Partida Rol por web

Las sombras de la rebelión: Castilla, 1520 [INCONCLUSA]

El pecado de la carne

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31/07/2008, 03:12
Tania Valach

¡Qué decepción el tener que encargarse de todo ella sola! Tampoco era mala idea el asesinar a Montalbán, pues se quitaría un trasto inútil de encima. Pero eso implicaba volver a torcer la voluntad de la cainita, quien ya había dictaminado cómo eran y cómo serían las cosas. Y ni el Obispo, ni mucho menos un maldito e insignificante pusilánime como el príncipe, o el bruto de su acompañante vendrían nuevamente a complicarle las cosas.

Tania observó airada la daga que perteneciera a su hermano. Sus ojos se ennegrecieron al instante, adquiriendo una fisonomía hasta demoníaca. Su rostro se torció en una mueca más que desagradable y espantosa, emulando fácilmente a una poseída. Apretó su mandíbula y en el ambiente fue más que alevosa esa brisa helada que siempre la acompañaba, la cual se acentuó con el frío de la ventisca y la nieve, aunque bien podía diferenciarse de ésta. Era el frío de la muerte, de la maldad y la perversión hecha carne. Pero en esos momentos era cuanta más decisión y entereza debía demostrar. No podía permitirse ni un ápice de debilidad interna ni externa. Sabía que por más que le remordiera tan solo pensar que su hermano estaba en peligro, si ella demostraba temor, Ivens la castigaría y bien merecido se lo tendría. La muerte era mejor que la deshonra de un voivoda, y si bien Tania no lo era, aspiraba a serlo en algún momento. Ella era un demonio y todos se doblegaban a sus pies, por propia voluntad o a la fuerza.

“¡Los maldigo, insignificantes lacras!¡Engendros mal nacidos! ¡Moriréis entre mil gritos escuchando de fondo mi risa!” Ese había sido el límite de Tania y esa fantochada ya llegaba a su fin, fuera lo que fuera que debiera ocurrir. Así de extrema y drástica era ella. Y como siempre cada vez que llegaba ese momento en que debía decidir algo de extrema gravedad, no le temblaba el pulso.

¿Qué distancia había entre ellos? No mucha, tal vez unos cuantos pasos. Tania ni siquiera se detuvo ante el gesto de estupor del Obispo, que azorado permanecía boquiabierto. Los ojos ahora negros como un abismo de la mujer se clavaban en la daga que Aitor ostentaba cual botín. Dio unos pasos adelante para observar más fijamente aún aquella posesión de su hermano. Parecía absorta en ella, como dilucidando si era verdadera o falsa.

Tania era una mujer de extrema delgadez, aunque de figura de suaves y armónicos contornos. Sus largas extremidades, acompañadas de sus manos huesudas, de dedos envainados en largas uñas siempre impecables podrían parecer hasta excesivamente poco acordes con la época y la moda. Y cuando se desplazaba, muchas veces su delgadez engañaba y parecía que en vez de caminar, ondulaba. Y fue en ese ondular extraño que llegó frente a los caballeros, dejando atrás al Obispo que seguía sin decir nada. ¿Era la daga de Ivens? ¿Qué más daba en ese momento?

La demonio quedó frente a Aitor, con la vista ennegrecida clavada en la daga sobre su mano. Pero inmediatamente elevó sus ojos hasta el vástago y en cuestión de segundos le batió una bofetada en el rostro.(Vicisitud 2)(*)

- Tiradas (1)

Tirada: Destr + Alterac Corp
Resultados: 1,1,1,1,3,6,5,7,1
Resultado final: -2

Notas de juego

(*) Según el Manual de la Segunda Edición de Edad Oscura, para un grosero estirar-y-remeter sería dificultad 5. Yo coloco la explicada en el libro. Cualquier cosa lo dejo a criterio tuyo a que la subas si te parece.

La intención de Tania es deformar burdamente con su bofetada el rostro de Aitor para así desubicarlo, con la posibilidad de que entre en pánico por el destrozo de sus facciones.

