Partida Rol por web

Las Tierras de los Valles

25. Tentar la Suerte.

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20/03/2011, 18:28
Lidda Dudley

-¿no es mi sustituto?- miré a mi mentora enarcando una ceja e hice una mueca- eso me había dicho Okk en la entrada- me encogí de hombros- Bueno, en cualquier caso voy a despedirme de todo el mundo. Supongo que te veré mas tarde en el templo ¿no Yhalandara?- pregunté de forma inocente a la sacerdotisa.

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21/03/2011, 09:14
Yhalandara Briostan

-- --respondió Yhalandara, encogiéndose de hombros--. Cuando termine mis quehaceres, allí estaré. Nos vemos.

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23/03/2011, 09:52
Lidda Dudley

O me estás mintiendo o de verdad pretendes volver con todo el jaleo que has montado...medité mirando a mi mentora a través de una sonrisa desenfadada. Dando por terminada la conversación me despedí haciendo la señal Tymora y el gesto de respeto que se debía a las superioras en jerarquía y me alejé de la mesa buscando con la mirada gente conocida de la que despedirme. Debido a que hasta el momento había sido mi lugar de trabajo, tenía varias cosas que utilizaba a menudo que había dejado en la parte de atrás, donde se atendían a los heridos. No sé cuanto tardaré en volver...será mejor que lo recoja todos...pensé dirigiéndome pues hacia el fondo de la estancia, donde una puerta comunicaba con el resto del Club. Recoger mis pertenencias además me serviría de excusa para curiosear por allí, lejos de la vista de Yhalandara e intentar averiguar algo más.

Notas de juego

pues eso...vamos a curiosear por ahi fingiendo que hago otra cosa ^^

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24/03/2011, 09:44
Ivelios

Nadie pareció sorprenderse de que Lidda se acercara a curiosear. A fin de cuentas, era un club de aventureros. Cualquier cotilleo que pudiera devenir en trabajo atraía a fisgones, y no faltaban los que gozaban del protagonismo. 

En esta ocasión, era un calishita el que parecía llevar la voz cantante de lo que se estaba discutiendo, y el elfo que había tratado con Yhalandara parecía estar escuchándole con atención. El calishita iba ataviado por una vaporosa camisa blanca con un chaleco negro decorado profusamente con runas y sigilos dorados que proclamaban a los cuatro vientos que era un hechicero. Lucía un turbante tirante, un fajín de seda negra, y unos bombachos del mismo color metidos por dentro de una botas largas de cuero suave.

--Está claro --decía con arrogancia mientras se miraba despreocupadamente las uñas--. Lo de que su hijo era impermeable a la Urdimbre fue la comidilla en la ciudad hace unos años. No lo pudo soportar, y se tiró desde la ventana de la torre.

--Pero ¿precisamente ahora, después de tantos años? --objetó una mujer con armadura que había por ahí cerca, pero nadie pareció prestarla atención.

--¿Cómo es posible que alguien sea impermeable a la Urdimbre? --preguntó un enano.

--¿Y TÚ lo preguntas, enano? --se mofó el calishita--, pensaba que entre los tuyos no había un sólo mago.

--Eso es porque no queremos, no porque no podamos --refunfuñó el aludido.

--Pues lo más probable es que al chico ese le pasara lo mismo. Sería tan torpe que ni siquiera podría lanzar un conjuro de luz y se inventaron la trola esa para cubrir la dignidad de la sacerdotisa. Quizá ahora se haya descubierto el embuste y por eso se haya suicidado.

El elfo que había ayudado a Yhalandara pareció interesarse en la conversación, así que intervino:

--Disculpe, el asunto que acaba de comentar suscita cierto interés. Soy nuevo por esta zona y me gustaría saber algo más sobre este tema, sino le es inconveniente responder a este "joven" mago sus pequeñas dudas.

El mago calishita hizo un gesto displicente con la mano.

--Pues pásate por el templo. Están celebrando el velatorio y la sacerdotisa esta ahí, de cuerpo presente. Quizá alguien de la congregación te pueda dar más... detalles morbosos, si eso es lo que quieres --el mago calishita rió entre dientes por su propia ocurrencia.

La manera en la que bufó el enano parecía decir que le iba a estampar un puñetazo en la cara de un momento a otro.

--Gracias por su aclaración --replicó el elfo. Y pareció dispuesto a abandonar la conversación.

 

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26/03/2011, 19:52
Lidda Dudley

Viendo que el elfo que había ayudado a Yhalandara hacía ademán de abandonar la conversación me acerqué a él sonriendo.

- ¡Hola! No he podido evitar escuchar vuestra conversación y he oído que eres nuevo...- compuse una sonrisa de disculpa y luego la amplié a una más amistosa- Me llamo Lidda...bienvenido a la ciudad- me presenté alargando la mano. Era un poco incómodo eso de tener que hablar siempre mirando hacia arriba pero bueno, había que ser amable.

