Partida Rol por web

Caminé hacia brusco cuando la gente se amontonó alrededor del mercader a cambiarle chatarra por comida. Le puse las riendas y reanudé la marcha. NOSTRUM parecía haber hecho nuevos amigos. Lo dejé estar y avancé buscando algún Frlyr sospechoso de ser el Sennëir que ajustició a ese druida. Ya tenía un cuerno, que me sería útil para algún embrujo potente. O para convocar a algún espíritu de la naturaleza. Saco los frasquitos de cristales y compruebo su estado. Eran tres frascos cristalinos, uno resplandecía y su calor se notaba por sobre el calor del desierto, el otro era frío, tan frío que era difícil diferenciar la sensación de malestar del mismo calor. Para ser opuestos, eran muy similares en sus formas extremas. 

Guardé los frascos y me encaramé en brusco para iniciar la marcha. Urgía por llegar a la ciudad azul, teniamos muchas cosas que hacer ahí. Brusco daba pasos y aveces se movía de forma errática, el suele ser muy centrado. Había pasado pocas veces, en todo mí viaje, y sabia de forma casi segura a que podía deberse.

Jhendrabi anciano. Habia un clan Kemanhi cerca, y estos insensatos, pensaban ir a hacer de exploradores. Bien por ellos. Mientras la marcha no se detenga mucho.

Resoplo y me anudo la capa al cuello y con el resto me enrollo la cabeza. Así, en cualquier circunstancia sería difícil reconocerme o si quiera, reconocer a un Kemanhi. 

El plan de la chica tenia sentido pero el guia se oponía. Nostrum se habia acercado a su rango de telepatía, donde sus olores podrían trasmitir eficazmente sus pensamientos, debía estar hablando con el.

-¡Ha!

De un taconeo, hice avanzar mí montura hasta flanquear al guía. Quizá pudiera intimidarlo un poco, no era mí intención, pero no me importaba tanto disculparme.

No sabia que estaría preguntando NOSTRUM, pero de forma casi evidente, tendría relación con la parada que estamos haciendo. ¿Le molestará el cambio de marcha? ¿O solo será curiosidad? Su mente funcionaba bastante distinto, y aveces entenderlo de forma correcta era complicado. Ya que su lenguaje era más explicito. 

-¿Tendrá algo que ver este clan con la ejecución del druida? - le comento al guía. 

Los Kemanhi se han (nos hemos) radicalizado mucho. 

Nos hemos, era correcto, Nox habia nacido en el yermo, según recuerdo, y yo me habia ganado ser Kemanh por derecho cuando seguimos al pacificador. Todos nosotros nos lo ganamos, el yermo, la sangre, el fuego. Y muchos años despues, aun tenemos el olor a cenizas y carne chamuscada, en la nariz. 

Alexander miró como se iba su interlocutor con la última palabra, observando su espalda, no tenía muy claro si le odiaba, como a todos, o le gustaba. Con media sonrisa en la boca sigue con un interés renovado lo que pasa a su alrededor, parece que una caravana distinta se dirige en la dirección opuesta a la que vamos y a una chica que, supongo, pretende demostrar lo buena que es rastreando o algo así, porque por mucho que lo piensa, no entiende que pretende sacar el claro, y como no, el tío con cara de chulo la acompaña, no sea que ella se lleve todo el protagonismo, son el uno para el otro.

Todos le aconsejan no ir, pero la pareja está dispuesta a marcharse, su plan es el siguiente, si no son hostiles, harán una señal y volverán, si son hostiles, harán una señal y volverán, y si los matan no vuelven.

-Jajajajaja- me rio ante lo tonto del plan, pongo mis manos como bocinas para que se me oiga bien y soy más claro que nuestro guía para que no haya confusión- ¿ PERO PARA QUE COÑO VAIS? NADIE OS LO PIDE, NADIE LO APOYA Y A NADIE LE IMPORTA. IROS A UN MOTEL SI QUEREIS ESTAR SOLOS, jajajajaja- me parto de risa agarrándome el estómago.

