Partida Rol por web

Las crónicas de Hogwarts: No me olvides

LOCALIZACIÓN - TIENDA DE VARITAS MÁGICAS

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23/04/2021, 21:21
Directora
Sólo para el director

La tienda de varitas destila un ambiente mágico, como si fuese eterna. Las varitas se agolpan en los estantes y por un momento, da la sensación de que van a salir de sus cajas y volar hacia las manos de los clientes. Los muebles ascienden por la pared a lo largo de metros y metros, a pesar de que en el exterior, la tienda da la sensación de ser mucho más pequeña. Es como si por dentro fuese todo un edificio, lleno hasta arriba de cajas con varitas mágicas.

Es un espectáculo inigualable.

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23/04/2021, 21:32
Directora
Sólo para el director

Notas de juego

PASO 1: MADERA 

 

Resultado Madera Beneficios
1-2 La varita no es la tuya. Vuelve a probar
3 Madera de sauce -
4 Madera de Caoba -
5 Madera de Tejo -
6 Madera de Roble -
7 Madera de Acebo +1 Encantamientos
8 Madera de Palisandro +1 Transformaciones
9 Madera de Pino +1 DCAO
10 Madera de Ébano +2 Cualquier hechizo

 

PASO 2: NÚCLEO

 

Resultado Ingrediente núcleo Beneficios
1 Pluma de Fénix +1 hechizos que afecten físicamente
2-3 Tendón de corazón de dragón +1 hechizos de ataque
4-5 Pelo de unicornio +1 hechizos defensivos
6-7 Pluma de hipogrifo +1 hechizos criaturas
8-9 Pelo de licántropo +1 hechizos transformación
10 Raíz de mandrágora +2 hechizos de curación

 

PASO 3: LONGITUD (entre 20 y 40 cm)

 

Lanzar 18+2D10.

Cada 7 centímetros adicionales proporciona un dado adicional en la tirada.

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24/04/2021, 20:51
Directora

La tienda de varitas destilaba un ambiente mágico, como si fuese eterna. Las varitas se agolpaban en los estantes y por un momento, transmitía la sensación de que van a salir de sus cajas y volar hacia las manos de los clientes, en este caso, vosotros. Los muebles ascendían por la pared a lo largo de metros y metros, a pesar de que en el exterior, la tienda da la sensación de ser mucho más pequeña. Era como si por dentro fuese todo un edificio, lleno hasta arriba de cajas con varitas mágicas.

Un espectáculo inigualable.

Al cerrar la puerta, el tintineo de una campanilla llama la atención de alguien que permanece en la parte de atrás, entre las sombras, y que rápidamente camina para recibirte, tropezando con sus propios pies y cayendo al suelo del local, detrás del mostrador. Antes de que pudieseis asomaros para ver como estaba, se alzó de un salto.

-¡Ah, bienvenido, bienvenido! P-perdón por el tropiezo. Le estaba esperando, desde luego. Sí, sí, sí. Supongo que está buscando una varita, claro que sí, y no puede ser cualquiera, sino que debe ser una muy especial. ¿Sabe que es la varita quien escoge al mago y no al revés? La varita tiene vida propia y solo la más apropiada es digna de encontrar al mago capaz de extraer la verdadera magia de ella. Todo eso me lo explicó mi abuelo, que en paz descanse. Mi nombre es Jason Ollivander y estoy aquí para servirle.

Tras decir aquello, el hombre, que parecía ser bastante torpe, sacó una cinta métrica.

-Eh... ¿con quién empiezo primero?

Y empezó a medir la longitud del brazo con el cual usaría la varita, la estatura, e incluso el contorno del pecho, como si estuviese preparándote un uniforme, tanto de Nolan como de Ivy y finalmente, de Luna.

Notas de juego

LANZAD 3D10 desglosados (Ivy, lanza también por Nolan)

PRECIO POR VARITA: 7 galeones

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20/12/2021, 17:28
Ivy Jade Connor

El joven que acababa de conocer, Percyval, parecía saber mucho sobre varitas, no dudando en compartir las informaciones que había obtenido por medio de libros. Aquella información maravilló a Jade, pues la niña pensaba que leer solo era cosa de chicas, pues Donovan apenas lo hacía y Nolan usaba los libros, generalmente, como armas arrojadizas. Ivy era una gran lectora, le gustaban las historias de aventuras y leyendas, así como la revista Corazón de Bruja, pero jamás se había documentado sobre el bello arte de fabricar varitas. Y para qué negarlo, aquel saber le resultó atractivo y curioso.

- ¿Irás a Ravenclaw?... Claro, por eso sabes tanto de las cosas - Comprendió la joven al averiguar la posible futura casa de Wildsmith, dedicándole una suave sonrisa y denotando que tenía un carácter afable, excepto cuando el idiota de su hermano estaba dispuesto a quebrarlo.

La pelirroja aún recordaba cuando Nolan robó la varita a su hermano Donovan. El accidente que se produjo sólo le dejó sin pestañas, pero le explicó su madre que podía haber sido mucho peor. Desde luego Ivy aprendía ya no solo de sus propios errores, también de los de su mellizo, decidiendo que jamás haría las burradas de su hermano, pues le encantaba conservar su integridad física y ya de paso, también la cordura.

Salir al Callejón Diagon tuvo efectos sobre Nolan, como si le hubieran inyectado una poción vitamínica en vena. El niño comenzó a corretear de un lado para otro, lo que provocó que Tracy, su madre, tuviera que ir a buscarle antes de que cometiera alguna desgracia. Gran momento para responder la pregunta de Percyval - ¿Genial tener dos hermanos? Bueno, está chulo convivir con Donovan, él sabe muchas cosas y siempre es amable conmigo. Pero a veces la suerte no te acompaña si te cae como destino alguien como él, molestando todos los días y a todas horas - Señaló a Nolan - Créeme, es tan intenso que lo último que apetece es convivir a su lado - Le confió a su recién conocido amigo. - Tú no tienes hermanos, ¿verdad?... Debes vivir en la gloria... - Estaba claro de que no, de lo contrario habría llegado al callejón junto con el resto de su familia.

La llegada del abuelo fue toda una novedad, pues apenas solían verle o tener contacto con él, quizás sólo en las fechas familiares importantes, sobre todo en las de recibir regalos. La niña estaba deseosa de que alguien le comprara una escoba y aunque sabía que tenía aquella guerra perdida de antemano, no iba a dejar de lucharla. Su abuelo hizo lo propio, negar la escoba, nadie quería llevarle la contraria a Tracy, o peor, a la abuena Johana.

La pequeña disfrutó el abrazo del anciano, el cual le presentó a una niña que más o menos parecía de su edad, y que respondía al nombre de Luna - Qué nombre más bonito - Dijo de manera agradable mientras un par de mujeres se aproximaban hasta ellos, una de las cuáles dio un abrazo profundo a la joven, podría incluso haberla asfixiado en el proceso. -¿Son tus madres? ¿Tienes dos? ¿Y tú padre? ¿También tienes dos? - Se sorprendió Jade, y es que ella había sido educada en un modelo clásico de familia, no entendiendo cómo ambas mujeres podrían haber parido a la vez a Luna. La miraba con curiosidad y sin un ápice de maldad en sus cuestiones.