Notas de juego

vamos a hacer amiguitos ^^

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26/03/2011, 23:06
Ivelios

El elfo solar observó tu mano extendida durante unos instantes, y después cayó en la cuenta de que era un saludo tradicional humano y la estrechó con languidez.

--Saludos, Lidda, gracias por tu bienvenida. Mi nombre es Ivelios Tharthein, de Siempreunidos. Hace poco que he llegado a vuestra hermosa ciudad --dijo, tratando de abarcar con la mirada la totalidad de la estancia--. Y la verdad es que no me ha dado tiempo a aburrirme. Aquí parece que sucede todo a la vez. ¿Cómo conseguís enteraros de todos?

Notas de juego

Curiosamente, este es el PJ de un jugador que abandonó la partida hace poco, Clint. Te has cruzado con él en una línea temporal unos días por detrás de donde van el resto. ¡Así que recuerda los consejos que le dieron a McFly en Regreso al Futuro xDDD!

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27/03/2011, 17:54
Lidda Dudley

Soltando la mano del elfo le sonreí y me encogí de hombros.

- Bueno....normalmente no suele ser así...si te soy sincera...hasto yo misma estoy un poco sorprendida...Supongo que será debido a que esta es una gran ciudad- le expliqué en tono desenfadado. Luego miré alrededor buscando una mesa vacía la cual señalé- ¿Puedo invitarte a beber algo en señal de bienvenida? Me gustaría que me contaras cosas de tu ciudad de origen. Nunca he tenido el placer de visitar Siempreunidos- comenté enarcando una ceja de forma amistosa. Normalmente no me gustaba desaprovechar la oportundiad de conocer a alguien nuevo y por otro lado, el elfo había ayudado a Yhalandara con los fardos, quizás un poco de conversación banal con él breve me diera alguna pista, aunque yo misma lo dudaba. Aún así, ser clérigo de Tymora me había enseñado algo muy valioso, y era a confiar en la suerte de una misma.

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28/03/2011, 12:46
Ivelios

El elfo solar soltó una risita.

--¿Visitar Siempreunidos? No, claro que no has tenido el placer. No se permite la entrada a ningún N'Telquess.

Ivelios miró a la puerta y a ti alternativamente, tomando la rápida decisión de que no tenía ninguna prisa. ¿Acaso los elfos tenían prisa alguna vez?

--Está bien --aceptó, encogiéndose de hombros--, aunque es un poco pronto para beber. Me conformaré con una taza de té.

El elfo te acompañó a una mesa vacía y se sentó entrelazando los dedos frente a si.

--Bueno, ¿qué quieres saber de Siempreunidos?

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31/03/2011, 09:28
Lidda Dudley

Sentándome enfrente de él hice una seña a una de las muchachas que iba entre las mesas y que hasta entonces había estado escuchando las murmuraciones de un grupo de aventureros con la boca abierta.

- Dos tés por favor, Nasla- le pedi sonriendo amistosamente antes de volverme hacia el elfo, el cual estudié con atención. Me encogí de hombros ante su pregunta- Pues la verdad no lo sé, dado que nunca he estado por allí, cualquier cosa me parecerá interesante. De todas formas ¿qué es lo que te hizo salir de tu hogar? Supongo que lo echarás de menos.

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31/03/2011, 10:23
Ivelios

--Siempreunidos es el último refugio de los elfos en Abeir-Toril. Es una isla a la que sólo puedes llegar si conoces el camino. Allí está la sede de la Corte Élfica, y es el lugar al que gradualmente se van retirando todo los elfos que moran Faerûn --explicó Ivelios--. En mi caso, fue al contrario: yo nací allí y me marché a tierras humanas. Siempre me ha interesado la historia antigua de mi Pueblo, así que se me ofreció la posibilidad de actuar a modo de embajador en Los Valles. Al fin y al cabo fue precisamente en el Cormanthor donde se erigía nuestra antigua capital. Aunque de su gloria hoy sólo quede Myth Drannor: un montón ruinas ennegrecidas infestadas de demonios.

El elfo solar suspiró e hizo un gesto elocuente con la mano.

--¿Qué hay de ti? No he visto muchos medianos en el Valle.

 

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03/04/2011, 14:08
Lidda Dudley

Escuhé atentamente lo que el elfo decía, asintiendo de vez en cuando. Entendía muy bien esa necesidad de salir del hogar y explorar, pues yo misma en ocasiones la sentía.

