Partida Rol por web

-Diría, si Angainor está de acuerso, que él fuese el siguiente, ya que ve mejor en la oscuridad. Yo haré la última guardia rayando el alba y así alternaremos a los que mejor visión nocturna tienen con los que no. ¿Os parece bien?

Esperé a ver si el enano objetaba algo a mi respuesta a Mut, en cuyo caso todo podría cambiarse sin problema. No estaba yo excesivamente cansado, y la noche aparentaba tranquila. Los uncas también eran una seguridad añadida, pues advertirían la presencia de algún extraño que quisiese acercarse.

-De todos modos esperemos tener una noche sin sobresaltos -dije quitándome las armas de encima pero dejándolas bien a mano.

"- No tengo problema alguno en ser el siguiente- contesto a Axe-. En verdad, mis ojos pueden ser más útiles durante la noche al igual que los de Naowën. Despiértenme una vez me toque- expreso".

Dado el orden de los turnos, aprovecho para llamar a Samman y Viento para que se acurruquen junto a mí, y me echo a dormir un poco antes que me llegue el momento de hacer guardia. Con las montañas tan cerca, mi memoria se vuelve en ensoñaciones hacia mi hogar, hacia mi gente. Las entrecortadas y musicales palabras en khuzdul resonando en las inmensas galerías, las risas, las fiestas... más de una vez extraño los viejos tiempos.

Los turnos de guardia se acaban de conformar. Primero realizará la guardia Naowën, luego Mut, el tercero será Angainor y el último Axe, que tiene la buena idea de tener en cuanta la luz del nuevo día.

A pasar la noche al raso se os junta otro problema, y es que comienza a lloviznar. El que esté de guardia tendrá trabajo extra intentando mantener vivo el fuego. Dormir así no va a ser cosa fácil, pero hay que intentarlo para poder estar frescos al día siguiente, tal vez sea un día duro.

Buscais un hueco apropiado y el elfo se queda bajo la copa de un árbol, en un punto ligeramente elevado pero no muy lejos del fuego. Así el grupo se dispone a pasar la noche.

Los turnos de guardia se acaban de conformar. Primero realizará la guardia Naowën, luego Mut, el tercero será Angainor y el último Axe, que tiene la buena idea de tener en cuanta la luz del nuevo día.

A pasar la noche al raso se os junta otro problema, y es que comienza a lloviznar. El que esté de guardia tendrá trabajo extra intentando mantener vivo el fuego. Dormir así no va a ser cosa fácil, pero hay que intentarlo para poder estar frescos al día siguiente, tal vez sea un día duro.

Buscais un hueco apropiado y el elfo se queda bajo la copa de un árbol, en un punto ligeramente elevado pero no muy lejos del fuego. Así el grupo se dispone a pasar la noche.

Los turnos de guardia se acaban de conformar. Primero realizará la guardia Naowën, luego Mut, el tercero será Angainor y el último Axe, que tiene la buena idea de tener en cuanta la luz del nuevo día.

A pasar la noche al raso se os junta otro problema, y es que comienza a lloviznar. El que esté de guardia tendrá trabajo extra intentando mantener vivo el fuego. Dormir así no va a ser cosa fácil, pero hay que intentarlo para poder estar frescos al día siguiente, tal vez sea un día duro.

Buscais un hueco apropiado y el elfo se queda bajo la copa de un árbol, en un punto ligeramente elevado pero no muy lejos del fuego. Así el grupo se dispone a pasar la noche.

Haces lo que puedes por intentar mantener la hoguera encendida, por lo demás tu guardia transcurre con normalidad y despiertas a Mut.

Los turnos de guardia se acaban de conformar. Primero realizará la guardia Naowën, luego Mut, el tercero será Angainor y el último Axe, que tiene la buena idea de tener en cuanta la luz del nuevo día.

