Partida Rol por web

Parece que la decisión de una manera o de otra esá tomada... De no haber estado sin gasolina quizás la estrategia de Steve hubiera surtido efecto; pero la realidad era que las opciones son pocas.

Escuchais a Rubí y a Greg hablar sobre algún tipo de pintura o cuadro en el frontal de la casa. Una Santa... Pero desde luego esto no es una iglesia!

Observais como Mark, Greg y Rubí buscan la manera de entrar en la casa...

Hummm…- se puede ver a Gregory, con la lengua fuera, esforzándose en abrir la puerta principal. Gira el pomo de la puerta, y empuja levemente al principio. Al darse cuenta de que hará falta un empujón algo más fuerte, Gregory se lanza contra la puerta con el hombro por delante.

Observas el extraño grabado antes de lanzarte a la carga contra una de las hojas de la puerta principal.

Desde luego la pintura no te dice nada. De arte no sabes demasiado, y de arte religioso menos. Pero desde luego la pintura está ahí. Una Santa, tal vez una monja o algo así...

Todos podeis observar como el pacífico profesor de yoga contempla la puerta principal de doble hoja. Ha intentado girar el pomo y no ha conseguido abrirla. Sin embargo ha dado un par de pasos atrás, justo hasta el borde de las escaleras, ha cogido una carrerilla suave de dos o tres pasos y se ha lanzado a la carga.

El cuerpo del hippie, endeble y debilitado por los psicotropos choca lamentablemente contra la rígida madera. A punto está de trastabillarse y de caer, no obstante un sonido ha parecido reveledaor... madera corriendo sobre madera. La puerta podría abrirse tal vez en una carga posterior.

Obediente, Rick sigue a Rubí, parece que la decisión está tomada y se esfuerza en que no se note en su rostro la reticencia a admitirlo. Avanza hasta llegar cerca de la puerta, demasiado cerca para su gusto. Cuando oye hablar al hippie y a Rubí de algo asi como una figura satánica que protege la casa, la inquietud vuelve a su cara un instante pero desaparece, no sin esfuerzo, antes de que nadie la perciba. Observa arriba y abajo la casa, sin descubrir la extraña figura a la que se refieren y sin demasiado ánimo como para intentarlo más.

Preocupado en olvidar el terror, el joven se concentra en las acciones del hippie y casi se le escapa una risa cuando le ve estamparse contra la puerta de madera.
Este no llegará a la NFL...
Atento a las evoluciones de Greg con la puerta, lo último que se le ocurriría es ofrecerse para ayudar a entrar en un lugar así.

Observo alucinada como el maestro de yoga trata de abrir la puerta tirandose contra ella -Joder...pero mira que son burros...-

-A ver para...- Digo cuando esta apunto de volver a cargar -Quizas sea mejor usar la maña...dejame que la observe...y tratemos de abrirla despues..sera mejor si no rompemos nada que no es nuestro-

Me acerco a la cerradura para mirarla detenidamente..

Tras comprobar que como suponía su disparatada idea de adentrarse en el bosque no es bien recibida, se acerca hasta la puerta mientras uno de los tres hermanos Skilton trata de derribarla con escaso éxito. En realidad ese no es su interés, sino la curiosa imagen que observa sus indecisiones desde el umbral.

- Antiguamente la gente creía que con este tipo de imágenes protegían sus casas del mal... - Es difícil saber si lo que dice es cierto o no, pero desde luego parece convencida. Además, puede tener sentido, teniendo en cuenta que antiguamente la gente era más supersticiosa.

Gregory se había resentido algo al chocar contra la puerta. Desde que hace unos años se iniciase en el yoga, había ganada elasticidad, autocontrol… pero también había perdido fuerza. Hace unos años daba más uso a los músculos, y habría tirado esa puerta abajo, aunque fuese a cabezazos.

Así que cuando Rubí se acerca para revisar la cerradura, Gregory se hace a un lado para dejarla hacer. Aunque ha notado como la puerta se movía, y cree que con uno o dos empujones más se abrirá.

No creo que sea problema de la cerradura, esta abierta. Lo único que la puerta está atrancada. He notado como se movía, así que un nuevo empujón seguro que la abre- Gregory le hace un gesto con la mano a la chica para que se aparte.

Dando un paso atrás, para quedar fuera de la embestida del Premio Nobel metido a conductor de furgoneta, observo la puerta. Los años y la humedad han hecho que la madera haya ensanchado y se haya quedado fijada la hoja en el marco.

Así pues, la cerradura no está cerrada - ¿Quién abandona una casa sin cerrarla? ¿por qué la dejarían abierta? me pregunto fijándome en si la cerradura se mantiene intacta o ha sido destruida o forzada.. aún a sabiendas que será difícil saberlo por el tiempo transcurrido.

Separándome un poco más de la puerta, le echo un vistazo a la planta baja - Ventanas, tiene que haberlas..

Mientras observo la cerradura no puedo mas que darle la razon. La puerta ya esta abierta y quizas solo este atrancada..

-Muy bien Skilton procede!-

Trato de hacer una media broma en esta situacion y de darle paso para que derribe la puerta de una jodida vez...

El chirrido de la manivela que subia el cristal de la ventanilla de la VW aviso a los demas de que Diamond se habia cansado de esperarles con la cabeza fuera. Era lo mejor que podia hacer, sobre todo si pretendia quedarse alli durante toda la noche pues el frio entraba a traves de la ventanilla helando el interior de la furgoneta. El grupo dejo de verle pues la luz de una luna que apenas daba para iluminar algo aquel lugar habia elegido aquel cristal recien subido para reflejarse, ocultando al joven de cabellos rubios que se acomodaba tras el..

