Partida Rol por web

Bien exclamó animado el Ventrue ¡Parece que tenemos un plan!La verdad,nos vendría bien la ayuda de Valladolid,espero que lo consideren importante.Lo dejo en vuestras capaces manos,amigo mío.

Por cierto,¿cómo podré localizaros si lo necesito? inquirió antes de dar por zanjada la cuestión.

Habían pasado dos días desde tu cita con Aitor de Segobre. Había dejado claro que podías ponerte en contacto con él a través del mercader judío Yehudá, que tenía un puesto en la plaza y solía frecuentar el mesón que usabas como refugio por las noches. El plan que habíais ultimado implicaba que él te comunicaría a través de Yehudá los resultados del plan: cuando los rumores se hubieran difundido lo suficiente y el Obispo estuviera dispuesto a actuar contra Tania Valach, os limitaríais a esperar que se debilitaran mutuamente y entonces atacaríais.

Sin embargo, los acontecimientos se precipitan de otra manera. La segunda noche tras tu encuentro hallas la taberna en un estado de agitación brutal: al parecer los trabajadores de un viñedo a las afueras han encabezado una rebelión en contra del Rey Carlos y de sus asesores extranjeros y han marchado sobre la ciudad. Las escasas tropas realistas se han visto sobrepasadas y mientras los insurrectos rodeaban las casas de los nobles y los miembros de la alta burguesía afines a Carlos, Burgos se ha declarado en rebeldía respecto al poder real y ha decidido unirse a Segovia, Ávila, Toledo y otras ciudades castellanas en su defensa de las Comunidades.

De alguna manera extraña, los acontecimientos que el Arzobispo Monçada había deseado que sucedieran en Burgos acababan de tomar cuerpo a pasos agigantados. Y por si fuera poco, no había ni rastro de Yehudá en la taberna.

El noble cainita francés hubo de tomar una decisión.Dado que el judío había desaparecido,no tenía modo de contactar con De Segobre,y el giro de los acontecimientos tomaba mal cariz.

Tras meditarlo mucho,se decidió.Acudiría él mismo al monasterio.Probablemente sería un suidicdio pero no podía permitir que Monçada se saliera con la suya.Tampoco podía confiar en la otra facción Lasombra como aliados temporales.Eran demasiado ambiciosos,y bien podrían traicionarle para congraciarse con el Obispo.

No,acudiría en persona y acabaría con la Valach a la primera oportunidad.Y después cazaría a su más preciadas presas.Esa vez no escaparían...

Inmerso en sus pensamientos,el Ventrue salió a la fría noche de Burgos...

La luna riela en los charcos que la lluvia ha diseminado sobre Burgos. Es tarde, y el frío saja la carne como si fuera acero templado. A lo lejos arden las antorchas de la rebelión, y de vez en cuando un grupo de enfurecidos burgaleses desciende en tropel la calle para dirigirse a rodear la casa de algún noble favorable a Carlos.

La ciudad ha sido tomada. Y no puedes evitar pensar que eso es algo que beneficia mucho al Sabbat.

El camino hacia el monasterio es largo, pero caminas a buen paso: en la puerta de la ciudad, así como en el puente, los rebeldes han dispuesto controles que te resulta fácil eludir. Sin embargo, una vez ya en el sendero encuentras huellas recientes de al menos dos caballos. Dado que ha llovido esta noche, y las marcas de herradura son recientes en el barro, sólo pueden indicar que alguien, esta misma noche, ha tomado el mismo camino que tú.

Ya estás temiendo que Valach haya recibido refuerzos cuando ves que las huellas se bifurcan a la derecha, justo en dirección a donde se vislumbra un viejo molino abandonado.

Durante unos instantes,el cainita permaneció agazapado en el camino sobre las huellas.Si quería tener alguna opción de pillar desprevenida a la Valach,debía actuar deprisa.Pero si los cabllaos llevaban a quienes él creía que llevaban...además recordó haber escuchado algo sobre un molino a la pareja de anarquistas la última vez que los espió...

No puedo dejar a ninguno de ellos detrás de mí,o podría acabar entre dos enemigos.

El cainita había decidido,y sus pasos lo aceraron cautamente al molino...

Sin más preambulo, te acercas al molino con sigilo. Una luz oscila en el interior indicando que está ocupado, y dos caballos se encuentran atados a un árbol junto a la entrada, justo aquellos cuyas huellas te han traído a este lugar...

Te acercas con sigilo, pegado a las paredes del molino, hasta que atisbas por un estrecho ventanuco. Dentro del molino, Rowen y Rasched, tus dos enemigos, debaten sobre el cuerpo inconsciente de lo que parece un humano muy maltratado.

-...no podemos presentarnos ante ella sin una idea más o menos cercana del paradero del tal Segobre. Este judío está resultando más duro de lo que podía parecer. Si tan sólo pudiéramos hacerle daño de verdad.

-Las órdenes son estrictas, así que no nos precipitemos, Rowen. Aunque quizá si hubiéramos seguido mi plan y hubiéramos observado sus movimientos nos habría llevado hasta Segobre... ya, ya sé, apenas hay tiempo. Deberíamos llevarle ya ante la señora: quizá ella pueda sacarle lo que no nos ha contado a nosotros... aunque eso represente un fracaso...

