Partida Rol por web

Las Guerras de la Luz y la Oscuridad

[REGLAS] Creación de Personajes y Reglas Caseras

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27/12/2020, 20:28
Narrador

En lugar de eso, podría ser la hija menor de la familia de uno (o una) de los Siete Burgueses que gobiernan Harrowdale.

Por si no lo tienes:

Raven’s Bluff (desconozco el nombre en español)

Riscorvo (ugh)

Su impaciente tutor comunicó a los padres que la niña no tenía talento, no era apta para la magia ni lo sería nunca. Después de habérselo comunicado a ella de forma bastante poco diplomática.

¿Seguro que será lo suficientemente potente? Quiero decir, le demostró a su tutor que estaba equivocado al convertirse en una hechicera de cierta habilidad. ¿No le bastaría eso para dejarlo atrás y superarlo?

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27/12/2020, 20:38
Rya Shaleel-Balthus

Y ahora, dudas sobre dotes y objetos:

Los lanzadores espontáneos no pueden lanzar conjuros santificados, puesto que tan solo los clérigos exaltados pueden lanzarlos de forma espontánea. El resto de clases necesitan prepararlos. Pero entiendo que con esta dote, cumpliría el requisito y podría dedicar huecos para preparar estos conjuros (armadura luminosa, principalmente).

Respecto a los bastones rúnicos, según las reglas del Compendio de Objetos Mágicos:

If you want to create a runestaff of your own design, it should have two to five arcane spells associated with it, and the spells should be thematically linked in some way. The lowest-level spell in a runestaff should be at least 3rd level.

Sin embargo, los bastones rúnicos del compendio incluyen conjuros de niveles inferiores a 3. Es más, inmediatamente después de indicar que el conjuro de nivel inferior debería ser de 3º o más, aparece este ejemplo:

Steve’s sorcerer wants to invent the runestaff of speedy travel, which would provide Dimension Door (4th), Fly (3rd), and Expeditious Retreat (1st). The price for this item would be 6,400 (4 ×  4 × 400) plus 1,800 (3 ×  3 × 200) plus 200 (1 ×  1 × 200), or 8,400 gp. If he only wanted to be able to use dimension door once per day, the price would be reduced to 6,800 gp (4 × 4 ×  200 gp for dimension door, plus the other costs as normal).

Así que la cuestión es si es posible crear un bastón rúnico con conjuros de nivel inferior al tercero, pero incluyendo siempre alguno de nivel 3 o más.

Por otro lado, para confeccionar el bastón rúnico en cuestión emplearía esta dote. También me permitiría actualizar el bastón rúnico sacrificando oro y objetos mágicos en el futuro. 


Por si no lo tienes:

No lo tenía. De hecho, no esperaba que estuvieran todos definidos en el trasfondo. ¿No puede haber alguno muerto y sustituido? Si no, creo que le haré una familia rica, pero menos que los Siete. La octava o la novena XD.

Riscorvo (ugh)

No está tan mal. Al menos no es Argluna.

¿Seguro que será lo suficientemente potente? Quiero decir, le demostró a su tutor que estaba equivocado al convertirse en una hechicera de cierta habilidad. ¿No le bastaría eso para dejarlo atrás y superarlo?

La cuestión de fondo es que no es una maga, y o bien no tiene la capacidad para serlo, o bien no ha demostrado dicha capacidad. Puede controlar la magia gracias a una capacidad innata, y siente que no se lo ha ganado. Si no te parece lo bastante intenso, puedo introducir alguna tragedia en su trasfondo, no obstante.

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27/12/2020, 21:44
Narrador

Pero entiendo que con esta dote, cumpliría el requisito y podría dedicar huecos para preparar estos conjuros (armadura luminosa, principalmente).

No está tan claro que se pueda, pero lo admitiré de todos modos.

Así que la cuestión es si es posible crear un bastón rúnico con conjuros de nivel inferior al tercero, pero incluyendo siempre alguno de nivel 3 o más.

De nuevo: no está claro, pero lo voy a permitir. Adoro los bastones rúnicos.

Por otro lado, para confeccionar el bastón rúnico en cuestión emplearía esta dote. También me permitiría actualizar el bastón rúnico sacrificando oro y objetos mágicos en el futuro. 

Oh, el wombo-combo de reliquia ancestral para cambiar los conjuros del bastón rúnico a placer. Hay un tío en los foros de GitP que lo recomienda todo el tiempo. Me parece bien. Ya llevamos mucho tiempo jugando juntos y no creo que vayas a estar meditando de forma casi diaria para cambiar los conjuros del bastón como sugería ese tipo.

¿No puede haber alguno muerto y sustituido? Si no, creo que le haré una familia rica, pero menos que los Siete. La octava o la novena XD.