Su abuelo tras saludar a todos y dejar a Luna a cargo de sus madres, se retiró hacia su negocio. No iba a acompañarles hasta Ollivanders, despidiéndose de los presentes mientras Jade observaba cómo se marchaba. Era una joven cariñosa y más allá de la negativa del capricho, le apenaba que no le acompañase en ese día tan especial.

Así fue cómo las tres familias, los Ferlet, los Wildsmith y los Connor, decidieron ir juntos hasta Ollivanders, decidiendo comenzar las compras por el principio, la adquisición de la varita. De camino a la tienda Luna preguntó a Nolan si iba a comenzar a estudiar en el colegio y él afirmó dicha cuestión, hablando Ivy por lo bajo, dando su opinión personal con cuidado de que los adultos no la escuchasen - Debería quedarse en casa un par de años más, porque se porta como un crío - Su madre debía cogerle la mano para que no la liara, era un hecho más que probado - Él quiere ir a Gryffindor, yo iré a Slytherin seguramente... - Dijo elevando un poquito la voz, buscando la aprobación de su madre en el comentario.

Ollivanders estaba en el lado sur del Callejón Diagon. Era un comercio tradicional que mostraba un montón de estantes donde descansaban las varitas, todas desprendiendo una viveza mágica, como si estuvieran deseosas de encontrar a sus legítimos dueños, el mago o bruja que de por vida, la portaría.

- Esto es impresionante - Dijo la joven Ivy impactada, mientras elevaba el cuello y miraba las innumerables cajas que se agolpaban y llegaban hasta el techo - Pero, ¿cuántas varitas hay aquí? - Desde luego a ojos de la pequeña serían millones, o quizás, infinitas, el término más frecuentemente usado cuando quería describir "un montón"

La campanilla de la puerta tintineó y el encargado del local salió a recibirles, no sin antes tropezar y caer al suelo, sorprendiendo a todos con su aparición estelar, alzándose casi de un salto

- ¿Estás bien? - Se preocupó la joven Ivy, evidentemente angustiada por si se había hecho daño. Y quizás esa fuera su actitud menos Slytherin, no se alegraba por los accidentes ajenos, tenía muy buen fondo y si se hubiera caído cualquier cosa, no habría dudado en agacharse para recogerlo.

El joven a cargo del negocio era un hombre rubio que portaba una bonita sonrisa. Parecía amable y sobre todo, tremendamente torpe. Jason Ollivanders se descubría como un chico algo inseguro, posiblemente no llevase trabajando mucho tiempo allí, ¿o si? Se había levantado rápido tras su accidente y eso hizo respirar aliviada a Jade, la cual apoyó la barbilla sobre el mostrador del comercio, expectante. 

- ¿Es la varita quien escoge al mago? - Miró las cajas nerviosa, ¿cuál de ellas querría estar en su mano y ayudarle a hacer magia? - ¿Y cómo sabes cuál es la varita adecuada de todas estas? ¿Tendré que probarlas todas?... - Se preocupó, si hacían eso no llegaría a la tienda de animales ni antes de Navidad.

Ivy dio un paso adelante cuando preguntó Jason con quien comenzaría, aunque su hermano, como siempre, se le había adelantado. La pelirroja suspiro paciente hasta que le llegó el turno, permitiendo que le tomaran la medida del brazo, de su estatura y el contorno del pecho - Parece que van a hacerme una túnica... - Dijo sonriente, no podía creer que necesitara tantos datos como para que le dieran la varita, pero no puso dificultad alguna, ella de manera dócil hizo lo que se le pidió, deseosa de tener ese objeto mágico entre las manos.

- Tiradas (2)
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20/12/2021, 20:10
Luna Ferlet

Era muy extraño verse rodeada de repente de tanta gente, cuando había pasado la mayor parte del tiempo sola. Desde mi… accidente, apenas había salido de casa y no había vuelto a tratar con niños o niñas de mi edad, y mis madres me habían protegido y dado todo cuanto necesitaba. Pero la verdad era que me sentía sola y tenía miedo de salir al exterior sabiendo lo que tenía y lo que me esperaba.

Y ahora, de pronto, tanta gente a mi lado, hablando conmigo con naturalidad, y haciendo que me sintiese una niña más.

Así que no me lo creía… y en parte, no quería creérmelo.

Mientras hablábamos y nos presentábamos, aquella chica, Ivy, me dijo que mi nombre era muy bonito. Yo no estaba muy segura de ello, pero consiguió que me ruborizase.

-Gracias –logré decir, mirando hacia el suelo. Me parecía que el suyo lo era más, pero no quise insistir sobre ello.

Después me preguntó por mis madres. Entonces me di cuenta de que todos tenían un padre y una madre, menos yo, que tenía dos madres. Nunca había reparado demasiado en ello pero al mirar ahora, me daba cuenta de que en mi caso era un poco diferente. En realidad, no era la primera vez que me preguntaban pero hacía tanto tiempo desde la última vez, desde que hablaba con alguien más, que ya casi no podía recordarlo y me cogió algo desprevenida, así que tardé en reaccionar.

-Eh… sí, claro. Sí, tengo dos. Siempre he tenido dos –comenté, sin darle mayor importancia, aunque después tuve que decir más cosas al respecto -. No, claro que no. No tengo ningún padre, solo madres. Eloise se quedó embarazada de mí y cuando nací ambas me cuidaron. Tu madre también se quedó embarazada de ti, ¿no? Quiero decir… no fue tu padre sino tu madre, ¿verdad?

Lo pregunté sin saber muy bien cómo funcionaba aquello porque siempre me pareció de lo más normal tener dos padres. Sin embargo, Janice me tocó en el hombro y al volverme, vi que me estaba mirando.

-Venga, chicas. Ahora no es el momento de hablar de esto. Ivy, querida, será mejor que si quieres saber más le preguntes después a tus padres –le dijo a Ivy Janice, mientras que a mí me hacía un gesto para que continuase andando.

Me pareció que al padre de Ivy no le gustaba demasiado la idea, pero tampoco me entretuve más en pensar sobre ello.

Mientras caminábamos, hablábamos de las casas. Nolan dijo que iba a ir a Gryffindor mientras que Ivy se decantaba por Slytherin. Eso hizo que me sintiese un poco desilusionada.

-Pues yo quiero ir a Gryffindor. Mis madres son de esa casa. Siento que podamos estar juntas –le dije, dándome cuenta de que aquello era demasiado bueno como para durar.

Cuando finalmente entramos en la tienda, todos nos quedamos sorprendidos. Había un montoooon de varitas por todas partes.

-Trillones de millones –respondí a la pregunta de Ivy, sin poder dejar de mirar tooooodas las cajas que había apiladas en estanterías hasta donde alcanzaba la vista.

