Partida Rol por web

Los cinco compañeros son definitivamente devorados por el caserón. La puerta a modo de boca traga al resto del grupo, con la única salvedad de que no se cierra tras su paso.

Greg, Elizabeth y Steve dan media vuelta y bajan los escalones, dirigiendo sus pasos a través del descuidado jardín hacia el otro edificio. Los setos secos adquieren formas retorcidas y grotescas. La fuente circular aparece seca y mal conservada; vacía y negra como la cuenca de un ojo en un esqueleto...

El edificio al que os dirijís es una construcción baja, de una sola planta y de techo recto; no de tejado. En longitud es más pequeño que el edificio principal, unos treinta metros de largo. La espalda de este edificio conforma el muro exterior que limita la finca. Frente al edificio se extiende parte del descuidado jardín, y algo más alejado da comienzo la linde del pequeño bosque que se encuentra dentro de estos tenebrosos dominios. Más allá hay más extensión, seguro; pero el bosque impide ver más allá. Al otro lado del edificio, una vez este acaba, debe haber también algo más; pero tampoco es visible.

El edificio se caracteriza, ahora que lo encarais, por no tener demasiadas ventanas. La puerta parece estar situada de manera central, y no es de madera. La luz de la linterna de Elizabeth no llega a iluminar la zona, pero podeis distinguir que parece ser de cristal.

El frío parece acrecentarse a cada paso que dais hacia la construcción. El ritmo de vuestras respiraciones es visible para el resto... el vaho de condensación os delata. Y todos respirais más rápido de lo normal. En vuestro interior, los latidos de vuestros corazones resuenan fuerte en vuestras entrañas...

En su cara contrastaba la sonrisa por las ocurrencias del loco de su hermano y la mirada que dirigio a Rick. Le hubiera gustado que esos dos se fueran con ellos tambien. Era una mirada casi lastimera. Vale que no era un lumbreras, pero era un buen tio, un tio noble. No le gustaba para nada la forma en que llevaba su relacion con Rubi pero alla el, cada cual hacia lo que queria y Steve ya le habia hablado al respecto en varias ocasiones explicandole su forma de ver la situacion. No podia ir a remolque de ella todo el tiempo como un perrito faldero, como una oveja tras el pastor, a las tias no se las podia tratar tan bien, cuanto mas gustos les das mas pasan de ti y, o mucho se equivocaba Diamond en su particular filosofia de relaciones hombre-mujer o eso era exactamente lo que le estaba pasando a su colega...el sabra...iba pensando mientras se dirigia con su hermano y Elizabeth hacia el cobertizo.

Habia tenido una buena idea. Se habia librado de entrar en aquella casa y, ademas, si su intuicion se cumplia, podrian continuar rapidamente con su viaje. Desde luego, la vision de aquel pequeño edificio no era tan imponente como la de la mansion que iban dejando atrás. Solo era una pequeña caseta abandonada en el campo. Puede que, aunque no llegaran a encontrar gasoil en ella, si no estuviera muy sucio y hubiera sitio suficiente, fuera un buen lugar donde dormir, sobre todo viendo cuales eran las otras alternativas.

- Se vera algo por aquí?- dijo Diamante cuando llegaron mientras se empinaba para poder mirar mejor por una de las ventanas de la pared

Gregory cruza los brazos sobre el pecho, intentando refugiarse algo del frío. Da los últimos pasos hasta el cobertizo más rápido, con los dientes castañeando, queriendo llegar cuanto antes.

Vamos, chicos, veamos que hay aquí. Eli, alumbra hacia la puerta, veamos que tipo de cerradura tiene, y si está abierta.

Al llegar a la puerta, y mientras su hermano intenta ver algo por las ventanas, Gregory examina la cerradura, e intenta tirar del pomo, comprobando si la puerta está abierta o no. Mira a través del cristal de la puerta, intentando percibir algo del interior. El viento remueve su melena, colocándole el pelo frente a la cara, teniendo que apartárselo para poder ver algo. Greg acerca la cara al cristal lo máximo posible, hasta casi chocar con este.

