Partida Rol por web

- Bueno... puede que el Doctor Amber fuera el único capaz de controlarla. Así que solo hay que conocer al Doctor... y ser él.

Miro a todos expectante.

- Sí, puede que tenga algo en mente, pero no sé hasta qué punto puede ser engañada esa criatura.

- Hay un detalle que considero bastante de interés para lo que sea que estés pensando. Esa criatura no actúa sola, tiene a hombres que obedecen sus ordenes. De hecho fue la forma con la que me descubrió a mi, puso a gente a seguirme. Supongo que si pretendes engañarla debería ser en un lugar en el que nos aseguremos que esté sola. 

- ¿Tiene a más gente? Ese dato lo desconocía... puede que me encontrara así.

- O quizás tu caso sea una excepción. - Dice Vyktor, encogiéndose de hombros. - Tu misma lo has dicho, solo el Dr. Amber podía controlarla, por lo que vería lógico que ese ser tuviera alguna clase de vinculo con el mismo. Y hasta donde yo se, parte de Amber está ahora en tu interior. - Señala al estomago de Charlotte. 

Un guardia deja un rifle sobre la mesa, el sonido del metal resuena por toda la sala. 

- Dime Charlotte. ¿La señora Amber sangra? - Por mi sonrisa parece que la posibilidad de negociar con la señora Amber no me parece la mejor de las ideas. 

- Si así fuera, probablemente no volvamos a verla. Aunque no puedo confirmarlo.

Miro de reojo a Charlotte mientras digo. - ¿Qué opinaría el Dr Amber? -

- El Doctor Amber era de la opinión, y supongo que acertada, de que sí se le puede hacer daño. No está hecha exactamente de carne... así que no sangra como tal. Pero se puede matar.

- Pues simplemente tenemos que esperar a que nos ataque para que pueda hacer cientos de fragmentos de la señora Amber y mandarlos por correo a los rincones más alejados del mundo.  - Estiro los brazos y toda la mansión empieza a resonar. 

Miro a Charlotte como si el asunto esté zangado y cambio de tema para rebajar un poco la tensión. 

- Cuéntame Charlotte ¿Cómo han sido tus aventuras hoy? - 

Me pilla con la boca un poco abierta, sorprendida por la confianza de Aedalus.

- Bueno... bien, más o menos. Al menos hasta que apareció la señora Amber. Estuve en el puerto y en el fumadero.

"mmm, no pienso arriesgarme"

-Paul, llama a tres unidades antiterroristas, que vengan sin hacer mucho ruido y nos reunimos en aquella calle (señalo a la calle de al lado, girando a la derecha) espero que no tengan que ser necesarias, quiero a cuatro francotiradores en esas azoteas (señalo a unos edificios de enfrente) y pon el zeppelin a patrullar a una distancia prudencial, quiero a todo el mundo en alerta pero no arméis follón, tengo un presentimiento, sitúa unidades de paisano por el vecindario, espero que nada de esto tenga que ser necesario.
 

una vez reunidos todos.

-Entrare a interrogar al señor Aedalus sobre unos asuntos, hay una serie de indicios que me inclinan a pensar en que puede ser peligroso entrar en esa mansión, quizás haya culpables sobre sucesos que he estado investigando, gente muy peligrosa, estoy hablando de disparar a matar, si hace falta derrumbar la mansión. Tres grupos antiterroristas armados con artillería adaptada para infantería se situaran en las esquinas de esta manzana, el otro en aquella tienda de enfrente, los cuatro francotiradores estarán en esos edificios para garantizar visibilidad completa por las ventanas, el zeppelin reaccionara cuando escuche tumulto y abrirá fuego indiscriminado en la casa, si empieza la batalla no podemos permitir que nada salga vivo de ahí, excepto yo y mis dos queridos inspectores, tranquilos los tres llevamos chalecos especiales líquido antifuego y unas pequeñas mascaras que nos permitiran respirar en el humo un poco,, los francotiradores están cargados con rondas explosivas de largo calibre y la artilleria de los antiterrorista contiene material inflamable así que eso será un infierno, los de paisano, aseguraos que una vez iniciado el bombardeo no haya bajas civiles y que nada se escape por los tejados, fuera a caer en batalla es vital que recuperéis mi cuerpo e informéis de lo ocurrido al alcalde, yo daré una señal a los francotiradores a través de la ventana para disparar a todos los que haya dentro(Me rasco la cabeza, un gesto normal), cuando eso empiece atacad el resto, si no salimos dentro de diez minutos iniciad el ataque, algunas duda?

me acerco a la verja y llamo al "timbre"

Llaman a la puerta

Me levanto y me acerco a la puerta. - Voy a comprobar quién es. -

- Si es la señora Amber probablemente oireis una explosión. - 

Después de mirar los espejos de la casa añado. - Parece que son policias de Agartha... - 

Mientras me acerco a la puerta lo último que se escucha es. - Veo que son bastante más eficientes de lo que esperaba. - 

Abro la puerta. 

Cuando veo a Freimann digo amablemente. - Buenas tardes detective Freimann. ¿Qué le trae por las afueras de Agartha? - 

-Es gracioso Aedalus, recibí un informe hace unas horas de algo corriendo por los tejados y cayendo al río, preguntando por ahí me han dirigido a este barrio y como de paso quería comentarle algo sobre una reunión de peces gordos de Agartha decidí aprovechar, puedo?

Parece por un momento que me estoy debatiendo con algo pero después de unos momentos digo. 

- Claro! Pase pase. - Lo digo mientras abro la pesada puerta de hierro. 

Invito a Freimann y a sus hombres a sentarse en los sillones del recibidor. - ¿Quereis algo de comer o beber? - 

-No, está bien, como le ha ido desde nuestro último encuentro?

Observo los muebles y la decoración

-Tiene buen gusto señor Aedalus, le haría gracia ver mi casa.

- Ha sido una mañana productiva, aunque los detalles de mis gestiones creo que solo le aburrirían. - 

Mientras digo esto un sirviente trae una infusión que deja en una mesita al lado mio.

- Cuéntame ¿Cómo ha sido su día? Por lo que me ha contado ha sido bastante más interesante que el mio. -