Apenas habíamos entrado cuando llegó el dependiente… que se tropezó y cayó al suelo sin haber dicho nada.

Eso hizo que tuviese que ahogar una risita. ¿Cómo se había podido caer? Ivy se preocupó pero en realidad no había sido nada y rápidamente se puso en marcha para darnos nuestra varita. Era muy extraño, porque… ¿qué significaba todo eso de que la varita escogía al mago?

-Sí, eso. ¿Cómo sabe cuál es la varita? –pregunté yo también, porque aquello era todo muy raro. Pero el hombre estaba bastante seguro de lo que hacía y empezó a hacernos mediciones raras y todo eso.

Nolan se adelantó, como todos los niños, y yo chasqueé la lengua, pero no dije nada. Después fue el turno de Ivy y finalmente… el mío.

Estaba muy nerviosa porque no entendía lo que tenía que ocurrir a continuación, así que miré a mis madres y después a Ivy. Entonces recordé que no íbamos a ir a la misma casa… y volví a sentirme triste.

No era justo haber encontrado a una amiga y ahora no coincidir con ella. Su hermano seguro que si estaría… pero no sería lo mismo.

- Tiradas (1)
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22/12/2021, 08:44
Directora

Jason Ollivander no parecía ser el más indicado para vender varitas, o ya que estabais, para cualquier cosa, porque tras hacer las mediciones de altura, vuestro brazo, el contorno… cogió una escalera, se subió a ella… y se resbaló, cayendo otra vez al suelo y sobre él, unas cuantas cajas de varitas que habían reaccionado al temblor que había causado en el mueble que las guardaba.

Jason volvió a ponerse en pie con una sonrisa.

-No ha sido nada, tranquilas. Todo está… bajo control. Mi abuelo me dijo exactamente cómo tenía que hacerlo, solo que a veces…

No terminó de hablar, porque volvió a subir por las escaleras, rebuscó entre las cajas y finalmente cogió una. Bajó, sacó la varita y se la colocó a Nolan en la mano  (la verdad es que Nolan ya estaba sacándola antes de que Jason lo hiciera). La reacción fue inmediata. La varita comenzó a vibrar y de repente lanzó una especie de chillido agudo que os obligó a todos a taparos los oídos.

Rápidamente, Jason le arrebató la varita y la volvió a colocar en su caja. Cogió otra caja, sacó la varita y se la entregó a Nolan. Esta vez salió un chorro de agua que puso perdido a Jason, el cual estaba viendo que la cosa iba a ser más complicada de lo que esperaba.

A pesar de todo, volvió a intentarlo una tercera vez, echándose hacia un lado para protegerse de lo que pudiera pasar. Afortunadamente, por fin había dado con la que era; la varita empezó a vibrar y transmitió una especie de corriente eléctrica a Nolan, que tensó el cuerpo y sonrió.

¡¡¡Guaaaaaaaauuuuuu!!! –exclamó.

Jason estaba exultante.

-¡Genial! V-varita de madera de tejo, núcleo de tendón de corazón de dragón, 31 centímetros.

A continuación, se volvió y miró en el estante que había a su altura, detrás del mostrador, y cogió varias cajas.

-Ahora vamos a por t-tu hermana –dijo, empezando a sacar varitas.

La primera que puso en manos de Ivy tuvo como consecuencia que la joven temblase… pero no como lo había hecho Nolan, sino igual que si estuviese sintiendo un terremoto, el cual se extendió por todas partes, haciendo que el suelo temblase para todos. Jason se apresuró como pudo para quitársela.

-Eeeeeeesssssstttttttaaaaaaaa nnnnnoooooooo eeeeeeeessssss –logró decir.

Jason colocó entonces otra varita en manos de Ivy y esta vez, a la segunda, consiguió el efecto esperado, una especie de chisporroteo que le hizo sentir como si hubiese encontrado a su alma gemela, creando una especie de corriente de aire que te cubrió completamente.

Jason lanzó una sonrisa y un suspiro de alivio.

-Madera de tejo, núcleo de tendón de corazón de dragón, igual que tu hermano, 24 centímetros.

Finalmente, Jason volvió sobre sus pasos y miró a su alrededor. Ahora era el turno de Luna. Pero según sus mediciones, las varitas que necesitaba estaban… arriba del todo.

El hombre pareció dudar un instante, antes de agacharse bajo el mostrador, coger una escoba y elevarse en el aire, subiendo y subiendo hasta casi perderse de vista. Parecía como si nunca fuese a regresar.

Robbert, el padre de Ivy, mantenía la mirada puesta en el horizonte vertical.

-Espero que sepa cómo volver –comentó.

Eloise, la madre de Luna, sonrió.

-Yo espero que sepa como aterrizar.

Y por supuesto, Nolan, que movía su nueva y flamante varita de un lado a otro, aún tuvo tiempo para hacer un comentario al respecto.

-Lo mismo se pierde y tenemos que ir a buscarlo, y defenderle con nuestras nueva varitas de un poderoso mago que intenta hacerse con….

Su madre le cortó de raíz.

-Nolan, no digas tonterías. Seguro que está al caer.

Aquella había sido una mala elección de palabras porque precisamente eso fue lo que hizo. Oísteis un grito que cada vez fue siendo más claro, hasta que finalmente Jason se desplomó en el mismo lugar del cual había partido, detrás del mostrador.

De nuevo volvió a ponerse en pie, esta vez llevando varias cajas de varitas que fue colocando de cualquier manera sobre el mostrador.

-S-sigo estando bien. Es que estas v-varitas estaban m-muy lejos –se excusó.

Luna estaba emocionada, y no era para menos. Jason sacó una varita nueva y la colocó en su mano… y a la primera, logró el efecto deseado. Fue como si la varita se adhiriese a la piel de la joven, y esta sintió como todo su cuerpo aumentaba súbitamente su temperatura, como si de repente se acumulara un montón de energía en su interior.

-L-lo sabía –dijo Jason -. Madera de pino. Núcleo de pelo de unicornio. 34 centímetros.

Jason estaba cada vez más seguro y se sentía mejor, aunque también le dolía el cuerpo después de tantos golpes.

Finalmente, se dirigió hacia Percy, con el que tuvo que hacer también un par de intentos. En este caso, las varitas que necesitaba estaban más a mano así que al menos no tuvo que coger una escoba para ir a buscarlas. Probó tres de ellas hasta dar con la adecuada.

-Varita de Secuoya, núcleo de cola de fénix. 36 cm. Inflexible

Con todo listo, Jason se frotó las manos e hizo un pequeño baile.

-Me alegra haberles ayudado. Siempre es difícil unir al mago con la varita que le corresponde, pero espero haber hecho un buen trabajo.

