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Las crónicas de Hogwarts: No me olvides

LOCALIZACIÓN - SALA COMÚN DE RAVENCLAW

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12/03/2022, 20:53
Directora

El grupo de Ravenclaw, liderado por la prefecta, Winona Armadill, empezó a subir las escaleras y continuó ascendiendo planta por planta, pasando junto a unas salas y otras. Había multitud de cuadros por el camino, algunos vacíos y otros con figuras que saludaban a los alumnos con vítores y aplausos en unos casos, y en otros con silbidos. Se notaba quienes eran de la misma casa y quiénes no.

-La Sala de Ravenclaw se encuentra en la Torre Oeste, en la séptima planta -explicó Winona a los alumnos de primer curso -. Para entrar hay que resolver una adivinanza que cambia cada vez que alguien lo intenta, así que hay que estar muy pendientes y pensar bien la respuesta, porque si se falla, tendréis que esperar a que alguien proporcione la correcta u oes quedaréis fuera.

Cuando llegasteis a la torre, visteis una escalera de caracol que subía por su interior, por lo que todavía tardasteis un poco en llegar arriba del todo.

Finalmente, en la entrada a la sala común había una puerta sin pomo ni cerradura, con una aldaba de bronce enforma de águila. Al veros, esta se aclaró la garganta.

-Ejem, ejem. Veo que hay nuevas mentes entre nuestra casa, pero para entrar, tendréis que responder mis preguntas o no podré daros permiso. Veamos si sois justo lo que parecéis -dijo, y entonces, recitó su acertijo -. Hay algo que os pertenece pero que la gente utiliza más que vosotros mismos. ¿Qué es?

Winona sonrió, como si supiera la respuesta.

-Vaya, vaya. Parece que te estás ablandando, ¿eh, vieja águila? En fin, vamos a ver si alguno de los nuevos lo sabe. ¿Alguien conoce la respuesta? -preguntó, volviéndose hacia los de primer curso.

Cuando por fin alguien dijo la respuesta, la puerta se abrió y os dejó entrar a la sala común, una amplia sala circular con una alfombra azul medianoche, ventanas de arco adornado con suave seda azul y bronce, y un techo abovedado pintado con estrellas. Durante el día, los estudiantes de Ravenclaw tienen una excelente vista de los terrenos de la escuela, incluyendo el Lago Negro, el Bosque Prohibido, el campo de Quidditch, los jardines de Herbología y las montañas circundantes.

La habitación estaba equipada con mesas, sillas, estanterías y, y por la puerta que conduce a la dormitorios se encuentra una estatua de Rowena Ravenclaw de mármol blanco, delante de una librería con dos partes que parecían abrirse de manera independiente.

-La librería da paso a los dormitorios. Lo único que hay que hacer es tirar de cualquier libro cuyo autor sea un hombre o una mujer y automáticamente, la puerta correspondiente se abrirá -informó Winona.

Después de decir esto, todos los alumnos se dispersaron por la sala común, hablando entre ellos, aunque existía un tema bastante común en todas las conversaciones.

-Yo creo que no es seguro para los alumnos de primer curso. Son muy pequeños todavía.

-Otras veces se ha permitido, no sé por qué ahora no.

-Yo voy a presentarme para buscador.

-Y yo también. O para golpeador, o portero. Lo que sea con tal de jugar.

Y es que el quidditch era algo demasiado popular como para que no llenara horas y horas de discusiones y también de conversaciones de todo tiempo.

Las chicas parecían estar formando un corrillo aparte, quizás porque el quidditch no les interesaba tanto como a los chicos, aunque no podíais estar seguro. Por otro lado, Sterling se acercó a James y a ti.

-Y vosotros, ¿vais a presentaros? Yo la verdad es que no lo he pensado pero supongo que no tenemos nada que perder, ¿verdad?

Una de las chicas se acercó también a vosotros, Lucerne.

-No os creáis que esto es solo cosa vuestra. Las chicas también tenemos mucho que decir.

Y mientras hablabais todos, Winona dijo una última cosa antes de subir a los dormitorios.

-Vuestras cosas están ya esperándoos arriba, junto a las camas. Las luces se apagarán automáticamente en cinco minutos, así que no os entretengáis mucho, gente, que mañana hay clase.

Poco a poco, la sala común fue despejándose y cada uno de vosotros, y los demás, dirigiendoos hacia vuestros dormitorios.

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13/03/2022, 12:30
(1R) James Kelpis

Al oír las voces que dio Michael, me eché a reír. Si la prefecta no se había enterado era porque no quería, o quizás porque pensaba que todavía éramos unos críos y no nos hacía el caso que debía.

-No te preocupes, seguro que no te ha oído –le susurré a Micky -, pero si lo hubiera hecho, mucho mejor, ¿verdad? Así ya sabe lo que sientes por ella y te será todo más sencillo.

Le guiñé un ojo y seguimos caminando, frotándome las manos mentalmente porque la cosa prometía. Había muchas tías en Ravenclaw, todas guapas, lo que significaba que nuestras posibilidades eran muy, pero que muy buenas.

Claro que en cuanto empezamos a subir escaleras, la verdad es que se me quitaron las ganas de hablar, porque aquello iba a terminar con todas mis fuerzas.

-Uffff. Más escaleras. Ya podrían poner un ascensor porque desde que llegamos no hemos hecho más que subir escaleras.

Y como si me leyese la mente, aquella prefecta que tanto le gustaba a Micky, dijo que debíamos llegar a la torre, que estaba... ¡¡¡En la séptima planta!!!

-¿Quéeeee? ¡En serio hay que subir hasta la torre! ¿Y no podrían buscarnos algo más abajo?

Estaba claro que no, por supuesto, así que continuamos subiendo y subiendo, mientras solo por diversión, miraba los cuadros que estaban en las paredes, y que se movían, agitando los brazos, gritando, aplaudiendo.

-¡¡Guauuu!! Esto sí que no lo había visto antes. Lástima no tener aquí el móvil para sacar una foto. Mis padres no se lo van a creer cuando se lo cuente.

Y es que me había dejado el móvil junto con el resto del equipaje, en el tren. ¡¡Mira que no cogerlo antes de salir!!

Por supuesto, cuando llegamos arriba del todo, aún nos quedaban más escaleras que subir, porque ya estábamos en la torre de Ravenclaw y por lo visto, la sala común estaba arriba del todo.

