Partida Rol por web

El caos se había desatado entorno a nosotros. Las llamas de Angelus parecían no hacerle daño y amenazaban con causar graves problemas alrededor suya con las casas que había allí. Deberían hacer algo con él… pero no ahora, no cuando le estaban atacando…
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El martillo de Magnus parecía bastarse para acabar con aquella criatura… no tenía claro que si ella deponía su actitud agresiva hacia ellos fueran los demás a detenerse, pues la habían atacado sin provocación, pero era lo único que podía intentar…
- ¡Detente, por favor! Sé que estás confundida. ¡Detente, por favor! ¡Déjanos ayudarte! – le supliqué lastimeramente con una voz demasiado aguda para lo esperable en un hombre hecho y derecho.

La criatura avanzó torpemente hacia él y sus garras solo atravesaron el aire cuando Angelus simplemente dio un paso a un lado. Volvió a reírse, henchido de un éxtasis que hace mucho que no sentía. El dulce susurro de la magia volvió a alzarse en su mente. Más, dame más. Una ola de calor abrazaba su cuerpo en su interminable intensidad, despertando cada partícula de su cuerpo para obedecer aquel mandato invisible. Un molesto cosquilleo en su cabeza le decía que quizás no debería estar haciendo esto, pero no le importaba.

─¿Eso era un ataque? ¡Esto es un ataque!

Inspiró profundamente y una vorágine de nuevas llamas brotó de sus labios, dispersándose alegremente en un cono que impactó de lleno en la cara de la criatura. Ella ardería. Todo ardería. La magia clamaba ser liberada y él sería su brillante adalid. Habría seguido riendo de no haber tenido la boca abierta, pero sus ojos llameantes y desenfrenados mostraban sin lugar a dudas su pasión.

Ya no hay vuelta atrás. Aun no sabe si su círculo de protección funciona contra esa criatura y parece que el ataque de Angelus no ha acabado de gustarle. Eso ha hecho que la criatura comience el ataque hacia ellos. Sin saber realmente que tipo de criatura es y si el círculo de protección hará el efecto deseado, tiene que decidir si entrar un poco más en el ataque y ser más agresiva o si, por contra, se mantiene a la espera.

Tiene sus dudas y no se decide a lanzar aun ningún hechizo. Se mantiene en tensión para poder reaccionar cuando sea necesario.

El caos se había desatado entorno a nosotros. Las llamas de Angelus parecían no hacerle daño y amenazaban con causar graves problemas alrededor suya con las casas que había allí. Deberían hacer algo con él… pero no ahora, no cuando le estaban atacando…
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El martillo de Magnus parecía bastarse para acabar con aquella criatura… no tenía claro que si ella deponía su actitud agresiva hacia ellos fueran los demás a detenerse, pues la habían atacado sin provocación, pero era lo único que podía intentar…
- ¡Detente, por favor! Sé que estás confundida. ¡Detente, por favor! ¡Déjanos ayudarte! – le supliqué lastimeramente con una voz demasiado aguda para lo esperable en un hombre hecho y derecho.

El brazo de la criatura, con sus largas uñas por delante avanza como si se tratara de una lanza bien afilada cortando el aire... sin embargo no apunta bien su objetivo y Angelus logra esquivarla con una simple finta quedando a su espalda, un punto mas favorable donde atacarla.

Mia invoca el poder de Herbam convirtiendo su baston en una poderosa que se lanza furibunda hacia la espalda de la criatura, sin embargo una vez alcanza la figura de estala vara vuelve a recuperar su forma original y pasa rodeando el hombro del engendro y cayendo a los pies de este.

Acto seguido Angelus grita un conjuro de fuego que envuelve a la criatura lamiendo su cuerpo, mas una vez mas la protección de esta surte efecto, las lenguas de fuego se arremolinan acariciando la piel de la criatura y ascendiendo hasta su cabeza donde se evaporan en una voluta de humo.

Alejandro, fiel a su postura no combativa trata de detener el combate al tiempo que logra penetrar en la mente de la criatura y mueve los hilos de su conciencia para que esta se note embotada.

