Partida Rol por web

- Perfecto. Podremos aplicarlo para derrocar a la Confederación. Enhorabuena doctor Knightley, su obra ayudará a liberar a los planetas oprimidos por estos tiranos. Transfiera los datos a nuestros cientificos en Khoral para la producción de los prototipos.

De espaldas a la cámara el rostro de Knightley queda oculto para los espectadores del video. La voz del doctor suena monocroma, falta de toda emotividad.

- Como quiera Mengsk. Procederé al archivo del patrón de ondas del operativo G-26.749. Según el informe de G-26.247 la atracción fue mutua hasta que resultó infectado por las reinas Zerg pero presentó anomalías con la llegada de las criaturas. Hasta que sepamos mejor como aplicarlo será mejor reservarlo para su estudio. El otro patrón ha sido más exitoso, será el que imprimamos en los emisores.

Una señal verde se enciende en un monitor cercano ataryendo la atención de Knightley que indica a Mengsk con la mano que espere mientras abre la comunicación entrante:

- Buenas tardes doctor Knighley. Tengo más trabajo para usted, referente a las balizas.

- Bien- responde sucintamente el doctor- Enviaré un segundo informe al terminar el análisis. Podrá leer el primero en su despacho, le he enviado una copia del que Mengsk debe haber recibido ya.

La conversación con Kerrigan aún está fresca en la emmoria de los soldados. Tuvo lugar justo antes de conocer al doctor. El fantasma cruza la habitación hacia la mesa de operaciones donde se debió haber dejado su equipo mientras Knightley le extraía el cuchillo.

- ¿Supervivientes de DN-II, incluyendo a G-26.369? Los quiero fuero de circulación cuanto antes. Con discreción, no quiero alarmar a la teniente Kerrigan innecesariamente acerca de los resultados obtenidos de los diskettes que Raynor nos trajo de las instalaciones Jacob.

- Mengsk podríamos realizar más estudios y mejor lo que ya hemos logrado. Tal vez...

- ¡No!

El lider de los Hijos de Khoral resulta tan tajante que Knightley da un paso hacia atrás. G-26.247 se acerca revisando su rifle, dejandolo cargado y amartillado.

- DN-II se encuentra demasiado cercana a la cabeza de puente en la que se encuentran en Antiga Prime. Si G-26.369 se encuentra allí los Zerg se verán atraidos al igual que en DN-II hasta su base. No podemos permitirnos perderla, es crucial para nuestros planes en Antiga Prime. Quiero a su hija muerta Knightley. Ahora encarguense de ella.

La comunicación termina, así como la reproducción de video que deja al asitente digital en pantalla mirando languidamente al infinito.

Aún no puedes creerlo. Tal vez por eso te están fallando las fuerzas, el foco que siempre te dió fuerzas para seguir no sólo está muerto sino corrompido.

Sientes la inconsciencia, es inminente, palpable, fría. Como la muerte. Como tú. Dentro de unos instantes sabes que seréis una, y se lo debes a tu propio padre.

Trato de analizar la cantidad de datos obtenidos a través del asistente digital y un montón de preguntas retumban en mi mente: - ¿a qué se refieren con los diskettes de Raynor? ¿qué será lo que muestren los resultados de esos diskettes? ¿dónde estará el informe del análissi de las balizas?

Me puse a buscar entre los papeles y archivos que tenía el doctor por allí encima a ver si conseguía alguna información que me ayudase a aclarar la confusa situación.

Perdiendo los nervios dije: -Esto es un puto desastre! y finalmente dando un puñetazo encima de una de las mesas grite: -Papelajos, archivos, pruebas, ARRRRGGGG!!!!

A su vez, también estaba preocupado por lo que había escuchado de boca del doctor sobre la toxina que había inoculado en el cuerpo de la cada vez más cansada operativo 26.369, observaba su aspecto degenerado y confiaba en que Knightley hubiera escondido el antídoto en algún rincón de su laboratorio.

Las palabras de la grabación resultaron reveladoras para el grupo aunque poco podíamos hacer ya por Uriel. Por una parte no mostré sorpresa pues ya sabía que algo se venía caldeando con la actitud de la operativo y parte de sus secretos, pero jamás llegué a imaginar que fuera parte de un estrambólico experimento.

- Eso parece Nexus, no veo que haya nada por aquí.

Estaba tranquilo, extrañamente tranquilo, pues llevaba horas desde que peugué el último trago de glorioso y mal destilado whisky.
Rodeé la estancia con curiosidad, lentamente y pensativo, tratando de buscar datos o información que me llevara a una especie de antídoto que sirviera para la operativo.