-Por supuesto, más escaleras –protesté, mientras me frotaba las piernas, que parecían como si fuesen a caérseme.

Cuando por fin llegamos, estaba exhausto. Desde luego, otra cosa no sabía pero íbamos a conseguir una forma física envidiable. En Ravenclaw no estaban solo los listos, sino también los más resistentes.

Cuando por fin me recuperé un poco, fijé la vista en lo que tenía delante, saliéndome un poco de la fila, y vi una puerta con la cabeza de un águila en el centro. Como no podía ser de otra manera, la cabeza comenzó a hablar.

-Pero bueno, y quién va a querer venir aquí, cuando se podría quedar abajo del todo, cómodamente sentado –comenté en voz alta.

El caso es que ya estábamos allí y ahora lo importante era entrar. Por lo visto, para hacerlo había que resolver una adivinanza. ¡¡Con lo mal que se me daban!! Menos mal que al final, alguien fue más inteligente que yo, o bien estaba más descansado.

Y por fin llegamos a la Sala Común, que la verdad es que estaba bastante bien. Sin  pensármelo dos veces, me lancé en uno de los sillones.

-Creo que esto me va a gustar, aunque haya que sudar para llegar hasta aquí –comenté.

La prefecta nos dijo que los dormitorios estaban separados y que por supuesto, debíamos ir cada uno al nuestro. Bueno, eso ya se vería, pensé.

Cuando oí que alguien decía la palabra “quidditch”, me acerqué para participar de la conversación.

-Pues yo me voy a presentar. Vamos, que no tengo ni idea de como funciona esto del “kidich” o como se llame, pero me extrañaría mucho que no me escogieran. Cuando agarro el balón y empiezo a driblar… no hay quien me pare. ¡Podéis preguntar a quién queráis! ¡Soy un delantero de primera!

Todos me miraban como si no supieran de lo que estaba hablando.

De todas maneras, no había mucho tiempo para hablar, porque por lo visto el día siguiente empezaban las clases, así que tocaba ir a los dormitorios.

-Guay. Micky, vamos a ver nuestras camas. Tengo ganas de decorar las paredes y empezar  a delimitar nuestro territorio –le dije, muy sonriente.

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14/03/2022, 11:51
Michael Cramson

Jim era como un vendaval, igual que Colton. No era tan inquieto como el chico rubio de Gryffindor, pero su mente parecía igual de rápida por mucho que se centrase en otros intereses. Con razón había caído en Ravenclaw, ¡aunque con ese arrojo para los asuntos de chicas tampoco lo hubiera hecho mal en Gryffindor! A Michael se le hacía un nudo en el estómago con sólo pensar en lo que su hermana y sus amigas llamaban "ligar", y mucho más si se imaginaba intentándolo con la prefecta de Ravenclaw. ¿Pero por qué le había parecido esa chica tan interesante? ¡Era mucho mayor que él! Negó con la cabeza intentando olvidarse del asunto, aunque James parecía estarlo pasando bomba con ello.

Mientras hablaban, Michael recorrió junto a sus compañeros y compañeras los pasillos y escaleras, sin perder ojo de ningún detalle del impresionante castillo. Incluso para alguien como él, que conocía perfectamente el mundo mágico, aquél lugar era increíble y se respiraba la magia en cada esquina. Fue saludando a los retratos de los cuadros que saludaban a su vez a la comitiva de Ravenclaw, y no pudo evitar reírse cuando comprobó que algunos les abucheaban. La legendaria rivalidad entre las casas de Hogwarts llegaba incluso a sus lienzos.

Cuando Winona les explicó lo de la adivinanza de la puerta, Michael recordó que su madre le había contado alguna vez algo sobre aquello. Tragó saliva, pensando que si alguna vez se le atascaba la respuesta a alguna adivinanza podía pasar un buen rato bloqueado fuera... pero bueno, tampoco sería algo tan terrible y todo lo que desarrollase el intelecto era buena cosa. Sonrió pensando que era algo que encajaba perfectamente con su nueva casa.

Pero para lo que sin duda no estaba preparado era la vista de todas aquellas escaleras de caracol. Había escuchado lo de la séptima planta... ¡pero no había esperado que tuvieran que subir a pie!

Uf... desde luego, vamos a estar en buena forma a final de curso...

La subida fue larga, pero incluso aquello encajaba con la filosofía de Ravenclaw. Quien quiere acceder al conocimiento elevado, debe esforzarse al máximo. O al menos, aquella era una manera tan buena como cualquier otra de intentar buscarle un sentido a tanto escalón...

Llegaron por fin a la puerta de la Sala Común, que era realmente impresionante. Michael sonrió cuando James comentó que no hacían falta acertijos porque nadie querría tener que subir todas aquellas escaleras. El águila de bronce les dio una curiosa bienvenida y casi inmediatamente les propuso aquél primer acertijo. Winona pareció considerarlo bastante sencillo, lo que significaba que si el águila lo decidía, podía ponérselo mucho más complicado. En cualquier caso, Michael se frotó un poco el mentón mientras pensaba entre los murmullos de los novatos de Ravenclaw. Algo le vino a la mente, aunque no estaba muy seguro y apenas musitó una respuesta.

Nuestro... ¿nombre?

Lo había dicho en voz tan baja que estaba seguro de que sólo le había escuchado su corbata, pero alguien debió dar con la respuesta adecuada de todas formas, porque la puerta se abrió y les franqueó el paso a la Sala Común. Michael entró sin dudarlo un momento y se quedó paralizado una vez que vio el interior. ¡Era increíble! Amplia, bien iluminada, elegante y exquisitamente decorada con aquellos tonos de azul y bronce, la Sala Común de Ravenclaw era acogedora y distinguida al mismo tiempo. Pero lo que sin duda captó la atención de Michael fue...

¿Has visto todos esos libros? —preguntó a James con los ojos iluminados por la excitación—. ¡Waaaah! Podría pasar meses leyendo y no terminaría ni la mitad... ¡Y ni siquiera he tenido que ir todavía a la biblioteca!

Estaba deseando lanzarse sobre aquellos libros para leer los títulos, pero James se sentó en uno de los sillones y Michael le imitó. La verdad era que estaba algo cansado y ya tendría tiempo de leer todo cuanto quisiera. Los libros no iban a escaparse. ¿O quizá sí...? En Hogwarts todo era posible.