Si no te encaja ninguno de esos, claro: haz de tu capa un sayo.

La cuestión de fondo es que no es una maga, y o bien no tiene la capacidad para serlo, o bien no ha demostrado dicha capacidad. Puede controlar la magia gracias a una capacidad innata, y siente que no se lo ha ganado. Si no te parece lo bastante intenso, puedo introducir alguna tragedia en su trasfondo, no obstante.

Bueno, dale una segunda vuelta. Siempre tenemos tiempo de descartar la tragedia y volver a la casilla de salida de la maga.

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27/12/2020, 23:04
Rya Shaleel-Balthus

Tan solo quiero añadir o quitar conjuros cuando suba de nivel sin hacer cosas raras. No me había fijado en la opción de cambiar conjuros a voluntad, pero supongo que, leyendo de forma estricta la dote, basta con sacrificar un objeto mágico barato para rehacer el bastón. Tampoco es cuestión de hacer un bastón de manufactura élfica con tres cámaras de varita y las tres partes con los encantamientos que aumentan la CA y la iniciativa XD.

Iré haciendo la ficha y escribiendo el trasfondo estos días. 

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27/12/2020, 23:17
Narrador

supongo que, leyendo de forma estricta la dote, basta con sacrificar un objeto mágico barato para rehacer el bastón

Ni eso, si tiene el mismo precio no tienes que pagar nada.

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27/12/2020, 23:19
Rya Shaleel-Balthus

This requires a sacrifice of valuable items worth the difference between the market price of the magic item your relic will become and the market price of your current relic.

La diferencia es 0, así que no es necesario sacrificio. Qué buen ojo tienen algunas personas para fijarse en estas cosas.

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28/12/2020, 01:22
Narrador

Así es. El caso es que el combo no va a ser un problema usado con moderación, si va a ser una cosa que hagas cuando subas de nivel entre aventuras.

¿Conoces las knowstones?

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28/12/2020, 07:43
Rya Shaleel-Balthus

Sí, aunque son de la revista. Pero si las permites, seguramente (voy a ir justo de oro) me mire alguna de nivel 1. Las de nivel 2 o más no tengo claro que merezcan tanto la pena por ahora. 

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28/12/2020, 09:43
Narrador

Claro. Últimamente estoy que lo permito casi todo. No sé si eso es bueno o malo.

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12/01/2021, 02:01
Rya Shaleel-Balthus

Hola, hola.

Tienes el trasfondo  en el perfil, en notas. Creo que identificarás fácilmente el punto débil que pediste. A partir de la parte: "Aliados de Rya" no hace falta que leas, pues falta bastante. A la ficha también le falta trabajo.

Y ahora, una cuestión sobre el PJ. Dado que tenemos a una semicelestial y una licántropa, estaba pensando qué podía darle de especial a mi PJ (como si lanzar conjuros arcanos fuera poco espcial XD), y me gustaría que Rua tuviese algo tan paladinesco como una montura especial.

Se me ocurren varias formas de conseguirla:

- Dote wild cohort. Es sencillo, pero tiene una pega fundamental: esta dote permite conseguir un animal, y preferiría que fuese una criatura inteligente.

- Dote liderazgo. En este caso, la montura sería la cohorte, lo que me permitiría tener una con nivel equivalente de 7. Algunas posibilidades:

  • Pegaso. Tiene 4 dg y cuenta como +2 para cohorte, así que sería ECL 6. Sería un pegaso + 1 nivel de clase (o plantilla +1), lo que me permitiría personalizarlo un poco.
  • Una montura hecha a base de plantillazo. Por ejemplo: un caballo de guerra semidragón, que tendría 3 dg (o 4 para un caballo de guerra pesado) + 3 LA por la plantilla. El problema es que tendría INT 4, es decir, apenas inteligente. Se podría solucionar si el caballo de guerra fuera un "despertado", pero los animales despertados ganan 2 dg, por lo que pasaría a ECL 8, uno por encima de lo que puedo admitir a nivel 9.

- Dote dragon steed. Esta dote permite conseguir un dragonnel como montura. Una buena alternativa, excepto porque la dote no indica que pueda avanzarse, así que, si bien a nivel 9 es aceptable, parecido al pegaso, a partir del siguiente nivel se iría quedando atrás. Además, tiene inteligencia 6; no es tan tonto como el caballo semidragón, pero no tiene muchas luces.

Así que, con esas dudas estoy. Dime qué te parece, y con lo que me digas, me decanto por una o por otra. Suponiendo que te parezca bien que la señora vaya montada XD.