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31/07/2008, 03:24
Tania Valach

Notas de juego

XDXDXD Increíble, estoy muerta XDXD

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02/08/2008, 01:27
Director

La daga de Ivens brilla en la mano del gangrel, con las gotas de sangre que resbalan por su filo tiñendo el piso helado. Un momento de duda parece anteceder a la tempestad que desata tu cólera sobre las tres figuras que se hayan en el puente: el gangrel y el príncipe dan un paso hacia atrás, instintivamente. Incluso la nieve parece detener su caída para acomodarse al estallido de tu furia. Sin embargo, la rabia te hace errar en tu intento, y Aitor esquiva con facilidad el golpe.

A partir de ese momento, fue el caos.

El príncipe desenvainó una espada, las garras de Aitor brillaron bajo la luna, y de la negra sotana del obispo brotaron oscuras las sombras, que, en forma de pequeños tentáculos, trataron de envolver a vuestros enemigos.

Notas de juego

-No, no: la catástrofe sólo sobreviene si hay unos pero no éxitos. Has sacado muchos unos (¡5!) pero también éxitos.

-Tira iniciativa para el turno siguiente si es que piensas atacar.

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02/08/2008, 01:36
Aitor de Segobre

-¡Ya basta, demonio! ¡Si no hacéis lo que os digo, vuestro hermano morirá esta misma noche!

Las garras del gangrel tanteaban el aire, intentando deshacerse de las molestas sombras que lo circundaban.

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03/08/2008, 16:08
Tania Valach

Iniciativa.

Destreza + Astucia (6) + 1 dado

- Tiradas (1)

Tirada: Iniciativa
Resultados: 7
Resultado final: 1

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29/08/2008, 12:22
Director
- Tiradas (3)

Tirada: Montalbán
Resultados: 6
Resultado final: 1

Tirada: Aitor
Resultados: 9
Resultado final: 1

Tirada: Príncipe
Resultados: 7
Resultado final: 1

Notas de juego

Iniciativas:

1º) Aitor de Segobre: 4 + 2 + 9 = 15

2ª) Tania Valach: 4 + 2 + 7 = 13

3º) Príncipe Lorenzo: 3 +`3 + 7 = 13

4º) Obispo Montalbán: 2 + 4 + 6 = 12

Lo haremos así, para no eternizarnos. Cada uno declara su acción y hace las tiradas pertinentes en el mismo post, haciendo en el mismo post tiradas de ataque y de daño, sin esperar a la posible defensa de su contrario. Haciéndolo de esta manera se gana en velocidad, pero tiene un par de problemas. Te copio el ejemplo que le he puse a otro compañero para que quede un poco más claro:

Cita:

Notas de juego

-Como el combate en RPW se vuelve muy farragoso si no juntamos las tiradas, lo que suelo hacer es que en un mismo post tiro iniciativa, y ya declaro mi accion o acciones con las tiradas correspondientes. En caso de que luego haya que rectificar tiradas restando dados a mi reserva (por ejemplo, si yo ataco y tiro con toda mi reserva para impactar y luego resulta que tu paras y me restas dados a mi reserva para impactar), lo que suelo hacer es restar los resultados empezando por la izquierda. Es difícil de ver sin un ejemplo concreto, pero te aviso para cuando suceda.

-Como la iniciativa de Athanoc es más alta (16), mueve el primero. Va a atacar con su espada, y su reserva de ataque (DES +CaC) es de 7 dados. Ha sacado 6 éxitos, que puedes intentar restar con una maniobra defensiva.

