Partida Rol por web

- Entonces todo acaba bien... me alegro. - comentó Milo en tono desenfadado. Realmente no habría tenido problemas en darle en toda la cara a ese escocés engreído pero... bastantes problemas les aguardaban como para buscarse nuevos quebraderos de cabeza. Fuera lo que fuera aquello que les aguardaba, tanto si ese tipo tenía o no información al respecto, les acabaría atizando en la cara. Quizá lo mejor fuera disfrutar de un breve periodo de ignorancia.

Claro que si ese tipo sabía quién y porqué se retenía al viejo... 

Voy a acabar "aún" más arruinado...Más me vale empezar a sacar esas libras y, espero que la recompensa merezca la pena... Bah, sí no es así al menos me habré reido un rato-pensó Henry mientras sacaba el dinero para pagar con una sonrisa de alivio en la cara al ver que todo se había calmado- Al final el bueno de Milo si que va a tener que meterme una de esas balas en la rodilla. Inexplicablemente, teniendo en cuenta el hilo de pensamientos, Henry rompió a reir. La situación en el fondo era jodidamente divertida, si se veía desde fuera, claro.

Ya he invitado antes a beber a inglesas-repuso divertido ante la salida del tipo-y cuando lo único que tienen cerca son ingleses no se hace idea de lo que son capaces de beber

Ambos tipos estallaron en carcajadas, una broma sobre los ingleses en Escocia era la mejor manera de hacer amigos. Incluso la camarera a punto estuvo de tirar una de las jarras al escuchar la chanza.

David trató de relajarse bebiendo la buena cerveza del lugar. Seguía preocupado por el comportamiento de aquel hombre pero por primera vez parecía que sus compañeros tenían controlada la situación. Dio un largo trago y trató de participar en el ambiente riendo los chistes de sus compañeros aunque, aquel contable de la gran manzana, no se desenvolvía bien entre bebidas y risas.

Comencé a devorar la cena y no sólo porque tuviera hambre, sino también porque tenía algo importante que hacer después. Me alegró comprobar que nuestros acompañantes no resultaban inútiles del todo, su bocaza a veces servía de algo.

- Muy bueno, Henry - tuve que reconocer.- Bueno, y ya que vamos a beber juntos ¿Por qué no nos dice su nombre, amigo? Yo soy Harper, Lew Harper - le tendí la mano para formalizar la presentación.

Se levanta y hace una reverencia en vuestra dirección

- Alistair MacGillivray, escocés de las Tierras Bajas, pero no inglés ¿eh?. Mucho gusto en conocerles señor Harper y compañía, soy maestro ¿ustedes a qué se dedican? ¿están también de vacaciones?

Henry Dewey, escritor- respondió omitiendo su segundo nombre y continuando con la mentira de su profesión. Henry podía ser un bocazas, pero sabía perfectamente que tener un nombre alternativo acreditado en un pasaporte podía ser de utilidad en el caso de necesitar cambiar de nombre en algún pueblo cercano.

Si, más o menos. Un amigo nos ha invitado a cazar en sus tierras y ya sabe. A los américanos nos encanta disparar y nos han asegurado que en Escocia hay grandes jabalíes.

- Así es, una caza fantástica... les recomiendo que prueben la carne de oveja de las highlands, es una clase de ovejas autóctona cuya carne es deliciosa-dice gesticulando.

Terminé la cena antes de que se quedará fría y me cuidé de no beber demasiado, no era momento de andar bolinga por ahí.

- ¿Entonces dice usted que está de vacaciones, señor MacGillivray? - le pregunté al tipo.- No sabía que este fuera un destino común de viajeros y turistas ¿Qué le ha traido a este tranquilo pueblo?

Asiente sonriente tras dar un largo trago a la cerveza que acaba de pagar Henry

- Soy de Galashiels, en el sur de Escocia. Doy clase allí a los bachilleres, clase de lenguaje, historia, geografía, ciencias naturales... un poco de todo. Se trata de dar una formación básica a los jóvenes de la ciudad antes de que algunos de ellos vayan a la Universidad y otros... al campo. Hace unos dos meses decidí tomarme un año sabático para recorrer Escocia de sur a norte, mi intención es ir hasta las remotas islas del norte. Ya saben las Orcadas y las Sethlands.