Alumbra donde le indican con su linterna sin pronunciar palabra. La escasa ropa que lleva no ayuda demasiado a protegerse del frío, y le cuesta mantener el halo de luz sin que tiemble.

- No creo que un cobertizo para guardar los cacharros del jardín tenga una puerta de cristal. Esto debe ser otra cosa- Es difícil hablar sin que se escuche el castañeteo de los dientes, pero hace un esfuerzo por evitarlo.

Las palabras de Elizabeth son asentidas en la mente de Greg y de Steve.

Está claro que un cobertizo no es tan grande, y por dscontado no tiene ventanas con contraventanas ni una puerta de cristal...

El trío se acerca arrebujado en el poco abrigo que llevan encima. Caminan codo con codo. Elizabeth en medio con la linterna, escoltada por los dos hermanos Skilton.

Llegan a la puerta de crital. la humedad de la noche hace que esté mojada. Gotas de agua helada caen por el cristal. Os acercais lentamente al cristal. Al otro lado está oscuro. Acercais las manos al cristal. Está frío...

...

El sonido de la piel sobre el cristal húmedo es característico. Esa especie de chirrido grave...

Pegais los ojos al otro lado, buscando ver a través del cristal opaco...

Con los ojos abiertos como platos, y la visión doblemente impedida por el efecto del vaho sobre el cristal, oteais en el interior del recinto. Está oscuro, aunque podeis distinguir mesas en disposición perpendicular a la puerta y la pared frontal. Más al fondo hay objetos grandes, tal vez estanterías. Es difícil saberlo...

La sangre se os hiela en el corazón cuando os parece distinguir una sombra rauda que pasa delante del cristal, para desaparecer un segundo después en el interior del recinto.

El vaho deja de empañar los cristales... Que ha sido eso?

Concentrada en la puerta y lo que su cristal permite ver al otro lado, la sangre se le hiela de repente, y no por culpa de la fría noche. Da un respingo y su respiración se agita de manera exagerada.

- !Mierda! ¿que cojones ha sido eso? - consigue exclamar con claros síntomas de terror en sus palabras.

Mueve la linterna en busca de lo que acaba de pasar frente a ella. Había conseguido mantener la calma hasta ese momento, pero el susto ha conseguido ponerla bastante nerviosa.

Pfff!- farfullo- lo que me quedaba por ver!- Diamante, con hombros encogidos, brazos apretados a la altura del pecho y el cuello de la sudadera de entrenamientos del equipo atado hasta cubrirle practicamente la nariz miraba a Elizabeth. Su sudadera ocultaba casi la mitad de su rostro pero por la expresion de sus ojos parecia que una sonrisa se ocultaba tras la ropa- Doña mujer fatal asustada...vaya decepcion...-negaba con su cabeza teatralmente mientras se regocijaba en sus palabras- no se supone que a los goticos os gusta dormir en los cementerios y matar a perros abandonados para hacer rituales demoniacos? Me lo esperaba de Rubi pero de ti? Que sepas que has perdido un buen puñado de puntos conmigo, te lo tendras que currar bastante si quieres algo conmigo...
Movio su cabeza como si buscara algo.- Estaran durmiendo aquí dentro- le dijo a Greg como si solo pudiera confiar en el en estos momentos. Despues de todo, Elizabeth solo era una chica y a pesar de lo que habia llegado a pensar de ella era, por lo que acababa de ver, para bien o para mal, como todas las demas- Ya os dije que vi a alguien en el bosque, algun indigente, algun okupa- seguia buscando con su mirada lo que fuera que quisiera encontrar en direccion al suelo- anda- volvio a hablar a Eli- alumbra hacia el suelo a ver si hay alguna rama que nos pueda servir por si de verdad hay alguien dentro y se pone tonto. No te preocupes que yo te defendere Vampirina- intento tranquilizarla mientras le guiñaba un ojo

Con la cara pegada al cristal como la tenía, la sombra sobresalta a Gregory. Instintivamente echa la cabeza hacia atrás, pero tan solo es un acto reflejo, y enseguida se repone, no como Elizabeth, al parecer. Vuelve a pegar la cara, intentando ver bien al culpable del susto.