Todos teníais cuanto necesitabais, así que ahora tocaba seguir completando el equipo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Varita Nolan Resultado: 5, 2, 4, 9

Varita de madera de tejo, núcleo de tendón de corazón de dragón, 31 centímetros, +1 hechizos de ataque

 

Varita Ivy Resultado: 5, 3, 2, 4

Varita de madera de tejo, núcleo de tendón de corazón de dragón, 24 centímetros, +1 hechizos de ataque

 

Varita Luna Resultado: 9, 5, 9,7

Madera de pino, núcleo de pelo de unicornio, 34 centímetros, +1 DCAO, +1 hechizos defensivos

 

Me faltan tres tiradas para la longitud de las varitas (una para cada uno), sorry. Lo lanzo yo: Nolan, Ivy, Luna.

 

APUNTAD LAS VARITAS (y su efecto) EN LA PARTE DE FICHA.

APUNTAD TAMBIÉN VUESTRO DINERO Y LO QUE VAIS GASTANDO (EN ESTE CASO, 7 GALEONES).

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22/12/2021, 11:47
Directora

Notas de juego

VOLVEMOS AL HILO PRINCIPAL

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27/12/2021, 12:42
Directora

La tienda de varitas destilaba un ambiente mágico, como si fuese eterna. Las varitas se agolpaban en los estantes y por un momento, transmitía la sensación de que van a salir de sus cajas y volar hacia las manos de los clientes, en este caso, vosotros. Los muebles ascendían por la pared a lo largo de metros y metros, a pesar de que en el exterior, la tienda da la sensación de ser mucho más pequeña. Era como si por dentro fuese todo un edificio, lleno hasta arriba de cajas con varitas mágicas.

Un espectáculo inigualable.

Al cerrar la puerta, el tintineo de una campanilla llama la atención de alguien que permanece en la parte de atrás, entre las sombras, y que rápidamente camina para recibiros. Caminaba como si le doliese una pierna.

-¡Ah, bienvenido, bienvenido! P-perdonen, es que antes tuve un pequeño tropiezo al atender a unos clientes. Le estaba esperando, desde luego. Sí, sí, sí.  Ollivanders siempre está esperando a quienes necesitan una varita porque no puede ser cualquiera, sino que debe ser una muy especial. ¿Sabe que es la varita quien escoge al mago y no al revés? La varita tiene vida propia y solo la más apropiada es digna de encontrar al mago capaz de extraer la verdadera magia de ella. Todo eso me lo explicó mi abuelo, que en paz descanse. Mi nombre es Jason Ollivander y estoy aquí para servirles.

Tras decir aquello, el hombre, que parecía ser bastante torpe, sacó una cinta métrica.

-Eh... ¿con quién empiezo primero?

Y empezó a medir la longitud del brazo con el cual usaría la varita, la estatura, e incluso el contorno del pecho, como si estuviese preparándote un uniforme, tanto de Colton como de Úrsula.

Notas de juego

PASO 1: MADERA 

 

Resultado Madera Beneficios
1-2 La varita no es la tuya. Vuelve a probar
3 Madera de sauce -
4 Madera de Caoba -
5 Madera de Tejo -
6 Madera de Roble -
7 Madera de Acebo +1 Encantamientos
8 Madera de Palisandro +1 Transformaciones
9 Madera de Pino +1 DCAO
10 Madera de Ébano +2 Cualquier hechizo

 

PASO 2: NÚCLEO

 

Resultado Ingrediente núcleo Beneficios
1 Pluma de Fénix +1 hechizos que afecten físicamente
2-3 Tendón de corazón de dragón +1 hechizos de ataque
4-5 Pelo de unicornio +1 hechizos defensivos
6-7 Pluma de hipogrifo +1 hechizos criaturas
8-9 Pelo de licántropo +1 hechizos transformación
10 Raíz de mandrágora +2 hechizos de curación

 

PASO 3: LONGITUD (entre 20 y 40 cm)

Lanzar 18+2D10 (Entre 35 y 40 cm tenéis otra tirada en la última tabla).

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29/12/2021, 14:39
Colton Derrick

En comparación a las emociones del banco aquella tienda parecía casi aburrida, como una librería un tanto friki, de esas que salían en las películas como la historia interminable o el nombre de la rosa. Aquello parecía que iba a ser un soberano rollazo máximo, parecía que hubieran entrado en un jenga gigante, todas las varitas en sus cajitas, todas apliladas, un rollazo máximo.... Si no fuera por un cosquilleo que notaba en la espalda. Colton sonrió, cerró los ojos, se llevó un dedo a la sien y alargó una mano, y así se quedó, mientras hacía cara de concentrado. Su madre lo miró y le dijo

- ¿Que te pasa Colton, te duele la cabeza?

El chico negó apenas imperceptiblemente antes de decir

- He notado una perturbación en la fuerza, si me concentro, si me concentro de verdad mi varita vendrá volando como si fuera un sable láser, la fuerza es intensa en mi.

Sus padres se miraron y se rieron. Aquello era solo fantasía, pero no molestaba a nadie, no había ofendido a nadie, así que por una vez no habría colleja. El tintineo hizo que todos prestaran atención a la trastienda, alguien que parecía tener problemas al caminar y que parecía ser súpersimpático con esa pinta tan estrafalaria. Colton abrió la boca como un buzón de correos cuando dijo que lo estaban esperando. Empezó a temblar de la emoción y exclamó

- ¡Un adivino! ¡Los adivinos también existen! ¡Oiga señor, señor, cual va a ser el número de la lotería!

Zas, colleja, 0.3 unidades Derrick. El tendero se sonrió mientras que Colton escuchaba la explicación. La varita te elegía y eso era una mierda, porque él quería la convocadragonestirabolasdefuegodesintegradora, ¿y que pasaba si le elegía la varita más chatarra de la tienda?. Colton no estaba de acuerdo, aquello no era democrático, era como si él decidía que Judith le tenía que dar un beso en los morros porque la había elegido, se llevaría un guantazo del quince, ese señor Ollivander debía estar equivocado. Carraspeó, y cuando preguntó por quien empezaba Colton gritó

- Yo, yo, yo, porfa, porfa, yo!!! - Que una cosa era que no estuviera de acuerdo y otra que tuviera paciencia. El señor Ollivander empezó a medirle como si fuera un sastre y le estaba haciendo cosquillas. Colton le dijo

- A ver señor, ¿Puede hacer algo para que la varita que me elija sea mazo de poderosa? Una convoca dragones, que no pierda nunca.... - El señor se rió y le dijo - Poderosa ¿Eh?, probemos, caoba y corazón de dragón, moderadamente flexible, 25 centímetros, sí, probemos con esta.-  Le dio una varita y Colton se la quitó de las manos, acariciándola y dándole besos. Estaba conmovido, tenía su varita, era super molona. La miró, pero parecía no hacer nada, estaba rota. Colton le preguntó

- Señor, señor ¿Está en garantía ,no? No funciona - El señor Ollivander rió y pidió que la agitara, un suave golpe, un giro de muñeca sutil y si la varita era la suya lo sabría. Colton sacudió la varita como le habían dicho y entonces explotó, salió volando hacia atrás y se empotró con la pared. Su madre chilló, su padre corrió a ayudarle a ponerse en pie pero Colton estaba exhultante

- Wow, que poder, esto es porque la varita es salvaje, hay que domarla!! Otra vez, otra vez!!!