La mirada de Jonas se quedó clavada en el rostro de Uriel intentando detectar el más mínimo cambio en el mismo, siempre inexpresivo. Tamborileó con los dedos sobre la pantalla y se dirige ha la fantasma.

—¿Qué te parece todo esto? No se si te has dado cuenta que tu única posibilidad pasa por nosotros así que te sería de mucha ayuda sincerarte un poco. No se que coño quieren estos ni los otros y mira, me suda los cojones. Hace tiempo que requiero de acción y mira, esta puede ser una posibilidad. Canta nena.

Cada frase era un mazazo de fuerza demoledora para su mente, ya de por si frágil.

Hacía demasiado que no podía llorar. Sus lágrimas habían muerto y solo había amargura y dolor. Se sentía sucia, podrida por dentro como una yonki que ha tenido una ultima dosis mal cortada y ahora se ahoga en su propio vómito, sacudida por espasmos, sintiendo pudrirse los organos lenta pero inexorablemente.

No... Quizás no fuese así. 

¿¡Porqué!? ¿¡Porqué!? ¿¡Porqué!?

¡Mengsk! Cerdo cabrón... No te voy a dejar usarme. No sin luchar. Traidor. Eres la misma mierda que la Confederación. ¡Asesino!

¡Asesino!

¡Asesino!

¡No dejaré que me mates sin luchar! ¡Pagarás por lo que me has hecho, por lo que has hecho a mi padre!

Se estrmecía y se abrazaba debilmente a sí misma, sin apartar la vista del video.

Era demasiado. Era imposible. Era la realidad. Era una pesadilla cruel y despiadada.

Por un momento pareció que no había oído a Marron pues se quedó inmóvil varios segundos, en una clara lucha interna en su destrozada mente.

Finalmente giró el rostro, torciendo el cuello y le miró fijamente. Un brillo malsano iluminaba sus ojos, locura, desesperación y determinación se mezclaban en uno solo.

- ¿Acaso crees que yo sabía algo? Durante 12 años de mi vida no he sido mas que una herramienta de muerte y sabotajes. Sin conocimiento, sin emociones ni sentimientos. Únicamente objetivos y directrices. - Se mordió el labio con tanta fuerza que un fino hilillo surgió lentamente manchando su barbilla. - Mi padre me utilizó, me utilizó siguiendo las órdenes de Mengsk y luego este cerdo bastardo me sentenció a muerte. Obligó a mi padre a matarme. ¿Es este Mengsk el que se auto proclama salvador y luchador contra la Confederación? No es mas que un cabrón sin escrúpulos. - El brillo febril de sus ojos no se apagaba y su frente se cubría de sudor, la piel tenía un malsano color cerúleo cada vez mas acusado. - Tenéis que salvar estos datos. Avisar a Kerrigan y huir de aquí. Soy... De alguna manera... Algo... ¿Un imán? Algo que atrae a estas bestias por lo que hemos visto... o lo poco que logro entender.

Guardó silencio, con la boca seca y la mirada perdida de nuevo largos segundos.

- Y me estoy muriendo.

Me quedé observando los comentarios de la operativo con cierto gesto de incredulidad en mi rostro. También me vi reflejado en su historia, como al resto. Todos éramos objetos utilizados en una guerra cuyos hilos eran manejados desde las altas esferas y que, en cualquier momento, y tal como nos había sucedido, dejábamos de ser útiles y se podían desprender de nosotros en un golpe de mesa.

Cerré el puño con violencia y la ira me dominó mientras Uriel parecía desfallecer. Viendo su aspecto no parecía que tuviera muchas probabilidades de sobrevivir, pero además de todo parecía ser el epicentro un enrevesado proyecto que no alcanzaba a terminar de comprender, pero que distaba mucho de resultar agraciado.

Por suerte, y a pesar de no tener un buen trago de whisky a mano, controlé mis emociones y observé la computadora cercana encogiéndome de brazos.

- Alguno de vosotros sabe algo de informática? Tal vez esa Kerrigan esté dispuesta a colaborar. Ese Mengsk no parece trigo limpio, y alguien debería de poner sobre aviso a esta gente.

- En cuanto a ti - dije a Uriel - no seas tan dramática. Esas heridas pueden tratarse en un espacio médico no? - dije sin mucho convencimiento de mi mismo - Recojamos estos datos y vayamos a la enfermería, creo que aún tenemos tiempo para hacer un apaño temporal y salir pitando de la base.

Ese gesto de la fantasma, esa rudeza con la que hablaba y al mismo tiempo esa desesperanza excitaba tremendamente al piloto.

