Partida Rol por web

- Como ha dicho Atrus, nuestra idea no es para nada dañar a los buenos habitantes de la isla, o a sus guardianes ... Digo mientras les señalo ... solo que, esta, nuestra misión tiene cierta prioridad. Me encojo de hombros. - Al fin y al cabo, nunca hemos dejado de apoyarles en sus misiones, hayamos sacado beneficio o no. 

Finalmente, comenzaban a darnos algo de información. Pero aún faltaban muchos detalles por revelar.

-Bueno, nosotros también pensábamos asegurar los templos y consagrarlos de ser posible. La pregunta es: ¿Exactamente a qué dioses pensaban consagrarlos ustedes?

El comisario estálló en una sonora carcajada. Rió a gusto, dejando que la tensión de las últimas horas fluyera hacia fuera. Y se volvió a reír al ver las caras de sorpresa de los dos mercenarios reaccionando ante su primer ataque de risa. Cuando se hubo calmado un poco consiguió hablar.

-Ay... Ay, que bueno, por Dios... Uf. Perdonad este súbito ataque de risa, pero es que no he podido aguantar, jaja...-Suspiró a fondo una vez más y prosiguió-. Os estaréis preguntando por qué narices me he puesto a reir, ¿verdad? Bien, ya que habéis accedido a mi petición, os contestaré: ya lo sabia. Bueno, todos lo sabíamos. Ya sabíamos de hace días que los mercenarios que habíamos reclutado estaban divididos en dos grupos, de alienación maligna y de buena, con sus respectivos dioses. Lo único que no sabíamos era quién pertenecía a quién en un principio aunque ahora ya lo sabemos de sobra. ¿Por qué creéis que me he mostrado tan reacio a colaborar con vosotros? Porque no sabíamos cuándo ni cómo lo ibais a intentar ni si haríais cualquier otra cosa que pusiera en peligro a la isla. Aún y así, siempre os he dado las gracias por ayudarnos a mantener la defensa de la isla -dijo con un levísimo asentamiento con la cabeza a Ashrac. Volvió la cabeza hacia Atrus y esta vez adoptó el tono más serio que acostumbraba a tener el Comisario.

-La noche en la que os fuisteis sin decir nada a nadie, capturamos a un goblin muy cerca de la ciudad. Pertenecía a una banda que había huído del volcán. Al no contar con vosotros, decidimos ir a asegurar el castillo para ver si el Pensante había dejado algo atrás que nos pudiera ser útil pero lo único que encontramos fue una banda de goblins liderada por un gran trasgo con el que conseguimos negociar para que nos ayudasen a limpiar el castillo. Como habréis notado, Bráedam y Alfonso se quedaran atrás y Dark también quiso quedarse para inspeccionar el sótano. Necesitamos su conocimiento más que nadie así que le dejé quedarse. Eso es todo lo que ha pasado desde que os fuísteis.

Cuando hubo acabado de hablar tomó una bocanada de aire y suspiró, pensando unos momentos si se dejaba algo. De repente hizo una expresión de sorpresa.

-Ah sí, y una cosa muy importante. El gran trasgo nos dijo que en su huída se había cruzado con los gólems así que supusimos que habrían venido aquí para apoderarse de cualquier tesoro que hubiera podido quedar en lo profundo de los templos con el objetivo de fortalecerse y, quizás, reunirse con sus posibles aliados del volcán. Esto me lleva a la misma pregunta que Fonkin así que la repetiré: ¿A qué dioses los habéis consagrado? Y añadiré una más: ¿habéis conseguido algún objeto de los templos o explorar más a fondo de lo que hicimos? -preguntó, levantando una ceja.

Atrus se sorprendió ante la risa del ahora Comisario, pero se encogió de hombros.