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12/01/2021, 10:17
Narrador

Me parece todo bien. Estuve mirando los asperii, por darte alguna idea más, pero no detallan el Ajuste de Nivel para convertirlos en cohorte (sí vienen reglas para comprarlos, si te interesan, por 7.000 po más 2.000 po para entrenarlos).

Por lo demás, solo señalarte que aunque la Urdimbre Sombría es conocido por los todos los jugadores, no es así para los PJ. Se supone que es el secreto mejor guardado de la iglesia de Shar (que es de por sí bastante secretista), de modo que Rya no debería saber que Dal-Mulanir es un adepto sombrío (aunque lo sea realmente).

PD: he estado mirando información y Llevwan Aspenwood abre la Casa de Mystra en 1.368 CV, 4 años antes de que empiece la campaña. ¿Te cuadran las fechas o necesitas que mueva la fecha de la fundación?

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12/01/2021, 22:16
Rya Shaleel-Balthus

Creía que la Urdimbre Sombría era más conocida. ¿Ni siquiera al ser miembro de los Guardianes de la Urdimbre habría oído hablar de ella?

They were of the shared opinion that the greatest threat to the Weave was the church of Shar, their revered goddess and the Shadow Weave itself. They believed the Mistress of the Night and her followers were scheming to challenge Mystra and completely devour the Weave

No obstante.

PD: he estado mirando información y Llevwan Aspenwood abre la Casa de Mystra en 1.368 CV, 4 años antes de que empiece la campaña. ¿Te cuadran las fechas o necesitas que mueva la fecha de la fundación?

Me vendría bien. Sabía que la fecha de la fundación era 1 368, y creo que lo menciono de forma indirecta en el trasfondo de Rya, pero por alguna razón, se me había metido en la cabeza que la campaña empezaba en 1 380.

Los Guardianes de la Urdimbre se fundan en el 72, por cierto. Según mi cronología mental, llevaban 8 años activos al empezar la campaña. Tendré que modificar algún detalle para reflejarlo, pero de esta forma, es razonable que no conozcan todavía la existencia de la Urdimbre Sombría.

Me parece todo bien. Estuve mirando los asperii, por darte alguna idea más, pero no detallan el Ajuste de Nivel para convertirlos en cohorte (sí vienen reglas para comprarlos, si te interesan, por 7.000 po más 2.000 po para entrenarlos).

Es más eficiente comprarlos (el pegaso es incluso más barato, 4 000 mo solamente), pero con dote lo puedo avanzar, y es como más parte del PJ.

Hablando de dotes y dinero, con el segundo estoy haciendo equilibrismo. ¿Admitirías la dote regional que permite al PJ tener más oro (trasfondo mercantil)? Suponiendo que se pudiera aplicar al oro inicial para hacer que los 36 000 permitan comprar como si fueran 48 000 XD. Claro que con esa dote y la de la montura, me quedaría sin sitio para alguna de las otras...

Edito: Aún no he decidido cuál va a ser la montura, pero estoy casi seguro de que voy a querer una: ¿me puedes crear un PJ para ella?

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12/01/2021, 23:02
Narrador

Pues con la reciente fundación de los Guardianes de la Urdimbre tenemos la excusa perfecta. Podría ser, de hecho, los acontecimientos que se desarrollan en nuestra partida los que informan a los Guardianes de la existencia de la Urdimbre Sombría xD.

Admitirías la dote regional que permite al PJ tener más oro (trasfondo mercantil)? Suponiendo que se pudiera aplicar al oro inicial para hacer que los 36 000 permitan comprar como si fueran 48 000 XD.

No xD.

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14/01/2021, 23:23
Berenice
Sólo para el director

Tengo 6+3+3+4+5+6+18 = 45 pg

- Tiradas (1)
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16/01/2021, 20:50
Rya Shaleel-Balthus

Buh.

Estoy escribiendo las relaciones de Rya, y necesito saber algo de Llewan Aspewold. ¿Tienes ya algo pensado para ella o puedo describirla como me apetezca?

Me vendría bien. Sabía que la fecha de la fundación era 1 368, y creo que lo menciono de forma indirecta en el trasfondo de Rya, pero por alguna razón, se me había metido en la cabeza que la campaña empezaba en 1 380.

No lo especifiqué, ¿pero se podría mover a 1 360 aproximadamente? Por eso de los ocho años de descuadre con la idea que tenía de la partida.

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16/01/2021, 22:38
Narrador

Llewan Aspenwold es la prelada y fundadora del templo de Mystra en Ciudad de Valle de la Rastra. En estos cuatro años ha conseguido muy pocos conversos y la mayoría de los rastreños simplemente la ignoran a ella y a su pequeña congregación. Llewan está dispuesta a hacer algo dramático con tal de llamar la atención de sus vecinos y conseguir prosélitos.

