Partida Rol por web

Mire al jardinero y sin perder la sonrisa en el rostro ni por un segundo, una sonrisa que se podía ver siempre en mi mascara de Kitsune, apoye el codo sobre mis daisho y dije en voz alta, fingiendo un bostezo:

-"Pues hay una forma de averiguarlo...no?"- 

Estupefacto, miro a Midori y Jin alternativamente. No entiendo la repentina tensión del Kakita ni por qué se pone a la defensiva o intenta terminar el paseo con una excusa tan pobre. Arqueo una ceja y repaso la conversación mentalmente, para ver si la Doji ha dicho algo que no debiese o que justificase la extraña reacción. Pero soy incapaz de encontrar nada. Así que suspiro despacio e intento calmar a nuestro compañero.

- Kakita-san, creo que Midori-sama se refería a que no conocemos la razón por la que os han enviado a vos. Nosotros tenemos nuestros propios asuntos personales que resolver en la ciudad. Aunque si el clan necesita de nuestro servicio, tenemos clara nuestro deber y nuestra prioridad.

Hago una ligera inclinación con la cabeza.

- Terminemos el paseo tranquilamente, no hay por qué apresurarse a regresar si Doji Chisato-sama no lo ha hecho aún.

Me yergo y observo la reacción de Jin, a ver si al menos se ha tranquilizado un poco. No tenemos interés ninguno en sus asuntos y menos si no quiere compartirlos. Espero que logre verlo así.

Voy a contestar a Jin.. que no hace falta que se lo tome así, un malentendido.. seguramente provocado por mi, no hay por qué solucionarlo de esa forma.. además el joven comenzaba a agradarme, que le traten bien a una siempre es motivo de alegría.

Pero cuando voy a hablar escucho que Haku le responde y me quedo un poco anonadada, creo que desde que nos volvimos a ver es la mayor parrafada que ha dicho seguida... y suspiro con ligera tristeza, sorprendida a la vez por el trato que me dedica al hablar. Un superior.. sama , no Midori... sin duda ya no es el mismo.

Si digo con la voz ligeramente quebrada. Lo mejor será que terminemos el paseo con calma, si como decís Doji Chisato-sama tiene algo importante que decirnos.. seremos avisados sonrío cambiando un poco mi gesto y miro a Jin. No os preocupéis.. Jin-san le digo con tranquilidad. Nuestros motivos son diferentes.. pero sin duda nuestros caminos se han unido en este punto... sonrío intentando dejar un halo de misterio en mi última frase.. aunque no estoy segura de haber conseguido sonar de esa forma.

No se me escapa el suspiro de Midori, aunque no sé la razón, me lo imagino. No parece muy contenta últimamente, y desde que comenzamos nuestro viaje, cada vez su gesto es más agrio. No es que haya razón para las risas precisamente. Pero supongo que si tiene algo que contarme, lo hará cuando lo crea oportuno.

Miro de nuevo a mi señora y a Jin. Luego doy un paso al frente.

- Si estáis preocupado, no querría reteneros. Podemos volver y seguir nuestra conversación junto a Doji Saburo-sama.

La forma de separarse del grupo evidenciaba a dónde iba, y eso no solía tomar demasiado tiempo. Volví a mirar las flores, la luz del sol poniente y los rincones oscuros que se iban alargando. Sí, era mejor volver.

El Kakita respira profundamente y exhala, dejando que el mal trago se evapore entre los aromas embriagadores de las flores. Un par de respiraciones profundas más y su corazón vuelve a latir pausado y tranquilo. Jin nota como la confianza en si mismo vuelve a inundarle, aunque aún recuerda, no sin vergüenza, el mal momento que acaba de pasar.

Vuelvo a disculparme con ambos. Ha sido un error por mi parte dar por hecho que estábamos aquí por las mismas razones.

Jin vuelve a tomar aire. Respira una vez. Dos veces. Mira a Haku y le dice con gran sinceridad: Sois muy amable, Daidoji Haku-san, sin duda sois un hombre merecedor del estatus de samurái. Quizás me he precipitado pidiéndoos volver. Sin embargo, creo que de todos modos comienza a hacerse tarde y Doji Chisato-sama volverá pronto.

