Partida Rol por web

El consagrar da +3 a la tirada de expulsar, pero... a la de CAR, a la de los 2d6, a las dos?

Nadie me responde en el offtopic... creo que voy a tener que curar a Anur, no se me ocurre otra cosa. Si le restauro sus PG, ¿cuánto tiempo tardaría en ponerse en pie?

Aaron contempló como el no-vivo se alejaba de él y sonrió levemente. Por fin Lathander le había prestado la ayuda que necesitaba. Sin embargo, un compañero requería su ayuda. Anur había sido derribado por dos nuevos enemigos, contra los que el poder del clérigo no tenía nada que hacer. ¡Sir Anur! Exclamó Aaron al ver como tumbaban al paladín.

Dio un paso al frente para alejarse el enemigo que estaba detrás de él y se giró, agachándose para prestar ayuda a Anur. Vamos amigo, ponte en pie. Su mano se cubrió de un brillo dorado y la puso sobre el cuerpo de Anur. Sus heridas comenzaron a cerrarse más rápido que de costumbre, parecía como si hubiese obtenido un nuevo poder curativo. Vaya... Se sorprendió mientras los cortes seguían cerrándose.

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Asustada por la furia de Lathander, la criatura comenzó a correr alejándose lo más que podía del clérigo hasta arrinconarse en una de las esquinas de la habitación.

El golpe que había recibido Anur había hecho que éste cayése al suelo herido. La sangre seguía manando del cuerpo del rubio paladín. El golpe había sido muy fuerte.

 Olvidándose del paladín, a quién ya daban por muerto, se centraron en el siguiente objetivo: Aaron. El que portaba las dos armas, inició una maniobra de movimiento, consciente de que el clérigo podía aprovechar su movimiento para pegarle. Con lo que no contaba era con que Thognar estaba también esperando para dar ese mismo golpe.

Continuó su movimiento hasta colocarse en el sitio donde flanqueaba y de nuevo intentó atravesar al clérigo con sus ataques.

 La otra criatura, que llevaba nada más que una cimitarra, efectuó el mismo ataque también sobre el clérigo.

Las armas impactan sobre el clérigo haciendo que suelte un sonoro grito de dolor. Pero parece que aún resiste, furioso.  

 Thognar gruñe del escozor del metal perforando su armadura y clavandose levemente en su piel. Por momentos ve su fin cerca, esta desarmado y derribado... pero el zombie sale corriendo despavorido tras una increible actuación de Aaron. En esos momentos el enano se alegra de contar con un siervo de los dioses a su lado. Agarra el hacha que se le cayó y se levanta tan pronto como le es posible para volver a reincorporarse a la lucha con la oportunidad que le ha dado el clérigo.

En ese momento ve a Anur derribado ante el brutal ataque de dos de esas criaturas.

¡Rrrrubito... ! ....[[¡¡¡MARRRRICONES!!!]]-insulta a los osgos en gigante, seguro que aquellas patrañas lo entenderian mejor que el comun- ¡¡¡ENfrrrrentaos a alguien de vuestrrro tamaño!!!

Grita enfurecido a las criaturas tratando de llamar su atención para ganar tiempo y porque no, deseoso de matar algo que por fin estuviera vivo.

 Ahora que había dado rienda suelta a su rabia interior la mujer no podía cortarla sin más. Evadiendo a Aaron atacó con su acero a la pequeña criatura que se había acercado por detrás y atacado a atraición a Anur.

 El acero hizo un barrido en la zona de la criatura a media altura, esgrimido con una fuerza inusitada. Cada uno de los moviminetos de la ilushkana eran acompañados de gemidos ahogados causados por el esfuerzo. Pero el filo pasó lejos de la criatura y no impactó contra ella. La exploradora, con un mechón delante de la cara, se preparó para otro ataque. (He sumado el +2 por flanqueo)

  Aaron contempló como el no-vivo se alejaba de él y sonrió levemente. Por fin Lathander le había prestado la ayuda que necesitaba. Sin embargo, un compañero requería su ayuda. Anur había sido derribado por dos nuevos enemigos, contra los que el poder del clérigo no tenía nada que hacer. ¡Sir Anur! Exclamó Aaron al ver como tumbaban al paladín.

Los golpes le vinieron sin que pudiese percatarse casi, le habían rodeado y usaban ésto para atacarle allí donde él intentaba escapar. Tenía que salir de ahi.

Dio un paso al frente para alejarse el enemigo que estaba detrás de él y se giró, agachándose para prestar ayuda a Anur. Vamos amigo, ponte en pie. Su mano se cubrió de un brillo dorado y la puso sobre el cuerpo de Anur. Sus heridas comenzaron a cerrarse más rápido que de costumbre, parecía como si hubiese obtenido un nuevo poder curativo. Vaya... Se sorprendió mientras los cortes seguían cerrándose.

Y entonces llegó la sorpresa...

De las puertas apareció un hombre con una túnica morada completamente empapada. Sin esperar demasiado hizo unos gestos con la mano y de pronto la habitación cogió un color rojizo.