-He aquí un hombre sensato. Ayleen, no?- interrogo antes de que partan. -Sería inteligente por tu parte no dar un paso más hacia el interior del desierto y caminar hacia Kabzajhim con los demás. No es que me importe demasiado pero eres muy guapa y sería un desperdicio... en cuanto a ti.- me dirijo hacia su serio acompañante. -Me interesas. Te daré un buen sueldo si aprovechas tu tiempo guardando mis espaldas y quién sabe... quizás podamos ser amigos.- ofrezco con voz afectada y divertida.

-Antiguo como tu? Me honras profundamente y me maldices a un tiempo, Atisiv. Soy viejo pero no soy más que un niño para ti.- respondo con respeto al gigantesco enmascarado, fijando la mirada en la ornamentada máscara ritual.-No me preocupan los agujeros, me preocupa el clan que avanza hacia un terreno falto de agua, caza y refugio. Algo está impulsando a todo un clan a ir hacia... saludos joven- saludo al recién llegado.- Con la ejecución? No, tengo ciertas sospechas de quien asesinó al curandero pero éste clan avanza hacia el sureste, hacia el corazón del desierto... no hay nada allí salvo...-

Me tambaleo y soy incapaz de continuar. No hay nada más que ruinas y polvo. Ruinas! Quien sabe que ha desenterrado la tormenta! Sabios! Protegednos!

-Muy bien! Fin del descanso, partimos hacia Kabzajhim a paso ligero! Aprisa! Seguidme!- ordeno antes de comenzar a ascender la duna a buen paso.

Cuando Alexander habló no pude evitar llevarme la mano al cordón que llevaba al cuello, como si de un collar largo se tratase, el colgante quedaba oculto dentro de mis ropas. 

Cálmate... habrá tiempo más adelante....

A Junta de Trinquete decidí ignorarle directamente. Miré al guía, de pronto parecía comenzar a hablar solo, y como si de golpe descubriese qué era aquello que le inquietaba tanto minutos antes, decidió remprender la marcha a paso ligero dirección a Kabzajim. No le contradije, no hacía falta, claramente había algún motivo lo comprendiésemos o no.

-Vamos- dije a Fly alargando mi mano para que la tomase si quería -No te separes de mí- Y le sonreí para después mirar a varios de los integrantes de la caravana -No escuches a los estúpidos que se llenan la boca de mierda- 

Los hombres tendían a creerse muy inteligentes y muy fuertes, solían ser prepotentes sin darse cuenta de que todas esas cosas provocaban sus debilidades. ¿Bonita? ¿Eso es lo que yo era para ellos? ¿Un mero adorno? Caminé seria, estaba indignada. Imaginé a Alexander con un dardo clavado en uno de sus ojos, y a Junta de Trinquete asado dentro de su máscara a causa del sofocante calor del desierto. Quizás su realidad sea todavía más cruel, nunca se sabe con los que ocultan su rostro. Avanzaba murmurando con el ceño fruncido. Me volví hacia Fly y con una expresión más suavizada le pregunté en voz baja:

-¿Crees que tengo mal carácter?- 

Pase la mano por el rostro con cierta molestia.- Escucha chico, he sobrevivido todos estos años, no siendo sigiloso, si no alejándome del peligro, si queréis ir a morir, allá vosotros, yo no voy a discutir más. Y otra cosa, vivo de vender cosas, es normal que intente hacerlo en cualquier momento y lugar si es seguro. - Dicho aquello procedí a regresar con la caravana, dejando atrás a las otras personas. Estaba acabando de recoger los parapetos de mi tienda cuando los demás comenzaron a volver. El guía hablaba de marcharnos, muy apresuradamente. Parecía ser que ya habían decidido algo. -  Menos mal que esto ya esta recogido. - Cerré la parte de tienda, y volví a subir a mi barcaza. Tape mi rostro con el turbante y empece a encenderla. Aquel viejo vehículo tenia dificultades para arrancar. En eso estaba, cuando la muchacha junto al niño de los gestos pasaron cerca. Tenia curiosidad por saber que habían hablado, y el por que estaba con el chaval y no con Ghys y el otro Dosii - Hey, tu. Muchacha. ¿Al final no te vas de aventuras?

La voz del comerciante llamó mi atención. No había esperado que nadie me hablase en aquel momento. Volví mi rostro, mi gesto era brusco, con expresión un tanto malhumorada, y aunque no tenía nada en contra de aquel hombre mi respuesta fue seca, jamás se me dio demasiado bien la diplomacia.