 

 ¿pero se podría mover a 1 360 aproximadamente?

¿Doce años? Parece mucho. ¿Te cuadraría que Llewan llegara después de fundarla o que ascendiera a prelada del templo más tarde?

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17/01/2021, 07:35
Rya Shaleel-Balthus

Le doy una vuelta esta tarde, arreglo el trasfondo y te comento. 

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17/01/2021, 09:51
Narrador

Vale.

Otra cosa que creo que tienes que encajar cronológicamente es la inestabilidad de la Urdimbre en la zona. Es algo relativamente reciente que, como mucho, se podría medir en semanas. Desde luego no en meses o en años.

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17/01/2021, 19:17
Rya Shaleel-Balthus

Creo que así encaja todo:

Hogar.

Era un hogar humilde. Hasta no hace mucho, ni siquiera había sido una casa. Un almacén viejo, abandonado años atrás, en la periferia de la ciudad. Demasiado lejos del puerto para ser de utilidad a la familia. Sin embargo, a Rya siempre le había gustado el edificio, y su abuela se lo había dado de buena gana. La planta baja, que meses atrás estaba plagada de telarañas, moho y barriles de madera podrida, estaba ahora prácticamente vacía. La piedra estaba encalada y pintada, y los maderos tratados para alejar la humedad. La mayor parte del piso era de tierra, pero estaba cubierto por serrín y paja limpios.

Era un hogar humilde, pero acogedor. Unas escaleras de madera nuevas llevaban a la planta primera que Rya había mandado construir. Cuatro dormitorios pequeños y espartanos, a la manera de las celdas monacales, y un salón amplio, presidido por una chimenea central, las paredes cubiertas de tapices, el suelo alfombrado y, alrededor del suelo, sillas mullidas.

Tres mujeres estaban sentadas alrededor del fuego. Dos charlaban animadamente, con sendas jarras de vino en las manos. La tercera, la mayor de las tres, dormía plácidamente.

Yo solo te digo que tuve que comprar más ropa interior en dos años que en el resto de mi vida, decía una de ellas, gesticulando con tal expresividad que derramaba tanto vino como bebía. La que hablaba era una mujer de unos veinticinco años. Tenía el pelo corto, recortado con elegancia, y un rostro inusitadamente bello; Rya suponía que había elfos entre sus ancestros.

No puede ser, respondió la otra, cubriéndose el rostro con la palma de la mano. Era una mujer algo mayor, cerca de la treintena. Rya era alta y fuerte, de facciones severas y largo cabello indomable.

La otra mujer bebió un sorbo de vino y suspiró. Te toca, dijo. Y más vale que sea una historia tan jugosa como la mía.

Eso… eso es complicado.

 

Magia.

Era muy pequeña. Sería el cuarenta y ocho… cuarenta y nueve a lo sumo. Ya sabes cómo son las cosas por aquí ahora, y aún faltaban veinte años para que Llewan fundase el templo, así que no veíamos mucha magia en la ciudad. Cuando llegaba algún mago aventurero, lo echaban a base de malas miradas. Fue durante la boda del mayor de mis hermanos, Rowen, con la hija de un viejo socio de mi madre. Ya sabes cómo son las cosas, las familias mercantiles y las familias nobles no son tan diferentes como les gustaría creer.

Ellos procedían de Impiltur. Allí las cosas son diferentes; tienen un par de academias de enseñanza del Arte, y sus magos marinos son famosos. Dos de esos magos, que trabajaban para la familia de la esposa, montaron un espectáculo de ilusionismo. Fue increíble. No estaban a tu altura, pero yo no había visto nada parecido jamás. Me impresionó profundamente. Y creo que hubo algo más, que me tocó muy adentro. Quizás esté proyectando lo que sé y siento ahora a esa época…

Tanto les insistí a mis padres, que cuando tenía ochos años, me pusieron un tutor de magia. Pienso en ese hombre, y siento lástima, y siento ira y desprecio. Sé que no era fácil enseñarme, ya sabes lo que me cuesta leer y escribir, y entiendo la frustración que debió sentir, pero esa no era forma de hablarle a una niña.

Por suerte, no me quitó las ganas de aprender. Al contrario, lo deseaba con más fuerza, si cabe. Le había visto hacer magia delante de mí, como si fuera algo corriente, cotidiano, pero para mí era cualquier cosa menos eso.

El lugar donde está el templo, ¿sabes? No me sorprendió encontrarlo allí. Tenía que ser justamente en ese lugar. Me gustaba ese lugar, antes incluso, cuando solo era un solar. Una vez, después de jugar con mis amigos en la zona, nos quedamos dormidos, y yo soñé con una luz multicolor, semejante a un faguo fatuo visto a través de un caleidoscopio. Lo recordé justo cuando me encontré el edificio en pie.