De la mano derecha del mago apareció un rayo rojo que se dirigió hacia la más pequeña de las criaturas. Estalló entonces en un monton de llamas y soltó un grito ahogado. Cuando éstas se disiparon, sólo quedaban restos chamuscados de la criatura. 

Hassam se sopló el dedo, disipando un hilillo de humo que salía de él. Sonrió.

 Con la inesperada aparición de Hassam y la imploración de Aaron, el combate había cambiado drásticamente en muy poco tiempo. Cosa que la norteña pudo comprender a pesar del estado de enajenación.

 Pero aún así aún quedaba un enemigo muy peligroso ante ellos. La guerrera actuó de nuevo con gran arrojo y rabia.

 El acero fue blandido de nuevo, pero esta vez con mayor control, el filo de la mandoble se abrió camino cortando piel, carne y huesos acompañado de un rugido agudo saliendo de la garganta de la ilushkana.

- YYYYYAAAAAaaaaagggghhhhhHHH

¡AAARGH! Exclamó Aaron de dolor al notar el cruel acero que impactaba en el haciéndole sangrar. Habían sido duros golpes, pero aún le quedaba mucho para caer. No lo dudó un instante y le hizo frente a la criatura. Pero en vez de intentar golpearla, Aaron se cubrió casi totalmente con su escudo. Sabía que los demás, excepto Weelksy, no iban a poder aguantar mucho más que él.

Con la intención de su deber de proteger, decidió soportar los golpes que aquel monstruo pudiese lanzar sobre él. ¡Acabad con él! Todo estaba sucediendo demasiado rápido, Aaron aún no se había dado cuenta de la presencia de Hassam.

 El paladin despierta al sentir sus energias renovadas... No esta seguro de como o por que. Hace un instante, todo se habia puesto oscuro... ahora las luces brillan, el suelo huele mal, le duele el cuerpo y puede sentir a sus compañeros batallando... seguramente contra las mismas criaturas que lo habian dejado asi.

Le basta girar la cabeza para ver los pies de una de ellas. Sin vacilar, el paladin trata de blandir un tajo a las piernas de la misma, desde su precaria posicion...

El paladin despierta al sentir sus energias renovadas... No esta seguro de como o por que. Hace un instante, todo se habia puesto oscuro... ahora las luces brillan, el suelo huele mal, le duele el cuerpo y puede sentir a sus compañeros batallando... seguramente contra las mismas criaturas que lo habian dejado asi.

Le basta girar la cabeza para ver los pies de una de ellas. Sin vacilar, el paladin trata de blandir un tajo a las piernas de la misma, desde su precaria posicion... y eso significa que el ataque falle al chocar la espada contra el suelo de la estancia.

 Contrariada por la muerte de su compañera sentimental, la otra criatura eleva las dos espadas al cielo y grita el nombre de la que hubiera perecido bajo el poder del mago, mientras carga furiosamente contra éste. Por el camino, tanto la exploradora como el clérigo, trataron de golpear con sus armas a la criatura, pero fueron demasiado lentos para atinar. La cimitarra que tenia en la mano derecha se elevó en el aire para después bajar encima del mago. Que a pesar del golpe seguía en pie.

 Thognar, en tanto, se veía demasiado lejos de la batalla. Avanzó hasta una mejor posición, levantó el arma y atacó con ella a la "rata gigante" al son de su grito de guerra.

- ¡¡¡Muerrrre rrrata inmunda!!!

 Pero la velocidad del movimiento y la rapidez de la criatura, impidieron el golpe.

 Con la inesperada aparición de Hassam y la imploración de Aaron, el combate había cambiado drásticamente en muy poco tiempo. Cosa que la norteña pudo comprender a pesar del estado de enajenación.

 Pero aún así aún quedaba un enemigo muy peligroso ante ellos. La guerrera actuó de nuevo con gran arrojo y rabia.

 El acero fue blandido de nuevo, pero esta vez con mayor control, el filo de la mandoble se abrió camino cortando piel, carne y huesos acompañado de un rugido agudo saliendo de la garganta de la ilushkana.

- YYYYYAAAAAaaaaagggghhhhhHHH

  ¡AAARGH! Exclamó Aaron de dolor al notar el cruel acero que impactaba en el haciéndole sangrar. Habían sido duros golpes, pero aún le quedaba mucho para caer. No lo dudó un instante y le hizo frente a la criatura. Pero en vez de intentar golpearla, Aaron se cubrió casi totalmente con su escudo. Sabía que los demás, excepto Weelksy, no iban a poder aguantar mucho más que él.

Con la intención de su deber de proteger, decidió soportar los golpes que aquel monstruo pudiese lanzar sobre él. ¡Acabad con él! Todo estaba sucediendo demasiado rápido, Aaron aún no se había dado cuenta de la presencia de Hassam. Hasta que se dió cuenta de que la criatura pasaba de él para dirigirse a otro punto de la sala... en donde se encontraba el mago.

En ese momento el mago daba un par de pasos hacia atrás para efectuar un nuevo conjuro contra la criatura. De sus manos salieron copos de nieve, que comenzaron a arremolinarse alrededor de sus manos y que salieron disparadas contra la criatura, que cayó desmayada por el golpe de frío.

