-Mmm, curioso-murmuró Farid.
Mostró el anillo a Adam, y luego se acercó a Joan.
-¿Estás bien? Quizá al final valga la pena haber entrado, a pesar de todo. Mira lo que llevaba el doctor-le dijo, mostrándole el anillo-. Pero ya tendremos tiempo de analizar este símbolo. Echemos un vistazo al resto de la casa y salgamos pronto de aquí.
Voy a 5.
- Aunque hayamos visto horrores mayores, la muerte de una persona sigue siendo terrible -miré de reojo el símbolo del anillo y acompañé a Farid hasta el siguiente cuarto. Luego tendríamos que discutir el espinoso asunto del destino del cuerpo del profesor...
Os dirigís a la puerta de al lado, esta conduce a una habitación vacía. Si ilumináis con vuestras linternas en la oscuridad podéis observar que no contiene nada de interés, excepto un poco de polvo; hay una chimenea en la pared de vuestra izquierda y una puerta en la pared de enfrente que da a otra habitación (4).
Esta última está abierta y se puede vislumbrar que en la habitación contigua hay objetos y herramientas tiradas por el suelo.
Por un instante, Farid y Joan captan algo, en la penumbra que genera la linterna han visto algo moverse. Ha sido en la habitación de al lado, un sombra ha cruzado por delante de la puerta abierta.
Motivo: Tirada Descubrir F
Tirada: 1d100
Dificultad: 84-
Resultado: 61 (Exito)
Motivo: Tirada Descubrir J
Tirada: 1d100
Dificultad: 85-
Resultado: 22 (Exito)
Motivo: Tirada Descubrir A
Tirada: 1d100
Dificultad: 55-
Resultado: 71 (Fracaso)
Estáis en la habitación 5.
Me quedé dudando: ¿había visto realmente algo en la otra habitación? ¿O estaba aún más paranoica tras descubrir el cuerpo y sentir las brisas de aire?
Sea como fuere me abstuve de hablarlo con mis compañeros y decidí no desenfundar el arma: quizá sería más peligrosa para el grupo con el revolver en las manos.
Farid casi dio un respingo.
-¿Habéis visto eso? Allí, parece que algo se ha movido.
Adam apuntó instintivamente con el arma en la dirección que indicaba Farid, a pesar de que él no había visto nada.
-Vamos con cuidado.
Sin dejar de apuntar, empezó a moverse en la dirección que le había indicado su compañero. Este le seguía un paso más atrás, enfocando con la linterna.
Con Adam en cabeza apuntando con su arma y con Farid y Joan siguiéndole, entráis en la habitación contigua, lo hacéis con cautela, Farid intenta iluminar toda la estancia lo más rápido que puede para evitar sorpresas. No hay nadie en esta estancia. Parece ser un taller de trabajo.
Hay tres mesas grandes en la que pueden verse algunos restos arqueológicos extraídos de las excavaciones con algunos apuntes, aunque la mitad de las cosas que deberían estar sobre ellas están esparcidas por el suelo, lo mismo pasa con un banco de herramientas con equipo de arqueólogo, cuyos utensilios han sido desparramados y sacados de los cajones. Una pequeña librería que estaba llena de tomos está ahora vacía, y los libros por el suelo, junto a dos taburetes tumbados. El desorden es tal que parece como si un tornado hubiese pasado por aquí. Tiene el mismo aspecto que las habitaciones del primer piso, han registrado a fondo este lugar en busca de algo.
Una puerta entreabierta a vuestra izquierda os vuelve a poner en alerta. Si la mente no os ha engañado lo que se movió en esta habitación puede haber pasado a la otra (3).
Ahora mismo, sumidos en la oscuridad de un sótano y con un cadáver en la carbonera empezáis a preguntaros ¿Qué es lo que descubrió Henry Hancock que acabó matándolo?, ¿Quién lo torturó y asesinó?, ¿Encontraron los asesinos de Henry Hancock lo que buscaban?,...
Estáis en la habitación 4.
-Me gustaría examinar a fondo estos documentos y libros, pero puede que haya alguien aquí, y deberíamos asegurarnos...-susurró Farid a sus compañeros.