Me gustaba merodear por las tabernas y posadas. Allí, a veces, había aventureros. Cuando veía un mago —aprendí enseguida a identificarlos—, le incordiaba. Supongo que tuve suerte, porque lo peor que me pasó fue llevarme un pescozón. Nada que me hiciera desistir, gracias a la Dama de los Misterios.

En ocasiones, paraba en el pueblo el viejo Halbryas. Era un sacerdote de Mystra, un predicador  incansable en tierras que poco querían a la Diosa. El pobre hombre pasaba más tiempo siendo paciente conmigo que predicando. Con el tiempo, consideró iniciarme en el sacerdocio, pero su empeño fue tan vano como el del tutor, aunque mucho más amable. Yo carecía de la paciencia y la dedicación a la oración y al estudio.

 

Orden.

El año que cumplí catorce, mis padres me enviaron a Riscorvo. Padre era de allí, y tenía muchos contactos. Él me acompañó y me presentó, y yo me quedé asombrada. La ciudad era inmensa en comparación con Ciudad del Valle de la Rastra, y padre conocía gente en todas partes.

Yo sabía por qué estaba allí, y admito que estaba ilusionada. Padre me dejó al servicio de la Orden de los Guardianes de la Llama Mística. Nos despertábamos muy temprano para trabajar en las cocinas o las caballerizas, desayunábamos cuando los caballeros habían terminado y no requerían nuestros servicios, y para entonces nos esperaban varias horas de instrucción y clases. Y más trabajo. Ni siquiera los días libres, que eran escasos, nos dejaban a nuestro libre albedrío. Había ceremonias a las que atender, y oraciones que hacer. Y lecturas, ya sabes lo difíciles que son para mí las lecturas.

Era una vida dura, muy distinta a lo que había conocido hasta entonces. Pero no tardé en acostumbrarme, incluso en apreciarlo. Hay algo limpio y bueno en el trabajo duro y la disciplina, cuando es para una causa digna.

Los años pasaron volando. Eso me parece ahora; supongo que a esa edad, me pareció casi una eternidad. Cuando cumplí los dieciocho, me asignaron como escudera de un paladín ordenado; Lord Hamperly.

La orden trabajaba en la ciudad. Se aseguraban de que la magia no se empleara para propósitos malignos. Pero algunos, como Lord Hamperly extendían su labor a todo Vesperin. A todo El Vasto, incluso. Así que durante dos años, viajé a su lado. Luché a su lado.

Era un buen hombre. Uno de los mejores que he conocido.

 

Asesinato.

Lord Hamperly era un hombre bueno. Era valiente e íntegro, y devoto, contaba chistes terribles más propios de un niño que de un hombre de cerca de cuarenta años, y era el peor jinete que jamás fue nombrado caballero. Más de una vez se aupó a la silla por un lado y se cayó por el otro. Y cuando viajábamos, había que contar unas horas de más porque no era capaz de aguantar sobre el caballo al galope.

Dos años estuve a su servicio, cuidando de su pobre yegua. Enseguida me cayó simpático, supongo que porque era tan negado para la magia como yo. Él también había querido ser un mago, y había acabado en la Orden por razones similares a las mías, pero ya en la madurez, el amor por la magia y la Señora le habían hecho volver a intentarlo. Llevaba a todas partes un libro de conjuros, regalo de un mago al que había salvado la vida. Todos los días, sin falta, al alba, estudiaba. Ciertamente, cuando se quitaba la armadura, era capaz de encender el fuego con una orden mágica, y se ayudaba de un sencillo conjuro para pulir la armadura y las armas.

No recuerdo cuántas veces me salvó la vida.

Una de las familias nobles de Riscorvo había sufrido un asalto en su mansión. Varios objetos de gran valor faltaban en su cámara del tesoro. Uno de sus sirvientes había desaparecido, y la hija mayor estaba muerta, ahorcada en su alcoba. Las autoridades contactaron con la orden porque uno de esos objetos era un bastón mágico de gran poder, perteneciente a un ancestro hechicero. Dos caballeros de la orden siguieron la pista del ladrón hacia el norte, y Lord Hamperly y yo nos unimos a ellos por casualidad, cuando los vimos dejar sus monturas cansadas y recoger monturas frescas en el establo de la posada donde estábamos alojados.

Creíamos perseguir al ladrón, pero el ladrón sabía que estábamos detrás de él, y nos estaba esperando. Era un hombre sádico y retorcido, y mucho más poderoso de lo que esperábamos. Llegó en silencio, durante la noche, mientras descansábamos, y su magia se apoderó de mi mente y mi cuerpo. Ni siquiera la Gracia me permitió resistir su toque repugnante.