Pero el señor Ollivander se la quitó de la mano mientras le daba un pañuelo para que se quitara el hollín de la cara. Demasiado poderosa, dos carácteres volcánicos no funcionaban bien, así que decidió mezclar, una varita más calmada para alguien más impetuoso. Se la acercó

- Esta varita es de palisandro y su corazón es de raiz de mandrágora, 27 centímetros, flexible. - Sonrió - No es una varita para convocar dragones pero sí que es la adecuada para ti, una que te ayude a templar toda la energía que hay en ti. - Le guiñó un ojo - Aunque he de decirte que la varita no mide el poder del mago, esta varita puede ser tan poderosa como otra cualquiera, aunque mandrágora no suene tan poderoso como dragón.

Colton lo miró desanimado. Aquella varita no le iba a servir ni para rascarse la espalda donde no llegaba. La agitó y la sensación fue distinta, de pertenencia, de un encaje perfecto. Al agitar la varita hizo que unas hojas de pergamino salieran volando en todas direcciones. El señor Ollivander sonrió, aquella era su varita.Colton sonrió y le dijo a su madre

- ¿Mamá, has visto? He hecho volar esos papeles yo solo.

A Su madre se le escapó una lágrima de emoción, era la primera magia que hacía su hijo. Su hijo la vio y la abrazó. Su padre acudió al rescate, les abrazó a los dos por detrás y les dijo

- Veamos como le va a la pequaña Úrsula, seguro que su varita es igual de genial

 

- Tiradas (4)

Notas de juego

Vaya ful de tiradas XDDDDD

Luego completo el post...que me tengo que ir a ver spiderman con el chaval :)

Varita de palisandro, núcleo de raíz de mandrágora y 27 centímetros

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29/12/2021, 16:55
Úrsula Galloway
- Tiradas (3)

Notas de juego

Madera de sauce, núcleo Raíz de mandrágora y.... la longitud es 23 XDDDDDD

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01/01/2022, 12:27
Directora
Sólo para el director

La tienda de varitas destilaba tranquilidad y calma, a pesar del profundo desorden que podía percibirse en muebles y estanterías, que llegaban hasta donde alcanzaba la vista, demasiado para el joven Colton, que acababa de enfrentarse a la muerte y salir victorioso. No así para Úrsula, que agradecía el cambio, uno al que estaba más acostumbrada y que al menos le permitiría recuperarse de cuanto había vivido.

Por supuesto, Colton continuaba con sus metáforas frikis para enlazar con el mundo mágico al cual no estaba acostumbrado pero procuraba transmitir precisamente la visión opuesta. Sus padres, más acostumbrados a todo aquello, se mostraron incluso agradecidos al poder aligerar la tensión que habían acumulado en el banco y al aparecer aquel hombre con aspecto de heredar la tienda hacía dos segundos, se miraron, confundidos.

Fue Colton de nuevo quien reaccionó con rapidez ante su comentario.

-Eh, no, no, no soy un adivino. Me temo que la aritmancia no es mi fuerte pero…. –el joven había empezado a hablar, pero se detuvo al ver la colleja de Colton -… ejem, esto… sí, decía que solo vendo… esto… varitas.

El joven había tenido ya varios clientes a lo largo del día pero aquel parecía ser lo suficientemente particular como para tomarse su tiempo antes de buscarle la varita que mejor se acoplaba a él. Sin embargo, estaba tan lleno de energía el joven Colton que no tuvo más remedio que atenderle en primer lugar. Así que cogió su cinta métrica y comenzó a medir por todas partes.

-La varita… se adapta perfectamente al mago… o a la bruja –añadió, mirando a Úrsula -, según su personalidad. Es algo así como una extensión de uno mismo.

Pero mientras le medía, Colton no dejaba de hablar. No le molestaba en lo más mínimo, sino que seguía a lo suyo, y probó con una varita equivocada. Eso era algo que solía ocurrir.

-Bueno, no te preocupes, no te preocupes. Tengo varias que… podrían ir bien con lo que necesitas –dijo entonces el hombre, mirando a su alrededor y tras localizar lo que quería, sacando su propia varita y atrayendo una caja que se encontraba a varios metros de distancia sobre vuestras cabezas.

Pero aquella tampoco era la que se ajustaba a Colton. El joven salió volando hacia atrás debido a una excesiva descarga de energía.

-No, esta no… tampoco es –le dijo, escogiendo otra de un lugar diferente, de detrás del mostrador.

Y por supuesto, aquella sí que era y una corriente de energía recorrió el brazo de Colton, extendiéndose en todas direcciones como un escudo electrificado, haciendo que las hojas saliesen volando y todos sintiesen la energía a su alrededor.

Aquella era la varita de Colton; cuando la varita adecuada se unía al mago o la bruja correcta, todo parecía tener sentido y la magia se convertía en algo mucho más intenso. Todos los magos podían hacer magia con cualquier varita, pero la que te había escogido convertía cualquier hechizo o encantamiento en algo especial.

Además, con el tiempo, el mago creaba un vínculo tan fuerte y poderoso que nadie podía arrebatarle esa varita y usarla contra él. Eso era algo que no todos los magos conocían. Por supuesto, el tiempo hacía que todo fuese mucho más intenso y a medida que el mago crecía en poder, también lo hacía la varita.

Después le tocó el turno a Úrsula, y tras hacer las mediciones, Jason Ollivander se dio cuenta de que las varitas que necesitaba en aquella ocasión no estaban precisamente a mano sino… arriba del todo.

Alzó la cabeza y vosotros mirasteis también hacia arriba, viendo que efectivamente, no había techo sino un enorme mueble lleno de estantes y varitas que seguía y seguía hacia arriba, casi hasta el infinito.

-Esto ya me había pasado hoy pero pensé que no haría falta… en fin –comentó Jason, agarrando su escoba, pateando el suelo y elevándose hasta perderse de vuestra vista.

El tiempo pasó y pasó, y finalmente, Jason regresó con varias cajas de varitas, que empezó a sacar encima del mostrador.

-A ver esta –dijo con la primera. Nada más tocar la mano de Úrsula, la varita pareció temblar de manera irregular y exagerada, por lo que Jason se la arrebató con rapidez -. Vale, entonces probemos con esta otra.

La siguiente no hizo nada. Simplemente fue como si la joven hubiera agarrado un simple palo de madera.

Jason lo intentó con otras tres más antes de dar con la que era, y que le provocó Úrsula una extraña sensación en su cuerpo, como un hormigueo agradable. Jason sonrió, satisfecho.

-Esta si es la suya, jovencita. Muy apropiada. La mandrágora da unas varitas muy tranquilas.

Así que finalmente, ya teníais vuestras varitas. Ya érais como magos de pleno derecho y solo quedaba, terminar vuestras compras.