Magnus, mucho mas practico e intuyendo el peligro inmediato que suponia aquella criatura y tras ver los infructuosos intentos por mantenerla a raya por la via diplomatica y el poco efecto que surtia la magia en ella, enarbolo por encima de su cabeza el martillo de guerra e igual que los angeles que derruyeron los muros de Jericho, trazó un arco a la altura de los omoplatos de la criatura y medio segundo antes de que aquel ser diera cuenta de las piedras de una ventana escuchasteis claramente el sonido de las vertebras al romperse.

El cuerpo desmadejado de la criatura voló como un muñeco de trapo dando a parar sus huesos en el suelo. Un ultimo estertor salió de su garganta mientras que su mirada observaba el cielo nocturno. Por un breve instante todos pudisteis ver claramente y sin necesidad de iluminacion, que sus ojos se volvieron marrones... pero esta vez un marron humano y casi atisbasteis una sonrisa antes de que las fuerzas la abandonaran por completo y su cuello quedara inerte.

Un silenció sepulcral se apoderó de la calle, al fondo los aldeanos estaban atonitos ante aquella demostración de fuerza por parte del gigante y antes de que pudierais decir nada una bola de luz nació del pecho de la criatura y se elevó lentamente hasta quedar ante vosotros.

- Ansdfjkwef ñjnasdfbhw lekjbnk-ek. ASsadfjnsda Ajsdfjb ewnmweqiov.

Durante dos segundos volvió a reinar el silencio, pero...

La bola de luz comenzó a cantar reproduciendo una hermosa melodia que, del mismo modo que el grito de la criatura, retumbó por hasta la ultima de las callejuelas de Confido, entrando en los oidos de todos y cada uno de los habitantes de confido y anidando en cada uno de os corazones.

Una vez finalizó la melodia curiosos se habian asomado a las ventanas dejando el temor que les habia hecho cerrar sus casas atras, solo para poder escuchar mejor la bella melodia, la cual se desvaneció en el aire con el mismo misterio con el que habia llegado dejando una dulce nota resonar durante unos segundos mas al lelgar al final.

Sin dar tiempo a reaccionar la bola de luz ascendió y ascendió hasta alcanzar las nubes, al seguirla con la vista pudisteis ver que se perdió en el bosque de la montaña que estaba a unos kilometros al este de Confido.

No sabía cómo reaccionar a aquello. No podía evitar sentir que había sido causa en parte de la locura que se había desatado esa noche. Parecía que habían hecho algo bueno librando al pueblo de ese ser… de buen seguro todos en el pueblo respirarían más aliviados ahora, pero yo no estaba tan seguro. Aquellos ojos se habían transformado en algo más humano… y aquella sonrisa… como si ahora descansase en paz… bien podría ser que fuera alguien normal presa de una maldición… mas, ¿qué tipo de maldición? ¿Una de un fae oscuro? ¿De algún siervo de la Oscuridad que los cristianos llaman Infierno?
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Negué para mí al no poder encontrar respuestas conteniendo las lágrimas.
Me acerqué hasta la criatura muerta para examinarla. No quería quedarme quieto. No podía. No quería tener que enfrentarme al hecho también de lo que había visto en mis nuevos compañeros. Angelus era el que más miedo daba con aquella expresión ida al ser presa del poder de la Magia… pero Mia me asustaba igual en su deseo de resolverlo por la fuerza… una fuerza que había procedido de Magnus… sin él, seguramente no habrían logrado salir ilesos de esta locura.
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Llegué hasta el cadáver y me arrodillé ante él. Las lágrimas aún pugnaban por salir en mis ojos, pero notaba que ya se controlaban. Quería hablar con ella, pero sus respuestas podrían oírlas a mi alrededor, no sólo yo. No era buena idea hacer esas cosas delante de los mundanos.

─Fantástico, ahora a violar un caballo y robar una moza y ya me puedo ir a la cama tranquilo. ¿O era al revés? ─dijo el gigantón con cierto desdén mientras observaba el cuerpo ahora completamente inerte del monstruo.