-Si no se restara nada a esos 6 éxitos, tiraría para daño 3 (Fue) + 4 (espada bastarda) + 5 (éxitos adicionales a partir del primero en el ataque). Eso haría 12 dados para daño letal (sin restarle aún la maniobra defensiva que pudieras realizar, repito)

-El resultado es 4. Como tendrías que haber tirado (siempre que te defiendas en tu turno) tú la defensa antes que yo el daño, esto es lo que te decía al principio, actuaremos así. Imagina que en tu tirada de defensa sacas dos éxitos. Eso quiere decir que anularías dos éxitos de mi tirada de ataque, y yo habría conseguido entonces sólo cuatro éxitos de ataque, en lugar de seis. Eso quiere decir que para daño tendría que haber tirado 10 dados en lugar de 12. Pero he tirado 12... (para agilizar, como te digo). Entonces, ¿qué suelo hacer? Pues, como hay dos dados que no se deberían de haber tirado, siempre elimino los resultados que "sobran", sean cuales sean, empezando a contar desde la izquierda. En nuestro ejemplo, eliminaría los dos primeros resultados de mi tirada de daño, es decir, el 9 y el 1. Como elimino el 9 se quita un éxito: el resultado de la tirada sería 3 éxitos. Pero como también elimino un 1, deja de anularse otro éxito, así que el resultado de la tirada finalmente sería 4 éxitos. A veces estas cosas benefician a uno, a veces a otro, a veces -como en este ejemplo- se quedan como estaban.

Tirada: Ataque
Resultados: 7,9,2,10,10,8,10
Resultado final: 6

Tirada: Daño
Resultados: 9,1,1,9,8,1,10,7,5,9,8,5
Resultado final: 4

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29/08/2008, 12:36
Aitor de Segobre

El gangrel se encara contigo, agitando sus garras. Sin embargo, y para tu sorpresa, en lugar de ver en sus ojos la excitación y la furia que cualquiera de los de su clase -bestias sin mente, piensas con desprecio- sentiría ante la perspectiva de una lucha, sólo lees en ellos desesperación y decepción. Es evidente que no quería que las cosas hubieran sucedido así.

Pero eso no impide que te ataque con meticulosidad.

- Tiradas (2)

Tirada: Pelea
Resultados: 3,1,4,7,9,9,2
Resultado final: 2

Tirada: Daño
Resultados: 1,2,10,3,6,7
Resultado final: 2

Notas de juego

Ataque: (Des + Pel) = 7 (dos éxitos)

Daño (agravado): (fuerza + 1 + 1 éxito) = 6 (dos éxitos)

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30/08/2008, 22:45
Tania Valach

Tania comprendió al segundo esa expresión en los ojos de aquel animal, y a pesar de la gravedad de la situación, la cainita supo que ella tendría la ventaja. Un sólo atisbo de indecisión en la lucha le daría la ventaja. O eso pensaba...

Vio venir rápidamente el garrazo e intentó esquivarlo.

Esquivar la acción de Aitor: Destreza + Esquivar 5

"¡Maldito esbirro del averno! Moleré tus huesos y con ellos abonaré la tierra...!" Pensó.

- Tiradas (1)

Tirada: Esquivar
Resultados: 9,3,5,2,10
Resultado final: 2

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01/09/2008, 23:24
Aitor de Segobre

El ataque del gangrel, aunque no demasiado diestro, logra alcanzar tu cuerpo. Sientes una convulsión mientras las garras del gangrel penetran la carne de tu hombro izquierdo. Tu primer pensamiento es para Ivens, cuando tus ojos, enrojecidos por el dolor y la rabia, topan con el cuchillo que le había pertenecido, y que ahora permanece en el suelo, tiñendo con la sangre de su filo la densa capa de nieve.

A tu lado, el obispo Montalbán se defiende con asombrosa agilidad de los ataques que el príncipe realiza con su espada. La cara de Osma es de contrariedad. No parece que él, ese patán bienintenciondo, desease que las cosas sucedieran así.

Lo único que logra darte un poco de esperanza es el ruido que los assamitas del obispo hacen al correr desde las calles empedradas hacia el puente. Sólo esperas aguantar los ataques de Aitor hasta el momento en que llegue los refuerzos...