Françoise sintió cómo sus colmillos pugnaban por atravesar sus encías,mientras la ira de décadas reprimida en su interior derribaba todas sus barreras.Pero esta vez no cometería errores.El cainita sabía que sus dos adversarios eran poderosos,de modo que al menos debía contar con el elemento sorpresa para acabar con ellos.

El Ventrue buscó el lugar dónde ambos cainitas escondían sus monturas,pues no debían hallarse lejos.Esperaba que al estar acostumbradas a la presencia de los otros vampiros,no alertaran a sus rivales antes de tiempo.

Una vez junto a las monturas,y procurando no hacer ningún ruido,el cainita acercó la mano a uno de los dos caballos,y con un certero tajo de su espada, abrió el cuello del pobre animal,dejando que la bestia relinchara y se retorciera por el dolor y provocando los aterrados relinchos de su compañero.

Inmediatamente,el Ventrue se escondió tras el molino,esperando que uno de los dos vampiros anarquistas saliera para ver qué había ocurrido.Espada en mano,Françoise se dispuso a reaccionar en cuanto viera quién de los dos salía.
Si el afortunado resultaba ser ser el gangrel,intentaría dominarlo en el momento en que se girase buscando al agresor,haciendo coincidir su mirada con la del francés.Si era el assamita...atacaría sin dudarlo para intentar atravesar su corazón por la espalda...

La sangre manó a borbotones de la desvahida garganta del animal, que lanzó dos gorgoteos camuflados de relinchos antes de que sus patas comenzaran a doblarse. Su extenso lomo palpitaba al compás de una respiración agitada mientras la vida se escapaba de sus pulmones. La otra montura, al sentir el olor de la sangre y el miedo de su compañero, empezó a relinchar con fuerza y a tratar de escaparse de su atadura con violencia. El ruido se hizo denso y abotargante, y percibiste gritos inconexos desde el interior del molino mientras te ocultabas tras él.

No pasa demasiado tiempo hasta que atraido por el escándalo, el gigantesco gangrel sale por la puerta principal y se dirige espada en mano hacia el arbol donde se encuentra tan dantesco espectáculo...

En el momento en sus miradas se cruzaron,la atención del gangrel quedó fijada por los penetrantes ojos del Ventrue.Un duelo de voluntades se impuso en ese momento,pugnando en una lucha titánica por el control de la mente del cainita.

Una única orden acosaba los muros defensivos del pensamiento del gangrel.

Mata al assamita.Acaba con él,pues es tu enemigo.Matalo antes de que te traicione.¡Matalo!

La lucha continuó breves segundos,que a ambos,empero,les parecieron siglos...

Los ojos eran los de una bestia acorralada. Mantuvo tu mirada durante segundos eternos hasta que finalmente pareció sucumbir a tu superior dominio de la situación. Con un rugido descomunal, Rowen de Learwood sacó sus garras y las agitó violentamente. Era lo más parecido a un animal enfurecido que habías visto nunca. Un zarpazo golpeó en el árbol, liberando al otro caballo, que se alejó trotando nerviosamente.

Parecía que se producía una lucha épica en el interior del Gangrel, como si su cuerpo se negara a cumplir las órdenes que tan claramente habías sugerido en su conciencia. Sus pasos estaban encaminados al molino cuando se dio la vuelta, pero los daba lentos y vacilantes. Pronto ocupó la puerta de la construcción con su enorme cuerpo, pero uno de sus irreflexivos garrazos derribó una antorcha que cayó sobre el suelo de paja. Pronto el fuego se extendió por el molino, y el humo lo llenó todo, impidiendo ver el interior del molino. Se oyó entonces el ruido de una madera al quebrarse y de un cristal al romperse y, por encima de ellos, los gritos de pánico del hombre al que tus dos enemigos estaban torturando, atado y malherido en el suelo, que recuperó la conciencia en cuanto aumentó la temperatura.

Rowen se agitaba cada vez más, fascinado e histérico ante el fuego. Ahora su estado semianimal se veía reforzado por la atracción y el miedo visceral al fuego. Si entraba en Rotschreck, no serviría de nada la dominación...

Françoise esperó a ver qué sucedía con el gangrel.Vio cómo cada vez perdía más el control sobre él,por lo que decidió no quedarse a mirar más.Mientras el humo se extendía por la estancia,Françoise buscó una segunda entrada al molino.Tal vez si entraba en frenesí acabaran matandose uno al otro,pero quizá podría salvar al hombre torturado sin ser visto...

Dando la vuelta al molino en llamas descubres que una de las ventanas ha sido desenmarcada con violencia y sus cristales rotos. Un ruido de pasos veloces en dirección al bosque parece indicar que alguien ha roto la ventana para escapar del molino y que ahora se interna en el bosque a gran velocidad.

Podrías entrar dentro, pero las llamas ya están lamiendo las paredes del edificio y sin duda te expondrías a entrar en Rotschrek tú mismo. Divisas el cuerpo atado del judío que te hizo contactar con Aitor de Segobre: él es el hombre al que estaban torturando Rashid y Rowen.

En cuanto a este último aún se encuentra en el umbral, fascinado por las llamas...