Partida Rol por web

Maehl forcejeaba con las viscosas hebras de la telaraña que le escupieron encima, pero zafarse no resultaba tan fácil: cuando lograba soltar una mano se le pegaba la otra y así. Miró a su alrededor y los compañeros que también se encontraban en el mismo brete no parecían tener mejor suerte.

- Eh Akvahn!! Mira el lado bueno!! Al menos estando inmovilizado no te puedes volver a lastimar con tu propia magia ¿eh? JA! JA! JA!

Akvahn estaba inmovilizado y lo que era peor, al lado del tiflin.

-¿Te parece que este es el mejor momento para bromear? -Responde irritado, en parte por su reciente fracaso y por otra al tener que aguantar la mofa. -Malditas arañas, debieron pegarte la lengua.

Mientras sus compañeros luchaban por liberarse, Uriel lanzó un espadazo que  impacto sobre las pequeñas arañas que tenía sobre el.

La primera que recibió el ataque de Uriel se redujo a un amasijo de esputos y trozos minúsculos de arácnido y la segunda obtuvo una suerte semejante quedando tronzada por la mitad en el suelo,derramándose sus líquidos internos. Por suerte o desgracia, la tercera en discordia, saltó esquivando en el ultimo momento el embite de Uriel.

Por su parte, Brunilda forcejeaba sin éxito para desembarazarse de la pegajosa tela de araña que le había caido encima.

---MENSAJE EDITADO---

La drow apunto de nuevo con su vara, pero esta vez a una de las grandes arañas azules. Y con un grito lanzo un nuevo orbe violáceo hacia ella, como ocurrió antes, una parte del mismo se desprendió hacia la otra araña azul, pero su vida fue fugaz, apenas se había separado del hechizo madre, se deshizo en una explosión mas vistosa que efectiva.

Nhyria chasqueo la lengua con fastidio, la magia del caos era caprichosa, mientras se concentraba en su próximo conjuro.

¡Qué desastre! ¡Ahora las finas ropas de Lady Isabella estaban cuviertas de telarañas! Cierto era que no la limitaban como les pasaba a algunos de sus compañeros, pero la suciedad era razón de peso para que la viuda se indignase y quisiera mal a esas béstias.

Pero era una mujer fuerte y calculadora. Supo controlar su indignación por encontrarse de repente con los vivos colores de su vestido atenuados por una sucia telaraña y prestó atención a lo que sucedía a su alrededor: Mientras Uriel hacía gala de su maestría con el acero, Brunilda, Mahel y Akvahn tenían problemas para aplastar a los insectos. Así que Isabella se concentró en ese sentido y volvió a esforzarse para crear una oleada sónica a espaldas de dos de esos repugnantes bichos.

Mientras sus compañeros se peleaban por  deshacerse de la pringosa trampa que habían hilado aquellas arañas, Lady Isabella concentro su mente una vez mas sobre  las alimañas arácnidas. 

Con el ceño fruncido centró su concentración sobre las dos arañas que  amenazaban a su compañero Mahel y, como si de odres hinchados se tratasen ambas explotaron.

Famoso por sus compañeros de academia por ser taimado y vengativo, el shadar-kai medita con calma la mejor opción, una retirada a tiempo. La sombra de la muerte lo cubre y engulle, haciendo que donde antes estaba Akvahn solo queden las redes de las arañas, las cuales caen al suelo tras la desaparición del cuerpo mortal del mago, dejando así a solas a Mahel. Pocos segundos después el espectro del nigromante regresa de entre los muertos, bastante alejado del grupo.

Hasta que el resto de su cuerpo regresara del "otro mundo" podría moverse sin temor a ser herido. Akvahn miró a un lado y otro pero muy a su pesar no encontró escombros donde esconderse y poder esperar tranquilamente a que acabara la lucha, por lo que simplemente se deslizó, alejándose aún mas de la lucha y contemplar como se desenvolvía Uriel. Podían tacharlo de cobarde, pero no le importaba la opinión que la gente pudiera tener de él, había llegado a los 45 años y tenía intención de cumplir muchos mas hasta que pudiera someterse al ritual de liche.

-"Será todo lo eficaz que quieras, pero vaya forma de prostituir la magia..." -meditó al ver la combinación de magia y espada del humano.

Mientras las arañas estaban siendo diezmadas, Akvahn se liberaba de la trampa pringosa  mediante   un extraño pase mágico que lo hizo desaparecer y aparecer en la  esquina derecha de la cueva. Con cierto recelo, el hechicero dio unos pasos hacia atrás para proteger a su persona.