El tema del permiso a los alumnos de primero para jugar al quidditch estaba en boca de todos, tanto novatos como veteranos. La verdad era que, aunque había ocurrido antes, era algo bastante insólito. Michael estaba seguro de que alguno de sus amigos del tren intentaría entrar en los equipos, y sonrió pensando que quizá pudiera animarles desde la grada. Y cuando James dijo que pensaba presentarse, le pareció algo muy esperable por parte del chico.

Se te daría bien, seguro —dijo—. Bueno... tendrías que aprender a volar en escoba primero, pero no creo que tengas ningún problema con eso. Si te gustan los deportes, es algo muy parecido. Es una mezcla entre fútbol y baloncesto, pero volando —en aquellos momentos, agradecía mucho tener ascendencia muggle además de mágica—. Bueno, también está el tema de buscar la snitch... pero eso es otra historia.

Mientras lo explicaba, Sterling y Lucerne expresaron su deseo de presentarse también.

Claro que sí —dijo Michael para responder a Lucerne—. Hay jugadoras muy buenas. A mi hermana se le da genial, pero claro... siempre ha volado muy bien. ¿Yo? Pues... la verdad es que no creo que me presente. He volado alguna vez pero... no sé. El quidditch me gusta, pero siempre me ha gustado más verlo que jugar.

Michael prefirió no decir que en realidad no tenía demasiada confianza en sus habilidades. Aunque claro, sólo había podido compararse con Keira y el resto de chicos y chicas con los que su hermana jugaba, lo cual no se lo ponía fácil. En ese momento, Winona les anunció que las luces iban a apagarse y que debían ir a acostarse, ya que al día siguiente... ¡era verdad, mañana empezarían las clases! Michael volvió a emocionarse mientras se dirigía al dormitorio junto a James. Además, llevaba toda la tarde sin ver a Fitzens, y seguro que su gato también estaba deseando tomar algo de cenar.

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15/03/2022, 19:49
Directora

La sensación gratificante de haber dicho la respuesta correcta y recibir los espaldarazos de tus compañeros, en especial de James, que casi consiguió sacarte el corazón por la boca, no fue nada comparado con la mirada que recibiste de la prefecta, que no solo pareció mostrar interés en ti, si es que antes no lo había hecho ya, sino que te lanzó una sonrisa que parecía decir "vaya, no está nada mal para un novato".

Esa sonrisa y esa mirada te acompañarían durante el resto de la noche y seguramente unas cuantas más.

Después de hablar un rato dentro sobre quidditch, todos entrasteis en los dormitorios. James se dejó caer sobre la cama y fue como si siempre hubiese estado allí. Fitzens estaba esperándote, así que lo acariciaste un poco y te fijaste en que se habían ocupado de él, colocándole un plato con agua, otro con comida, y también un arenero, cerca de tus cosas, y de la que iba a ser tu cama. 

Lo habían dejado todo listo.

No tardaste demasiado en prepararte para ir a dormir y prácticamente en cuanto te tumbaste, te quedaste dormido. PAsaste toda la noche sin soñar, ni siquiera con Winona. 

Cuando abriste los ojos, era un nuevo día. Después de pasar la primera noche en Hogwarts, todo se sentía extraño y diferente. Pero había ocurrido; no era un sueño; estabais allí de verdad y acababais de despertaros en los dormitorios de la sala de vuestra casa, que para vuestra sorpresa, no eran nada fríos ni húmedos, en comparación con el resto del lugar.

Os preguntasteis qué era lo que os había hecho levantaros, cuando visteis unas pequeñas manos agitando las sábanas y oísteis pasos moviéndose en la oscuridad.

Al encender las lámparas de las mesitas de noche, apenas os dio tiempo a ver como una buena cantidad de pequeños seres corrían de un lado a otro de la sala, hasta desaparecer a través de la puerta.

Eran elfos domésticos, los elfos del castillo, que estaban asegurándose de que os despertabais.

Alguno de vosotros miró la hora. Las siete de la mañana. Muy pronto para algunos, sobre todo después de lo agotador que había sido el viaje del día anterior.

¿Cuándo empezarían las clases?

Poco a poco todos empezasteis a desperezaros.

-Ah, esto no puede ser bueno -dijo Sterling, mientras se estiraba y os miraba a James y a ti -. Debería estar prohibido despertar a alguien tan temprano.

En un extremo de la sala había una puerta que conducía hacia los aseos y las duchas, que era vuestra siguiente parada. Siendo tantos, y sin saber bien a qué hora comenzaban las clases, tampoco podíais entreteneros muchos.

Alguno de los alumnos de otros cursos dijo que las clases empezaban a las nueve, que todavía había tiempo, pero que era mejor no entretenerse, así que tocaba ponerse en marcha.

Todos fuisteis levantadoos y pasando por los aseos, después os vestisteis y finalmente, os dirigisteis hacia la sala común, en donde había algo colocado en una zona de la pared preparada para poner mensajes.

Era el horario de las clases.

Los desayunos se hacían de siete y media a nueve, por lo que disponíais de mucho más tiempo del que habíais pensado, no solo para tomar algo, sino también para prepararos antes de las clases. Aquel primer día, por ejemplo, había tres clases, y una de ellas eran compartida con los miembros de otra casa, Hufflepuff... Pero también había otras con Slytherin y Gryffindor.

Eso era algo inesperado, puesto que nadie había pensado que tuvieseis que compartir el tiempo con otras clases, y significaba que aquellos que conocíais a gente de otras casas... quizás pudieseis coincidir más de lo que esperabais.

Aquello podía no estar tan mal como algunos habían pensado y en realidad, aunque durmieseis en casas diferentes, parecía que ibais a disponer de tiempo para veros y hablar.

No estaba mal. No estaba nada mal.

Notas de juego

Podéis escribir aquí, en el hilo principal, o mitad y mitad, como queráis. El próximo es en el principal y ya decidimos las clases que damos.

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18/03/2022, 23:11
Michael Cramson

Michael despertó bajo un dosel de tela azul con estrellas bordadas en hilo de color bronce. Se sentó en la mullida cama, con el pelo revuelto por la almohada, y se frotó los ojos mientras los elfos domésticos se escabullían en silencio. ¿Dónde estaba...? Miró alrededor confuso, y entonces recordó todo y sus ojos se abrieron de par en par. ¡Estaba en Hogwarts! ¡Era el dormitorio de Ravenclaw, y aquella mañana empezaban las clases de su primer curso en el colegio! Mientras sonreía de oreja a oreja, los recuerdos de la noche anterior volvieron nítidos a su mente.