-Oh, y no creo que veas muchos la verdad. Hay una pequeña comunidad aquí, en Rastra, pero muy pueblo no suele vivir en los Valles- hice un gesto con la mano como quitándole importancia y me encongí de hombros- Mi padre y yo nos establecimos aquí hará casi diez años, cuando era pequeña y gracias a mi curiosidad y mi predisposición para ayudar a la gente terminé uniéndome al culto de Tymora- expliqué mientras agradecía con una cabeceo a Tasla las bebidas y tomaba el vaso que había dejado ante mí entre mis manos. Tuve que retirarlas precipitadamente, el agua estaba bastante caliente y el vapor se condensaba en el borde - Creo que esta mañana conocisteis a mi mentora, Yhalandara, junto al templo- dejé caer en tono casual.

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03/04/2011, 14:29
Ivelios

Ivelios echó una mirada hacia la mesa de Yhalandara, pero la sacerdotisa ya no estaba allí. Krülin si estaba, y al parecer os había estado mirando.

--Así es. Tenía mucha curiosidad por entrar a La Lluvia de Estrellas, pero oí que no se podía entrar sino se iba acompañado de algún aventurero miembro del club. ¿Y qué mejor lugar para buscarlo que vuestro templo? Me encontré a tu mentora en el exterior del templo, y aceptó dejarme entrar a cambio de que fuera a por unos suministros al mercado. Se los acabo de entregar hace nada.

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04/04/2011, 15:11
Lidda Dudley

No sin cierta sorpresa comprobé que Yhalandara no estaba ya junto a Krülin. Viendo que éste me observaba incliné la cabeza cortesmente antes de volverme hacia el elfo. No cometería la estupidez de mirar a mi alrededor buscando a mi mentora, aunque cierta urgencia empezó a picarme por todo el cuerpo. ¿No se habría dado cuenta de que había estado hablando con el elfo no? ¿sospecharía ésta de mi?..,cientos de preguntas se agolparon en mi mente pero las deseché tajantemente.

- Entiendo tu curiosidad...- dije en lugar de hacer la pregunta que me rondaba por la cabeza- la primera vez que entré aquí tuve que ponerme casi de rodillas ante mi amigo Krülin...y entenderás que esa escena fue realmente ridícula- reí divertida al recordar, a pesar de mi nerviosismo. Krülin y mi padre se conocían de hacía tiempo y a menudo el enano había venido de visita por nuestra casa. El saber que él mismo pertenecía al Club no había hecho sino acrecentar mi curiosidad hacía ya casi diez años.- Seguro que Yhalandara te ha agradecido enormemente tu ofrecimiento, pues estabamos muy necesitadas de ciertas hierbas aquí en el Club, para el tratamiento de los heridos- hábilmente desvié la conversación. Sonreí inocentemente- Puedo preguntarte ¿a por qué fuiste exactamente? Es para hacerme una idea de si voy a tener que ir a por algo más yo misma al mercado o no.

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04/04/2011, 15:27
Ivelios

Ivelios quedó pensativo unos instantes.

--Pues si te digo la verdad... no lo sé --sonrió inocentemente--. Me tenían preparado el pedido en una cajita cuando llegué al puesto del mercado que me indicaron. La dependienta era una calishita muy amable. La caja llevaba unas cintas de papel, y era imposible abrirla sin romperlas. Así que decidí que no meter las narices donde no me llamaban.

El elfo solar pareció caer en la cuenta de algo.

--¿Por qué me lo preguntas a mi?

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06/04/2011, 17:35
Lidda Dudley

Terminado el té, posé la taza en la mesa al tiempo que ponía los ojos en blanco. Luego me incliné hacia Ivelios, como si fuera a contarle un secreto.

- Si te soy sincera, aunque no lo parezca, mi mentora puede tener muy mal genio cuando quiere...y no quería darle más motivos para enfadarse conmigo-  le guiñé un ojo en gesto de complicidad- Ultimamente ha estado un poco más nerviosa de lo habitual, y solo el pensar que tenía que preguntarle acerca de si tenía que ir a por alguna mercancía me hacía estremercerme- confesé sonriendo inocentemente. El tiempo pasaba muy rápido y no quería seguir mintiendo al elfo así que añadí- Lo que hace que recuerde que debería de volver a mis obligaciones. Esta misma mañana me han trasladado de destino, por lo que debería de terminar de recoger mis cosas cuanto antes- suspiré como si esa fuese una tarea ingrata que no me apeteciese lo más mínimo. Alargué la mano através de la mesa- Ha sido un placer conocerte, Ivelios...quizás nos veamos más adelante por la ciudad, sino aquí en alguna otra taberna- sonreí ampliamente- Y bueno si necesitas alguna vez algo no dudes en preguntar por mi en el templo, estaré encanta de ayudarte con toda la suerte que La Dama Afortunada pueda darme.-le aseguré fervientemente.