Partida Rol por web

Herbert bajo inmediatamente después que Charlie, el lugar era sombrio y mal iluminado, Este lugar no me gusta nada, es muy extraño, por que en una casa tan bien ciudada no tienen un sotano en mejor estado? Lo nervios, volvieron a aparecer, le temblaban las manos y le castañeteaban los dientes, hizo acopio de valor y evito las sacudidas de su cuerpo cerrando fuertemente la mandibula y apoyandose fuertemente sobre el bastón.

Al igual que Charlie, Herbert rebusco por la habitación, buscando algo que pudiera llamarle la atención, tras una rápida ojeada se dirigió hacia la puerta cerrada.  Parece que tenemos un problema con esta puerta verdad Charlie dice Herbert mientras suelta un risilla nerviosa. Sabías de su existencia o donde puede encontrarse la llave de acceso?

Si se refiere a si sabía que esta puerta estaba aquí...si, claro que lo sabía. Lo que ignoro es quién tendrá la llave. En cualquier caso hágame el favor de no quitar los ojos de la escalera, no me gustaría que nadie nos cogiese de in fraganti-le respondió. Cuando estuvo es posición Charlie se acercó a la cerradura y trató de forzarla. Esperaba que Herbert estuviese atento pues si les cogían haciendo aquello ya podían despedirse de la Logia...y sis compañeros tenían razón, de algo mas.

-¿Que opina usted de los otros, Hebert?-le preguntó mientras trataba de abrir la puerta sin mucho éxito.

Herbert sigue las instrucciones de Charlie y se pone cerca de las escaleras, escuchando y mirando si viene alguien y a la par manteniendose oculto para que no le vean desde arriba.

No se preocupe O´Conaill, tengo perfectamente vigilada la puerta, si fuera el caso de que bajara alguien, le avisaria rápidamente. Si no puede forzar esa puerta, tal vez pueda romper el candado, pero intente que sea en silencio.

Sobre los otros, la verdad es que mi opinión ha cambiado durante la noche, ayer como le dije, me lleve a mi apartamento uno de los libros, yo era esceptico ante todo lo que estaban diciendo. Pe perr perooo, ese libro me asustó O´Conaill y me asustó de verdad, cada vez que lo pie pein... pienso me asaltan los nervios de nuevo. Si le digo la verdad, prefiero no recordar lo que he leido, le aconsejo que no lo lea y espero que realmente nadie de esta logía sea realmente un adorador o los problemas a los que nos enfrentamos sera muy muy peligrosos.

A medida que Herbert va hablando su estado va volviendo a ser más nervioso, sus palabras acaban entrecortandose, por último Herbert deja de hablar y mantiene su mente en blanco y con la mirada perdida en la escalera.

Demasiado tarde mi buen Herbert, me temo que ya di un repaso a varios de esos libros, y si le soy sincero a mi tampoco me hicieron sentir cómodo, ya me entiende-comentó Charlie mientras trataba de abrir el candado- pero, en cualquier caso, no se como les ha afectado a ellos. Parecen psicopatas en mi opinión y peligrosos.

Herbert, creo que esto ya casi está.

Nigel sacudió enérgicamente la cabeza en gesto de afirmación. En realidad no estaba para nada seguro de lo que se disponía a hacer y sinceramente prefería no ponerse a analizar las consecuencias de aquella pesadilla en la que estaba a punto de meterse.

- Va... va... vamos con ello.

Lew y Roy llaman a la puerta, a la llamada se abre la puerta y aparece uno de los mayordomos, mientras Nigel permanece escondido.

- Buenos días caballeros. ¿ Vienen ustedes también a la biblioteca?- refiriéndose a la visita anterior

- Efectivamente - dije sonriendo - debemos continuar la búsqueda de ayer ¡estamos ya muy cerca! Supongo que el señor O'Conaill ya le advirtió que vendríamos ¿no es cierto? Verá, nos hemos retrasado un poco y he visto que su coche está aparcado fuera - bajé la voz un poco - Entre usted y yo, al señor O'Conaill no le agrada mucho esperar, así que supongo que ya se habrá puesto manos a la obra.

Parecía que todo estaba en calma y además Charlie había tenido la precaución de mencionar que vendríamos. Casi me sentía mal por desconfiar de él, pero el día anterior había sido muy traumático para mi y había llegado casi a desconfiar de mi propia sombra. Le hice un gesto a Roy para que pasara, tenía que ayudar a Nigel a entrar.

- Venga, señor Crowley, no hay que hacer esperar a la ciencia - le dije exagerando un poco las palabras - Estamos a punto de realizar un hallazgo casi bíblico diría yo, es muy excitante ¿sabe?

Mientras el plan seguía adelante yo le daría un poco de palique al tipo de la entrada, con lo aburrido que debe ser eestar de guardia un día normal seguro que me atiende de buena gana.