Había comprobado con sorpresa que su respuesta a la adivinanza de la puerta era correcta, enrojecido hasta las orejas cuando Winona le había sonreído, alucinado con la Sala Común de Ravenclaw y sus estanterías repletas de libros, charlado sobre quidditch con sus nuevos compañeros y finalmente, marchado a descansar hasta el día siguiente. El dormitorio que compartiría con otros chicos de Ravenclaw le había parecido realmente acogedor, y mucho más teniendo en cuenta que estaban hechos polvo tras un día de tantas emociones. Michael ya había bostezado un par de veces antes de entrar, y los párpados habían empezado a pesarle como si estuvieran hechos de plomo. Fitzens estaba sobre su cama, y Michael lo acarició y rascó detrás de las orejas.

¡Hola, chico! —le había saludado mientras el felino maullaba y se apretaba contra él—. ¿Qué tal todo? Ya veo que... se han ocupado muy bien de ti. Y todo está limpio y colocado, es estupendo...

Los elfos domésticos de Hogwarts eran realmente geniales. Michael sabía que la naturaleza de su raza era servir, y que eran felices cuando lo hacían bien, pero no pudo evitar sentirse agradecido por aquel recibimiento. Estaba tan cansado que sólo podía pensar en ponerse el pijama y acostarse. Todos se habían deseado buenas noches, y se habían metido en sus camas. Michael no había tardado ni tres segundos en quedarse dormido como un tronco.

Pero ahora estaba otra vez despierto. La noche había parecido durar sólo un instante, porque no había soñado nada. Pero se sentía descansado y listo para emprender aquella nueva y emocionante etapa de su vida.

Buenos días —saludó a James y Sterling, mientras trataba de atusarse un poco el pelo y miraba por la ventana—. Es verdad que es temprano, apenas ha amanecido...

Michael se levantó de la cama de un salto y corrió a asearse. Había mucho tiempo de margen, pero se sentía nervioso y por nada del mundo quería llegar tarde a la primera clase. Una vez vestido (y sin poder evitar una sonrisa cuando vio los flamantes colores azul y bronce de su corbata de Ravenclaw), se despidió de Fitzens con un "pórtate bien" y se dirigió con sus compañeros a la Sala Común. Allí, los alumnos de primero se arremolinaban alrededor del tablón de anuncios, donde estaban colgados los horarios de clases. Michael se apresuró a sacar pluma y pergamino para copiar bien el que les correspondía.

Es genial, vamos a compartir clases —dijo feliz—. Podremos coincidir con Ivy, Colton, Úrsula, Luna...

Luego se fijó en otro detalle y se puso serio.

Ahí va, la primera clase que tenemos es Defensa Conta las Artes Oscuras...

Era la clase que impartía el profesor Persimom. Aquello le trajo de forma inevitable a la mente el incidente del tren con la chica desconocida, cosa en la que no había pensado en toda la mañana. ¿Estaría bien la víctima del ataque? Quizá podría preguntarle al profesor Persimom por ella, pero nada más ocurrírsele la idea pensó que probablemente no tuviera valor para hacerlo. Notó que empezaba a ponerse nervioso, así que terminó de copiar el horario y se obligó a pensar en otra cosa.

Quiero escribir una carta a mis padres, para contarles que he llegado bien —dijo a James y Sterling—. Debí hacerlo ayer, pero estaba tan cansado que no hubiera podido escribir ni dos líneas. No tardaré mucho.

Y dicho y hecho, se sentó en una de las mesas de lectura, sacó un pergamino en blanco y comenzó a redactar la carta.

Queridos papá y mamá:

Os escribo desde la Sala Común de Ravenclaw, en Hogwarts. ¡Ravenclaw, mamá! Parece que al final seré un águila y no un tejón como Keira y tú, pero estoy muy contento. Esta casa es genial, me encanta todo lo que he visto hasta ahora y hay gente estupenda aquí. He conocido a compañeros y compañeras geniales en el tren que han ido a Gryffindor y Slytherin, pero hemos prometido que seguiremos siendo amigos aunque no estemos en la misma casa. Ahora sé que tenías razón, mamá... Incluso en Slytherin hay magos y brujas estupendos.

El viaje fue muy bien, y la llegada al castillo fue increíble. Estoy un poquito nervioso por empezar las clases, pero espero que todo vaya bien y ser capaz de hacer hechizos básicos pronto. Pienso estudiar mucho, y estoy deseando ir a la Biblioteca. Aunque en la Sala Común ya hay un montón de libros, e intentaré leer todos los que pueda.

La directora Crowland nos dijo en su discurso de bienvenida que los alumnos de primero podrán jugar la copa de quidditch este año, aunque no creo que me apunte. Todavía no sé volar bien, seguro que no pasaría las pruebas. Pero sé que varios de mis amigos sí querrán apuntarse, así que les animaré tanto como pueda.

Os echo de menos, pero estoy bien y estoy muy contento por estar ya aquí. Escribiré pronto.
Michael

Releyó la carta un par de veces, preguntándose si debía mencionar algo sobre lo sucedido en el tren. Pero no quiso preocupar a sus padres, y seguro que estando en Hogwarts ni Keira ni él correrían ningún peligro.

Listo —se levantó y dobló el pergamino antes de sellarlo—. Iré a enviar la carta y después bajaré a desayunar. ¿Alguien quiere venir? ¡Si no, nos vemos en el Gran Comedor!

Y echó a correr en dirección a la puerta de la Sala Común para subir a la Lechucería. Tenía ganas de ver al resto de sus amigos, pero cuanto antes mandase la carta, antes la recibirían sus padres. Seguro que estaban deseando tener noticias suyas.

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19/03/2022, 11:52
(1R) James Kelpis

Me desperté porque alguien tiró de mi sábana y enseguida sentí que me destapaban, y no había nada más desagradable que ser destapado por la mañana, cuando todavía estabas calentito en la cama.

-¡Eh! ¿Quién está tirando de mi sábana? –pregunté, sentándome para mirar y regañar a quien lo estuviese haciendo. Entonces vi esos seres pequeñitos y con cara de viejo y largas orejas, corriendo por todas partes.

-Pero bueno, ¿y eso qué es?

Un alumno de segundo, cuarto o a saber qué curso, me respondió.

Elfos domésticos.