-No si el guía no lo cree necesario. Él es el capitán aquí- fruncí un poco más el ceño y añadí -No se la razón, pero nos vamos a marcha ligera, más vale que ese trasto arranque pronto- No pretendía insultar a su transporte, la verdad es que ciertamente de todos los que habían en la caravana me resultaba el más impactante y parecía el más cómodo y mejor preparado. Era una casa en toda regla. Pero si no se ponía en marcha le tocaría escoger entre su vida o la barcaza. 

Tenía la sensación de que todos me tomaban por una loca. 

No soy ese maldito cornudo que se hacía llamar druida.

Sentía una mezcla de enfado e indignación, aunque también sabía que debía reconocer que algunos habían sido generosos conmigo.

¿Porque me ven como un trofeo? Al final el mejor de todos resulta ser este niño. 

Escupí a la arena en un gesto muy poco femenino, y sin dejar de caminar continué avanzando para no quedarme en la cola de la comitiva.

El chico respiró aliviado al ver que Ayleen decidió al fin continuar a su lado y se abrazó a ella con una expresión de alívio en su rostro.

Tomó su mano cuando ella se la ofreció y comenzaron a caminar hacia el frente de la caravana.

Cuando ella le preguntó si tenía mal caracter el chico se limitó a sonreír y a guiñarle un ojo mientras sacaba la lengua de manera divertida...

Persona Khemani chica no tiene mal caracter... -Penso el chico divertido al ver que ella le miraba esperando una respuesta que nunca llegaria- Ella persona chica fueeeerte...,persona chica muy fuerte pero con mirada triiiste...,¿Que le habra pasado para estar tan sooola...?¿Parece estar sooola como Fly?-En ese momento se quedo observandola con la mirada triste y un momento despues abrazando a la mujer con fuerza pensó- Ya no estas sooola Ayleen, Fly cuidará de ti de ahora en adelante.

Isderuv intentaba arrancar su barcaza y al verlo el chico le hizo un gesto con la mano para que este se detuviera, acto seguido soltó la mano de la mujer Khemani y se encaramó a la barcaza.

Sonriendo como solo el sabía hacer, le indico con un gesto al Dossi que se echara a un lado y empezó a buscar entre su saco lleno de piezas y artilugios en busca de una llave para ajustar los mecanismos de arranque de la barcaza.

Quizas ajustando los rotores o el sistema de impulsión no tenga taaaantos probleeemas la persona Dosii chico? -Pensaba el muchacho mientras intentaba con esfuerzo subirse a la barcaza- ¡Ya lo tengo!,¡Equilibraré la potencia de su acomulador de Filo-Energia!, con eso debería ser suficiente...

Miré seriamente a Junta de Trinquete. Un trabajo era un trabajo, el cebo para espiar a Ghys había fracasado, una lástima... Pero el dinero me llamaba así que me acerqué al enmascarado. - Como me piensas pagar? - Lo miré de arriba a abajo, no parecía que llevara nada de gran valor, pero a veces la gente sorprendía con la cantidad de dinero que poseía. Cuanto mas pobres parecías menos dinero podían quitarte, eso era cierto en cada parte del mundo. 

Haré el trabajo, pero solo hasta que lleguemos hasta nuestro destino, si quieres mas protección tendrás que volver a contratarme. - Me encogí de hombros.- Es así como funciona el negocio conmigo. Si lo que quieres es protección cuando lleguemos asegúrate de que lleguemos. 

Desvié la mirada hacia el hombre con chistera. - Vaya... parece que nuestras acciones han sido como tus palabras, nadie te las ha pedido, nadie las apoya y lo mas importante, a nadie le importa lo que pienses. - No le iba a dar mas importancia. Gilipollas te encontrabas en cada parte del mundo, no era raro que la tormenta no pudiera acabar con todos.