Adam asintió, y se encaminó hacia la otra puerta que daba acceso a la habitación. Farid le seguía.
Voy a 3.
Al confirmar que la sombra era algo real y que parecía estar esperándonos, saqué el revolver y seguí a Farid:
- Cuidado, no estamos del todo seguros de que sea hostil... -dije en un susurro, no fuera que presa del ambiente opresivo acabáramos con alguien que no era causante de la muerte del profesor.
Os acercáis con sigilo, intentando no pisar nada importante de entre los múltiples objetos y libros que hay tirados por el suelo, con cuidado de no tropezar, hacia la habitación que da al sur. La puerta entreabierta solo permite ver un resquicio de oscuridad cuando la ilumináis, no se puede apreciar nada con claridad.
Llegáis junto a ella y la abrís con cuidado. De repente, una forma enorme y unas garras en alto aparecen al otro lado...
Estáis en la habitación 3.
Farid se agitó, y con él la luz de la linterna en su mano temblorosa. El haz lumínico atravesó errático sobre aquel ser amenazante, lo que dificultó verlo con nitidez, aunque fue suficiente para mostrar su gran tamaño y sus afiladas garras.
El diletante intentó mantenerse firme y enfocar bien a la criatura, para observarla mejor.
A pesar de la advertencia de Joan, Adam estaba tan tenso por la situación, y fue tal la impresión al ver a aquella criatura, que no pudo reprimir el dedo de su gatillo, disparando instintivamente a la bestia.
Motivo: Disparo
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 41 (Exito)
Motivo: Daño
Tirada: 1d10
Resultado: 5(+2)=7
Al percibir que el ser que perseguíamos no era humano, disparé de forma instintiva, aunque aún no supiera si se mostraba hostil contra nosotros.
Motivo: Disparo (arma corta)
Tirada: 1d100
Dificultad: 92-
Resultado: 24 (Exito)
Motivo: Daño
Tirada: 1d8
Resultado: 5
Dos destelleantes disparos sonaron en el sótano, ambos lograron acertar en el objetivo. Pero la criatura ni se inmutó.
Una vez conservada la calma e iluminando mejor comprobáis que habéis hecho dos agujeros a un magnífico ejemplar de oso grizzly disecado. Erguido sobre sus dos patas traseras y en actitud amenazante, la figura conserva perfectamente la expresión agresiva del animal. Un trabajo muy bueno del taxidermista.
Cuando avanzáis hacia el interior de la estancia comprobáis que el plantígrado no está solo, las paredes de esta habitación están ocupadas por las cabezas de casi una veintena de animales diferentes. Parece ser una sala de trofeos.
En el centro hay una vitrina con premios y medallas de tiro, y un vistazo más a fondo permite comprobar que todos llevan el nombre grabado de Henry Hancock.
Estáis en la habitación 3.
- Ufff... -aliviada por la falsa amenaza, comencé a recargar el arma, aunque con presteza.- Si la sombra era alguien, ahora debe estar huyendo por las escaleras, o por una salida dentro de este sótano -finalicé apremiante a mis compañeros, por si querían seguir la investigación o intentar encontrar al intruso.
Adam farfulló unas palabras malsonantes en voz baja en cuanto se percató de la verdadera naturaleza de "la amenaza".
-Maldito doctor y su gusto para la decoración...
Farid, en cambio, no pudo reprimir una risita nerviosa, ahora que se había calmado la cosa.
-Tienes razón Joan. Si en verdad teníamos compañía aquí debajo, seguramente los disparos lo habrán alertado. Si ha huído no sé si podremos darle alcance, pero personalmente lo que más me interesa es encontrar información útil para nuestra misión. Propongo terminar de ver el resto de habitaciones de esta planta y luego detenernos un poco más en el taller de ahí atrás. Quizá haya algo interesante entre los restos arqueológicos y los libros.
- Hagámoslo así -dije guardando mi revolver.
Ok, pues pasamos por la zona 1, que ya la habíamos visto al bajar, y si no hay ninguna sorpresa ahí, echamos un vistazo a 2, que es la única que nos falta por ver, si no me equivoco.