Mirando a Midori, los colores vuelven a Jin que dice: Mi señora, creo que me he avergonzado con mis comentarios anteriores, os pido disculpas. Aún así, me siento en deuda ya que estaba disfrutando mucho del paseo. Jin no deja de pensar en la misteriosa frase de la hermosa dama. ¿Habrá disfrutado de mi compañía? Nada me haría más feliz que volver a pasear junto a vos, Midori-san. Mira también a Haku. Me gustaría, si ambos lo desean, devolverles este momento y ofrecerles pasear juntos en el futuro para recuperar lo que estábamos teniendo. De alguna manera, son las primeras personas con las que me he sentido cómodo desde que he llegado a esta enorme ciudad. ¿Aceptarán mi invitación? Según termino de preguntar, con la mano extendida, invito a mis compañeros a continuar el camino de vuelta a la plaza, aunque esta vez con los ánimos más calmados.

Me quedo quieta observando a Jin... y sus reacciones. Parece una persona bastante sensible.. y con miedo a romper la etiqueta correcta.

Sonrío sin poder evitarlo cuando halaga a Haku, comparto el halago hacia Haku, sin duda, pero es algo gracioso cuando lo dice el Kakita. Desvío mi mirada hacia las flores de nuevo disimulando mi sonrisa.

Despues de unos segundos me percato que se está dirigiendo a mi.. me había vuelto a distraer con las flores. Me giro hacia él.

Creo que tendremos tiempo... digo cuando termina de hablar. Acepto su petición con una ligera inclinación de cabeza, respetuosa, a modo de agradecimiento. De dar algún otro paseo.. hago una pausa y medito un rato.. miro fugamente a Haku y vuelvo a dirigirme al Kakita.. Jin-san, a no ser que nos encomienden alguna otra tarea.. o nuestros quehaceres nos alejen de este lugar.. digo pensativa, después de todo, quién sabe lo que sucederá.

Asiento agradecido el cumplido de Jin. Y de reojo veo el movimiento casual de Midori. Aprovecho la inclinación para ocultar también una ligerísima sonrisa.

Comparto la respuesta de mi señora, como es evidente. Me gusta, porque es sincera y directa, sin rechazar la oferta ni aceptarla sin reparos. El Kakita parece necesitado de compañía. Y me pregunto si será compañía en general o femenina en particular. En cualquier caso, no dejaré a mi señora a solas con un desconocido sin orden expresa. Al menos parece disculparse por los abiertos galanteos. No he de olvidar que Midori se ha convertido en una mujer atractiva e interesante para el resto de samurais.

En cualquier caso, su consejo de volver con Chisato y Saburo no es malo, así que me giro, para apartarme y esperar a que Midori y Jin se vuelvan. Seguiré caminando detrás suyo.

No, soshi-sama -dijo con voz débil- Sólo es una infusión de semillas para entrar en calor. no he tenido intención alguna de bajar los ojos. No volverá a ocurrir.

El hombre se encuentra terriblemente asustado, y tiene razones para ello. Aún así su actuación y disculpas parecen sinceras y revelan cierta sorpresa al haber quedado en esa posición embarazosa.

El jardín continua su esplendor a la luz crepuscular al tiemp que manteneis vuestra reprimenda; el hombre echado sobre su vientre. Y no muy lejos de allí pasa una sombra azulada corriendo ej un trotecillo prresuroso en dirección a las casas de baño; sin duda alguien que necesita desahogo urgente. Y a poco más de 20 pasos una pareja de esposos de vuestro clan se sientan en un banco a contemplar el correteo de las ardillas.

Cuando os acercáis a Saburo-sama, Seijiro acaba de hacerle unos gestos y emprende el camino en la dirección que partió Chisato. El cortesano parece serio y preocupado.

ha pasado demasiado tiempo, Chisato-san debería haber vuelto. tengo un mal presentimiento, pero puede ser la edad. Espero que sólo haya caído a un estanque y esté cambiándose de ropa, o haya decidido darse un baño sin avisarnos.

Rumia algunos pensamientos en su cabeza durante varios segundos interminables y al punto se levanta.

Voy a buscar a alguién que conozca bien los entresijos de los jardines para buscarla. mejor será que esperéis aquí por si vuelve o para espera a Seijiro-san, volveré pronto.

Okita relaja su postura, siendo menos amenazante, pero igualmente autoritario.

-Por esta vez lo dejare pasar, no considero necesario molestar a Momiji-sama por un incidente tan nimio. La proxima vez que estes tan agotado, se consciente de ello y pidele un tiempo a tu superior para tomarte un descanso, es preferible a que te vean dormirdo aqui, y averguences tanto a tu señora como a los demas presentes.

Así lo haré soshi-sama, gracias soshi-sama. Decía el hombre mientras recogía sus herramientas y se marchaba de allí.