Con cierta parsimonia, extraigo una bolsita del cinto de cuero negro de mecánico y vuelco unos poco Filos en la palma de la mano. -Me gusta que des paso a los negocios tan claramente. Eso es profesionalidad.- elogio concentrado en cálculos matemáticos. -Con ésto podrás acomodarte uno días en Kabzajhim... y por supuesto, te enseñaré donde comprar y más importante, donde no hacerlo. Hay trato?-

Huida, es lo que ha sucedio. La mujer no desea ahora ir a su expedicion,todo porque un hombre le insulto en su cara. ¿Molesta ? seguro que lo esta,pero eso hizo que decidiera no arriesgarse, no intervenir. Ella sufre de falta de confianza,si tan seguro esta de sus habilidades, podria ir y demostrarle a este hombre que esta en lo equivocado. 

-Guia,cierto ser.Tu bebe para mi,pero viejo tu,como yo,nuestro hogar no estar mas, ni amigos ni enemigos.Todos muerto,recuerdos tener ambos de pasado.Pero olvidado caeran,nosotros caeremos. Y nadie recordara,la belleza antigua. ¿ donde ir ese clan ?.

Ahora me volteo y uno al enlance telepatico a NOX y a la mujer que ahora no desea unirse a la expedicion.

-Si yo NOSTRUM y NOX acompañarte a huecos, ¿tu iras ? ¿regresaras a tu plan ?

Fly se soltó de mi mano y subió ágil por la barcaza de Isderuv. Una vez arriba empezó a tocar cosas, por su mirada parecía que sabia absolutamente lo que hacía, cosa que me sorprendió, pues no esperaba que un muchacho tan joven pudiese ser hábil con las máquinas y demás artilugios. Para mi asombro logró con éxito lo que fuese que pretendía con aquel transporte, el cual dejó de "toser" y pareció recuperar su salud mecánica. 

Esto merece una recompensa para el muchacho Pensé mientras miraba directamente a Isderuv.

De pronto, un olor, un olor extraño que no había olido en toda mi vida, ¿qué era? fresco pero intenso a la vez, agradable y desagradable a partes iguales, mi ceño se frunció temiendo algún tipo de ataque o quizás otra sorpresa terrible al estilo de la tormenta que habíamos logrado dejar atrás. Pero no, no era un desastre para la caravana, pues de pronto una voz retumbó en mi cabeza encogiendo mi corazón y aterrándome por la invasión. Miré alrededor ¿nadie más la oía? ¿estaría volviéndome loca? Me llevé las manos a la cabeza y caí de rodillas mientras gritaba

-¡NOSTRUM!- ¿Quien o qué era ese tal Nostrum? Se había presentado por ese nombre, y sin embargo yo no lo había oído jamás. Busqué con los ojos abiertos de par en par.

¿Mis pensamientos ya no son míos?¡Sal de mi cabeza! De pronto sentía violada mi mente, el miedo empezaba a ser acompañado por la furia. ¿A los huecos? ¿Qué huecos? Tardé un par de segundos en comprender a qué se refería, las huellas del Jhendrabi anciano, al rastro del clan. -¿Porqué iba a hacer eso? En un principio creía que el guía temía una emboscada o algo similar, ahora algo le ha hecho decidir que es mejor poner tierra de por medio cuanto antes... ¿Qué sentido tendría? ¿En qué nos beneficiaria separarnos?- No tenía ni la menor idea de porqué continuaba hablando con aquella voz que solo estaba en mi cabeza, una voz profunda, fuerte,  con un poder aplastante. 

¿A quien ayudaría adentrarnos en el  desierto mientras el resto avanza hacia la ciudad a marcha rápida? Seguramente eso supondría no volver a vernos, a no ser que nos reencontrásemos ya en Kabzajhim. ¿Y Fly? ¿Volvería a verle? ¿Porque dejarle solo de nuevo para aventurarme con dos desconocidos?

De pronto recordé que el muchacho había sufrido también alguna especie de jaqueca, ¿le habría sucedido algo similar a lo que ahora me pasaba a mi? ¿Eran efectos causados por la tormenta?¿por los haces de filoma? ¿o algo peor? Guié mi mirada hacia el enorme Atisiv, aquellos diablos hacían cosas terribles y con un poder impensable para nosotros, había oído historias, no estaba segura pero... ¿era él? Esperaba descubrir algo que me sacase de esa duda.

Si eres tu..., ¡sal de mi cabeza endemoniado!