Me hizo acercarme a Lord Hamperly, que estaba montando guardia en ese momento. Contó uno de sus chistes terribles, y yo reí, y mientras él me miraba, creyendo que iba a quejarme como solía hacer, le clavé el cuchillo de la carne bajo la mandíbula, atravesando todo el cráneo hasta el cerebro.

Las siguientes semanas fueron duras y confusas. Los caballeros no me mataron allí mismo porque no me resistí. Sé que me llevaron al cuartel de la orden, donde fui interrogada bajo conjuro, y que fui absuelta y que la Dama me concedió la expiación a través de uno de sus sacerdotes. Sé que hablé con el maestre, largamente, pero no recuerdo qué nos dijimos. Solo que recogí mis cosas y me marché.

 

Hechicería.

Tenía veinte años cuando ocurrió. Andaba por aquel entonces con una banda de aventureros a los que conocía de la congregación de Mystra de Riscorvo. Las Plumas Azabaches, nos hacíamos llamar, por insistencia de Belenia, nuestra bardesa. Se dirigían a otras tierras, y yo solo deseaba marcharme de la ciudad.

Fue mi amiga Kovalka quien se dio cuenta. Reacciones demasiado rápidas, golpes que se desviaban milagrosamente, tajos inhumanamente certeros… No es que la vida aventurera me estuviese haciendo mejor luchadora, sino que estaba empleando magia. Otros que despertaban a su herencia podían conjurar llamas, disparar proyectiles de pura energía, provocar un sueño inexplicable. Mi magia era demasiado sutil para que una cabeza hueca como yo se diese cuenta de lo que estaba haciendo.

¿Cómo me sentía? ¿Se puede estar al tiempo extasiada y decepcionada? Era la realización de un deseo que había enterrado profundamente años atrás, pero que nunca había conseguido erradicar. Y al mismo tiempo, era tan diferente a lo que había imaginado. Era algo tan natural, tan poco premeditado…

Kovalka era una ethran, así que sus conocimientos de tales asuntos eran muy superiores a los míos, a pesar de mis estudios en la orden. Con su guía, aprendí a controlar a voluntad mis aptitudes. Y las he desarrollado ampliamente desde entonces, como ya sabes. Aunque siguen siendo sutiles, gracias a Nuestra Señora.

 

Guardianes.

Fueron unos buenos años, pero no tuvieron un buen final. A Dorban lo mataron en una escaramuza con unos robaconjuros drow. Belenia, que le amaba profundamente, no se recuperó del dolor. Se fue volviendo cruel y hostil. Poco tiempo había pasado cuando después de una desagradable discusión con Kovalka, arrojó su flauta al suelo y la pisoteó hasta que la hizo añicos. Se marchó y no volvimos a verla.

Kovalka y Demitri regresaron a Rashemen. Habían postergado mucho tiempo el momento de regresar y asumir sus responsabilidades. Me ofrecieron ir con ellos, pero mi camino había de ser otro. Me quedé sola de nuevo, llena de dudas. Y entonces, regresé al Valle de la Rastra. Partí de Procampur en una nave costera, con la idea de descender en Riscorvo y tomar otro barco hasta Ciudad. Mas no fui capaz. Seguí hasta Tantras antes de hacer el transbordo.

Las Plumas Azabaches nos habíamos labrado una buena reputación en ciertos círculos, desde Damara hasta el Cormyr. Entre nuestros enemigos se contaban las Dagas Siniestras, una banda de robaconjuros de Sshamath; Dal-Mulanir, un nigromante no muerto que conjuraba de forma que me ponía los pelos de punta; o los Luperne, una familia de mercaderes que esclavizaba magos para obligarles a fabricar objetos encantados.

Aluvauna Thornym se puso en contacto con nosotras directamente a principios de este año. Con Kovalka, de hecho. Los Guardianes de la Urdimbre acababan de nacer, y Aluvauna y sus lugartenientes estaban ocupados haciendo aliados entre organizaciones e iglesias amigables. Lo siguen estando. Kovalka suponía un enlace directo con las wychlaran; un activo considerable. Aceptó enseguida, y ella me propuso a mí. Kovalka me envió un mensaje mágico, y al día siguiente, ella y Aluvauna se teleportaron al templo y vinieron a verme aquí. Fue unos días antes de que nos conociéramos.

Me costó mucho aceptar. Sentía que tenía una deuda que pagar, y que esa era la manera, pero no me sentía digna. Si no me hubieses convencido, Morann, creo que todavía no habría sido capaz de hacerlo.

 

Regreso.

Los aprendices y pajes de la orden podían visitar a sus familias una vez al año, en fechas elegidas por ellos mismos, durante una decana. Sin embargo, desde que fui asignada como escudera de Lord Hamperly, y después, durante mis años errantes, las visitas fueron cada vez más breves y espaciadas.