—Aquí no se muere nadie —dijo con cierto tono autoritario.

Se acercó a la pantalla y observó la forma de extraer los datos.

—Siempre hay un modo de sacar los datos, Connor. Siempre hay un modo. Si no podemos por las buenas lo haremos al método Cagafuego. ¿Seguro que puedes cargar con este cacharro verdad tío? —dijo esperando la segura confirmación de Nexus—. Vamos a ver.

Demasiado grande. Ignoras cuanto tiempo quedará hasta que la horda de bestias alienígenas se abata sobre este cuartelucho improvisado, pero no bastará para encontrar el antídoto de Uriel, si es que el doctor dejó alguno. Demasiadas probetas y ninguna contendrá alcohol como es debido. Todas etiquetadas con códigos indescifrables ¿dónde quedó la vieja costumbre de marcar con la palabra ANTÍDOTO el vial que buscáis? Mierda, hasta en las destilerías marcan las barricas con XX en función de lo que se guarda en ellas.

Demasiado grande. Ignoras cuanto tiempo quedará hasta que la horda de bestias alienígenas se abata sobre este cuartelucho improvisado, pero no bastará para encontrar el antídoto de Uriel, si es que el doctor dejó alguno. Demasiadas probetas, Todas etiquetadas con códigos indescifrables ¿dónde quedó la vieja costumbre de marcar con la palabra ANTÍDOTO el vial que buscáis? Y encima ahora Marron sugiere que cargues con un enorme trozo de chapa y cables para que otro mire a ver que puede sacarle al ordenador. Con ceño fruncido y mirada fulminante observas al ayudante digital, su rostro brillante mostrando perplejidad ante la sugerencia de arrancar de cuajo la terminal en que se encuentra. Que cachondo el doctor, programarse un asistente con expresividad.

El mundo empieza a difuminarse muy lentamente. Luchas contra el sueño a cambio de un punzante dolor de cabeza y escasos resultados. No vas a aguantar mucho más.

Ante la mirada distante del asistente digital, el debate sobre la manera de obtener los datos que pueda guardar en su memoria se ve interrumpido por un parpadeo de Uriel.

>> Patrón neuronal no reconocible. Dispositivo de reproducción en espera.

Todas las miradas se clavan en la fantasma, cuyos ojos pestañean lánguidamente antes de ponerse en blanco. Su cuerpo cae hacia atrás, quedando recostada contra el asiento, la cabeza ladeada, la mirada completamente perdida, los miembros tan exánimes que el brazo herido resbala de la consola y queda colgando como el de una muñeca de trapo.

Una rápida comprobación de constantes vitales da como resultado un aliento apenas perceptible contra la palma de tu mano y un pulso carotídeo muy lento y débil.

En un primer momento me mostré dispuesto a cargar con ese trasto.

- A dónde hay que llevar ese chisme? al fin del mundo? pues hasta allí cargaré con él sin ningún problema, lo arrancaré de aquí y lo cargaré al hombro.- Contesté a la sugerencia de Marron.

Fijé la mirada en la computador con el propósito de iniciar la acción, pero algo me distrajo. El gesto que había hecho el asistente simultánea a mi respuesta, me había desconceertado. Era como si ese cacharro me estuviera escuchando, tuviera vida. Crucé los brazos, atrasando la pierna izquierda sobre la que reposé el peso de mi cuerpo y fruncí el ceño, desconcertado e incrédulo. El asistente seguía su locución pero de repente sin ninguna explicación está se inturrumpe y Uriel caé al suelo fulminada. Esto me hace replantearme aquella loca tesis de que la máquina esa adoptara gestos más allá de los automáticos y tuvieran algún vinculo con los de la fantasma.

- Qué coño sucede aquí?! por qué se ha cortado esto?! Qué vínculo hay entre Uriel y el ordenador!? Quién controla todo esto?! JODER!!  Quiero respuestas!!-

doy una patada a un muro de los del laboratorio enfadado. Había que arreglar ese desaguisado. Estaba iracundo con aquella situación de difícil control.

- Eso me gustaría a mi saber. - respondí al firebat casi en un gruñido.

Antes del inesperado percance estuve ojeando toda la estancia y hallé unas probetas con etiquetas codificadas, cualquier intento de hallar alguna que pusiera literalmente "Antídoto" me produjeron un intenso dolor de cabeza y, resoplando infructuosamente y rascándome la cabeza volví junto al grupo, justo a tiempo para no perderme el estado de la operativo.

- ¿No habrá muerto no? - pregunté ingenuamente.