Partida Rol por web

Se estiró el cuello de su atuendo, que empezaba a hacerle transpirar. -Sí. Me quedaré con mi padre hasta que nos vayamos. Apenas pueda hablaré con él- contestó brevemente a la proposición de Hanna. Volteó en dirección al templo, para ver al descortés elfo de la entrada venir hacia ellos. ¿Qué querrá de nosotros? Siguió caminando a paso lento, y cuando pasó junto a Ivelios le dedicó una ligera inclinación de cabeza, para luego seguir su camino, sin importarle demasiado si la muchacha le seguía o no. Tenía algunos asuntos que tratar...

Hanna asintió a Kanizhar al despedirse de él y saludó a Ivelios con una mano.
Recobró la compostura, aún con una expresión de tener mal dia, pero tratando de ser tan amable como pudiera, correcta, como mínimo.

Buenos días... ¿Qué se le ofrece?

Hola de nuevo- saludó Ivelios- tienes mala cara- añadió. Al mago no le había pasado desapercibido la expresión de "cabreo" en su rostro- y eso que Hanna lo disimulaba muy bien- tenía intención de pedirte algo de ayuda, si es posible. Es algo relacionado con el Club de Aventureros de la Lluvia de Estrellas. Nasana me ha dicho que tu podrías ayudarme.

Hanna cogió aire mirando a Ivelios.
No todos los días ves a una amiga tirarse por el balcón de su habitación... Sí, es un mal día...

Lo soltó en un largo suspiro mientras miraba el suelo, a un saltamontes que brincaba inocentemente por el patio.
Si es sobre el club de aventureros supongo que puedo echarte una mano, sí. Volvió a mirarle, con las manos en los bolsillos. ¿De qué se trata?

Cita:

 Lo siento- es lo único que se le ocurre decir al mago. A decir verdad poco más puede hacer- verás- prosiguió como si tal cosa- me gustaría poder entrar en dicho club, pero para ello necesito tener una especie de aval, y Nassana me ha comentado que tu podrías ayudarme a ello.

Hanna asintió agradecida a las condolencias de Ivelios. No le gustaba que desconocidos se compadecieran de ella, así que estuvo bien.
Cuando escuchó su petición, se llevó la mano a la boca, pensativa.

Bueno... yo no, pero conozco algunas personas que pueden hacerte el favor. Le miró a los ojos. ¿De qué se trata exactamente? Para ponerte en contacto con la persona adecuada, vaya.

Kanizhar volvió al velatorio, encontrando todo más o menos como se lo dejó. Immué había terminado de hablar con su padre, y estaba sentada en silencio a su lado, contemplando el cuerpo de Deniria.

Simplemente quiero entrar. En función de lo que vea allí actuaré en consecuencia- contestó Ivelios. A decir verdad, no tenía un plan definido. Solo quería ver el ambiente del lugar y a partir de ahí decidir en consecuencia- es por ello que te dejo en tus manos. Al fin y la cabo tu estás mejor puesta que yo en este tema.

Hanna levantó las cejas con sorpresa.
No es un club normal y corriente, señor. Allí hay gente bastante peligrosa, y tendrá al menos cuatro ojos en su nuca en cuanto cruce la puerta. Intente pasar desapercibido y como alguien inofensivo, es posible que algunos allí dentro estén buscados y sean bastante suspicaces.

Suspiró.
Hable con las sacerdotisas del templo de Tymora, seguramente la puedan ayudar.

 ¿Nada más que eso?- preguntó- pensaba que iba a ser algo más difícil. Aunque, pensándolo bien... ¿esos sacerdotes del templo de Tymora podrán ponerme alguna pega al respecto? lo pregunto para saber a que atenerme a ese respecto.

Hanna rió un poquito.
No he dicho que sea fácil, amigo. Cambió el peso de pierna y pensó un segundo, llevándose las manos a los bolsillos. Es probable que te pidan algún favor antes de permitirte entrar al club en su nombre... y las Tymoranas son temerarias.... Dejó un par de segundos de pausa. ...cuando tienen el día prudente. Patrocinan grupos de aventureros, así que no te extrañe si te mandan a alguna parte peligrosa con otro puñado de... intrépidos.

Sonrió de medio lado mirando al elfo, seguramente se lo estaba pintando bastante negro, pero mejor encontrarse con menos de lo esperado que con más de lo esperado.
En cualquier caso, pregunta por la Prelada Seresha Áuric, es la líder de la congregación.

Cita:

Ya me lo figuraba- pensó el elfo. A decir verdad no esperaba que, solo con presentarse iba a lograr su objetivo- supongo que no me quedará otra opción que aceptar la misión... siempre y cuando no sea un claro suicidio- comenta- bueno, creo que por mi parte nada más. Si puedo ayudarle en algo...- Ivelios dejo la frase sin completar. Obviamente a la ayuda se refería principalmente al caso de la sacerdotisa recién fallecida, pero no iba a sacarlo por si mismo a colación. No sería lo más adecuado. A decir verdad, dudaba que quisiesen su ayuda.

Hanna suspiró y desvió la mirada de Ivelios cuando éste preguntó, lo pensó para si misma y enseguida le contestó.

Bueno... hay algo... verá, algunos hechizos han fallado últimamente de una forma extraña, nada alarmante todavía. Si le sucede, estaria bien que nos contase su experiencia, a ver si podemos averiguar a qué se debe.
Asintió como diciendo: "sí, en eso podrías echar una mano"

Por lo demás... es todo. Gracias Ivelios.

¿A que te refieres con "formas extrañas?- preguntó el mago, curioso ante la mención (de nuevo) de los fallos de los conjuros. Era un tema que tenía que tener en cuenta, dada sus habilidades- ni que decir tiene que informaré si me ocurre algo parecido- añadió- pero si puedo saber a que atenerme, mejor que mejor.

Bueno... ha fallado alguna que otra vez en demostraciones en presencia de aldeanos, sin razón aparente.

No sé demasiado, algunas de las hermanaS lo han estado investigando, pero todavía sin resultados... Aunque tenga mis propias teorías...

Resopló algo molesta sin razón aparente, y sin que fuese con Ivelios la cosa.

Si nos enteramos de algo en firme y se pasa por aquí, se lo haremos saber.

 Pues me vendría bien saberlo, si- respondió el mago mientras sonreía- francamente, no me apetece que en mitad de un combate mis conjuros fallen. No sería bueno para mi pellejo, ¿no cree?. De todas formas, puesto que estoy ya sobre aviso, investigaré el asunto haber si puedo averiguar algo más al respecto. Cualquier información os la haré saber.

Creo que nada más por mi parte. Ha sido un verdadero placer y gracias por su ayuda

No, tiene que ser bastante desagradable Sonrió ampliamente. Desde luego la expresión seria "un mal de ojo de Beshaba", pero no sonaba demasiado educado. Bueno... lo mismo digo, un placer
Inclinó la cabeza de forma respetuosa, y se marchó adentro, pensativa