- Tiradas (1)

Tirada: Iniciativa Aitor
Resultados: 7
Resultado final: 1

Notas de juego

Bueno, éste es un ejemplo de lo que te dije antes. Hs sacado dos éxitos al esquivar, lo que habría que hecho que Aitor tirara dos dados menos para daño. Como dije antes, empiezo quitando resultados de la tirada de daño desde el primero: ese 1 y ese 2 es como si nunca se hubieran tirado. Como el 1 restaba un éxito, al quitarlo la tirada de daño de Aitor es de 4 agravados...

Sé que ahora mismo el sistema no parece demasiado justo, pero es el más lógico que he podido encontrar...

Puedes tirar resistencia para ver cuánto puedes absorber.

También puedes tirar Iniciativa para el siguiente turno.

Iniciativa de Aitor: 4 + 2 + 7 = 13

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02/09/2008, 15:45
Tania Valach

Iniciativa.
1- Destreza + Astucia (6) + 1 dado

2-Resistencia: 02.

- Tiradas (2)

Tirada: Iniciativa.
Resultados: 4
Resultado final: 1

Tirada: Resistencia.
Resultados: 7,3
Resultado final: 2

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02/09/2008, 19:50
Tania Valach

Ya no era sangre la que corría por las venas de la cainita, sino el rencor y el odio que la embargaba al pensar en su hermano. Eso era suficiente motivo para dar rienda suelta a su desenfreno y su ira.

Para el próximo turno activo Forma de Zulo.

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03/09/2008, 23:57
Aitor de Segobre

La rabia que ciega tus ojos sustituye al dolor que sientes en el hombro. Apenas las garras del gangrel se han separado de tu carne muerta, notas como tu cuerpo se estremece en un delirio transformador. Tus huesos se estrechan y fortalecen, tu piel se endurece, y percibes con nítida claridad cada uno de los pasos de la transformación.

Aitor retrocede, aterrado, y, aprovechando su posición de ventaja, salta ágilmente desde el puente hasta el agua helada del río Esgueva. Su cuerpo, después del ruido de la caída, se pierde en la oscuridad de la noche y la densa nevada. Los assamitas del obispo no tardarán más de dos minutos en llegar hasta vosotros, y Montalbán mantiene a raya, confundiéndose entre las sombras, a un cada vez más histérico Osma, que lanza estocadas al aire, lleno de furia y desesperación.

Privada de tu presa principal, tus ojos se clavan en el enclenque cuerpo del príncipe... Junto a tus pies, ahora transformados en horrendas garras de siete dedos, se encuentra el cuchillo de Ivens, con la sangre de su filo manchando la nieve. Y clama venganza.

Notas de juego

Has absorbido 1 de 4 daños agravados. Ahora estás Lesionada.

Forma de zulo: +3 a FUE,RES y DES.

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05/09/2008, 14:30
Tania Valach

La lesión que ostentaba producto de las garras del cobarde Aitor, quien ahora se perdía en medio del curso del río semicongelado, más la impotencia de ver la daga de su hermano bañada con su sangre posiblemente y la impotencia de no lograr que las cosas salieran tal como ella lo había planeado, hacían estragos en el ánimo airado de la cainita.

El monstruo en el que se había transformado profería alaridos que quebraban los tímpanos de quien los escuchara. Su cuerpo convulsionaba y en su interior sentía la rabia crecer y hacerse carne junto con sus sentimientos. Era una bestia desatada. Su ira se vio focalizada tanto en el pobre príncipe como en el Gangrel que huía ahora cobardemente.

Pero no quiere perder de vista al 'Animal'. Él es en sí su foco, su objetivo. Aquel que ostentaba la daga y que ante los ojos de Tania es el culpable de la desaparición de su hermano. Él pagará cara la osadía de meterse con los Valach. Es por eso que se acerca al borde del puente e intenta buscarle, rastrearle para darle persecusión y muerte. Tania está cegada.

Percepción + Alerta para dar con Aitor. (dif 7) Por la oscuridad del lugar.

