Partida Rol por web

Las revueltas de Antiga Prime

00- Las duras gentes de las tierras yermas: Edward Jackson

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16/04/2009, 19:28
Ghost 26.247

Casi coges desprevenido al fantasma, pero este mantiene su presa en tu brazo. En agradecimiento a tu intento de liberarte recibes un golpe en las costillas.

- No esperaba menos. Puedes continuar si quieres, será mucho más interesante.- grazna en su peculiar tono jocoso de ultratumba.

- Basta.

El especialista que retiene a Coogar llama vuestra atención con esa única palabra. Cuando le miras ves que está fijándose en ti. No es un tipo particularmente grande, posiblemente pudieras tumabrle de tener ocasión. Pero Harry es mejor combatiente que tú, y le ha reducido. Entonces es cuando te dijas en el cuchillo que tiene el fantasma clavado hasta la empuñadura en el costado. Instintivamente le miras a la cara enmascarada buscando algún signo de dolor que demuestre que es humano.

Cuando ve que te fijas en él, sabes que es exactamente lo que quiere, y, aprovechando que ya tiene tu atención, la pistola con que apunta a la nuca de Coogar cambia de objetivo, efectuando un único disparo para volver a su posición tras la cabeza de Harry. El muchacho con el que llegaste desde la enfermería cae a plomo con un agujero enorme en su rostro destrozado.

- Adelante.- Dice como si nada hubiera pasado.

- Tiradas (1)
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16/04/2009, 22:30
Ghost 26.247

- Os avisé. El siempre es más directo. Yo prefiero prestar atención a los detalles pequeños... A los pequeños y ensangrentados detalles. - Dice con voz fría y sedosa la mujer fantasma. Después aparta un poco con la pierna el cadaver del fallecido colono y empuja al que sigue vivo para que camine sin detenerse.

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20/04/2009, 23:16
Director

Con paso rápido, formáis una comitiva en hilera. Váis lo bastante separados como para ver a aquellos que se cruzan a vuestro lado apresurarse para alejarse cuanto antes lo más posible de vosotros. Tres asesinos confederados con sus presas. Apenas os miran, disimulando su temor a duras penas.
Coogar se retuerce e intenta liberarse cada poco tiempo, pero los golpes empiezan a hacer mella en él. Una de las veces, el fantasma que dio las ordenes le golpea tan fuerte que pasa más de un minuto inconsciente en el suelo hasta que lo vuelve a levantar sin ceremonias, dejando salpicaduras de sangre en las placas de chapa del suelo. No vuelve a resistirse más, caminando como atontado durante un rato.

Notas de juego

Cambiamos de escena: Con la soga al cuello.