Si ella de verdad luchase por lo que dice que lucha, ordenaría a Lockhart que la matase. A ella, no a Bella. Pero no lo va a hacer, porque lo que ella busca es ir matando gente de otras casas. Con la muerte de Bella, que es lo que pregonan, morirá Hermione también. Una persona menos para Slytherin y otra menos para Gruffindor. Además, los dos mortífagos restantes serán Ravenclaw. Luego pregonarán la muerte de Grabbe.

Un pinchazo de dolor hizo que Narcissa se llevase la mano al pecho. Si no matáis mañana a Bella y hacéis que caigan o Tralewney o Flitwick, me comprometo a traer de vuelta a Hermione yo misma, dado que aún no nos podemos que Ollivander haya copiado mi habilidad o la de Luna, mucho más oscura y peligrosa.

- No sé si te has dado cuenta, pero con todos los malos identificados, lo único que se puede hacer es destruiros. Y así será. Durante el día Fleur y todo Gryffindor votó a Malfoy apoyándome, yo les apoyaré a ellos durante esta noche, en la que no morirá ningún inocente gracias a que mantengo vigilado a Lockhart y durante el día también recibirán mi apoyo.

Recibió entonces el ataque de Narcissa. Estaba tan acostumbrada a sus quejas, a su rabia y a sus falsas amenazas que permaneció con la misma expresión tranquila. Pronto todos los malvados estarían aniquilados.

- No creo que pierda el tiempo intentando hacerme pasar al lado oscuro. Según tus razonamientos, eso sería darle más poder a mi casa. ¿Y organizar yo? Me he pasado el tiempo discutiendo con Ollivander porque creía que era vuestro espía y ahora resulta que yo les he organizado. Por fin estamos Ollivander y yo de acuerdo en algo además de saber que debemos exterminaros. No le he prohibido a Lockhart que vote nadie, de mi casa o ajeno a ésta. La restricción está en que tiene que votar a algún mortífago. Repito, si es decisión suya que no muera nadie por no estar de acuerdo, entonces bienvenido sea. Es cuestión de tiempo que todos los malvados sean destruídos y la paz regrese. Y yo colaboraré para que eso suceda tal y como he estado haciendo hasta el momento. 

Cerró los ojos y sonrió, sintiéndose arropada por los brazos de Bellatrix. Morirían, pero al menos podía sentirla, algo que había deseado desde el primer día y que creía nunca ocurriría. Aún así, prestó atención a las conversaciones que había a su alrededor y la voz de Narcissa hizo que volviese a abrir los ojos, aunque miró a Luna.

- Es cierto. Si Crabbe va detrás de Trelawney, entonces haz que Lockhart también vote por ella. Es una mortífaga confesa. No es inocente. ¿A qué esperas? Negarte a ordenarle que lo haga únicamente está haciendo que creamos las palabras de Narcissa. -A pesar del dolor con el que cargaba, las palabras de Narcissa parecían estar llenas de razón. O eso se había demostrado hasta el momento. Miró a esta.- Yo me estoy encargando de observar hoy al señor Ollivander, así que pronto sabremos de qué pie cojea.

Salazar había decidido dejar de intervenir, al menos durante lo que quedaba de día. Los argumentos estaban claros y ya no harían más que repetirse, muchos llevados además por sentimientos muy fuertes que no dejarían analizar la situación con la debida frialdad. Tenía bien claro que, tal y como habían marchado las cosas, dependía de Gryffindor el mantener el equilibrio de poder para que los traidores fueran erradicados lo antes posible.

Pero no pudo evitar formar esa media sonrisa, más parecida a una mueca, cuando habló la joven Granger. A pesar de la información que habían obtenido en Ravenclaw gracias a ese vínculo, quizá aquella chica podría hacer entrar en razón al resto de integrantes de su Casa.

Aunque lo que importaba de manera más inmediata es quienes verían de nuevo la luz del día a la mañana siguiente.