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01/01/2022, 12:27
Directora
Sólo para el director

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01/01/2022, 13:37
Directora
Sólo para el director

La tienda de varitas destilaba un ambiente mágico, como si fuese eterna. Las varitas se agolpaban en los estantes y por un momento, transmitía la sensación de que van a salir de sus cajas y volar hacia las manos de los clientes, en este caso, vosotros. Los muebles ascendían por la pared a lo largo de metros y metros, a pesar de que en el exterior, la tienda da la sensación de ser mucho más pequeña. Era como si por dentro fuese todo un edificio, lleno hasta arriba de cajas con varitas mágicas.

Un espectáculo inigualable.

Al cerrar la puerta, el tintineo de una campanilla llama la atención de alguien que permanece en la parte de atrás, entre las sombras, y que rápidamente camina para recibiros. Caminaba como si le doliese una pierna.

-¡Ah, bienvenido, bienvenido! P-perdonen, es que antes tuve un pequeño tropiezo al atender a unos clientes. Le estaba esperando, desde luego. Sí, sí, sí.  Ollivanders siempre está esperando a quienes necesitan una varita porque no puede ser cualquiera, sino que debe ser una muy especial. ¿Sabe que es la varita quien escoge al mago y no al revés? La varita tiene vida propia y solo la más apropiada es digna de encontrar al mago capaz de extraer la verdadera magia de ella. Todo eso me lo explicó mi abuelo, que en paz descanse. Mi nombre es Jason Ollivander y estoy aquí para servirles.

Tras decir aquello, el hombre, que parecía ser bastante torpe, sacó una cinta métrica.

-Eh... bueno, pues... vamos a ello.

Y empezó a medir la longitud del brazo con el cual usarías la varita, la estatura, e incluso el contorno del pecho, como si estuviese preparándote un uniforme.

-Está bien, pues creo que ya lo tengo todo. Aquí tengo unas cuantas que se adaptan a ti. Vamos a ver si una de ellas es la buena.

Notas de juego

PASO 1: MADERA 

 

Resultado Madera Beneficios
1-2 La varita no es la tuya. Vuelve a probar
3 Madera de sauce -
4 Madera de Caoba -
5 Madera de Tejo -
6 Madera de Roble -
7 Madera de Acebo +1 Encantamientos
8 Madera de Palisandro +1 Transformaciones
9 Madera de Pino +1 DCAO
10 Madera de Ébano +2 Cualquier hechizo

 

PASO 2: NÚCLEO

 

Resultado Ingrediente núcleo Beneficios
1 Pluma de Fénix +1 hechizos que afecten físicamente
2-3 Tendón de corazón de dragón +1 hechizos de ataque
4-5 Pelo de unicornio +1 hechizos defensivos
6-7 Pluma de hipogrifo +1 hechizos criaturas
8-9 Pelo de licántropo +1 hechizos transformación
10 Raíz de mandrágora +2 hechizos de curación

 

PASO 3: LONGITUD (entre 20 y 40 cm)

Lanzar 18+2D10 (Entre 35 y 40 cm tienes otra tirada en la última tabla).

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01/01/2022, 18:21
Úrsula Galloway

-¡Esto sí que es mágico!-dijo con un hilo de voz al entrar en la tienda.

La luz tenue, el olor a antiguo, mirar hacia arriba y no ver el fin de la habitación le confería un halo diferente que atrajo irremediablemente a Úrsula desde el primer instante. Entró en la tienda mirando a todas las estanterías llenas de diminutas cajitas y la mirada se le iba de estante en estante extasiada.

-Mary, ¿has visto? ¡Hay muchas! ¡No me voy a quedar sin la mía!-miraba hacia arriba dando vueltas sobre sí misma-¡No es posible! ¡Es mucho más alta aquí que fuera!

Echó a correr y volvió a salir a la calle, donde miró la tienda desde la calle, calculando la altura dentro y fuera y llegando a la conclusión, con una sonrisa tonta de que, efectivamente, la tienda en sí era mágica porque se veía claramente que el edificio por fuera no era ni la mitad de alto que por dentro. Volvió a entrar justo en el momento en el que un hombre aparecía por detrás del mostrador y comenzaba a atenderles.

-¿Es la varita la que nos elige? ¿Cómo lo hace? ¿Le gustamos o algo así?-se acercó al mostrador, apoyándose en él y mirando a aquel tipo con las preguntas en su mirada-Hola, Jason Ollivander. Yo soy Úrsula Galloway-le tendió la mano que apretó con fuerza-Así que Ollivander es su nombre. La tienda lleva su nombre. Es eso Mary, es su tienda-se volvió a su madre afirmando lo que ya todos deberían saber a aquellas alturas. Se volvió de nuevo a hablar con el hombre-Es que no sabía si la tienda se llamaba así por usted o es que las varitas eran de ollivander, como si fueran de madera o metal, pero de ollivander-se lo quedó mirando un instante para comprobar que aquel tipo seguía su razonamiento antes de que su vista enfocara a la estantería que había tras él. Observó las pequeñas cajas que debían estar llenas de varitas y se dio cuenta de que había de varios tamaños y colores. Estaba tan pendiente de averiguar que ponía en cada caja que tardó en reaccionar cuando el señor Ollivander pidió voluntario para tomarle medidas.

-Sí, él primero-consintió con cierta lógica. En vista de la experiencia en el banco, si aquí iba a suceder algo diferente, mejor Colt primero y ella aprendiendo detrás.

-Yo no quiero una muy poderosa. Prefiero una que se lleve bien conmigo y que lance los hechizos a la primera. Así si somos buenas amigas, siempre funcionará bien. ¿Corazón de dragón? ¿De verdad que la varita está hecha de corazón de dragón? -siguió con su vista a Jason y la caja que había elegido de la estantería, abriendo la boca mucho cuando vio la varita que ofrecía a Colt-¿Y porqué piensa que el corazón de dragón es lo mejor para Colt? No lo conoce, ¿o es por algo mágico que usted sabe y nosotros no aún? 

Fue cosa de segundos el ver saltar a Colt por los aires y estrellarse en la pared del final de la tienda. Úrsula abrió muchísimo los ojos y miró de reojo a Mary, susurrándole-Y eso solo porque a la varita no le ha caído bien Colt…¡y mira que es pequeña!

La segunda que le ofreció Jason a su recién conocido amigo fue otra más pequeña, una que Colt no miró con mucha ilusión pero que, al cogerla, hizo que su expresión cambiara y, en lugar de terminar de nuevo empotrado en la pared, hizo volar unas hojas de pergamino al agitar la varita sobre ellas. Cuando los padres de Colt lo abrazaron ilusionados, Úrsula se volvió hacia Jason.

-¡Mi turno!-se acercó dispuesta a que le tomara medidas-Usted dijo que era la varita la que elegía a su dueño. Si elige varias y las pone sobre el mostrador, ¿cree que si la llamo vendrá a mi la que quiera ser la mía?-le preguntó-Así me evito el terminar allí pegada como Colt-señaló a la pared del fondo- Por cierto, ¿qué es una mandrágora? Suena a mandarina cabreada.