Oh si, por supuesto, es un descubrimiento fantástico. Estoy seguro de que podré escribir un libro. SI me disculpa, voy a buscar una referencia rápida antes de unirme  a usted, señor Harper-dije recobrando el tono formal ante el portero- No tardaré mucho.

Me aleje de ambos para ir a ayudar a NIgel a entrar por la ventana. La adrenalina fluía por mi cuerpo. Solo esperaba que Lew estuviese más relajado que ayer y no le diese por pegar un tiro a Charlie o Herbert. No creía que fuesen traidores ya que no habriamos llegado tan lejos de serlo y, aunque no me daban buena espina no creía que planeasen nada contra nosotros

Cuando la ventana del vestíbulo se abrió sobre la cabeza de Nigel éste apenas pudo reprimir un grito sordo. Su cuerpo escuchimizado estaba en completa tensión y no le terminaba de responder demasiado. Aunque no era para nada un torpe, subir por el alféizar le iba a costar bastante.

Una vez encaramado al alféizar de la ventana( necesitó de tres intentos) todo fue coser y cantar que se dice vulgarmente y en pocos segundos Nigel estaba dentro junto a Roy.

Mientras el tipo de la entrada seguía la conversación por educación, pues se le veía claramente desinteresado - eh.. sí ? eso es estupendo. Bueno señor ¿quiere que le cuelgue el abrigo ? por cierto que su compañero se ha ido con el abrigo puesto. Puede decirle que vuelva al vestíbulo y lo deje colgado cuando le vea?

- La verdad es que hace un poco de frío en la biblioteca - le dije para seguirle la bola - Cuando entras aquí, como hace frío fuera como que no se nota, pero le aseguro que después de varias horas consultando libros el abrigo no te sobra... ¿y está usted solo aquí todo el día? Sólo por curiosidad ¿qué hace para entretenerse? porque no creo que venga mucha gente por aquí - saqué un cigarrilo y me apoyé sobre el mostrador - ¿Fuma usted? Coja, coja, no se corte amigo.

El hombre coge el cigarro - No puedo resistirme a un buen pitillo. Fumar es mi perdición... a decir verdad nunca estoy sólo. Siempre hay algún compañero en la cocina, o el salón, o el guardarropa o la biblioteca... nos hacemos compañía mutua pero aún así tiene usted razón. Las horas pasan despacio.

- Pues puede sentirse afortunado amigo - dije encendiéndole el pitillo con una cerilla - Cuando estuvimos aquí ayer, con nuestra investigación, ya sabe, sólo había una persona en toda la mansión... Así que imagínese usted sólo teniendo que ocuparse de todo - sonreí y le di una calada al cigarrillo - Claro que nosotros estuvimos únicamente en la biblioteca y no le dimos nada de trabajo, faltaría más.

Calculé que Roy y Nigel ya estarían dentro pues ya llevaba un rato entreteniendo al tipo de la entrada, así que me despedí con cortesía.

- Bien, pues vamos al lio, le dejo con sus asuntos... Que pase usted un buen día - apagué el cigarrillo en un cenicero que tenía sobre el mostrador - Oh! Vaya... el tabaco es asombroso, soy como un reloj... Me temo que debo ir al excusado - sonreí y entré con cierta prisa en dirección al baño, que casualmente estaba de camino a las escaleras del sótano.

El hombre hace un gesto de despedida con la mano por tener la boca ocupada con el cigarro y Lew se reúne con el resto frente a las escaleras que descienden al sótano.

Lew comprueba disimuladamente la puerta trasera que hay junto a las escaleras que descienden (a la izquierda) , desafortunadamente, la puerta está cerrada con llave.

Tras comprobar que la puerta trasera está cerrada, cosa que no me sorprende, saco mi revólver en silencio... por si acaso. Antes de comenzar a bajar les hago un gesto con el pulgar hacia arriba indicando que todo está correcto y comienzo a bajar los peldaños haciendo un gesto con la mano para que me sigan.

" Al menos ya sé a lo que atenerme -pensé- si hay que salir corriendo le pegaré un tiro a la cerradura sin pararme a pensarlo... al menos hay una salida cercana"

Sigo sigilosamente a Lew. El es el detective, el que entiende de estas cosas así que supongo que tenga razón y sus acciones sean las más sensatas. Tengo los brazos algo entumecidos de ayudar a Nigel a enrar, pero poco a poco van recobrandose.

Justo cuando el candado cede, escucháis pasos provinientes de las escaleras. Alguien baja... son varias personas a juzgar por los sonidos.

Vamos a dentro a dentro-dijo Charlie sin saber muy bien como reaccionar haciendo pasar a Herbert a la habitación que habían abierto y cerrandola despues con cuidado para que los que bajasen por las escaleras no escuchasen ningun ruido. El pulso estaba por las nubes y si se les ocurría entrar donde estaban ellos, no habría ninguna respuesta ni escusa lo suficientemente buena como para explicar que hacían ahí. Solo les quedaba rezar.