A pasar la noche al raso se os junta otro problema, y es que comienza a lloviznar. El que esté de guardia tendrá trabajo extra intentando mantener vivo el fuego. Dormir así no va a ser cosa fácil, pero hay que intentarlo para poder estar frescos al día siguiente, tal vez sea un día duro.

Te despierta Naowën, te dice que no ha habido novedad solo que el fuego cuesta de mantenerlo encendido. ÉL se retira a descansar y quedas tú de guardia. La noche es fría y húmeda. El cielo está nublado por lo que no se ve casi nada. Buscas la luna, pero es imposible verla de be estar tras las nubes. Pero... Te das cuenta de una cosa más al norte en las montañas parece verse algo muy ténue, un poco de luz, tal vez alguna otra hoguera, pero no está cerca, tal vez hay unos cinco kilómetros.

Con cautela muevo a mis compañeros para que despierten mientras les hago una señal de que no hagan ruido. Cuando todos están despiertos les señalo la tenue luz que se ve a aproximadamente a cinco kilómetros al norte de nuestra posición.

- No sé si es una hoguera...o se tratará de las extrañas luces de las que nos hablaron... - les comento susurrando - ...pero de una cosa estoy segura, si nosotros podemos ver esa luz, el que esté allí o estén pueden ver nuestra hoguera...ir hasta allí podría ser peligroso ahora para los que no vemos en la oscuridad ¿qué opináis? No creo que debamos separarnos, pero sí mantenernos más alerta...

Naowën abrió los ojos alertado por Mut, al parecer tenían visita.

Es demasiado tarde para apagar el fuego, sin duda como bien dice Mut ya habrán visto el fuego. Si se acercan, puedo quedarme aquí como si viajará solo y vosotros ocultaros al otro lado entre los árboles por si la cosa se complica.

El elfo agudizó su vista intentando ver con más claridad quien portaba las luces.

Me despierto sobresaltado, echando mano a mis armas inconscientemente. La tranquilidad de mis amigos me contagia, pues veo que no es urgente la acción.

-Cierto, es tarde para apagar la hoguera. Y quedarnos a oscuras nos pondría en desventaja. La idea de Naowen me parece buena, escondernos hasta saber sus intenciones. Quizás solo sean viajeros, ¡ojalá!

El sueño se me había ido por completo, imposible dormir ahora con esta tensión. La curiosidad es mala compañera, y más aún si la vida corre.peligro.

-Escondámonos cubriendo a quien se quede en el campamento. Uno de los uncas podría quedarse también, como protección extra.

"- No me parece en absoluto una mala idea- comento ante el plan de Naowën".

Mi vista se vuelve hacia la luz que señala Mut. Si no fuese por la zona en que nos encontramos, con la arboleda en derredor y la montaña tan cercana, pensaría como posible el haber dado con la casa del pastor que estamos buscando. Pero no, desecho la idea de inmediato y sólo puedo pensar en lo que Tarien nos contó.

"- Quizás sería bueno dejar a los pequeños junto a Naowën y mantenernos el resto ocultos para facilitarnos las cosas- digo y saco un poco de la carne que suelo darle a los uncas-. Ten, esto será útil para hacer que se mantengan tranquilos aunque la correa ayuda para que estén quietos".

Me giro observando hacia otros lados, tratando de notar si es la única luz a la distancia, y luego miro a mis compañeros.

"- Bien, repartámonos en los alrededores del campamento como bien han dicho... nos mantendremos atentos por cualquier cosa que suceda- concluyo".

Mut despierta a los que duermen, parece ser que ha visto algo en la noche, a lo lejos, y pronto el resto lo podéis constatar. Una luz parpadeante (por la distancia) de lo que parece ser un fuego, pero difícil precisar si es una hoguera o de donde procede. Pero a veces aparece y desaparece, sin seguir ningún patrón concreto.

A la idea del elfo, el grupo se prepara en una especie de emboscada defensiva, toda estrategia para dar más posibilidades siempre es buena. Este, con los Uncas se quedarán a la vista y el resto se esconde.