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01/01/2022, 19:00
Directora

La tienda de varitas destilaba tranquilidad y calma, a pesar del profundo desorden que podía percibirse en muebles y estanterías, que llegaban hasta donde alcanzaba la vista, demasiado para el joven Colton, que acababa de enfrentarse a la muerte y salir victorioso. No así para Úrsula, que agradecía el cambio, uno al que estaba más acostumbrada y que al menos le permitiría recuperarse de cuanto había vivido.

Por supuesto, Colton continuaba con sus metáforas frikis para enlazar con el mundo mágico al cual no estaba acostumbrado pero procuraba transmitir precisamente la visión opuesta. Sus padres, más acostumbrados a todo aquello, se mostraron incluso agradecidos al poder aligerar la tensión que habían acumulado en el banco y al aparecer aquel hombre con aspecto de heredar la tienda hacía dos segundos, se miraron, confundidos.

Para Úrsula, todo era mágico, incluso aquel lugar tan diferente respecto a lo que habíais visto hasta ese momento, seguramente porque su aspecto a librería antigua, solo que llena de varitas, le otorgaba un aspecto diferente, casi de reverencia.

Mary también miraba el lugar sorprendida, aunque cuando miró hacia arriba y vio que no tenía fin, fue todavía más increíble. Úrsula no lo entendía y salió incluso a comprobarlo. Estaba claro que la tienda era mucho más grande por dentro que por fuera.

-¿T-te ocurre algo, pequeña? –preguntó confundido, Ollivander.

Mary solo lo pensó, pero la respuesta era más que evidente.

Magia.

Mientras tanto, Colton no dejaba de hablar y el propio Ollivander se vio forzado a responder más allá de lo que esperaba.

-Eh, no, no, no soy un adivino. Me temo que la aritmancia no es mi fuerte pero…. –el joven había empezado a hablar, pero se detuvo al ver la colleja de Colton -… ejem, esto… sí, decía que solo vendo… esto… varitas.

El joven había tenido ya varios clientes a lo largo del día pero aquel parecía ser lo suficientemente particular como para tomarse su tiempo antes de buscarle la varita que mejor se acoplaba a él. Sin embargo, estaba tan lleno de energía el joven Colton que no tuvo más remedio que atenderle en primer lugar. Así que cogió su cinta métrica y comenzó a medir por todas partes.

-La varita… se adapta perfectamente al mago… o a la bruja –añadió, mirando a Úrsula -, según su personalidad. Es algo así como una extensión de uno mismo.

Pero mientras le medía, Colton no dejaba de hablar. No le molestaba en lo más mínimo, sino que seguía a lo suyo, y probó con una varita equivocada. Eso era algo que solía ocurrir.

-Bueno, no te preocupes, no te preocupes. Tengo varias que… podrían ir bien con lo que necesitas –dijo entonces el hombre, mirando a su alrededor y tras localizar lo que quería, sacando su propia varita y atrayendo una caja que se encontraba a varios metros de distancia sobre vuestras cabezas.

Pero aquella tampoco era la que se ajustaba a Colton. El joven salió volando hacia atrás debido a una excesiva descarga de energía.

-No, esta no… tampoco es –le dijo, escogiendo otra de un lugar diferente, de detrás del mostrador.

Y por supuesto, aquella sí que era y una corriente de energía recorrió el brazo de Colton, extendiéndose en todas direcciones como un escudo electrificado, haciendo que las hojas saliesen volando y todos sintiesen la energía a su alrededor.

Aquella era la varita de Colton; cuando la varita adecuada se unía al mago o la bruja correcta, todo parecía tener sentido y la magia se convertía en algo mucho más intenso. Todos los magos podían hacer magia con cualquier varita, pero la que te había escogido convertía cualquier hechizo o encantamiento en algo especial.

Además, con el tiempo, el mago creaba un vínculo tan fuerte y poderoso que nadie podía arrebatarle esa varita y usarla contra él. Eso era algo que no todos los magos conocían. Por supuesto, el tiempo hacía que todo fuese mucho más intenso y a medida que el mago crecía en poder, también lo hacía la varita.

Después de encargarse de Colton, se dirigió hacia Úrsula y volvió a tomar medidas.

-No se preocupe, señorita –le dijo a Úrsula -. Las varias son tan poderosas como lo sean sus dueños.

Cuando terminó, empezó a sacar un montón de cajas de debajo del mostrador, apilándolas una sobre otra, y cuando ya tenía diez o doce, las miró y comenzó a abrir las cajas, buscando la que le interesaba.

-No, no funciona así. La varita es la adecuada cuando su dueño y ella entran en contacto. Por ejemplo, esta –le dijo a Úrsula, colocando una en sus manos.

Pero no ocurrió nada, así que se la quitó inmediatamente y le colocó otra.

-Una planta –le respondió Jason, cambiando de varita.

Y nuevamente otra, porque ninguna parecía producir nada.

Finalmente, probó la última que tenía encima del mostrador y en cuanto lo hizo, Úrsula sintió como si levitara. La varita brillaba y ella misma se sentía llena de energía.

-¡Perfecto!

Rápidamente, Jason retiró todas las cajas y las guardó de nuevo en el mostrador. Le estaba costando que los clientes encontraran a la varita adecuada pero lo estaba consiguiendo.

Su abuelo habría estado orgulloso.

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01/01/2022, 19:00
Directora

VOLVEMOS AL HILO PRINCIPAL

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02/01/2022, 12:16
Directora

La tienda de varitas destilaba un ambiente mágico, como si fuese eterna. Las varitas se agolpaban en los estantes y por un momento, transmitía la sensación de que van a salir de sus cajas y volar hacia las manos de los clientes, en este caso, vosotros. Los muebles ascendían por la pared a lo largo de metros y metros, a pesar de que en el exterior, la tienda da la sensación de ser mucho más pequeña. Era como si por dentro fuese todo un edificio, lleno hasta arriba de cajas con varitas mágicas.

Un espectáculo inigualable.

Al cerrar la puerta, el tintineo de una campanilla llama la atención de alguien que permanece en la parte de atrás, entre las sombras, y que rápidamente camina para recibiros. Caminaba como si le doliese una pierna.

-¡Ah, bienvenido, bienvenido! P-perdonen, es que antes tuve un pequeño tropiezo al atender a unos clientes. Le estaba esperando, desde luego. Sí, sí, sí.  Ollivanders siempre está esperando a quienes necesitan una varita porque no puede ser cualquiera, sino que debe ser una muy especial. ¿Sabe que es la varita quien escoge al mago y no al revés? La varita tiene vida propia y solo la más apropiada es digna de encontrar al mago capaz de extraer la verdadera magia de ella. Todo eso me lo explicó mi abuelo, que en paz descanse. Mi nombre es Jason Ollivander y estoy aquí para servirles.

Tras decir aquello, el hombre, que parecía ser bastante torpe, sacó una cinta métrica.

-Eh... bueno, pues... vamos a ello.

Y empezó a medir la longitud del brazo con el cual usarías la varita, la estatura, e incluso el contorno del pecho, como si estuviese preparándote un uniforme.