-¿Elfos? ¿Eso es un elfo? Jo, pues jamás me habría imaginado que eran así. Yo la imagen que tenía de ellos era como los que salían en El Señor de los Anillos, ya sabéis, gente normal, con orejas un poquito más largas, piel pálido y muy estirados.

Miré a mi alrededor en busca de alguien que entendiese lo que estaba diciendo y un chico asintió con la cabeza. Él sabía de lo que estaba hablando.

El caso era que al final, estaban allí para despertarnos, hacer las camas, la comida y un montón de cosas. Vamos, lo de doméstico tenía que ver con que trabajaban en las casas. ¡Genial! Pues yo quería uno también. Seguro que a mi madre le ayudaría aunque… no lo estaba tanto de que le gustara tener a uno de esos correteando por la casa.

Difícil decisión.

-Ah, buenos días, Mickey. Buenas, Ster. ¿Qué tal habéis dormido? Yo, estupendamente, aunque estaba tan cansado que no tuve tiempo de decorar la pared de mi cama, pero de hoy no pasa –comenté -. Por cierto, Mickey. Genial lo del acertijo. A mí jamás se me habría ocurrido. Se nota que eres de Ravenclaw. Voy a tener que pegarme a ti como una lapa para sacar mejores notas.

Le guiñé un ojo y me puse en pie para ir a las duchas y prepararme. Por delante nos esperaba un día que seguro que era tan genial como el anterior, así que había que darlo todo para no quedarse atrás.

Cuando estuvimos listos, bajamos todos a la sala común y había un cartel en el tablón de anuncios, que todos estaban mirando muy atentamente.

-¡Anda, los horarios! –exclamé, abriéndome paso para verlos más de cerca.

Defensa contra las artes oscuras, Encantamientos, Pociones… La verdad era que las asignaturas, así leídas, sonaban muy importantes. A mi lado, Michael señaló que íbamos a compartir clases con otras clases, con sus amigos.

-Oh, pues es verdad. ¡Podrás estar con tu gente, mira qué bien! –le dije, dándole una palmada en la espalda.

Después se preocupó por la primera de las clases.

-Bueno, alguna vez tendremos que darla y suena bastante bien. Seguro que en ella nos enseñan a defendernos varita en mano contra los magos más malvados y a usar la fuerza como los Jedi.

Me coloqué una mano delante de la boca e imité a Darth Vader.

-La fuerza es poderosa en ti, joven Skywalker –dije, echándome a reír segundos más tarde.

Michael me miraban sin comprender nada.

-En fin, que no te preocupes. Seguro que están muy bien.

Pero Michael había entrado en modo “preocupación” y dijo que quería escribirle algo a sus padres.

-Bueno, pues hazlo. Te esperamos, no te preocupes. Si acaso, mientras lo haces, iré a buscar el material, que no tengo ganas de volver a subir a buscar los libros y todas las cosas.

Me fui a buscar los libros y los pergaminos y cuando regresé, ya había terminado de escribir su carta. Nos avisó de que iba a enviar la carta y yo me volví hacia Sterling.

-Pues… te acompañamos, ¿no? Después bajamos todos al salón a comer. Tengo tanta hambre… que me comería un elfo doméstico.

Y mientras me reía, me dirigí junto a Sterling y Mickey hacia la salida para enviar la carta.

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16/08/2022, 17:20
Directora

Con la mayoría de las tareas terminadas, Michael y Percy se retiraron juntos a la sala común, puesto que los demás también iban a marcharse, al igual que casi todos en la biblioteca.

Michael no sabía cómo llevar tantas cosas porque entre libros, papiros, plumas y tinta, apenas podía andar, aunque Percy no dudó en echarle una mano con todo eso, además de con un libro que había cogido de la biblioteca, más que nada por empezar a mirar algunas cosas.

No se había fijado demasiado en él pero ya lo haría, con algo más de tiempo.

La verdad era que viendo cómo iba Michael, iba a tener que esforzarse al máximo si quería ponerse al día con todas las asignaturas porque al día siguiente habría seguramente más deberes, y por lo que había visto en el horario, hasta el viernes no dispondrían de tiempo para hacerlos.

La entrada en la sala común se hacía a través de una puerta en la cual el pomo con forma de águila actuaba como guardián, solicitando la respuesta a un acertijo, que Michael dijo antes de que terminase de recitarlo.

La puerta se abrió y la sala común circular apareció ante vosotros, tal y como estaba cuando Michael la había dejado un rato antes. Había mesas, sillas, estanterías, y una estatua de Rowena Ravenclaw en mármol blanco, delante de una librería que estaba dividida en dos partes.

Dejasteis las cosas sobre la mesa central y por fin pudisteis respirar tranquilos, y fue entonces cuando Percy le vio el nombre a la portada del libro que había escogido.

"Objetos fantásticos para un mundo mágico"

Sonaba bien, incluso para alguien que no hubiese sido mago o bruja, tanto que daban ganas de ponerse a leerlo allí mismo, aunque todavía había mucho que hacer, sobre todo Percy, que tenía apuntes y ejercicios de toda clase.

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17/08/2022, 19:01
Percyval Ignatius Wildsmith

La labor del primer día había terminado, al menos para sus compañeros. Percy sabía que aún le quedaba mucho por delante para alcanzar el trabajo realizado por sus compañeros en los primeros dos días de clase, pero no era algo que le fuera a desanimar. Una vez llegados a la sala común de Ravenclaw, el recién llegado alumno de Ravenclaw se perdió en fijar en su mente todos los detalles de la sala común. Dejó con cuidado los libros que había traído echando una mano a Michael y vagó por la sala comprobando cada detalle, perdiéndose algo más de tiempo en la estatua y la estantería. 

Finalmente decidió volver a centrarse y continuar donde lo había dejado con el trabajo pendiente. Se sentó en un espacio de la mesa que había en el centro dispuesto a continuar el trabajo que había dejado a medias en la biblioteca. Sin embargo había algo que se seguía preguntando... - Michael - Llamó a su compañero esperando a que se acercara... - ¿Me puedes contar todo lo que sabéis sobre los ataques que hubo en el tren y en el colegio? - Esperó a preguntarle cuando estuvo más cerca, en ese momento su voz sonaba con más emoción, dejando entrever que aquello era importante para él. Más incluso que los deberes en ese momento... 