Sin duda había sido un buen golpe, aunque claro, tampoco es que hubiera sido un objetivo muy difícil. Esperaba cierta oposición más activa, o que fuera inmune a los golpes, o al menos más duro, pero no. Un simple golpe. Mejor.

─Si alguien tiene el Aprehender la Esencia de la Magia(1) este sería el momento de utilizarlo ─añadió entre susurros mientras se acercaba más al cuerpo. Su gran silueta sin duda tapaba lo suficiente como para que alguien del grupo se acercase al cadáver y lanzar el hechizo sin ser visto por la gente del pueblo.

Por partes:

-Con. Dominio: Sabes que Dios se ha aparecido en distintas religiones con una simbologia asociada al fuego. El espiritu santo, la zarza que habló a Moises. Por otro lado en la cultura arabe existe la figura del Yinn o "Genio" como han traducido algunos eruditos.

-Con. Feerico: Al norte de Europa, sobretodo en la zona de Albion, se habla de la leyenda de los "fuegos fatuos".  Unos duendecillos de la corte luminosa dedicados a hacer que los caminantes se pierdan y se desvien de su camino. Segun ciertas mitologias no son realmente hadas ni seres feericos, si no espiritus de niños no bautizados muertos.

-Con. Infernal: Sabes que no hay ninguna relacion de bolas de fuego con demonios propiamente dichos. Suelen estar mas relacionadas o con el Dominio o con los Feericos.

-Con. Magico: Mirar Con. Infernal

-Medicina (Tirada sencilla, no abierta): Puedes corroborar que lo que tienes frente a ti es un cadaver aunque hay ciertas partes que no te encajan, quizas con tiempo y examinando de cerca el cadavr pudieras averiguar algo mas.

-Alerta: No hay nada relevante.

Lo siguiente sería preguntar si “La Búsqueda de la Afección” me serviría para analizar en mayor detalle el cadáver o si requeriría un hechizo espontaneo de InCo.
En teoría “La Búsqueda de la Afección” daba más información que el “Ojo del Galeno”, pero tú dirás.
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En caso de necesitar un espontáneo, ¿de qué nivel sería?
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Y por último, si lo podría lanzar ya o prefieres que me espere al siguiente “turno”, ya que yo ya te he pedido varia información y los compis (y los aldeanos) todavía no han hecho nada :)
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Nota: mi intención es estudiar igualmente con más detalle el cuerpo “velándolo” por la noche, si consigo convencer a los aldeanos de que me dejen hacerlo y de que no lo quemen de inmediato :O

Sus ojos no se fijan en cuerpo que hay frente a ellos. Eso no es lo importante. Lo importante es el camino que sigue esa esfera de luz. Sus ojos se mantienen fijos en ella y la siguen hasta que se pierde en la lejanía, en el bosque que hay más allá de Confido. Quizá deban seguir ese camino para encontrar la verdad oculta tras ese ataque y la mujer convertida en un ser de muerte.

Sin duda, no habrían podido obtener respuestas de ese ser. Su consciencia se había mantenido dormida hasta que ellos la habían liberado. Aunque la canción aun resuena en su mente, como si fuese un agradecimiento y un símbolo de su liberación.

Mi segundo ataque tampoco surte el efecto deseado, y parece que no podemos contar demasiado con Ángelus porque ha perdido el juicio de repente. No obstante, Magnus decide actuar con cabeza y acabar con nuestras tribulaciones. Con cabeza de martillo de guerra, claro. El brutal golpe me hace dar un respingo al escucharlo, y al ver ese cuerpo humano caer casi desmadejado me noto un poco mareada. Mi gesto delata confusión por lo rápido que ha sido, una sensación extraña al notar la vida segada por ese arma.

Lo que me saca de mi ensimismamiento es la criatura que flota fuera del cuerpo con ese cántico, relajándome y despejando un poco mi atribulada mente, que ahora comienza a trabajar para entender exactamente lo que hemos hecho.