-Está bien, pues creo que ya lo tengo todo. Aquí tengo unas cuantas que se adaptan a ti. Vamos a ver si una de ellas es la buena.

Notas de juego

Notas de juego

PASO 1: MADERA 

 

Resultado Madera Beneficios
1-2 La varita no es la tuya. Vuelve a probar
3 Madera de sauce -
4 Madera de Caoba -
5 Madera de Tejo -
6 Madera de Roble -
7 Madera de Acebo +1 Encantamientos
8 Madera de Palisandro +1 Transformaciones
9 Madera de Pino +1 DCAO
10 Madera de Ébano +2 Cualquier hechizo

 

PASO 2: NÚCLEO

 

Resultado Ingrediente núcleo Beneficios
1 Pluma de Fénix +1 hechizos que afecten físicamente
2-3 Tendón de corazón de dragón +1 hechizos de ataque
4-5 Pelo de unicornio +1 hechizos defensivos
6-7 Pluma de hipogrifo +1 hechizos criaturas
8-9 Pelo de licántropo +1 hechizos transformación
10 Raíz de mandrágora +2 hechizos de curación

 

PASO 3: LONGITUD (entre 20 y 40 cm)

Lanzar 18+2D10 (Entre 35 y 40 cm tienes otra tirada en la última tabla).

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04/01/2022, 17:39
Michael Cramson

Era la primera vez que Michael entraba en la legendaria tienda de Ollivander's. Había pasado alguna vez por delante de ella, e incluso había estado a punto de entrar dos años antes cuando acompañaba a Keira mientras hacía sus compras de primer curso, pero al final sólo mamá y ella habían cruzado el umbral de la tienda. Papá y él habían esperado fuera, mirando otros escaparates. Jane había dicho que cuantos menos entrasen, mejor, pues a veces las varitas tenían efectos un poco... peligrosos si se descontrolaban en manos de los niños primerizos.

Por lo tanto, aquella era la primera vez que Michael estaba allí, y se quedó boquiabierto al ver todas aquellas cajitas apiladas de forma imposible para un muggle. Había algo mágico en el ambiente que le erizaba los pelos de la nuca, casi como si el poder latente contenido en todos aquellos trocitos de madera concentrase una nube sobrenatural que hasta un muggle como papá podría percibir sin problemas.

Pero no hubo mucho tiempo para asombrarse, pues el dependiente de la tienda les atendió enseguida. Era joven y desprendía un aura agradable, así que Michael se relajó un poquito, aunque había estado tenso desde el momento en que se habían dirigido a la tienda para buscar su primera varita. No dijo nada mientras Jason le tomaba aquellas curiosas medidas. ¿Para qué servirían...? Cruzó un par de veces la mirada con Jane, pero a su madre no parecía extrañarle nada de lo que Jason hacía, así que ese debía ser el procedimiento habitual.

Antes de darse cuenta, Jason había sacado una pila de cajas y el chico se encontró con una varita en la mano. Era de un color marrón bastante claro, no demasiado larga y agradable al tacto. Michael no percibió al principio nada especial... pero de repente notó un agradable cosquilleo en los dedos que le recorrió el brazo y luego todo el cuerpo. De repente se sintió animado y expectante, porque aquella era una sensación que no había notado nunca y... casi podía sentir que aquél pedacito de madera se alegraba de estar en su mano. ¿Habría dado con una varita adecuada al primer intento?

Ahí va... —fue lo único que atinó a musitar, con la vista fija en la varita que sostenía.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Madera de tejo, pluma de fénix, 25 centímetros.

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04/01/2022, 19:10
Directora

Qué extraño era comprar una varita. Aquel hombre había tomado medidas muy raras, de la longitud de su brazo, el contorno de su pecho y la cintura, y finalmente, debido a lo que había obtenido, empezó a sacar cajas y más cajas, como si estuviesen almacenadas de alguna manera concreta, aunque no lo pareciera.

Muy extraño.

No fue demasiado complicado, porque rápidamente la primera varita que le colocó en la mano, tuvo su efecto, y una especie de corriente eléctrica circuló desde su mano hasta el resto de su cuerpo, haciendo que incluso levitara un poquito.

Fue… guay.

-Bueno, pues hemos acertado a la primera. Estupendo. La madera de tejo siempre da varitas muy estables y está claro que con ese núcleo de fénix será bastante dócil. Sin duda alguna esta varita hará lo que su dueño quiera –explicó Ollivander, con satisfacción -. Serán 7 galeones. Gracias por venir a Ollivander’s y espero que vuelvan pronto… pero no porque se haya roto su varita, sino porque alguien más necesite una, claro.

Con una varita en la mano ya todo parecía muy diferente. Era como si siempre hubiese sido un mago.

Tu padre se acercó y cogió la varita para observarla. La elevó para verla más de cerca, la examinó por todas partes, y unos segundos después, te la devolvió tal cual la había cogido.

-A mí solo me parece un palo, la verdad –comentó.

Tu madre le miró con gesto de reproche.

-Leonard Cramson, una varita mágica no es un palo. Es mucho más que eso. Se trata de la extensión que todos nosotros los magos y las brujas tenemos de nuestra energía interior –le dijo, bajo la atenta mirada de Jason Ollivander, que pareció muy satisfecho con la explicación de la mujer.

Tu padre se sintió un poco intimidado, así que se echó hacia atrás.

-Vale, vale. Yo es que para mí… yo no veo nada de eso pero si tu dices que es importante, es importante, ya está.

Después, se acercó a ti para susurrarte algo al oído.

-Pero yo sigo pensando que solo es un palo.

Era evidente que no lo era, pero un muggle no entendía de esas cosas y tú cada vez te dabas más cuenta de las diferencias que había entre tú y tu padre al respecto. Tú eras un mago.

Notas de juego

Tienes todas las tiendas abiertas y el hilo principal también.

Indícame en el hilo de cada tienda lo que compras y lo que gastas y después ponlo todo en tu ficha.

Puedes narrar donde quieras, en cualquiera de las tiendas, o hacerlo en el hilo principal nada más, resumiendo un poco lo que haces y compras. Yo actualizaré según tu escribas ;)

Cargando editor
05/01/2022, 14:18
Michael Cramson

Mientras cogía su recién estrenada varita y se la guardaba, no pudo si no sonreír ante la frase de su padre y cómo la explicación de mamá le dejó desarmado al momento. El último chascarrillo que le susurró Leonard al oído casi le hizo estallar en una carcajada, pero se contuvo. Además, le daba cierta lástima que papá tuviera que perderse todas las cosas impresionantes que los magos podían experimentar. Pero qué se le iba a hacer... los muggles eran muggles.

Gracias, señor Ollivander —dijo tras pagar la varita para despedirse de Jason, y salió una vez más al exterior junto a sus padres.

Notas de juego

Soy muy fan de mi padre. xDDD

Comprada la varita, me descuento 7 galeones.

Ya que lo sugieres, el resto de compras creo que las haré en modo un poco más resumido y postearé en el hilo general, así vamos avanzando. =)