Oh bueno, al menos no intento clavarme un flechazo en mi cuerpo.Vamos bien,bien y bien ummm ¿tenia que haberle tocado el hombro ? que ma das, ya no importa, el mensaje ya fue enviado ahora solo falta ver su reaccion. Bien, ha gritado mi nombre,¿cuando me vera a mi ? soy alto, no soy dificil de ver.

Ahora actua respecto a su privacidad interna, no me interesa eso. La informacion,la propuesta que le di es lo importante.Pero al parecer cambio de opinion, ya no importarle mas esa construciones,ir a esa expedicion ese hombre tuvo un gran efecto en cambiar su intenciones.

-Viejo ser el, notar cosas por vejez.Raro, extraño huida de clan.Peligro decir el, peligro grande no es normal,
clan entero hacer eso. Si no fuera nada ¿porque detenerse? ¿porque hablarlo entre todos ? algo hay en eso.Tu querer ir sola,acompañarte otro hombre.Pero ahora estas sola,yo y NOX ir con vos. No cambiar opinion, ¿por ir sola ?

Su negativa sigue aumentando, y mas y mas puedo oirla como sus pensamiento brotan en su cerebro y indica obia hostilidad y negativida ante mi propuesta.Desea paz,desea silencio.Solo la soledad de su mente y ella.

Entender yo, si no quieres ir esta bien.FLY ser de Huan, sobrevivir tiene.Pero cuidalo, algo malo,algo oscuro debio aletar este clan.Peligroso ser, quizas hasta afecta a todos.Asi que protecion darse ambos, clan ir al desierto, solo desierto ¿soledad de huir ? algo ser,adios NOSTRUM disculpa intromision.

Me  había parado al lado del guía a escucharle, pero me perdí en las arenas del desierto. Aveces podría lucir sobrecogedor e infinito, pero había visto que no era así. Había visto algo más infinito que el desierto, y esperaba poder volver a verlo algún día. Cuando todo esto terminara. 

A duras penas percibí el olor de la transmisión, y abrí mí mente a ella con los ojos cerrados.

¿Ir a dónde? ¿Se habría terminado de volver loco? ¿O quería aventura? 

-No hay nada que ver allá, amigo- casi no le decía así, pero mí intensión era que lo escucharan- Nada que valga la pena. Abandona la idea y continuemos la marcha. Cosas mejores aguardan nuestra llegada. 

Miro al guía buscando alguna señal de que reanudará la marcha. No nos convenía detenernos por más tiempo. El tiempo es de las pocas cosas que se pierden y no regresan. 

¿Porque detenerse? ¿porque hablarlo entre todos? Asiento involuntariamente a las palabras de Nostrum

Es lo mismo que pensé yo.... y todos me tomaron por loca Hago una mueca de desaprobación, parece mentira que tuviese que ser aquel gigante el único que se había parado a pensar en aquello. Si el guía solo hubiese visto en aquello una curiosidad, un paisaje para mostrar al turismo, no creo que nos hubiese hecho detener, sin embargo habló de una decisión que no quería tomar por si solo.

Después el atisiv me desveló la procedencia de Fly. El pobre muchacho era de Huan, una ciudad maldita según lo que yo sabía, no por maldiciones, magias ni brujerías, si no por las gentes que allí habían. Observé al muchacho.

Claro que lo cuidaré. Pensé, la verdad es que muchos de mis pensamientos no estaban expresados con la intención de comunicarme con Nostrum ni con nadie, aquello era nuevo para mí, algo impensable, y las ideas se dibujaban en mi mente, las frases se construían por pura costumbre, pensaba como siempre lo había hecho, solo después me daba cuenta de que había alguien más que lo interpretaba.

¿Se ha disculpado? Claramente me sorprendió aquello viniendo de un atisiv. Por lo que sabía eran despiadados, salvajes, sin sentimientos, nos veían como moscas y nos habían aplastado durante años como a tales. ¿Era posible que ...? ¡No! ha sido una forma de hablar, no puede sentirlo de verdad.