-Bueno, veo que ya han hecho sus propias conclusiones, y a la vez me alegra que ya lo supieran, para hacerlo más simple- dijo con tranquilidad -Lo que me parece es que se están olvidando que los Dioses de la Ley, tanto benignos como malignos, han hecho un pacto para resguardar a todos del Caos... por eso nunca haríamos algo para perjudicarlos- caminó mirando a Fulgur, a los demás, y luego de nuevo al Comisario, observando las reacciones de todos al hacerlo -Nosotros somos representantes de dichas Iglesias-

-Tenemos deidades malignas como patronas, ¿no es acaso obvio con los esqueletos de Ashrac? Hemos sido criados en templos en donde se adoran esos dioses- sonrió -Esto no se trata de a qué deidades sigamos, sino a qué acciones tomemos... y nosotros hemos sido totalmente fieles a la Isla y sus habitantes.-

-Me alegra que hayan podido tener esa diplomacia con los trasgos, realmente pueden servir de ayuda si son leales, ¿no es cierto?- miró hacia los templos -Nosotros nos enfocamos a consagrar los Templos para los Dioses de la Ley, pero no buscamos más nada en nuestra estadía... sólo proteger los Templos y consagrarlos-

Al parecer los templos habían sido consagrados a los dioses de la ley, aunque todavía no sabíamos si eran dioses del bien o del mal. Sería eso importante, o debíamos enfocarnos en derrotar al caos por sobre todas las cosas? No lo sabía en ese momento.

-De acuerdo, entonces el siguiente paso es explorar los templos en busca de los objetos mágicos...

De pronto recordé el asunto de las trampas.

-Pueden decirnos que clase de trampas pudieran haber allí?

Información general sobre el tema de los inquisidores y la captura de templos enemigos: 

Introducción:

Por fin, tras miles de años de lucha entre los Dioses y sus seguidores, se firmó la paz, tres representantes de los tres grupos de Dioses firmaron un acuerdo de no agresión en el continente, a cambio se creo un tratado de leyes acordado por los tres Dioses ( Hextor por el mal, Heironeus por el bien y S. Cuthbert por la neutralidad ), acordando que el peso recayera en la neutralidad; En los 209 años que han pasado desde entonces, el continente ha prosperado y para que esta tensa paz dure, se creó la Institución de la Sagrada Inquisición, dividida en dos grupos ( los dirigidos por el bien y los dirigidos por el mal ) su función encontrar a los más puros seres de los dos lados de la balanza, entrenarlos y convertirlos en jueces allí donde los poderes del acuerdo no lleguen. El tratado de paz solo sirve para el continente, fuera de el las leyes y normas de este tratado no sirven. Durante 200 años los territorios exteriores al territorio del pacto han sobrevivido por su cuenta, han creado, estados, ciudades, .... separándose del ritmo de la civilización del continente.

- " Entiendo, así que habéis tomado las dos capillas al enemigo, bien hecho pues. ¿ sabéis algo de los golems ? ¿ habéis visto a los otros inquisidores ? y necesitamos entrar en las capillas, bajo cada estatua de su interior hay cuartos secretos con objetos mágicos que pueden ayudarnos en la misión, tenemos que resolver sus acertijos y entrar. Ya lo hicimos bajo una de ellas abrir una de las tres puertas que había, así que podremos abrir las demás " -

Miro a mi alrededor mientras espero respuestas

- " Muchachos ( digo a los cabos ) que mientras vuestros hombres monten guardia, que vigilen tanto el camino que desciende del volcán como por el que hemos venido, no queremos sorpresas " -

Me giro hacia Guardian, que es quien hace preguntas que puedo contestar. - Tras ... miro hacia el cielo ... la hora que resta, podéis hacer lo que queráis, no se nos ha pedido proteger los tesoros que aquí se guardan. Pero deberéis esperar una hora, el templo se está consagrando y eso si que lo tenemos como una orden. Luego incluso yo, os ayudaré en vuestro cometido.

- Con respecto a las criaturas que por aquí pasaron, dos creo, eran golems de carne y el último era un golem de piedra. Eran demasiado poderosos, como para enfrentarnos nosotros solos a ellos. - Respecto a los otros inquisidores, no les hemos visto, preferiría por mi parte, que hubiesen pasado a otra vida ... como comprenderéis no nos llevamos demasiado bien.