 En ese momento, las arañas mas grandes de tonos azulado sisearon como si se informasen de que estrategia a seguir. Ambas inflaron sus mandíbulas y sendos chorros de color verde salieron disparados hacia su objetivo. los dos proyectiles verdosos salieron volando cual saetas en dirección a Brunilda,ya que era la mas adelantada del grupo.

Uno de ellos  golpeó sobre su armadura  sin afectarle  demasiado, sin embargo; el segundo impacto de veneno se disperso sobre su cara  dañando parte de la mejilla derecha de la enana. esta ultima, chasqueó su lengua como muestra de dolor  mientras una fea quemadura brotaba en su rostro.

Las pequeñas arañas que quedaban  ya no parecían tan seguras  de si mismas, ya que fallaron sus ataques  contra sus respectivos enemigos.

Las tornas se volvían a favor de los aventureros...

- Npjtizado-

Por el rabillo del ojo , Uriel observó como las arañas azuladas atacaban con veneno a sus compañeros. Decidió ir en su ayuda no sin antes deshacerse de la ultima de las pequeñas arañas que los habían emboscado. Un destello de su espada dibujo un  arco  sobre la pequeña araña que se deslizó rápidamente,esquivando el ataque del  espadachín.

Exásperado por el constante hostigamiento de la araña a sus pies, Mahel trata de acertarle un puntapié que la lance tan lejos como sea posible (1).

- Ya déjame tranquilo, maldita patuda!

Pero el enemigo que en realidad le preocupaba (si es que algo pudiera preocuparle a este tiefling) eran las arañas más grandes. Y encarando contra ellas le dice a Brunilda:

- Muy bien, pequeña... parece que nosotros tendremos que encargarnos de mamá y papá araña. Demostrémos a estos cerebritos cómo se hace...

Y lanzándose con con la espada en alto hacia la araña gigante más próxima a él y a la enana (2), descarga todo el peso de su hoja sobre el inmundo bicho(3)(4).

Mientras Uriel intentaba desembarazarse de su contrincante sin resultado alguno, el tiflin  decidió ponerse manos ala obra. Con un severo empujón se deshizo de una de las arañas pequeñas que amenazaban su integridad, haciendola volar unos cuantos metros hacía las paredes de la mina. Con un raudo movimiento se abalanzó sobre una de las arañas azuladas que amenazaban ala joven enana. Levantó su espada y la dejó caer con fuerza sobre su contrincante arácnida.

Esta Ultima, consiguió esquivar sin problemas el inminente impacto de la espada del Tiflin, engruñando parte de su cuerpo para dejar que la espada  se estrellase en el suelo de la mina.

Copiando los movimientos del tiflin, la joven enana se abalanzó con rabia  contra la araña azulada que tenia delante. Mientras observaba como esta se escabullía del golpe de Mahel , Brunilda levantó su maza  y descargó un salvaje impacto sobre la criatura arácnida.

Con tan mala suerte que su maza resbaló sobre la quitinosa armadura de la araña azul que siseaba triunfante...

Cargando su cetro de energía psíquica una vez mas Nhyria lanzo dos proyectiles de energía psíquica que rápidamente se dispersaron buscando herir a una de las arañas pequeñas y a otra de las azules de mayor tamaño.

La drow se movió a una posición mas céntrica, y vio que el grupo iba ganando terreno sobre los arácnidos, lo cual la alegraba, pero valía mas no bajar la guardia.

-¡Vamos! Un último esfuerzo...

La energía mágica del cetro de Nhyria golpeo con brutalidad a la pequeña araña que amenazaba el flanco izquierdo, volatilizándola sin dejar rastro. Parte de la energía mágica reboto sobre la araña azulada con la que mantenían combate el tiflin y la enana, hiriéndola considerablemente. Un horrible chirrido de dolor  salió de las fauces de dicha araña y sus múltiples ojos se centraron en la drow...

Ante la alegría de ver las pequeñas arañas romperse como piñatas, Isabella pudo contemplar cómo el grupo empezaba a separarse para buscar la glória en lugar de esperar a que ésta viniese a por ellos. La viuda consideraba que lo más sensato era que permanecieran unidos (y haciendo un muro entre ella y el peligro).
Por suerte, sus agresores se veían mermados y parecía que se estaban imponiendo ante los bichos.

Pero una enorme araña peludo de un color que no la favorecía seguía estando suelta, y lo que es peor: ¡podía venir a por ella!

Dispuesta a evitarlo, la mujer noble se concentró ante la repugnancia de ocho patas y le envió unos pensamientos distorsionados. Puso toda su ánsia de hacer daño en ellos.