Tranquila mujer- comenta con su voz relajante-, seguro que no es más que, como dice mi hermano, algún sin techo durmiendo, o tal vez su perro. No hay de que preocupaaaarse. Veamos… Abramos la puerta y comprobémoslo.

Gregory echa mano del pomo de la puerta, tanteando si está abierta o no, mientras su mirada vuelve a fijarse en el interior de la estancia, intentando ver a la sombra tras el cristal.

Intenta calmarse un poco y volver al ritmo cardiaco habitual. Tienen razón, sólo ha sido un susto, pero no esperaba algo parecido. Ha reaccionado como una histérica, pero no le importa lo que piensen los dos hermanos. Y menos aún los reproches del más pequeño, que poco antes había reaccionado de forma parecida.

- Espera, estás seguro de que es buena idea?

Instintivamente se arrima a Steve buscando algo de su protección mientra trata de alumbrar hacia el pomo de la puerta.

Claro que es buena idea- respondio Diamante a la vez que sentia el contacto del cuerpo de Elizabeth sobre el suyo. No hizo nada, ni por apartarse ni por acercarse. Se limito a notar la forma de sus curvas sobre su piel, lo que hacia que el frio que sentia dejara paso a una ligera sensacion de calor que agradecia en aquel momento, aunque solo fuera de cintura para abajo. Le recordo a aquel truco que tanto le gustaba utilizar, sobre todo con las chicas a las que apenas conocia y es que, para romper el hielo y comenzar con el contacto fisico nada habia mejor que una buena peli de terror en el cine, en las que ellas no paraban de apretarse contra su fibroso cuerpo, escondiendo la cara en su pecho con cada sobresalto que mostraba el guion- que puede pasar? Que nos coma el coco?
Se retiro de Elizabeth sintiendo una puñalada helada en el costado de su cuerpo donde ella se habia apoyado al alejarse pero es que, por fin, habia creido ver en el suelo una rama que podria servirle. Cuando se agacho a recogerla pudo ver que no era muy gruesa y que estaba algo curvada pero podria servirles- Bueno, Greg- dijo a su hermano de forma resuelta mientras se ponia delante de Elizabeth protegiendola de lo que pudiera surgir de entre las sombras, como temia ella. Sabia que estaba asustada y no le costaba ningun trabajo ser galante con ella, mas que nada porque se estaba imaginando ya una muy buena forma en la que ella podria agradecerle su desinteresada atencion- Cuando quieras...- siguio animandole de esta forma a abrir la puerta- Un momento! - dijo de pronto, mientras separaba los pies y colocaba su cuerpo como si se dispusiera a batear con aquella rama vieja que acababa de coger a la vez que sacaba el culete y lo rozaba a posta varias veces con la cadera de Eli, que esperaba detras- Preeeeeeparado!- sabia que alli no habria nadie pero, en el hipotetico caso de que Greg y Elizabeth hubieran visto realmente a algo, cuando su hermano abriera la puerta el quedaria en primera linea, totalmente expuesto a ello

Eli y Greg hablan de manera vaga acerca de una sombra... Esta es la única información que tiene Steve acerca de lo que acaba de pasar. Una sombra que ha pasado delante de las narices de los dos chicos, veloz, sin pausa, para desaparecer en la oscuridad del recinto.

La puerta tiene una manilla normal y corriente. Es de dos hojas y no parece nada sólida, a diferencia de la puerta principal del caserón. Greg posa suavemente la mano sobre el metal oscurecido en la noche. Está húmedo. Húmedo y frío... Joder, tranquilo tío, seguro que no es nadie. Y de ser alguien será un vagabundo enclenque y asustado...

Greg tira hacia abajo de la menilla de la puerta.

Cede.

Se abre...

Oscuridad y silencio...

Olor a humedad y a cerrado...

Gregory abre la puerta con lentitud, mientras el sonido chirriante de esta al abrirse se escucha en el silencio de la noche, por encima de las respiraciones de los tres. En la oscuridad no acierta a ver a quien corresponde la sombra que pasase frente a los cristales.