Esperaba poder averiguar algo acerca de aquel malvado mago, desde luego que si había algo importante era eso, le costaba comprender como podían hacer algo así aquel tipo de gente... 

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18/08/2022, 01:02
Michael Cramson

Cuando llegaron a la Sala Común, Michael dejó sus cosas sobre una mesa con un resoplido. Bajar las escaleras con un montón de libros y pergaminos a cuestas era una cosa, pero subirlas... eso ya sí que era una prueba de resistencia. Y menos mal que Percy le había ayudado compartiendo un poco de la carga. Su nuevo compañero estaba dando vueltas por la Sala, admirando cada rincón. Michael sonrió, pensando que él había tenido una reacción parecida un par de días antes.

Estaba empezando a ordenar las cosas cuando de pronto Precy le llamó por su nombre. Intrigado, se acercó a ver de qué se trataba y cuando el chico habló, Michael se puso algo tenso. Miró a su alrededor, para comprobar que nadie les estuviera escuchando, y después se quedó callado unos instantes. Parecía cavilar algo...

Está bien —susurró por fin—. Confiaré en ti, pero tienes que prometerme que no le contarás nada a nadie. Es un... asunto delicado, porque nuestro grupo sabe cosas que no sabe nadie más. Y aún no hemos decidido cuánto vamos a contar, ni a qué personas...

Por "nuestro grupo" Michael se refería obviamente a Luna, Colton, Úrsula, Ivy y Kyle. Él no se sentía como el único dueño de aquél secreto, y por lo tanto debía ir con pies de plomo a la hora de hablar del tema. Pero de alguna manera, sentía que a Percy podía contarle algunas cosas. Quizá no todas aún, pero sí algunas de las más destacadas.

Ven, sentémonos en alguna parte —dijo, buscando algún sillón libre y apartado de los alumnos que pudiera haber por la Sala Común. Una vez acomodados, Michael dejó vagar la mirada por el techo mientras iba poniendo en orden sus pensamientos. Finalmente, empezó a hablar en voz baja—. Bueno... supongo que habrás oído hablar de Shadefian y la orden de búsqueda contra él. Ha salido en las noticias muchas veces. Es un mago tenebroso que tiene el poder de dejar sin alma a las víctimas de sus ataques, algo parecido a lo que hacen los dementores. Pues resulta que todos veníamos en el Expreso hacia Hogwarts cuando, de repente, todo quedó a oscuras por un momento. Entonces todos escuchamos una voz bastante desagradable que no supimos de dónde venía, pero pronunció las palabras "Praeterito Anima". Entonces hubo un fogonazo y apareció la primera víctima.

Michael hizo una pausa, rememorando el instante en el que habían descubierto a la misteriosa chica vestida con ropa de Slytherin.

Estaba en mitad del pasillo del tren. Tenía aspecto de ser una alumna de Hogwarts, de Slytherin, pero nadie la conocía. Ni siquiera los profesores o los Prefectos. El profesor Persimom llegó en ese momento y nos explicó que aquella chica era víctima de Shadefian, pero no nos contó mucho más y se la llevó.

Se detuvo un instante y pareció reflexionar de nuevo durante unos segundos.

Entonces encontramos algo en el sitio donde había aparecido el cuerpo de la chica. Bueno... en realidad fue Úrsula quien lo encontró. Era una fotografía en la que aparecía la chica atacada, formando parte de un equipo de quidditch de Slytherin. Pero ya no tenemos aquella foto, porque entonces el tren pasó por un túnel y una ráfaga de aire se la llevó... —aquello seguía dándole mucha rabia a Michael, pero continuó hablando—. De todas formas, esa fotografía probaba que la chica había sido alguna vez alumna de Hogwarts, así que decidimos que investigaríamos cuando llegásemos al colegio.

Volvió a hacer una pausa, mientras lanzaba una mirada fugaz alrededor para comprobar que nadie les escuchaba a hurtadillas.

Todo fue bien hasta el día siguiente —continuó—. Estábamos en la Enfermería después de que Colton en clase de Pociones... er... bueno, digamos simplemente que todos acabamos en la Enfermería ayer. Y en ese momento apareció la directora Crowland, junto con los profesores Partwulf y Persimom. Ah, y también el jefe de Hufflepuff. Llevaban el cuerpo de otra víctima de Shadefian, un chico con aspecto de ser alumno de Hufflepuff, pero al que nadie conocía. Fue entonces cuando nos enteramos de que... los profesores sospechan que Shadefian esta aquí, en Hogwarts. O al menos, que sabe entrar y salir del castillo.

Volvió a sentirse agobiado al recordar todo aquello. Los deberes les habían tenido tan ocupados que casi había olvidado todo lo que había pasado el día anterior.

Después de eso... decidimos ir a la Sala de Trofeos, a ver si encontrábamos algo sobre los alumnos atacados. Sobre todo queríamos echar un vistazo a las fotografías de quidditch. Y encontramos algo raro, una fotografía de un equipo de Slytherin en la que faltaba un jugador. Pero antes de que pudiéramos seguir investigando...

Michael se interrumpió, e hizo la pausa más larga en su relato hasta entonces. Miró a los ojos a Percy, como si tratase de escrutar algo en el interior de su nuevo compañero de casa. Pero finalmente esbozó una sonrisa algo torpe y se encogió de hombros.

... em... tuvimos que escaparnos —terminó la frase que había dejado a medias—. La profesora Tauris (ya la conocerás...) apareció de pronto y estuvo a punto de pillarnos allí. Era tarde, a esa hora no está permitido merodear por el castillo. De habernos cogido, nos hubiésemos ganado un buen castigo. Afortunadamente, todos pudimos... escaparnos y llegar a nuestras Salas Comunes sin problemas.

Exhaló un suspiro. Era un resumen rápido, pero confiaba en haber transmitido todo lo importante a Percy. Ojalá sus amigos estuvieran de acuerdo en que hubiera compartido su secreto con el nuevo Ravenclaw.

Eso es todo lo que sabemos... de momento.

Aunque la última mirada que lanzó a Percy fue un poco extraña. Casi de... ¿culpabilidad? Pero en cualquier caso, con aquella frase Michael parecía haber puesto fin a su relato.

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18/08/2022, 01:03
Michael Cramson
Sólo para el director

Notas de juego

Michael omite la visita a los Fundadores. Por algún motivo, no se siente capaz de contarle eso a Percy, al menos de momento. Tal vez tema que no le crea, tal vez no se fíe tanto de él todavía, tal vez quiera consultarlo con el resto del grupo antes... Sea como sea, de momento prefiere mantener eso en secreto, aunque no le gusta hacerlo y de ahí que deje tan obvio el hecho de que se ha "guardado" algo.

