Partida Rol por web

Echemos un vistazo a este sótano. Si viene la policía posiblemente precinte el local y no podamos acceder de forma....legal luego, cogiendo la vela de las manos de Silas trae, yo la encenderé y ya te la pagará el señor Mukunga

Silas emite una expresión de sorpresa cuando Vinacci le arrebata la vela.

La llave que en su momento tenía colgada al cuello encaja perfectamente con la cerradura de la puerta reforzada, y la puerta se abre sin demasiado esfuerzo.

La luz que emite la lámpara de queroseno se cuela por la puerta iluminando ligeramente el interior de una gran sala, pero no lo suficiente como para permitir una buena visibilidad, aunque Silas decide descolgar la lámpara de queroseno para poder iluminar mejor el interior.

La lámpara ilumina una gran sala de techo alto, unos 4,5 m, y con las paredes y el suelo labrados en la piedra. En todas las paredes hay además pequeños nichos donde se alojan antorchas, ahora apagadas pero que han ennegrecido la piedra a su alrededor. También hay pintados símbolos extraños.

Al lado de la puerta se encuentran además un par de postes de madera. En el centro de la habitación se encuentra una gran losa negra y de forma circular en cuyo extremo superior hay una cadena enganchada a una polea que cuelga del techo.

En la pared situada frente a la puerta se encuentra además una sucia, gastada y sencilla cortina. En las 4 paredes se encuentran varios tambores africanos que supuestamente serán usados en ceremonias de tipo religioso.

Huele a incienso en toda la estancia que se mezcla con un desagradable y dulzón aunque tenue hedor a podrido.

Al entrar en la sala, me quedo mirando con horror la escena que se ha abierto ante nosotros

Por todos los dioses, parece que aquí haciendo rituales, y no me extrañaría que hubieran hecho algún que otro sacrificio pienso mientras miro por la estancia, buscando alguna mancha de sangre. Según estoy mirando, aprovecho por si veo algún libro o grimorio donde describa el ritual que aquí tenía lugar.

Bonito lugar Silas. Todos los árabes seguís sumidos en la barbarie. Seguro que aquí desollais carneros para pedir mejores cosechas, que lamentable.

El anticuario que no sabe antropología pero se le dan bien los libros se dedica a copiar los símbolos de las paredes en su bloc de notas, mientras pasea por la estancia. En un momento determinado se acerca a la cortina y la corre para ver que esconde detrás.

No hay ningún grimorio a la vista, Monsieur Vinacci. Tampoco ves manchas de sangre, aunque tampoco hay tanta luz y quizás te hayan pasado desapercibidas.

Silas no responde a la provocación del anticuario y simplemente se queda parado, mas o menos en el centro de la estancia, con la lámpara en la mano.

Mientras tanto Bauberg descorre la cortina buscando algo más.

Veamos si Tyler añade algo y seguimos.

Bauberg descorre la cortina y se queda pasmado y asqueado al ver 4 figuras de pie y apoyadas en las paredes vestidas con harapos, completamente inmóviles, con los ciegos ojos desorbitados por el terror y la lengua fuera, y con profundas heridas y purulentas llagas en todo su cuerpo. Una vaharada de aire pútrido se dirige hacia sus fosas nasales primero y hacia su estómago después en ofrma de asquerosa nausea.

Tras la cortina hay una pequeña estancia cuadrada de 1,80 metros de lado. Las figuras están situadas en las paredes laterales, mientras que en la pared situada frente a la puerta hay una piel de leopardo que envuelve un bulto.

Hasta aquí todo "normal".

Pero Bauberg juraría que los rostros de las figuras se acaban de mover unos milímetros en su dirección.

Tyler enciende una de las velas con la mano izquierda mientras con la derecha empuña el revolver que tiembla algo en su mano. Se detiene un momento, coge aire profundamente un par de veces, su mano ya no tiembla.

Oye las cortinas correrse - que diablos es eso - dice señalando la mano a los cadaveres - dios, mira que he visto asesinatos y violencia, pero esto si que es raro

Sencillamente es demasiado para que el anticuario pueda mantener dentro de sus entrañas el almuerzo. Con un violento espaso Bauberg vomita a un lado mientras se apoya en la pared.

Por lo más sagrado, esto es intolerable. Malditos salvajes...

Dice jadeando.