Miro a Magnus sin saber cómo reaccionar ante su broma, si es que podía calificarse como broma con ese gesto, y replico:

- Lo que deberíamos hacer es movernos rápido, coged lo que queráis si insistís y vayámonos antes de que lleguen demasiados curiosos. -sugiero.

-Con. Feerico: Al norte de Europa, sobretodo en la zona de Albion, se habla de la leyenda de los "fuegos fatuos".  Unos duendecillos de la corte luminosa dedicados a hacer que los caminantes se pierdan y se desvien de su camino. Segun ciertas mitologias no son realmente hadas ni seres feericos, si no espiritus de niños no bautizados muertos.

-Con. Magico: Sabes que los elementales de fuego se manifiestan de muchas maneras, pero no tienes claro que esta sea una de esas.

-Ta. Magica: Sabes que eso no era magia, al menos no tal como la contempla la teoria hermetica o magia imbuida por feericos. No sabrias discernir si ha sido o no una posesion.

No es necesario que tires nada mas, no vas a sacar mas informacion en tan poco tiempo.

La magia se detiene, y con ella el alimento para el desenfreno de Angelus. Aunque no es la primera vez, sí es de las más confusas, como un cubo de agua cayendo sobre él para despertarlo. Mira a su alrededor, tratando de averiguar qué es lo que está sucediendo, cuando capta la presencia de Arkan. Aún confuso, levanta las manos, en un amago de defenderse.

Entonces el rugido de Dios lo devuelve de inmediato a la realidad.

O al menos así siente el golpe de Magnus. El puro de ejemplo de un poder que supera lo mortal. Aquella fuerza descomunal quiebra el cuerpo, haciendo que la sangre aterrice en la cara de Angelus, pintando su expresión de desconcierto. La sangre entra en su boca y nada más notar su sabor cae al suelo de rodillas, agarrándose el estómago. Respira con fuerza, notando de repente el leve agotamiento que sus hechizos le han causado. Cierra los ojos, pero allí sigue viendo el impacto, como la luz de un rayo que se niega a desprenderse de sus ojos.

Incapaz de soportarlo durante más tiempo cesa en su empeño y se levanta, tambaleándose a cada pequeño movimiento. Pero las sorpresas de la noche aún no han acabado. Hipnotizado por la luz y el canto de... lo que fuera aquello que había salido de la criatura. No oyó lo que decían los demás, pero de ser así le habría traído sin cuidado. Ni siquiera se fijo en como Alejandro se acercaba al cadáver o las bruscas palabras de Magnus.

─Yo...

No sabía que decir. Agachó la cabeza para evitar mirar al resto. Eoo sería demasiado en estos momentos.

─Magos pusilánimes, estoy rodeado... ─pensó para sí el gigantón dando un suspiro al ver que nadie hacía nada pese a sus palabras de antes.

Una mirada torva, casi amenazadora, se diría dibujarse en la faz de Magnus, que tomó el cuerpo del monstruo caído para sí, levantándolo como si fuera el cuerpo de una simple niña y echándoselo al hombro. ¿Querría quedarse con el vis y por eso cogía el cadáver?

─Pues no voy a dejar este cuerpo aquí, si hubiera recobrado su apariencia humana seguro que habría sido una maldición y no habría ni gota de vis, pero sigue siendo un monstruo, así que me llevo el cadáver. El vis que contenga es demasiado valioso para ignorarlo(1).

Así, el gigante se quedaba con el vis, ganado en justa lid, puesto que nadie más había sido efectivo en acabar con el monstruo.

─Es una lástima, la única con voluntad para frenar a la criatura no tenía la capacidad y el que se ha liado a lanzar hechizos no tenía suficiente poder. Vamos bien arreglados. En fin, a lo mejor estos peones les sirven para superar la Resistencia Mágica de la próxima criatura que encontremos, si es que encontramos otra, que esperemos que no. Odio tener que enfrentarme a estas cosas, ojalá hubieran funcionado sus hechizos...

─Vamos, guardaré esta cosa en la carreta ─sentenció.