Pasan los minutos, pasa una hora, y nada. Cuando Naowën echa otro vistazo ya no se ve luz alguna. Fuere lo que fuere ya no está, al menos aquella fuente de luz. Hay que decidir si trasnochar y hacer algo, o volver a intentar dormir para no perder fuerzas el día siguiente.

La luz parpadeante desaparece, y toca decidir qué hacer de nuevo. Me acerco a mis compañeros en silencio y les comento en susurros que debemos tomar una decisión:

- Lo mejor será que descansemos...si os parece bien haremos las guardias de dos en dos, uno que vea en la oscuridad y otro que no vea. El que no vea se encargará de que el fuego siga vivo. Como sucedió en mi guardia seguiré despierto un rato más hasta que acordemos quiénes serán los siguientes...a partir de ahora y con las luces esas cercanas es preferible que tomemos medidas adicionales para protegernos por las noches... - digo susurrando y con cierto pesar ya que de saber que no habría sucedido nada podrían haber descansado un poco más mis compañeros.

Espero a ver quién se ofrece voluntario para quedarse conmigo de guardia y luego nos dividiremos lo que queda de noche en dos imaginarias para que nuestra seguridad aumente. Será dormir un poco menos pero al menos será seguida y con la garantía de que nuestras espaldas están cubiertas.

Con todos expectantes y aguardando lo que pudiera suceder, el tiempo pasa mientras intentamos prepararnos para lo que sea que hay ahí afuera. Al cabo de un tiempo la errante luz desaparece y con ella mi escaso entendimiento sobre lo que pasa. "Lo que sea o quienes sean... ¿se habrán ido?", me pregunto mientras busco rastros de la luz a la distancia.

La presencia de alguien en las cercanías llama mi atención hasta que me percato que es Mut.

"- No sabemos si la fuente de esa luz se ha retirado o simplemente ha apagado todo a propósito al notar nuestra presencia- comento a mis compañeros-. Mut tiene razón... si seguimos así podría no pasar nada y nosotros afrontaríamos un difícil día mañana. Lo mejor será tomar turnos de a pares y mejorar las posibilidades para estar atentos a lo que pueda ser eso- expreso con cierta preocupación-. Tal vez Naowën quiera continuar la guardia ahora que la noche es más oscura y nosotros con Axe seguir luego que la claridad del día está más cerca... mis ojos no son tan agudos- agrego sonriendo".

Miramos con decepción y alivio (al menos por mi parte) cómo la luz misteriosamente desaparece. Y ahora las preguntas arreciaban más que las respuestas. ¿Qué había sido eso? ¿Nos estarían vigilando? ¿Nos atacarían? La tensión que existía se fue desvaneciendo en el ambiente a medida que volvíamos a sentirnos solos. Pero las precauciones siempre son pocas durmiendo en un campamento al raso.

-En una historia que mi abuelo solía contarme, había unos fuegos que brillaban en la lejanía para confundir a los viajeros y llevarlos fuera de su camino. Fuegos fátuos, se llamaban, y tal y como aparecían se desvanecían sin más. Ésto que hemos vivido me recordó un poco a ese cuento. Luces que pueden confundir a viajeros y hacer que las sigan y desaparezcan... ¡Espero que no sea nada así! Angainor, perfecta la distribución de guardias... ¡Descansemos mientras nos dejen!

El misterio de aquellas luces quedaría sin resolverse, al menos de momento... lo más sensato era acabar de pasar la noche y retomar el camino al amanecer y en eso parecía que el grupo estaba de acuerdo.

Esta bien dijo Naowën Me quedaré en la siguiente guardia también, mis ojos son los que más se adaptan a la noche y el que menos necesito descansar. Si esas luces vuelven es probable que lo hagan en poco tiempo. Esperemos que no sean fuegos fatuos dijo mirando a Axe Pues su existencia es real, son almas ligadas a los no muertos que es mejor evitar.