Silas se te va a caer el pelo, por menos de esto a muchos los han condenado a muerte y por la Ley del Talión que serían misericordes contigo. ¿Por que haceis esto? ayudanos a saber que es lo que pasa aquí, ayudanos a detener esta locura y tal vez el agente Tyler pueda informar posistivamente sobre tu conducta.

Silas parece tan pasmado y sorprendido como vosotros. Al menos está boquiiabuerto mirando hacia el nicho.

Y lo mas sorprendente aún. Los breves milímetros que esos tiparracos se habían movido, o eso creía Bauberg, se han convertido en centímetros. Sus ojos ciegos se vuelven hacia la gran sala y comienzan a moverse pesadamente.

¡Cordura, amigos míos!

Señalando con el dedo tembloroso la terrible escena

¡SE ESTÁN MOVIENDO! ¿Pero que coño es esto? grito mientras giro la cabeza hacia todos lados buscando nuevos horrores y dando un par de pasos hacia las escaleras

Pero, pero... ¡se mueven, dios se mueven! - las manos le tiemblan tanto que Vinacci le sujeta y le sacude gritando su nombre - ....si, si - dice levantando la mirada todavía algo ida - Vinacci, se mueven, los cadaveres se mueven - se lo cuenta como si fuera un descubrimiento y no algo evidente ya

Agarrando la mano de Robert, obligo a que me suelte

Ya lo veo, ya lo veo, ¿o me tomas por ciego? salgamos de aqui echando ostias

si, si - dice mientras todavía le tiemblan las manos - salgamos de aquí.... - en voz baja como para si mismo - como voy a poner esto en el informe, ¡pensarán que estoy loco!

Los tres conseguís sobreponeros a la espeluznante visión de los muertos en movimiento, aunque la cabeza de alguno de vosotros le afecta un poco mas de lo normal la horripilante visión que tenéis enfrente.

Dejemos un poco de margen a ver que hace Bauberg y seguimos.

Paul se limpia la boca con un pañuelo de seda blanco con sus iniciales bordadas mientras toma aire y trata de controlar su pulso cardiaco.

Tranquilicémonos, estos cuerpos podrían... estar...vivos. Creo que hay que actuar con diligencia, esto es un horrible y hay que hacer en consecuencia. Sr Vinacci,  creo que si ha traido con usted la cámara fotográfica sería el momento de tomar algunas instantáneas, espoecialmente de la simbología. Sr Tyler, creo que debería llamar a sus colegas y si especialmente a un médico, aunque solo sea para constatar lo que les hicieron a estos pobres desgraciados.

Mientras habla camina hasta la piel de leopardo, con el revolver en una mano, usa la otra para ver que es ese bulto.

Bauberg decide avanzar hacia el interior del cuarto, pero "los muertos" no parecen querer ponérselo fácil, porque comienzan a moverse en su dirección con sus uñas, que quizás tras una temporadilla fiambres se han convertido en unas largas garras, extendidas amenazadoramente hacia el anticuario. Se mueven pesadamente tras su letargo, pero van ganando velocidad poco a poco según van desetoumeciendo sus podridos músculos.

Y no parecen nada vivos, aunque hay tan poca luz que no se sabe. De momento solo os ilumina la lámpara que Silas sostiene temblorosamente. ¿Será momento de encender las antorchas de los nichos?

Esto es obra del diablo.

Dice Bauberg retrocediendo y disparando el arma contra el "zombie" más cercano.

Salgámos de aquí, no pierdan tiempo, ¡huyan!

Trozos de carne y hueso vuelan desde la cabeza y el brazo del engendro mas cercano con un desagradable sonido amortiguado por los sucesivos estampidos de la pistola. Parece ralentizarlo un poco pero por desgracia no parece detener su avance al menos demasiado.

Bauberg recula y corre, junto con sus dos compañeros que alcanzan la escalera con suma facilidad. Los engendros se dirigen lentamente hacia vosotros pero no a la suficiente velocidad como para suponer un peligro real para vuestra integridad.

Silas babea y se queda boquiabierto, incapaz de moverse, mientras murmura algo en una lengua que os resulta desconocida. Los engendros parecen dirigirse hacia él una vez os habéis alejado lo suficiente.

Ayudadme con él - dice Tyler mientras trata de llevarse a Silas escaleras arriba - cogedle del otro brazo.

Buscad aceite o gasolina, podríamos quemar esas cosas - dice torciendo el gesto al ver los cadaveres andantes