Ashrac nos contó que debíamos esperar una hora hasta que se consagraran los templos. Luego podríamos ir en busca de los objetos.

-Creen que la consagración de los templos pueda afectar de alguna forma los objetos mágicos?

Atrus miró a su compañero sin ocultar su desaprobación.

-Amigo, ciertamente no estamos para perder brazos que estén de nuestro lado- le dijo a Ashrac -Espero sinceramente que estén vivos, porque su poder bien nos viene en este momento- negó con la cabeza -Ojalá fuéramos más...-

Luego miró a Fonkin.

-No creo que les afecte, después de todo, son templos dedicados a la legalidad. En todo caso podría haberlos afectado la profanación, pero también dudo que los que hayan construido los templos y escondido los objetos no hayan pensado en esa posibilidad-

Finalmente, miró a Gardian que, con su pragmatismo, cada vez hacía que le cayera más en simpatía.

-Eran tres los gólems- corrigió Atrus -E iban con mucha prisa... tanta que ni se detuvieron aquí, aún sabiendo que había personas aquí, ya que, como les conté antes, uno de esos gatos mecánicos había aparecido por los templos-

Atrus miró hacia el volcán y luego hacia los templos.

-Creo que apenas podamos deberíamos ir hacia el Volcán- sugirió -En poco tiempo estos templos estarán nuevamente consagrados y podremos partir con ustedes-

El final del ritual será a la 01:05 am, en un par de horas, hasta entonces si acordáis no investigar los templos tenéis tiempo para organizar la guardia y vigilancia del lugar. En seguida os dais cuenta que Ashrac ha incorporado nuevos miembros a la defensa de los templos, exactamente 12 esqueletos, 6 en cada templo vigilando quien entra en el cada templo.

Tras ello si todos seguís de acuerdo en el plan, comenzaremos la investigación de como acceder a las zonas ocultas.

¿ correcto ? ¿ proseguimos pues ?

Al reconocer a las dos figuras salir de los templos, Doflar suspiró aliviado. Por un momento había pensado que serían los golems, pues allí todo el mundo era más grande que él, pero pronto se dio cuenta de su error, y se alegró del mismo, claro.

Se acercó a Ashrac y a Atrus, y aunque ambos le intimidaban, consiguió acercarse lo suficiente como para escuchar toda la conversación entre su superior y ellos. Pronto aquello se convirtió en casi un debate y el pequeño mediano se sintió más a gusto, tanto como para participar en la misma. - Me alegro de veros, de verdad. Es un alivio saber que estáis bien y poder contar con vosotros, ya que los seguidores del Caos son muchos y peligrosos. - les dijo de forma sincera a modo de relajar la tensión que parecía haber en el ambiente. El mediano era muy capaz de llevarse bien con mucha gente, siempre le habían dicho que tenía la mente muy abierta - Si los dos Golems de carne y el pensante han ido hacia el volcán, deberíamos darnos cierta prisa en buscar los objetos. ¿Están ambos templos consagrándose a la vez o se puede entrar en uno de ellos para ir adelantando en algo? - preguntó a Ashrac. De alguna forma extraña, pese a que a algunos no les hacía mucha gracia acercarse a Ashrac, y aunque ése hombre levantaba no-muertos y tenía un genio vivo, a él le caía bien.
 

- Sí, bueno, no conozco mucho de rituales, pero si el de Ashrac está en acción, lo mejor será esperar a que termine para no interrumpirlo y que suceda algo perjudicial para alguien, o que le toque volver a empezar y perdamos un tiempo precioso. No sabemos totalmente como puede reaccionar la magia, y menos si hay un Dios por el medio. - dijo, apoyando que no se molestara el lugar del ritual, teniendo en cuenta que en poco tiempo volverían a ser propiedad de los Dioses Legales. - ¿Habrán gemas allí dentro? - murmuró para sí mismo, pero de una forma que los que estaban cerca de él pudieron escucharlo sin problemas.

