Partida Rol por web

Goldberg sale fuera a tomar aire fresco, no está muy contento por lo sucedido en el interior de la tienda.

En bajo susurra a sus compañeros.-No me fio nada de este tipo, sabe mucho más de lo que nos cuenta y a lo mejor podría ser peligroso.

Y el gélido aire neoyorquino os llega hasta los huesos. Sería una excelente idea resguardarse en algún sitio a tomar algo caliente o al menos entrar en el coche y decidir el próximo paso a seguir. Ha empezado a nevar.

Lindsey, seguirá al primero en avanzar hacia el coche, ya que una señorita como ella no debería andar sola por este barrio.

Señores, les pediría que nos refugiemos en el coche y meditemos nuestros siguientes pasos.

Mientras hace un amago para avanzar comenta.

Pienso que sería interesante contactar lo antes posible con el señor Kensigton. Quizás nos proporcione alguna pista sobre lo que vino a hacer y sobre la estatua, ¿que os parece?

Vinnacci, ignorando el comentario de la mujer, se encamina hacia el coche mientras se abrocha la gabardina y se pone el sombrero. Su postura contraida demuestra que está helado de frio, su mano protege la cámara que lleva colgada del cuello. No ha abierto la boca desde que salió de la tienda, su rostro da muestras de estar contrariado.

Bauberg estaba ya fuera cuando ve salir al resto. El anticuario patea el suelo para hacer entrar en calor a los pies, mientras con la mano izquierda mantiene la solapa del abrigo levantada. Al escuchar el comentario de Lindsey dice:

También podríamos documentarnos sobre el Dios Nagai, tal vez podamos establecer un nexo entre Elías y La Expedición a El Cairo.

Meditando al respecto, comenta...

Paul, me parece bien que nos documentemos al respecto. ¿Donde sugieres que empecemos la busqueda?

Vinnacci, que continua de mal humor responde a Lindsey desde su espalda

- ¿Quizás en la tienda que acabamos de abandonar ahora mismo? Ese dependiente, si tiene los contactos que dice tener, hará saber a la gente que acabó con Elias nuestro crteciente interés por sus descubrimientos... Me temo que a partir de ahora nuestra aventura se vuelve mucho más peligrosa, caballeros

Lindsey intenta excusar su comportamiento, ante el evidente mal humor de sus compañeros...

Disculpad mi comportamiento. Me he dejado llevar por mi interés ante lo paranormal, y me he preocupado sobremanera, ante la posibilidad de tener que preocuparnos aún más en la situación que estamos.

... mostrando evidente preocupación ante la situación actual...

Me preocupa no saber a que nos enfrentamos...

Bauberg agita la mano restando importancia, mientras de su boca salen volutas de vaho que se arremolinan frente a su cara.

De momento nos enfrentamos a un charlatán vendedor de baratijas. Desde luego debe tener alguna conexión con el asesino de Elías, pero ese viejo no me da precisamente miedo.

El anticuario rodea el coche y abre la puerta para entrar, pero justo antes dice.

Sigo pensando que algo de cultura general sobre el tal Nagai nunca está de más, no conozco a nadie que se haya muerto por visitar una biblioteca.

Vinnacci resopla, sabé que ha sido descortes con la mujer, la primera vez desde que la conoce... El fotográfo mete las manos en sus bolsillos y rebasa a sus dos amigos para situarse a la vera del policia.

- Señor Tyler... ¿No cree usted que podria sacar algo de información a este individuo? Un registro de la tienda, un simulacro de arresto e interrogatorio... Me preocupa que nos hayamos expuesto demasiado ante los enemigos de Elias

Robert, que había estado largo y tendido muy callado y atento a lo que decían los demás, tomó partido.

-Es bien cierto lo que el señor Vinacci dice... -dice intentando no alarmar a nadie- Pero también es cierto que meter a ese hombre en comisaría no nos llevará a nada. ¡¿Y qué duda cabe de que saldrá aún más enfadado...?! -añade con cierta impotencia.

El detective Tyler nunca había sido un hombre de excesiva acción. Es de esos policías que no disfrutan del maltrato al delincuente, tan solo de acertar con sus teorías y meter en la cárcel al que lo merece. Sin artimañas en exceso.

-Creo que vamos a documentarnos antes. Y pondremos un par de patrullas rodeando este lugar... Si alguien entra o sale, nos enteraremos -concluyó intentando calmar el soberbio enfado de Vinacci- ¿Estamos de acuerdo?

- Eso me tranquiliza la verdad... - Comenta Vinnacci con una sonrisa

Es una medida acertada, sin duda.

Afirma el orondo anticuario mientras se introduce en el vehículo.

Por cierto Sr. Tyler, ¿hay en su comisaría algún traductor de chino?

Lindsey, en silencio y moviendose despacio, secunda a Paul, y se sienta en el coche.

Se queda silenciosa y pensativa mirando la tienda...
Me gustaría saber que vino a hacer Jackson Elias aqui...

Vinnacci entra en el coche e, inmediatamente, apunta cuatro o cinco cosas en su libretilla, para dejar constancia de lo ocurrido en la tienda por si ha de ser revisado mas tarde. Una vez escribe las dos o tres frases deja que su mirada se pierda en el urbano paisaje que ofrece su ventanilla.

Tomas estaba confundido, indignado y enfadado por lo ocurrido dentro de la tienda. Sentía una impotencia indescriptible, el tal Silas sabía mucho o estaba metido en el asunto y no había manera de sacarle la información.

Debido a sus conjeturas y cabilaciones, ni si quiera se dá cuenta del frío que lo envuelve. Entra en el coche con el abrigo a medio cerrar y cuando se sienta en silencio y escucha el nombre de Elias sale de su trance y recibe un escalofrío.

-Brruuhhh, que frío. Seguro que descubrió algo relacionado con el simbolo y vino a investigar aquí.

¿Próximo paso? ¿Comisaría? ¿Alguna Biblioteca? ¿ambas al tiempo?