Año 467 (Según Cómputo de Ázur)/ 25 (Según Cómputo del segundo Advenimiento)

Cénit de la estación seca, también llamada Mordrám ´da

Tras reagruparse en lo alto de las dunas. El guía comenzó a avanzar con paso firme y resuelto bajo la asfixiante temperatura de un mediodía ceniciento. Parecía que, despues de todo, el enigma acerca de la presencia del clan Kemanhi permanecería sin resolver. A media tarde, el guía detuvo sus pasos y examinó durante unos instantes el terreno antes de incorporarse con lentitud e informar al resto de supervivientes:

-Amigos, no ha sido fácil pero hemos conseguido dejar atrás los llanos de Tekkelhi por su extremo septentrional. A partir de aquí las áridas planicies serán las que nos conduzcan hacia Kabzajhim. Mas todavía debemos cuidarnos y no relajar la guardia.- señala hacia la lejanía donde una franja gris parece fundirse con el horizonte.-La Gran Calzada misma y con ella, sus peligros. Manteneos alerta y preparad las armas.-

Hacia el crepúsculo, el relieve irregular y las dunas van dando paso a una yerma planicie de tonos ocres salpicada de montículos y restos de vegetación petrificada. Muy probablemente, el lugar había sido en el pasado un denso bosque salpicado de riachuelos y charcas pero ahora unicamente varias depresiones polvorientas y sinuosos surcos proporcionaban las pistas suficientes para desentrañar los misterios del pasado. Misterios que la caravana clandestina pasó por alto salvo para maldecir algún traspié en la oscuridad de la noche o para acampar al abrigo de los elementos y efectuar un descanso de unas horas antes de continuar.

En el horizonte, la luminosidad producida por decenas de miles de antorchas prendía el cielo con un tono rojizo similar al de la diminuta hoguera de estiercol donde se arrebujaban los supervivientes. -Eso es...?- preguntó uno de ellos señalando el lejano resplandor.

-Kabzajhim?- se anticipó Ric Luskal con tono jovial.-Exacto. "La mayor maravilla de la tierra" recicla casi todos sus desperdicios en forma de rugientes hogueras que iluminan el cielo. No debemos de estar a más de medio día de marcha y ya podemos ver el halo que indica a los viajeros que pronto estarán en tierra segura.-el joven se acomodó como pudo usando su capa como colchón improvisado antes de continuar.- Tengo que preguntarlo... que es lo primero que haréis al llegar a la ciudad? Una vez consigáis el asilo, me refiero.- Sus ojos chispean antes de esbozar una pícara sonrisa. -Yo voy a visitar cierto local donde se juega con apuestas limpias, ambiente agradable y con compañía más limpia y agradable todavía.- guiña un ojo antes de señalar al enmascarado Artifo que descansaba apoyado en un filo-estibador alejado de la hoguera.-Y usted Vossam? Que haréis al llegar a la ciudad?-

-Buscar un lugar donde descansar sin ser molestado por preguntas estúpidas.- contestó secamente el enmascarado, molesto ante la interrupción de sus cavilaciones.

Observe con sorpresa como el chico subía hasta mi vehículo. Sin pedir permiso o siquiera preguntar comenzó a trastear con mi barcaza. - ¿Se puede saber que haces? Aléjate de los controles, solo vas a conseguir... Conseguir.... -Detuve mis palabras, y el intento por agarrar al chaval y sacarlo fuera de la construcción, una vez que esta comenzó a ronronear, como en sus primeros tiempos. Con callada sorpresa pase mis manos por la madera, y cambie la vista entre ellas y el joven.- Bien. No se que has echo, pero no lo vuelvas a hacer sin permiso. Y gracias. Aunque ahora tendré que pagarte. Odio deber nada a nadie. Y en esta vida, nada es gratis.

Gire el cuerpo para habar con la mujer, o eso pretendía. Pues mientras yo no miraba, el Aistiv se habia acercado. Asustado retrocedí un poco. La mujer gritaba al aire, y el Asitiv la observaba. Poco conocía de los enormes seres, mas allá de que no usaban la voz para hablar, quizás le estuviera haciendo ver cosas a la pobre mujer. Otro hombre, de níveos cabellos se acerco y parecía hablar al Aistiv. ¿Querían intentar marcharse? ¿Incluso tras las palabras del guía? No no no. Allí estábamos mas seguros. Era lo mejor. Permanecer juntos.