Además, así no le sueltan todo de golpe, si no poco a poco. Que en lo de los Fundadores hay mucha tela para cortar.

Aparte de eso, si ves que me he dejado algo importante, indícamelo para añadirlo si crees que debería, porfa.

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18/08/2022, 21:19
Percyval Ignatius Wildsmith

La pregunta de Percy había puesto en tensión a Michael, a pesar de no haber tenido muchas relaciones personales fuera de sus padres, aquello le había parecido bastante evidente. Se quedó ligeramente acongojado como si hubiera metido la pata con uno de los pocos con los que se llevaba bien, abrió la boca para disculparse cuando Cramson comenzó a hablar. Ante el primer comentario, el joven Wildsmith se mostraba serio y le prestaba toda su atención, hizo un gesto afirmativo firmemente con la cabeza, como señal de que podía confiar en que no contaría nada. Una vez sentados en un aparte, escuchaba a su compañero con suma atención, sujetando su barbilla con el índice sobre la barbilla y el pulgar por debajo. Al escuchar el nombre de Shadefian su rostro adquirió un leve tono de ira, bastante sutil pero imposible de contener por completo, aún así se mantuvo en silencio escuchando cuanto tenía que contar su compañero. 

La atención de Percy era total, parecía que habían descubierto bastante y no dejaba de preguntarse acerca de cuanto podrían saber los adultos, ya que en caso de saber más de lo que decían, posiblemente no querrían que unos alumnos de primero se enterasen de ciertas cosas, eso le llevó a otra idea, pero en la que pensaría más adelante. Seguía con sumo interés la historia que estaba escuchando y cuando Michael hizo aquella pausa, dejó a su interlocutor mirándolo de hito en hito esperando con gran interés que continuara la historia. Después de una pausa que pareció eterna finalizó con su relato dejando al último Ravenclaw en unirse al curso con cara de circunstancias, pensando en todo lo que acababa de escuchar y tratando de juntarlo con lo que se sabía hasta ahora. Se mostraba pensativo, con el rostro ligeramente ladeado abajo y a la izquierda, por un momento parecía haberse olvidado completamente de que no estaba solo. Posiblemente por la falta de compañeros a lo largo de su infancia, aunque finalmente pareció volver en si y darse cuenta que no estaba solo. Con cierta cara de susto, lamentando haber podido molestar a su recién adquirido amigo movió los brazos nervioso - Perdona... perdona - Parecía cavilar algo. Rebuscó en su bolsillo y sacó unos cromos de ranas de chocolate y se los mostró a Michael. Pretendía usarlo como distracción para que nadie pensara nada raro... - Has confiado en mi - dijo al tiempo que miraba con disimulo hacia los lados para asegurarse de usar un tono que permitiera que no se les escuchara, al mismo tiempo que comprobaba que no hubiera ningún dispositivo que permitiera escuchar la conversación. 

- Parece correcto que haga lo mismo... - Lo que iba a contar le costaba mucho, primero debía armarse del valor necesario para ello - He llegado más tarde porque Shadefian, o eso cree el ministerio, a atacado a mi padre y ha desaparecido desde entonces... - dijo casi de carrerilla, como si el hecho de parar para tomar aire pudiera costarle el no terminar de decirlo. Tras decir esa primera parte, tuvo que hacer un importante esfuerzo por contener las lagrimas - Mi padre es el director del departamento de transportes mágicos y ha desaparecido al parecer igual que otras victimas de Shadefian... He leído todo lo que he podido sobre ese malvado y con lo que me cuentas tengo un par de ideas... aunque aún es pronto, porque son bastante disparatadas y diferentes... - Tenía que parar cada poco de su explicación, pues sólo pensar en ello hacía que sus ojos se anegaran de lagrimas. Le gustaba pensar que no era definitivo lo que le ocurrió a su padre, por eso aún pensaba en dejar en buen lugar el nombre de la familia y en lo que diría él cuando se enterase de sus calificaciones. Pero también era una parte importante de porque hacía lo que hacía... - Me has dado una idea - afirmó al tiempo que abrió mucho los ojos sin preocuparse en usar el tono bajo de antes. Sin esperar ningún tipo de respuesta, cogió pergamino y pluma y empezó a escribir una carta que esperaba enviar cuanto antes.

Hola mamá, 

Espero que estés bien, te escribo para que sepas que aunque llevo poco tiempo en el colegio, por ahora está yendo todo muy bien. Ya he hecho amigos que me ayudan con las tareas pendientes y espero que la semana que viene ya haya recuperado el tiempo perdido. 

Los profesores están muy pendientes de todo y nunca estamos solos, por lo que estaré bien y seguro. 

Un beso. 

Te quiero.

PD. Con la respuesta, me gustaría que me enviaras una foto de papa y tuya. Me gustaría tenerla en la mesilla. Sé que me dará ánimos para estudiar mucho. 

 Lo de la foto le había dado una idea, aunque necesitaría revisar esa fotografía para orientar cual de las ideas era la correcta... girando rápidamente como si este tema le impulsara de una manera excepcional sujetó el brazo de su compañero de casa - ¿Cuándo podemos ir a ver esa foto? - preguntó con bastante ímpetu.

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19/08/2022, 14:18
Michael Cramson

Cuando terminó el relato, Michael se dio cuenta de que Percy le había estado escuchando con interés. Con mucho interés, de hecho. Aquello hizo que el Ravenclaw frunciese un poco el ceño sin darse cuenta, en aquél gesto suyo tan característico cuando se concentraba. La expresión de su nuevo compañero iba más allá de la mera curiosidad por el tema. Era auténtica avidez de saber. ¿Por qué a ese chico le interesaba tanto Shadefian?

Percy debió de pensar que se había molestado por algo, porque se disculpó. Pero antes de que Michael pudiera responder, el chico buscó algo en su bolsillo y se lo enseñó. Eran unos simples cromos... pero enseguida quedó claro que aquello era una distracción, porque entonces fue Percy quien empezó a hablar con rapidez. Lo que dijo cogió a Michael totalmente por sorpresa, tanto que el chico se quedó boquiabierto. Pero cuando se dio cuenta, cerró la boca de golpe y centró su mirada en los cromos, como si estuviera sorprendido por haber visto uno especialmente raro y no por lo que su compañero le contaba.