[/B]Que les den![/B]- se dijo para si mientras subia la ventanilla y, echando el asiento hacia atrás se medio tumbaba y colocaba los pies sobre el salpicadero. Habian pasado de el. No le habian hecho ni puto caso y eso era lo mismo que iba a hacer el con ellos. Que se querian meter en aquellas casa? Pues que se metieran, pero el ya sabia donde iba a pasar la noche, ni aunque fuera la mansion playboy iria con ellos por no haberle tenido en cuenta. Tampoco podia hacer tanto frio. Tenia ropa en su mochila y su chaqueton por lo que no estaria muy desabrigado.
Volvio a mirar desde la furgoneta hacia el punto del bosque donde vio aquella luz...si digo que he visto una luz, es que he visto una luz y punto! Les ha entrado por un oido y les ha salido por el otro, menos caso que a los locos...

Enfurruñado te quedas en la furgoneta mientras escuchas fuera el barullo que hace el resto para intentar abrir la puerta. Excepto el octogenario, el resto está agolpado en la puerta rincipal,todo menos discreto, buscando como entrar dentro.

Te enfada que te ignoren. Con el carisma que yo tengo... Serán idiotas...
A modo de defensa buscas como pasar el tiempo a ser posible haciendo alguna maldad. Las mochilas siguen todas en la VW. Incluído el portátil de Spinner...

Dejas de mirar inquisitivamente el bosque. Te parece ahora ver destellos y luces por todas partes, aunque estás seguro de que la luz existió, no ves nada ahora.

La inspección de la cerradura de Rubí llega a la misma conclusión expresada por Greg; y la misma a la que Spiner llega en su interior.

Atrancada aunque no cerrada. Tal vez no esté cerrada porque en el tiempo en que se habitó la casa no se usaba cerrarlas a cal y canto. Quien sabe...

El arquitecto busca las ventanas en la planta baja. Por supuesto que las hay. Una decena de ellas a derecha de la puerta, y otra decena a izquierda de la misma, espaciadas a intervalos más o menos regulares. A diferencia de las ventanas de la planta alta, estás tienen contraventana de madera maciza, cerradas casi con total seguridad por dentro.

Excepto Steve, que se ha quedado en la VW, y el bibliotecario que no termina de decidirse qué hacer; los seis restantes os agolpais en torno a la puerta principal buscando acceder al interior del caserón. Los que no lo habían visto antes lo ven ahora: una especie de pintura o cuadro deteriorado que parece representar a una santa o algo así... La imagen, que se encuentre a un lado de la puerta, está bastante castigada por el efecto del tiempo, y si algún día tuvo efectos protectores, éstos se habrán debilitado seguramente...

Entrar al interior de la misteriosa casa es el objetivo ahora.

Perdona...Ya sabia yo que algo no cuadraba...:p

Allá en el bosque no pudo ver nada. Sea quien fuera quien anduviera por ahi, no quería que lo descubrieran...como no salgamos pornto de aqui nos podemos ver en un buen lio...

Echó una ojeada a la parte de atras de la furgoneta buscando algo con lo que matar el tiempo. Parecía que los demás no tenian intención de venir a buscarlo y que lo iban a dejar allí toda la noche. Todas las cosas que llevaban sus compañeros estaban en la furgoneta, las pertenencias de todos a buen recaudo en sus mochilas y maletas y, entre ellas, un objeto le llamó poderosamente la atención.

- Que tendrá este tio en el portatil?- se preguntó mientras alargaba el brazo para cogerlo. Parecía un buen aparato. Abrió la tapa mientras miraba por la ventanilla comprobando que nadie venía hacia él y lo encendió. Ese tio no se había separado en todo el viaje de su ordenador, parecía su bien más preciado, como lo era su balón de football para Steve- Echaremos un vistazo...seguro que tendrá algún juego para echar el rato...

La maniobra puede ser agriesgada. Desde luego que sí.

Ese Spinner es un enclenque, pero desde luego es listo. SI me pilla con su ordenador se va a enfadar; claro que si se enfada me bajaré los humos...

Le das el botón de encendido y la máquina empieza a hacer el típico sonido de arranque de un disco duro. Tus sospechas acerca de la capacidad intelectual de Mark se ven corroboradas cuando sale una pantalla en negro con una única palabra e blanco: Password.

El cursor parpadea debajo esperando una respuesta...

La puerta no parece haber sido cerrada, como invitando a cualquier iluso a entrar sin demasiados problemas, como aquellas plantas carnivoras que esperan pacientemente a que la mosca se acerque para engullirla de golpe sin posibilidad de escape. Algo aterrador pero de incuestionable interés.

Elizabeth echa un vistazo a la furgoneta y convencida de que entre todos pronto conseguirán abrir la puerta, encamina sus delicados pasos hasta el vehículo y su aterrado inquilino. Al fin y al cabo, Steve era uno de los escasos intereses de aquel viaje. Tal vez insinuar la posibilidad de un poco de satisfactorio y algo malsano sexo podría ser suficiente para convencerle.

- Vamos, guaperas - alza un poco la voz mientras golpea el cristal de la ventanilla con sus finos nudillos - sal de ahí y ven con nosotros. Hace frío y si te quedas ahí dentro te congelarás. Acompáñame y ayúdame a entrar en calor...

Generalmente no solía mostrarse tan comprensiva, pero en el fondo sentía algo de lástima por el joven quarterback. Estaba realmente acojonado y no le había importado mostrarlo delante de los demás. Sin duda había ganado algún punto más...