A la orden de Gardian, Doflar asintió y les dio dichas instrucciones a sus hombres, volviendo rápidamente con el grupo para seguir con la conversación.

Doflar se acercó por la espalda de su superior mientras volvía de dar las órdenes a sus hombres y tirándole de nuevo de la capa, le hizo agacharse para susurrarle unas palabras. - Señor, dado que vienen con nosotros y nos van a ayudar, ¿no sería mejor que les contáramos lo que hemos descubierto sobre el objetivo del sumo sacerdote maligno del Caos, ése tal Gran Koraagshag, avatar en la tierra de Arioco, Caballero guardian de las espadas, Señor de las Siete tinieblas, Señor del Infierno Superior? Quizá les interesa saber que es la representación del señor del Caos en la tierra y está loco...y que hay otro Culto del Caos de otro Dios, Pyaray? Ah, y lo otro que nos contó, lo de que cada nivel del templo está gobernado por uno de los seis, y estos tienen que encontrar un lugar mágico creo, el cual si es bendecido a su dios abrirá un plano con su Dios, al parecer es lo que más le preocupa a el gran Koraagshag, lo demás es para poder traer esclavos, comida y equipo, por eso se invade el exterior de vez en cuando. Pero si consiguen encontrar el portal, no solo caerá esta isla, serán imparables. -

Miró a su superior y respiró. - O al menos eso es lo que recuerdo - dijo bajando un poco más aún el tono de voz, como si le diera vergüenza.

El capitán notó como se quitava otro de los grandes pesos que arrastraba de encima. Parecía que en el fondo, eran buena gente, aunque no hubieran actuado de la mejor manera para mostrarlo. -Me alegra que finalmente nos hayamos entendido de una vez. Hubiera preferido que los templos estuvieran dedicados cada uno a un dios legal y otro maligno, para ser equitativos. Me imagino que habrán rencillas en un futuro sobre esto pero bueno, ya os las apañaréis entre vosotros, solo espero que no tenga que intervenir.

Así que los gólems habían pasado de largo de los templos... Eso solo podía significar una cosa: que iban directos al volcán puesto que no había otro objetivo en la isla relevante. Y la ciudad estaba en dirección contraria. Esperaba que lo que hubiera dentro de los templos decantara la balanza lo suficiente como para justificar el tiempo invertido aquí. Y también había de esperar a que los del castillo regresaran con algún progreso.

-El gato que te encontraste debía de ser alguna especie de explorador, tiene su lógica. No irán los tres por la isla sin saber si hay una emboscada unos metros más allà, no me sorprende -dijo ante el encuentro de Atrus.

Se quedó cavilante hasta que un intrépido y hablador Doflar le estiró de la capa cual niño buscando la atención de su padre y le sugirió que le contara la información acerca del volcán. -Ah sí, cierto. Gracias, Doflar. Últimamente se me van las cosas de la cabeza. Se volvió hacia los mercenarios y les explicó aún más nuevas. -Otra cosa más que tendríais que saber. Persuadimos al trasgo que os comenté con un poco de alcohol y nos explicó lo que pasaba en el interior del volcán. Parece que el cabecilla de la seca del Caos es un tal Gran Koraagshag, avatar en la tierra de Arioco, Caballero guardian de las espadas, Señor de las Siete tinieblas, Señor del Infierno Superior y quién sabe cuántos títulos más. También se supone que es la representación del señor del Caos en la tierra y está loco... Y hay otro Culto del Caos de otro Dios, Pyaray, del cual no tengo ni idea. Se ve que cada nivel del templo está gobernado por uno de los seis, entiendo que un cabecilla de similar poder y estos tienen que encontrar un lugar mágico , el cual si es bendecido a su dios abrirá un plano con su Dios. Al parecer es lo que más le preocupa a el gran Koraagshag, lo demás es para poder traer esclavos, comida y equipo, por eso se invade el exterior de vez en cuando. Pero si consiguen encontrar el portal, no solo caerá esta isla, serán imparables. EL trasgo y los goblins supongo que huyeron al ver que la cosa se ponía fea. Nos hicieron un mapa de los primeros niveles con las trampas y demás a los cuales ellos tenían acceso. Lo tiene Bráedam o Dark, uno de los dos.