Me han dicho-intervino David- que el norte de escocia posee un paisaje único en el mundo. Y ahora que lo pienso, ¿no es allí donde se ha visto al monstruo en el lago? Creo recordar haber leido leyendas sobre un monstruo que aparece en un lago de la zona. Espero encontrarme solo con jabalís y no con monstruos-bromeó- aunque se muy bien lo que puede hacer un jabalí, espero no toparmelo de frente.

Eres increíble Henry, con tu boca eres capaz de meterte y sacarte con igual facilidad de los líos más extraños, JAJAJAJAJA.- Jim alzó su jarra y la vació de un trago, a continuación no pudo evitar sonreir ante el comentario de David, parecía que este hombre creía en todo tipo de leyendas y cuentos.- Por Henry, que su próximo libro sea un éxito lleno de monstruos y lagos!!!

El alcohol comenzaba a nublarle la razón, una ducha le despejaría pero debía evitar seguir bebiendo, o ya sabía como acabaría aquello... Se acerco caminando con seguridad hacia la preciosa camarera.- Disculpa preciosa, creo que voy a hacer uso de la bañera antes de acostarme, ¿te importaría indicarme dónde está el baño y ya de paso mi habitación?.- Seguidamente sacó un billete de dolar y se lo entregó mientras le susurraba discretamente en el oído.

Disculpa por lo de antes preciosa, me ponen nervioso las mujeres tan guapas, si tu turno termina pronto me encantaría tomar un trago contigo, ya sabes donde estaré...-Pese a la cantidad de alcohol ingerido Jim se mantenía aún lo bastante sobrio como para saber lo que se hacía y hablar con claridad, la corpulencia del hombre y su práctica vaciando botellas eran un gran ventaja que explotaba con asiduidad.

- Ten cuidado Jim... a lo mejor el monstruo está en tu bañera. - apostilló Milo.

Afortunadamente el ambiente se relajaba y, si el pueblo entero estaba destinado a saber de nuestra llegada más valía tenerlos en mayor o menor medida como amigos que no como enemigos. Estaba claro que aquel tipo malencarado no tenía mayores intenciones de "hacer amigos" pero de todo tenía que haber. Estuviera o no estuviera relacionado con el objeto de la visita, Milo estaba seguro de que volverían a encontrarse con él. Y pronto.

Por suerte Dewey había conseguido relajar el ambiente. Era un tipo con mucho carisma... de eso no cabía duda. Quizá fuera por eso por lo que aún Milo no me había saltado todos los dientes de un puñetazo. Al tiempo...

Vísteis como la chica enrojeció y dio indicaciones a Jim en voz entrecortada y añadió algo que no escuchásteis. Mientras tanto, el tal Alistair vació la jarra y se puso en pie.

Ruborizada tras indicarte dónde estaba el baño y tu habitación.

- Quizás otro día... eres un tipo muy amable, encantador-pero la cosa se quedó ahí.

- Bueno caballeros, ha sido un placer conocerles. Ya he bebido suficiente hoy y quiero madrugar mañana para dar un paseo. Si me disculpan...-dijo ya de pie y con medio cuerpo hacia las escaleras.

¡Nos vemos! se despidió Henry alzando una mano y centrandose en la comida ¡Está realmente deliciosa! Henry contempló a Ji irse, seguramente tuviese una alegría femenina en la cama...o en la bañera... El hombre le miró con algo de envidia mientras subía las escaleras. La verdad que la camarerita estaba de muerte. Finalmente se volvió hacia sus compañeros en espera de que explicasen algo de una maldita vez.

- Que pase buenas noches, caballero - dije despidiéndome del tal Alistair.- Seguro que nos vemos por aquí durante los próximos días.

Volví de nuevo la atención a la mesa, aunque no pude evitar presenciar de neuvo las tontería de aquel tarugo que se habían empeñado en traer. Si seguía así nos iba a buscar problemas.

- Bueno, pues creo que será mejor que nos marchemos a descansar ¿eh? - les dije.- Mañana tenemos muchas cosas que hacer.

Después me incliné sobre la mesa y hablé en voz más baja.