Vamos, Eli, alumbra dentro- Greg asoma la cabeza, intentando ver algo en la oscuridad- ¿Hola? ¿Hay alguien?

El olor a cerrado no hace pensar que alguien pueda vivir ahí, si no más bien que el sitio lleve tiempo sin abrirse. ¿Pero entonces que había sido la sombra? ¿Tal vez algún animal que haya podido entrar por algún hueco que desconocen? ¿Algún ave entrando por una ventana rota?

Habia esperado un tiempo prudencial despues de arrugar la nariz cuando la bocanada de olor a cerrado salio del interior de aquel edificio directamente a sus fosas nasales por si alguien contestaba a Greg. No habia sido asi. Ladeo la cabeza mordiendose el labio inferior esperando cinco segundo mas y se decidio a quitarle la linterna a Elizabeth para entrar el primero, en su diestra el foco de luz que recortaba grandes circulos a la oscuridad, en la siniestra, a juego con lo que le roedaba aquella noche pero la mas habil de Diamante, la vieja rama encorvada.
- Ponte detras- sugirio a Eli cuando le quito la linterna- aunque tampoco tienes de que preocuparte, si hubiera algun fantasma pensaria que eres uno de los suyos con esas pintas- el miedo que irradiaba ahora desde la extraña joven parecia haber hecho olvidar a Steve el suyo propio...despues de todo es lo mas logico...una guapa chica asustada y un apuesto joven para defenderla. Ademas, era mas divertido reirse de los sentimientos de los demas a tener que ser el centro de las burlas como antes le habia ocurrido- Tirale Greg!- dijo a su hermano mayor agarrandolo del brazo para pasar juntos a traves de la puerta. Una vez alli, Diamond describio con la luz de la linterna una trayectoria de 360 grados siendo aquel trio el centro, lo sufcientemente rapido como para evitar ser atacados por lo que alli estuviera de imprevisto, lo suficientemente lento como para hacerse una idea de donde se estaban metiendo, aguantando la respiracion y sin atreverse siquiera a parpadear...

Poco convencida, se mantiene tras los dos hermanos, escudada en la dudosa protección que le ofrecen. Ellos parecen no tener miedo a lo que pueden encontrar al otro lado, pero el susto de antes todavía perdura en la mente de Elizabeth. Hay alguien ahí dentro, y si hubiese sido amistoso se habría mostrado mucho antes.

Suelta la linterna cuando nota la mano de Steve tratando de aferrarla. Se siente más segura con ella, pero comprende que su temporal bloqueo puede ser un problema para los Skilton.

- Tiene que haber alguien, lo vi antes... - susurra sin más mientras avanza lentamente cerrando la marcha

Parece que a Steve se le ha pasado el susto de hace un rato y toma la iniciativa... Hace acopio de todo el valor que tiene y atraviesa el umbral del edificio. La puerta endeble deja paso a los intrépidos jóvenes, que en su afán por encontrar combustible van explorando las distintas zonas de esta extraña propiedad.

Diamond entra y alumbra la estancia.

En un rápido vistazo lo que observais son mesas paralelas, una tras otra. Seis, tal vez más a derecha e izquierda. Las mesas rectangulares rodeadas de sillas. La pared de enfrente tiene estanterías y libros, muchos libros. No pareceis haber distinguido nada en la pared contraria, la de la puerta. A simple vista parece que estais en una biblioteca.

La luz de la linterna da un giro rápido de 360ºC. El corazón os bombea en los tímpanos y en las sienes... Los ojos abiertos en la oscuridad. En principio nada más. La puerta abierta a vuestra espalda permite entrar un aire helado que os cala la retaguardia, dándoos una sensación de desprotección absoluta...

Aunque todavía con el susto en el cuerpo, disfruta de la vista que la sala ofrece. Parece una biblioteca antigua, con montones de libros y mesas para poder leerlos. Entran despacio, como esperando recibir otro susto en cualquier momento. Elizabeth echa un vistazo hacia atrás, hacia la puerta que todavía permanece abierta helándole la espalda.

- Esto no es un cobertizo para guardar la podadora. Deberíamos regresar con los demás, no creo que encontremos gasolina en una biblioteca.