De reojo, observó la expresión de Percy mientras hablaba. El niño parecía a punto de llorar. No parecía estar inventándoselo para nada. Michael se sintió mal por él pero no dijo nada, quería dejarle terminar su explicación. También se dio cuenta de que aquello era algo muy personal para su nuevo compañero, y aún así se lo estaba confiando a él. Tragó saliva, sintiéndose aún peor por algo que no podía revelar. Cuando Percy hizo una pausa, Michael se aclaró la garganta. No sabía muy bien cómo responder a lo que había oído...

Eso es... terrible, Percy —susurró—. Lo siento mucho, de verdad. Espero que tu padre aparezca, que consigan encontrarlo y rescatarlo.

Sin que Michael pudiera evitarlo, una parte de su mente se había puesto ya a trabajar, uniendo aquellos nuevos datos sobre el asunto de Shadefian a los que ya tenía. ¿Por qué atacaría el mago tenebroso al jefe del departamento de transportes mágicos? Aunque tal vez no tuviera nada que ver con su trabajo... ¿Y por qué habría desaparecido, y no lo habrían encontrado despojado de su alma, como al resto de víctimas de Shadefian? Aquello era muy raro... Michael estuvo a punto de hacerle un par de preguntas a Percy, pero decidió que sería mejor dejarlo para otro momento. Además, el nuevo Ravenclaw se había puesto a escribir una carta.

En cuanto terminó de escribir, a Percy pareció ocurrírsele algo y se volvió de súbito hacia Michael, sujetándolo del brazo y sobresaltándolo.

¿Eh? —exclamó este, cogido por sorpresa—. Pu... pues no lo sé. Supongo que si nos damos prisa, podríamos ir ahora. Va a ser la hora de ir a cenar, pero... quizá nos dé tiempo... ¿Por qué? ¿Qué quieres ver en esa foto?

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19/08/2022, 14:54
Percyval Ignatius Wildsmith

Ante el comentario de Michael se puso a escribir una nota breve. A continuación lo cogió del brazo y tiró de él para ir a la lechucería para enviar la carta.

Debían estar informados, al menos de todo lo posible y al menos El Profeta sería una fuente de información, o al menos para comprobar teorías y avisos. Además quería saber lo que sabía o creía saber el mundo mágico al respecto de Shadefian. 

Una vez fuera de la sala común le fue comentando a su compañero, con pausas para ir tomando aliento por el rápido ritmo que llevaba aunque no llegase a correr - Llevo varios días dándole vueltas a lo que ocurría. Primero pensaba que podía ser algo relacionado con magia del tiempo, ya que las víctimas nunca parecían ser conocidas por nadie, como si hubieran sido magos arrancados de la historia y dejados los cuerpos aquí. Eso podía ser porque fueran dos magos de tiempos distintos relacionados y cada uno enviaba sus victimas al tiempo del otro. Pero creo que eso no es, parece que fuera un hechizo altamente poderoso que puede llegar a borrar de la existencia a quien afecta. Por eso puede que no sean reconocidos, porque los borran de la existencia, incluyendo los recuerdos que cualquiera pudiera tener de ellos. Esto parece coincidir más con el hecho de que hubiera un equipo de quidditch al que le faltase un miembro en la foto... Aunque para eso habría que ir a buscar la foto y ver de que año es... De alguna manera creo que estás son las opciones por las que más me decanto ahora mismo... - Se paró en seco para volverse a su compañero - Por eso quiero la foto de mi padre, mientras salga en la foto, es que todavía hay posibilidades de que esté bien... - afirmó con un gran momento de duda y temblor en el labio inferior. Sólo pensar que pudiera perderlo para siempre, incluso de su memoria era algo terrible... - He pensado que podrías escribir una nota, explicándome que esa foto es de mi madre y mi padre. Como tu no la habrás visto no se te pueden borrar recuerdos ni actos sobre alguien que jamás has conocido. A fin de cuentas, todos tenemos una madre y un padre y al ser un acto tuyo sobre alguien que no conoces no se te borraría ese recuerdo. Y la nota podría ser que no fuera alterada. Sería una manera de asegurarme de saber la verdad al respecto de la foto aunque fuera afectado por algo como lo que planteo... Sé que suena a locura, pero hay una magia extraña y desconocida actuando... Estoy casi convencido que tiene algo que ver con el tiempo, aunque no me cierro a nada ahora mismo. Sólo sé que debo averiguar más - 

Se mostraba absolutamente decidido ante esto, nunca se había imaginado como alguien de acción, pero lo ocurrido con su padre había despertado en el joven Ravenclaw una energía que parecía desconocida hasta ahora. - Tampoco quiero centrarme en detallar mucho las teorías porque podría pasar algo por alto, pero resumiendo... Es una magia que saca del tiempo a la gente o las hace viajar o mata a algún antecesor borrando la línea familiar. O se dedica a borrar de la misma existencia a alguien... En caso de ser así, desde luego sería algo peligroso y para más gente de la que podríamos pensar... - 

Casi corría en dirección a la lechucería, estaba dispuesto a enviar ambas cartas. Una a las oficinas del profeta, con la esperanza de recibir los periódicos de la semana en curso y pasar a recibir cada mañana un ejemplar. La otra para su madre, aprovechó para que estuviera tranquila y contenta por él, no quería ser una fuente adicional de preocupación, pero era importante que obtuviera esa foto... Mientras su padre apareciese en ella, habría posibilidades. 

 

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19/08/2022, 19:31
Director

Notas de juego

¿Dónde vais, a ver la foto, a la lechucería, primero a un sitio y después a otro... ?

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19/08/2022, 19:42
Michael Cramson

Notas de juego

Supongo que Percy querrá enviar la lechuza lo primero. ¿No, Percy?

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19/08/2022, 19:57
Percyval Ignatius Wildsmith

Notas de juego

Si. Primero lechuceria, enviamos las cartas y luego a ver la foto esa del equipo de Quidditch. Por mi,  vaya pero me adapto si Michael quiere otra cosa

Cargando editor
19/08/2022, 20:12
Michael Cramson

Notas de juego

A mí me parece bien. Si la máster no indica nada que lo impida, en un ratito posteo. =)

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19/08/2022, 20:20
Directora

Vale, pues podéis postear en la lechucería ;)