- Tiradas (1)

Tirada: Percepción + Alerta
Resultados: 2,2,2,5,2
Resultado final: 0

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06/09/2008, 17:59
Director

La nieve, que cae copiosamente, envuelve la noche en un manto distorsionante. Nada capturan tus ojos, más allá de la negra superficie de las aguas del Arlanzón, el río que atraviesa Burgos. Te sorprendes oyendo los rugidos de rabia y desesperación que brotan de tu garganta enronquecida por la transformación y la cólera. No hay rastro de Aitor en ninguna parte; se ha esfumado en la noche gélida que iba a suponer la ruina de la Camarilla en la ciudad y ha acabado con tu hermano desaparecido, prisionero, quizá muerto...

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06/09/2008, 18:01
Lorenzo de Osma

Entonces, un grito a tus espaldas llama tu atención. El príncipe.

-¡Basta! ¡Detengamos esta locura!

Sus lujosas ropas están manchadas por su propia sangre. Su brazo, cansado y enrojecido por el esfuerzo de blandir el acero helado de su espada. El obispo Montalbán, una sombra fugaz que invade el puente desde tu posición hasta la suya, no hace ademán alguno de detener a los tentáculos tenebrosos que laceran desde varios puntos al Ventrue.

Los assamitas del obispo llegan hasta vuestra posición y uno de ellos, que al parecer ha debido de presenciar desde lejos la huída de Aitor, salta sin pensárselo desde el puente hasta el río, en busca del gangrel. El otro, con su espada desenvainada y en posición de ataque, se aproxima a Osma.

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06/09/2008, 19:40
Tania Valach

El monstruoso zulo se giró sobre sus pies, haciendo caso omiso al Assamita que saltaba por el puenta para dar cacería al Gangrel escurridizo. Ni siquiera prestó atención al flagelo que el Obispo infringía sobre de Osma ni los otros mercenarios que se acercaban para reducirle aún más.

Con sus fuertes garras aprisionó al príncipe, sujetándolo por ambos brazos y lo elevó en el aire.

-Túhh vendgggrás connnnmmigohh...! -Rugió en un bramido grueso en cuyas palabras se modificaban y se hacía aún más bestial.

Tenía planes muy diferentes para de Osma, más allá de lo que el Obispo pensara y decidiera. Aitor se le había escapado, pero su furia y su ira debían ser aplacadas de alguna manera. Tania no se quedaría así sin logran un trofeo -sangriento o no- de aquel encuentro. Así que con el príncipe como cautivo, el engendro mostruoso y gigantesco dio pasos prestos y ágiles para también desaparecer en medio de la oscuridad y la ventisca.

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06/09/2008, 20:30
Director

El enclenque cuerpo de Osma se escurría entre tus dedos, como una anguila cazada en una red. Tus garras presionaron lo justo para vencer su resistencia, pero sin quebrar los huesos. Luego, haciendo caso omiso de las cada vez más encendidas órdenes del obispo, te alejaste en dirección contraria, hacia el extremo del puente que llevaba al final de la ciudad. Lo demás fueron imágenes fugaces: los assamitas intentando perseguirte para ser vencidos por tu superior velocidad, el desmayo del príncipe y la huída por el sotobosque de la orilla septentrional del río Arlanzón hasta el monasterio que llamabas hogar cuando lo habitaba tu hermano. Una vez allí, supiste que la cercanía del alba detendría temporalmente la búsqueda de los hombres del obispo. Pero no tardarían en encontrarte, y no tenías otro lugar donde esconderte: no con Osma como prisionero. Lo que tuvieras que realizar, debería ser rápido.

Cuando Uriah terminó de encadenar al príncipe a las rejas de una de las celdas del monasterio, se encontró con que su ama había regresado a su apariencia normal. Sus ojos, en cambio, no revelaban más que determinación y fría cólera. Los del príncipe, pavor y desconcierto...