Las Plumas nos encontrábamos en Lyrabar cuando me alcanzó la carta de Llewan. Habíamos estado varios días a bordo de un barco, colaborando en la investigación de una zona de magia salvaje de reciente descubrimiento en el Mar de las Estrellas caídas. Un asunto feo, y del que no sacamos nada en claro.

Llewan me contaba que estaba en Ciudad del Valle de la Rastra. Que un lugareño al que había salvado la vida le había cedido un solar que le pertenecía, y que estaba edificando un templo a la Dama.

Era una carta larga, y me costó mucho leerla, pero lo hice varias veces seguidas. Podía sentir la pasión en sus palabras, aunque no fuesen más que letras sobre un papel. Y la forma en que describía la Ciudad era vívida. Me pasé el día devorada por la angustia, con ganas de echarme a llorar por la nostalgia. Fue eso lo que me decidió a venir en primer lugar; algo me decía que era el momento de volver, reencontrarme con mi familia y lo que quedara de mi infancia. Sin embargo, no lo hice hasta que se deshicieron Las Plumas, unos meses más tarde.

De paso, te dejo los allegados de Rya, a falta de encuadrar las relaciones con los PJs:

Morann. La joven es la pareja de Rya desde hace unos meses, y ambas viven juntas en la vivienda del almacén.

Morann, siendo aún una adolescente, trató de robar en la torre de Elminster, con desastrosos resultados. El viejo mago, por alguna razón misteriosa —ella opina que la razón es que es un viejo rijoso—, la acogió en su morada como sirvienta, hasta compensar la destrucción de propiedad causada por el intento de robo, y como aprendiza.

Hace poco menos de un año, Elminster la envió al Valle de la Rastra —ella opina que lo hizo porque había crecido demasiado para los gustos del viejales— para ayudar al templo a extender la fe de Mystra entre los locales.

Rya y ella se conocieron en el templo, y no tardaron en sentirse atraídas. La amistad, empero, llegó cuando ya habían tenido varios encuentros íntimos, pues ambas eran reservadas sobre sí mismas y tenían personalidades en apariencia poco compatibles.

Morann no respeta la autoridad, y parece considerar el mundo como una broma de mal gusto e hilarante al mismo tiempo. Tiene las emociones a flor de piel; ríe mucho, con fuerza, y llora o grita de ira con la misma facilidad.

Hace unos meses que vive con Rya en el almacén.

Kovalka. Los hermanos rashemitas, Kovalka y Demitri, eran parte de las Plumas Azabaches, una banda de aventureros con los que Rya trabajó durante algunos años. Ella era una ethran ampliando sus horizontes, y él actuaba como su guardaespaldas.

Kovalka fue la primera persona que reconoció la naturaleza de Rya, cuando ella misma era inconsciente de ella, y la que la guío en el proceso de controlarla al principio, y desarrollarla después.

Los tres se unieron a los Guardianes de la Urdimbre casi al mismo tiempo, y aunque a los Valles y Rashemen los separan cientos de millas, siguen en contacto gracias a los conjuros de Kovalka, ahora una respetada hathran.

Llewan Aspenwold. Aunque Llewan procede del Valle de la Rastra, como Rya, se conocieron en otro lugar.

En aquellos días, Rya era una aventurera novata y las Plumas Azabaches llevaban tan solo dos meses juntas. Habían partido de Riscorvo hacia Sembia, y se encontraban buscando trabajo en la Torre del Misterio de Saerloon. Fue allí donde conocieron a Llewan, una adepta de Mystra que llevaba años estudiando y trabajando en la torre. Aunque estaba más cerca de los treinta que de los cuarenta años, sentía que la juventud se le escapaba, y un ansia de hacer algo diferente, algo más importante.

Partió de la torre con las Plumas, y fue un valioso y querido miembro de la banda durante algo más de un año. Mas tras ese periodo, sintió de nuevo la agitación y el convencimiento de que no era eso lo que Mystra tenía reservado para ella, y dejó la banda para seguir buscando.

Debió encontrar su llamada no mucho después, y para 1 368, había levantado la Casa de Mystra en Ciudad del Valle de la Rastra.

Desde que Rya volvió, Llewan y ella son amigas cercanas, y trabajan juntas en el templo. Sin embargo, mientras que Rya pertenece a un grupo de aventureros y la organización de los Guardianes de la Urdimbre, la dedicación de Llewan es total y, a juicio de la paladina, obsesiva. Rya está preocupada por la estabilidad de la sacerdotisa, cuya frustración por los efímeros resultados de su labor es cada vez más palpable.