Cuando se hubieron ido el Aistiv y su compañero mire a la morena, apoyando mis cruzados brazos en la baranda de la barcaza, mirándola desde arriba. - Tu chico acaba de arreglar mi barca, y seria hipócrita si no diera algo a cambio por ello. Así que, sube. Podréis dormir hasta mañana a la noche en mi barcaza. Hay sitio para los tres. Tras eso, si aun sigue funcionando sin problemas, me pensare el acogeros hasta llegar a nuestro destino. - Dichas esas palabras, no espere respuesta y me coloque a los mandos. Nos marcharíamos en unos minutos, y si ella quería subir o no, era su decisión, pero no iba a esperarla eternamente.

Navegamos hasta la caída del crepúsculo, único momento en que la caravana se detuvo para que todos pudieran descansar. No queriendo parecer un ermitaño, y con ciertas ganas de volver a hacer negocios, me acerque a la hoguera portando una pequeña antorcha y una bolsa de piel a la espalda.- Buenas noches.- Dije antes de sentarme y dejar el palo en la tierra para apagarlo hasta que ,e hiciera falta.- Lamento interrumpir la conversación. Según veo algunos tienen curiosidad de lo que otros realizaran. En mi caso, seguiré con mis negocios, y tras unos días me marchare a otra ciudad. Así es como vivo. Y hablando de vivir. - Abriendo la bolsa revele varias botellas de diferentes tamaños.- ¿Alguno quiere una bebida para pasar la noche? Serán cinco filos las botellas pequeñas, siete las medianas y doce las grandes. Si solo queréis un trago, sera un filo.

El atisiv había dejado de jugar con mi mente y poco a poco todo volvía a la normalidad. Mi respiración era todavía agitada y había clavado las palmas de mis manos en la arena justo delante de dónde estaban mis rodillas. Todavía no había recuperado la compostura del todo cuando oí la voz de Isderuv.

- Tu chico acaba de arreglar mi barca, y seria hipócrita si no diera algo a cambio por ello. Así que, sube. Podréis dormir hasta mañana a la noche en mi barcaza. Hay sitio para los tres. Tras eso, si aun sigue funcionando sin problemas, me pensare el acogeros hasta llegar a nuestro destino. - 

¿Mi chico? Volví la cabeza para poder mirarle.

Fly no es mio, nadie es de nadie. Pensé, pero no me sentía todavía con fuerzas para responder. Agradecí poder contar con un transporte, mis piernas eran fuertes pero poder descansarlas aseguraba poder enfrentarse a lo que pudiese venirse sobre nosotros con más fuerzas, y por lo tanto más opciones de lograr salir con vida.

 Asentí al hombre de la barcaza y ascendí, no tan ágil como lo había hecho Fly, pero sí de un modo que no me arrebataba la dignidad, pues todavía sentía temblar mi cuerpo tras aquella experiencia con Nostrum.

Una vez arriba me dejé caer al suelo sentándome y suspiré. 

-Gracias- Dije a Isderuv. Pues aunque Fly había arreglado su transporte bien hubiese podido recompensar únicamente al muchacho dejándome a mí en la arena.

-Vaya, eres un genio- Le dije a Fly sonriéndole cuando estuvo cerca de mí. Dudé un poco, pero al final me decidí. Abrí mi mochila y extraje un modesto catalejo, era de tamaño pequeño para poder llevarlo con facilidad. Lo tendí hacia el muchacho y le dije: 

-¿Crees que podrías arreglarlo? No usa motor, pero quizás sepas ver qué falla- Yo sabía usar ese cacharro, pero ni idea de como tocar sus "entrañas". -Me lo regaló mi padre años atrás pero se me cayó hace unos días y no hay forma de que sirva para nada en estas condiciones, bueno, como porra quizás...- Bromeé un poco al final, aunque mi mirada era melancólica observando fijamente el objeto. Sentía un afecto emocional por aquel catalejo y creía que aunque fuese solo basura no podría desprenderme de él.