El rostro de Naowën y su determinación en la voz sugerían que sabía bien de lo que hablaba.

Se decide que se intentará dormir lo que queda de noche, pero reforzando las guardias. Mañana será otro día y la luz del día proporciona mayor seguridad. Naowën que necesita menos horas de descanso reforzará la guardia de Axe. Angainor y Mut la harán juntos. Pero esa guardia será más larga de lo normal y junto con el desvele por los acontecimientos de las luces hará que mañana no estén tan frescos como sería deseable.

La ligera molesta llovizna persiste, pero la noticia buena es que la noche transcurre sin más incidentes. Amenece con olor a tierra mojada y una ligera niebla en la zona de las montañas al norte. Los Uncas. que habían permanecido acurrucados uno junto al otro, estiran sus patas desperezándose. Toda decidir cuales son los siguientes pasos a dar.

Oteo la zona donde vi la luz por la noche, les digo a mis compañeros lo siguiente:

- Me gustaría echarle un vistazo al sitio donde he visto la luz...para ver si era una hoguera o no, podríamos encontrar huellas... - comento pero añado - ...de todas formas si decidís ir a la casa del pastor iré con vosotros...no conviene separarse y más tras lo visto anoche que me tiene desconcertado...

La luz que vimos y las historias que mis compañeros de aventura conocen me tienen harto preocupado. Las historias de los fuegos fatuos que engañan a los viajeros no es agradable, y más si está relacionado con magia...aún recuerdo a la bruja a la que ayudamos en una ocasión y tiemblo al recordar los encuentros que tuvimos con ella a pesar de que no quería hacernos daño a nosotros.

- Una pena que nuestro viejo amigo Lorgan no pueda acompañarnos...sabía de magia y sus conocimientos podrían venirnos bien llegado el caso...aunque bueno el pueblo de los elfos es famosos por su magia natural así que no creo que tengamos problemas con maese Naowën. 

La pérdida era todavía reciente y más cuando fue producida por hechicería. La marcha de Lorgan a las estancias de Mandos estaba resultando un hueco difícil de llenar, y más para un pequeño hobbit al que el patas largas le había caído en gracia y al que había regalado su amistad.

- Pero no recordemos de manera triste a los que no están con nosotros...o eso decía mi tío abuelo Hamfast Lanudo. Sigamos buscando al hijo extraviado y alegremos el corazón de una madre con su regreso... - digo recuperando mi habitual jovialidad.

El amanecer trajo consigo la tranquilidad de la luz, para aquellos cuya vista poseía el anodino don de la normalidad. Ahora, en igualdad de condiciones, todo parecía por fortuna más calmado.

Mut recordó a uno de sus amigos caídos en alguna aventura anterior. Siempre es duro perder a un amigo. El corazón queda tocado de un modo imborrable, y esa cicatriz dolerá en los más inesperados momentos, como le acababa de suceder a él.

-Estoy seguro de que vuestro amigo Lorgan estaría orgulloso de que siguiéseis ayudando a la gente del modo valeroso en que lo estáis haciendo, a pesar de su pérdida. Los seres queridos se llevan en el corazón y en el recuerdo, decía mi abuelo.

¡Ah, el fuego extraño! Parecía formar parte de mis sueños hasta que el hobbit lo nombró.

-El ver los restos de esa hoguera, si la hubo, convertiría a lo sobrenatural en personas, tienes razón. Pero desconocemos lugar y distancia. Veníamos a ver al pastor, que supuestamente era tarea sencilla y conocíamos el lugar donde mora, y henos aquí, perdidos tras pasar la noche al raso. Diría que primero busquemos al pastor, que es lo que veníamos a hacer, en vez de desviarnos más. Quizás tras hablar con él nuestro camino nos lleve en dirección a esa luz de anoche.. ¿Qué opináis vosotros, Angainor y Naowen? Hagamos lo que hagamos, mejor no nos separemos.