Familia. Rya desciende de dos familias mercantiles de cierta consideración. Su madre es la capitana Adara Shaleel, hija de la recientemente retirada Durana Shaleel, y una de los siete burgueses que gobiernan el Valle. Su padre es Jormon Balthus, miembro menor de los Balthus de Riscorvo. Ambos decidieron casarse después de un año de encuentros románticos durante las noches que la nave de Adara pasaba en el muelle de Riscorvo.

Rya fue la octava de sus nueve hijos, lo que sirvió para disfrutar de una infancia sencilla, aunque no para formar parte de los asuntos de la familia. Tal vez las cosas hubiesen sido diferentes si hubiese regresado con el rabo entre las piernas cuando abandonó la orden, pero nunca podrá estar segura.

Jormon Balthus es un hombre que, a sus sesenta y cinco años, conserva íntegro el carisma que le granjeó decenas de amistades en todos los estratos de la sociedad de Riscorvo, y algunas más en el Valle. También es un hombre eternamente insatisfecho que se considera eclipsado por su familia y su esposa, y que considera que todos sus logros han sido gracias al esfuerzo de otros. Rya y él mantienen una relación cordial, incluso amistosa. Pero ninguno de los dos parece sentir el amor de un padre y una hija.

Adara Shaleel es una mujer vigorosa, como su madre, y a pesar de estar más cerca de los setenta que de los sesenta, todavía capitanea su nave favorita. Aunque desde hace una década, suele zarpar más de dos o tres veces al año, cuando en su juventud solía pasar más tiempo sobre las cubiertas que en tierra, incluso durante sus numerosos embarazos. La relación de Rya con ella es complicada. Adara ama a sus muchos hijos, y sigue en contacto con todos ellos. Salvo con Rya, que abandonó la orden sin avisar, ni dar una dirección, y de la que no supo nada durante dos años.

Rya ha tratado de enmendar la relación ahora que se ha establecido en la ciudad, pero la relación entre ambas es tensa y tirante.

Tres de los hermanos de Rya viven en el Valle de la Rastra. Mannvell, el segundo mayor, heredó la vocación de su madre y su abuela, y es el capitán más prolífico de la flota Shaleel, por lo que pasa la mayor parte del año en el Mar de las Estrellas Caídas. Un hombre maduro, tiene una hija no mucho menor que Rya que viajó a Amn para unirse a una expedición hacia Maztica, junto con uno de sus tíos. Guardaba mucho cariño a Rya cuando era una niña, y está encantado por su regreso. Cuando se encuentra en tierra, ambos suelen encontrar tiempo para conversar mientras beben cerveza en alguna taberna local.

Chaina, la cuarta, resultó ser tan fecunda como su madre, y ya tiene seis hijos propios y un puñado de años fértiles por delante. A diferencia de su madre, empero, no quiere saber nada de navegación. Ella y su esposo regentan una panadería, y siguen vidas humildes. Devota de Chauntea, censura a Rya por no haber tenido hijos todavía, y le insiste a menudo, con no poca condescendencia, en que deje a su amante y busque un hombre que le dé retoños antes de que el vientre se le vuelva yermo.

Jarin es el único hermano menor de Rya. Curiosamente, a pesar de que parecía abocado a un destino similar al de su hermana, la marcha y el desinterés progresivo de sus hermanos y hermanas mayores le hizo devenir en uno de los herederos de facto de los negocios familiares. Mientras que su hermano Mannvell es el capitán de la flotilla, él es al tiempo contable, administrador y financiero. Gracias a su buen hacer en el despacho, el negocio sigue a flote tras una década de dificultades. El joven, de carácter tímido pero firme, y poseedor de un humor ácido, no solo ha recuperado la relación con Rya, sino que se ha vuelto un gran amigo de ella y su pareja, y no es raro verle por el almacén donde viven.

La matriarca de la familia, Durana Shaleel, a sus noventa años, sigue siendo una mujer alegre, aunque de su fuerza y energía no queda demasiado. Solo los frecuentes cuidados de clérigos y alquimistas le permiten seguir con vida, pero aunque su cuerpo no responde como desearía, su mente es afilada como un estilete. Rya era una de las nietas predilectas de Durana, y fue ella quien enseñó a la niña a pelear. A pesar de los años transcurridos, Durana recibió a Rya con un abrazo, y en estos meses están incluso más unidas que durante su infancia.

Abuela: Durana Shaleel.
Padres: Jormon Balthus y Adara Shaleel.
Hermanos: Mannvell Shaleel-Balthus (segundo), Chaina Shaleel-Balthus (cuarta) y Jarin Shaleel-Balthus (noveno).

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17/01/2021, 22:19
Narrador

Todo bien. Gracias.