Cuando la tarde empezaba a dar paso a la noche se prendió otra hoguera. A lo lejos un grupo numeroso de luces brillaba dejándonos sentir ya la proximidad de nuestro destino, avivando las esperanzas y haciendo creer a muchos que el objetivo casi estaba logrado. Había oído historias de aquella ciudad, sin embargo jamás la había visto, siquiera en ilustraciones que pudiese contener algún libro, nada, era un absoluto misterio y mis ojos brillaron como aquellas hogueras lejanas llenos de curiosidad. 

Isderuv tenía claro lo que haría en el futuro. Seguramente la mayoría de los que se calentaban frente a las llamas lo tenían. ¿Y yo? ¿Cómo iba a saberlo? Me dediqué a escuchar las respuestas que iban dando los demás, yo no daría ninguna.

-¿Alguna vez habéis estado en Kabzajhim antes?- Pregunté en general. Quizás pudiesen explicar alguna historia sobre aquella ciudad en la que parecía que soñar era demasiado fácil. Mientras respondían trataría de descubrir si faltaba alguien de los que habían estado la noche anterior. No quería que aquel día se hubiese cobrado ninguna vida.

Hay negocio. - Me acerqué a Junta y a partir de todo el viaje no iba a dejar de ser su sombra. La protección se pagaba bien, pero realmente era el trabajo mas simple del mundo, no eras mas que alguien que se interponía entre un enemigo y una persona. Los trabajos mas delicados se pagaban aún mejor, pero el riesgo que corrías al realizarlos era considerable. Desde el hurto hasta el asesinato todo se podía pagar con monedas, si alguien estaba dispuesto a pagar por ello significaba que alguien iba a aceptar el dinero. En tiempos de necesidad extrema había hecho tremendas barbaridades, pero ahora mismo no tenía necesidad de llegar a tanto. - Hay algo que deba saber antes de empezar el trabajo? - Susurré a su oreja antes de alejarme. 

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Me volví a acurrucar en las ropas que tenía, odiaba el frío que hacía por las noches. Seguramente acabaría por comprarme un abrigo cuando llegáramos a nuestro destino. Volví a mirar a todos a mi alrededor, no había rastros de peligro y el bocazas no había vuelto a hablar. - Yo buscaré algo de trabajo y mas leyendas y rumores. Las voy recopilando para cuando algún día tenga recursos suficientes pueda partir en busca de esas historias. - Me encogí de hombros. Parecía que ese día no iba a llegar nunca y deseaba con fuerza que los miembros de mi familia estuvieran teniendo mejor suerte. 

Negué con la cabeza ante la pregunta de Ayleen. - No, y tampoco estaré mas de dos semanas, cuando uno se queda mucho tiempo en un sitio le resulta muy difícil marcharse luego. E incluso comienza a plantearse buscar un hogar donde vivir.

La barcaza finalmente arrancó con un fuerte estruendo y el muchacho sacó el medio cuerpo que tenía metido en el habitáculo del motor y cerró la tapa volviendo su sonriente cara llena de suciedad y hollín hacia el Dossi.

Tranquilo persona Dossi, no deber nada a Fly por esto.. -Pensaba el muchacho sonriendo mientras palmeaba en la epalda del hombre en respuesta a su pregunta.- Fly agradece tu verdagua y se conforma con poder viajar sentado en la barcaza.. Entónces agilmente se subió a la proa de la barcaza e hizo un gesto a Ayleen para que subiera con el.
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Cuando ella le ofreció su mas preciada posesión para que la hechase un vistazo, el chico abrió los ojos con sorpresa y cogió aquel objeto con cuidado. Aquel conjunto de lentes le habia dejado fascinado pues conocia el artefacto pero nunca habia podido tener uno entre las manos.

¡Claaaaro que Fly intentará arreglar la máquina que Ayleen quiere mucho,mucho,mucho! -Pensaba el chico mientras sonreia a la mujer khemani, despues apretó contra su pecho el artefacto.- Fly cuidará y arreglara máquina que Ayleen quiere mucho,mucho,mucho para ella. Nunca he visto uno de cerca, pero máquinas darse muy,muy bien a Fly...,no hay problema.

Después se acomodó en una zona de la barcaza donde poder empezar a demontar el catalejo y comenzó a trastear en su saco lleno de piezas con el nerviosismo de un niño con un juguete nuevo.