Nakato escucho atento las palabras de su compañero y volvió a reír, de forma algo irónica, pero rápidamente se recompuso y se percato de la pareja -Mejor dejemos esto, ya que mas ruido solo atraería la mirada de los presentes y de igual manera causaremos vergüenza por nuestras acciones- pensó, para inmediatamente avanzar y decir con voz tranquila y sosegada -Yo no hubiera sido tan benévolo, por lo que aconsejo que esto no vuelva a pasar... Ahora párese ya y vuelva a sus deberes, antes de que cambie de parecer-

Luego de ello (y que se parase el señor), volteó para ver a los demás y decir -Bien, creo que debemos seguir caminando-

Escuche a mis compañeros con atención y asentí a lo que decían sin decir nada mas, para luego dejar marchar al hombre, cuando Okito hablo de seguir el camino dije:

-"Me parece bien, recién me llamo la atención alguien corriendo directamente hacia las casas de baño, me pareció al menos...curioso"- 

Os encontráis de nuevo en vuestros quehaceres cunado veis aparecer por un sendero a Bayushi momiji

No va sóla, empero. La acompaña un samurai de mediana edad vestido con los colores de la grulla. Ambos andan con prisa y hablan entre ellos de forma atropellada. En un instante gira la cabeza fijándose en vosotros; y sin dejar de moverse en su camino realiza un gesto firme. Un venid claro.

Okita habla bajo para sus compañeros.

-Parece que vuestros deseos de mayores gestas podrian verse cumplidos.

Tras eso, sigue a Bayushi Momiji desde lejos, manteniendo distancia para no importunar la conversacion hasta que se le indique lo contrario.

-Así es estimado- afirmo, mientras iniciaba a caminar junto a sus compañeros.

Jin se dobla como muestra de respeto mientras dice: Hai! Tras ello, vuelve con sus nuevos compañeros, pero se mantiene en silencio.

Durante unos segundos, es posible oir hasta el aire que surca el jardín, haciendo que las ramas de los árboles se balanceen poco, hasta el punto de que algunos pétalos de las flores de los cerezos caen sobre los Grulla como una lluvia suave y aromática. Las plantas también se mecen suavemente, silvando, dejando oir los más delicados sonidos de la naturaleza. Las fuentes de los alrededores no hacen más que agrandar el sentimiento de paz que se respira en el ambiente, pese a que Doji Chisato-sama parece desaparecida.

Nadie habla y Jin se mantiene a la espectativa, confiando en que Doji Saburo-sama vuelva cuanto antes y desentrañe todas las dudas que tanto él como sus nuevos compañeros parecen tener. Sea la que sea la misión que tengan, han sido enviados hasta el jardín por alguna razón, quizás el tiempo revelase algo.

Observo la escena y no puedo evitar sentirme intranquila. Me siguen sin gustar las sorpresas y a pesar de las palabras de Saburo-sama, no me quito el presentimiento de que algo acontecerá.

Miro a Jin, él parece tranquilo observando el paisaje... bueno, tal vez no haya de qué preocuparse.. Midori.. tranquilizate, no eleves al grado de paranoia tu estado de alerta.. me repito a mi misma mientras miro por el camino que se ha ido Chisato-sama y por dónde, supongo, debería volver.

Intento no mirar mucho a Haku, no quiero preocuparle, puede.. llegar a tomarse mis impresiones muy a pecho y mi último deseo.. es alimentar mis pensamientos. Sin embargo no puedo evitar estar ligeramente pendiente del yojimbo.. sus sentidos para percibir las situaciones.. seguramente estén más preparados que los míos.

A medida que pasan los minutos.. comienzo a pasear por el jardín, intentando distraerme.

Me llamo la atención el gesto de la señora, pero asentí cortésmente y comencé a caminar junto a mis compañeros, guardando distancia como correspondía, pero parando el oído de costado mientras respondía en un susurro:

-"Quizás si, quizás no...quien sabe?"- 

Observo la espalda de Seijiro alejarse. E intento que no se me note en la mirada la reprobación que siento por su comportamiento. Dejar así a su protegida. Un yojimbo debería ser más precavido. Espero que a Chisato-sama no le haya pasado nada. Perder dos vidas, la de la dama y la de su yojimbo al redimir su honor, en una mañana tan soleada... sería una lástima. Temía lo peor, aunque intentaba guardarlo para mi. Aquella era una ciudad peligrosa, llena de escorpiones. Seijiro había sido laxo en su cometido. Yo nunca dejaría a Midori a la aventura. Claro, que tampoco sé qué haría si ella me ordenase quedarme aquí, como Chisato había hecho. Estiro los hombros para alejar esos pensamientos y sigo con la mirada a mi señora mientras echa a andar. Y como una sombra, la sigo.

- Midori-sama, no deberíamos alejarnos de aquí.