De nuevo Hassam sonreía. La gente pensaba que era débil, pero ahora estaban comprobando su poder.

La criatura había salido corriendo en una dirección sin ningún tipo de lógica. O eso pensaba el clérigo, que rápidamente cambió de opinión al ver como la criatura cortaba las carnes de, su ¿difunto amigo?, Hassam. ¡Hassam! ¡Estás vivo! ¿Pero cómo? Exclamó el clérigo sin apenas creéserlo. Mirando hacia los lados pudo ver a la criatura que seguía huyendo de él muerta de miedo contra una pared. No había tiempo que perder, y esta vez Aaron lo sabía perfectamente.

¡Atacadle todos! ¡Yo mantendré a esa criatura horrorizada! Volvió a coger el símbolo de Lathander y lo apretó con fuerza. Había mucha tensión en el ambiente. Miró al mago por unos instantes. ¡Acércate a mí, Hassam!

Thognar observa de reojo como Aaron se encarga del paladín así que centra toda su atención en las criaturas y por tanto en el mago que estaba reventándolas como si fueran globos. El nunca habia pensado que aquel patan tuviera tanto poder.. y cuando ve que solo queda el zombie duda de si cargar contra él o no. Quizás interponerse en la trayectoria del mago fuera peligroso, o peor aun, quiza les guardara rencor por no poder salvarle.

Voy a porrrr el Zombie, vigilale.. -susurra a la exploradora y sale corriendo cargando contra el no muerto que huye.

Voy a porrrr el Zombie, vigilale.. -susurra a la exploradora señalando al mago y en apenas un segundo sale corriendo cargando contra el no muerto que huye.

 Se incorpora, llevando una mano a su pecho adolorido... Ese ahi es Hassam? Es... sorprendente. Pero ahora no hay tiempo para preguntas. Debe apurarse, sanarse y volver a la lucha cuanto antes...

-Vallan tras eso! +índica a sus compañeros, mientras el se concentra en buscar sus energias divinas para restaurarse...

 Embriagada por el combate y haber dado riendas sueltas a sus instintos más primarios, la enajenada bárbara del norte avanza siguiendo al ser no-muerto repelido pro Aaron para cercenarlo con el acero de su mandoble.

Se incorpora, llevando una mano a su pecho adolorido... ¿Ese de ahi es Hassam? Es... sorprendente. Pero ahora no hay tiempo para preguntas. Debe apurarse, sanarse y volver a la lucha cuanto antes...

-¡Vayan tras eso! +índica a sus compañeros, mientras el se concentra en buscar sus energias divinas para restaurarse... Un brillo sale de su mano y al tocarse el pecho se disipa, cerrando parte de sus heridas.

 Thognar observa de reojo como Aaron se encarga del paladín así que centra toda su atención en las criaturas y por tanto en el mago que estaba reventándolas como si fueran globos. El nunca habia pensado que aquel patan tuviera tanto poder.. y cuando ve que solo queda el zombie duda de si cargar contra él o no. Quizás interponerse en la trayectoria del mago fuera peligroso, o peor aun, quiza les guardara rencor por no poder salvarle.

Voy a porrrr el Zombie, vigilale.. -susurra a la exploradora y sale corriendo cargando contra el no muerto que huye.

El hacha surca el aire y cae sobre el zombie con una fuerza asombrosa.

  Embriagada por el combate y haber dado riendas sueltas a sus instintos más primarios, la enajenada bárbara del norte avanza siguiendo al ser no-muerto repelido pro Aaron para cercenarlo con el acero de su mandoble.

 Asustado como estaba, el zombie no opone resistencia mientras Aarón no se acercara y aunque corre un rato por la habitación, finalmente cae bajo los ataques del grupo.

  La criatura había salido corriendo en una dirección sin ningún tipo de lógica. O eso pensaba el clérigo, que rápidamente cambió de opinión al ver como la criatura cortaba las carnes de, su ¿difunto amigo?, Hassam. ¡Hassam! ¡Estás vivo! ¿Pero cómo? Exclamó el clérigo sin apenas creéserlo. Mirando hacia los lados pudo ver a la criatura que seguía huyendo de él muerta de miedo contra una pared. No había tiempo que perder, y esta vez Aaron lo sabía perfectamente.

¡Atacadle todos! ¡Yo mantendré a esa criatura horrorizada! Volvió a coger el símbolo de Lathander y lo apretó con fuerza. Había mucha tensión en el ambiente. Miró al mago por unos instantes. ¡Acércate a mí, Hassam!

El mago sonrió. Siempre le habían subestimado, tal y como podia comprobar en sus caras. Se acercó al clérigo con paso lento, estaba cansado y se le notaba en la mirada.

 Finalmente la agitada respiración de la norteña se va calmando poco a poco, si bien sus pechos se mueven agitados aún por la intensa respiración. Mientras va tomando aire con la boca entreabierta contempla el lugar donde descansaban las bestias y se acerca a los dos seres que les atacaron a parte del ser no-muerto.

 En cualquier caso procura evitar mirar hacia el lugar donde se encuentran los restos de su difunto compañero mediano.