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06/09/2008, 20:54
Tania Valach

¿Qué habría ocurrido para que su ama llegara en aquel estado, cargando un rehén entre sus desproporcionados brazos, airada, iracunda...? Uriah no se animaba a congeturar. Era mejor en esos casos retirarse. Hacer lo que se le ordenaba y luego alejarse lo máximo posible de su ama para que la onda expansiva de su ira no le alcanzara o por lo menos fuera minimizada por la distancia. Tan pronto como terminó de encadenar al príncipe, Uriah desapareció por los recovecos de la fortaleza para no regresar hasta que su señora lo exigiera.

Ahora Tania, vuelta ya a su forma humana -si así podía llamarse a tan terrible demonio- se acercaba a de Osma, envuelta aún en la rabia y el delirio de los acontecimientos. Caminaba frenética por el calabozo, de aquí para allá, su taconeo taladrando los oidos del principe, el ruedo de su vestido negro, como si de luto estuviera, arrastrando y limpiando el sucio suelo.

Se para frente a la figura de Lorenzo y levanta su mano en un puño, enardecida por la ira y maldice. Le maldice a él y a los suyos. Pero tomará represalias. Poco le importa lo que el Obispo piense de ella. Si tuviera un poco de seso sabría que Tania ha obrado a partir del desenlace de la desaparición de su amado hermano.

-Me has quitado a MI HERMANO!!! -Brama en un grito. -Ahora tú serás MIO!!!

Se dirige hasta una mesa de madera grotesca y coge de ella un puñal con el que sin perder el tenor de su ira se practica un corte profundo en su propia muñeca izquierda. Tira el puñal arrojándolo hacia algún lado y se escucha el estruendo del metal contra la pared y luego caer en el suelo. Con su brazo ensangrentado camina hasta donde su prisionero se encuentra y con su mano derecha apreta los pómulos del hombre obligándolo a abrir su boca.

Su cuerpo aparentemente frágil y huesudo oprime con fuerza el del príncipe contra la pared de piedra y con su largo brazo ejerce una palanca que hace que sus dedos huesudos se hinquen en la piel de Lorenzo y tras punzadas de dolor agudo entreabra al fin sus labios. Tania coloca su muñeca abierta y sangrante sobre los labios del príncipe y le ordena a gritos.

-BEBE!!!!!!!!!!!!!

La cainita no cederá hasta que Lorenzo de Osma beba hasta el último y final tercer trago y se suma a su propia voluntad.

FDI: Por ahora obviamente es el primer trago de vinculación.

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09/09/2008, 21:02
Lorenzo de Osma

Pronto notas como los labios del atemorizado príncipe empiezan a succionar tu sangre. Sus ojos, en cambio, están abiertos por el terror, y cuando retiras tu muñeca, habal atropelladamente, con la boca y los dientes aún manchados de fluído vital.

-¡¡Basta!! ¡¡Basta!! Sé qué es lo que queréis conseguir, pero yo no sé dónde está tu hermano... Yo... ¡Yo no lo sé, lo juro! ¡Os lo juro! Yo ni siquiera debería estar aquí... todo fue idea de él, todo fue idea de él: capturar a vuestro hermano, sólo él sabe dónde está ahora... parad...

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10/09/2008, 04:46
Tania Valach

Las palabras de Lorenzo intensificaron más la rabia de la cainita y su deseo de saber quién estaba detrás de todo eso y la desaparición de su hermano. Así y todo no cesaría en su intensión de vincular a ese estúpido canalla. Para algo le serviría. Tal vez hasta en su insoportable estupidez.

-¡Habla ya mismo, maldito decerebrado! -Le gritó. -¡Habla ya mismo si no quieres que funda tus manos en una pira de fuego! ¡Habla si es que no deseas ver tu cuerpo despellejado sufriendo de dolor mientras arranco tu piel a jirones!

Tania no dejaba de amenazar a Lorenzo y no lo haría hasta no obtener la respuesta que quería.