Dejó ir una bocanada de aire e inspiró largamente. Se giró otra vez hacia Doflar y le dijo: -¿Cómo recuerdas todo eso...? Da igual. Gracias por el recordatorio. Memoria de mago, supongo...

- En el templo no nos enseñaban eso de ayudar a los siervos del bien, pero hasta que desplacemos definitivamente al caos de esta isla, podré tolerarles. Señalo a mis criaturas no muertas. - Son aliados, no tenéis que atacarles, permitirles el paso. Con respecto a los templos, Fulgur, eso no puede ocurrir, solo servirán a uno de los lados de la balanza. 

Bráedam se adelanta para inspeccionar la nueva estancia, estamos animosos porque pensamos que no puede haber mucho peligro en este momento, pero no debemos precipitarnos porque una trampa puede acabar fácilmente con alguno, u otro muro que se mueva por los pasillos.

- Iremos uno de mis hombres y yo los primeros, el resto que nos siga, si hay combate y es posible, rodearemos al enemigo para atacarle todos los que podamos. Darc, si estás usando un detectar magia, mantenlo activo todo el tiempo que puedas, nos será de gran utilidad aquí abajo, vamos a ver lo que nos deparan las nuevas habitaciones.

El escudo y la espada preparados, puede que no sean muy útiles ante lo que esté por venir, pero son reconfortantes y es un aspecto que hay que tener en cuenta.

Sigamos! susurro la elfa al ver el oscuro pasillo que se abría ante ellos. Alfonso mantente cerca y protégeme, Darck mantén tu conjuro de detectar magia, nos vendrá bien descubrir cualquier emanación mágica, por si hubiera alguna trampa o mecanismo. Los demás intentad no hacer ruido, manteneos a una distancia prudencial para que la antorcha no interfiera en mi visión. Avanzando Bráedam, se movió sigilosamente junto a Casiopea, la cual se mantenía alerta. Desapareciendo poco a poco en la oscuridad se acercó a la esquina y oteo el siguiente pasillo.

Atrus puso los brazos en jarra.

-Entonces, con más razón, debemos partir lo antes posible- dijo Atrus -Eso no se ve para nada bien-

Miró a Doflar para responderle, y agradeció en su interior su frescura para tratar el tema.

-Ambos se están consagrando a la vez, pero no creo que haya problema alguno en observar la zona mientras nosotros terminamos el ritual de consagración. Una vez terminemos podríamos revisarlos a fondo- dijo encogiéndose de hombros -Aunque el experto es Ashrac- y lo miró a su compañero.

-¿Alguno sabe en cuánto regresará Darck?- preguntó mirando una vez a uno, luego a otro... terminando en Fulgur -Necesitaremos ese mapa para cuando vayamos al volcán- y allí le entró cierta duda -¿Quiénes fueron al castillo? Es un gran mago, pero espero que haya quien lo proteja-

-Pues...lo más seguro es que regrese cuando se haya quedado satisfecho. Supongo que lo sabréis mejor que yo. Como os he dicho antes, él mismo se ofreció a quedarse al castillo. En un principio había dejado a Bráedam y Alfonso, que como véis no están aquí, como los encargados de limpiar el castillo e inspeccionarlo. Con cada uno de ellos iba una escuadra de milicianos, así que no están tan solos como os pensáis. Total, tampoco tenemos nada más que hacer, así que les daremos tiempo para que terminen mientras esperamos aquí a que se acaben de consagrar los templos. Si para entonces no tenemos noticias de ellos, ya haremos algo -dijo respondiendo al explorador.

Se giró hacia el clérigo, respondiendo a su alusión: Y no te preocupes, Ashrac, nadie va a entrar en los templos mientras se estén consagrando, tienes mi palabra. Solo me faltaría ahora tener más problemas.