Partida Rol por web

Entrais con cierto reparo a través del dintel de la pesada puerta. Mark ya está unos pasos más adentrado en el caserón, engullido por la casa. Mirais a derecha e izquierda, con las pupilas dilatadas intentando traspasar las penumbras tímidamente ahuyentadas por la débil luz de la linterna del arquitecto. No observais nada raro. Os encontrais en un pequeño recibidor, un pequeño hall de entrada. Dos sillones y una mesa a un lado. Al otro lado una de esas mesas rectangulares y altas pegadas a la pared. Sobre esta mesa un crucifijo colgado en la pared. Al otro lado del recibidor una puerta, con la mitad superior de ese cristal semiopaco que no deja distinguir lo que hay al otro lado...

Jimmy es el menos influenciado por el ambiente. Rubí se adentra pegada codo con codo a Spinner, que explora el lugar. Rick la sigue, y el bibliotecario permanece igualmente estático en la escena. Su respiración suena pesada. El polvo y la humedad están pasando factura a los enfermos pulmones de fumador de Marcos Saenz. El pitido de su respiración ambienta los primeros momentos de exploración del caserón.

Vaya, vaya, vaya.-Marcos pasa un dedo por encima de uno de los muebles llenos de polvo.-Esta casa está desierta desde hace mucho tiempo. No sé hasta qué punto sois conscientes de que aquí la electricidad es un invento reciente. Pero ...-Marcos avanza unos pasos por delante del resto sin sentir miedo alguno. La linterna del ingeniero alumbra sus pasos creando una silueta terrorífica al final.-Seguro que el dueño de esta casa tendría una biblioteca fabulosa.

Se da la vuelta de un salto, con una sonrisa gigantesca y un brillo profundo en los ojos de anciano.

Tenemos que encontrar la biblioteca. Al fin y al cabo sabéis que vamos a quedarnos a dormir aquí. Seguro que tiene unas camas mullidas, un buen vino y ... una biblioteca enorme. Vaya. ¡Qué descubrimiento amigos! Venía acompañando a un grupito de chavaletes y acabo en una casa en donde seguro que hay un incunable. Vamos amigos. Sigamos.

Los pasos de Marcos levantan el polvo que se acumula en las rendijas del suelo y resuenan por todo el piso.

Los pesados pasos de Marcos me sacan de mi inspección personal del lugar. - Bueno, es una posibilidad, aunque no sé si los libros se conservarán en buen estado con esta humedad, Marcos.

Y cayendo como por casualidad, acuden a mi mente unas palabras que he escuchado y que no había asimilidado

Cita:

- Uhm.. sí, espera, ¿dónde exactamente? le digo a Rubi mirándola y esperando que me señale de nuevo el lugar.

-Um..seguro que los antiguos inquilinos no dejaron nada o si no, se los habran comido las polillas...

Desde luego al viejo se le ocurren cosas muy poco practicas o reales en este momento

-Si ...alumbrame alli a la derecha..A esa sombra..¿A ti que te parece? - Lo digo algo cohibida por su mirada de frente..

El hall es pequeño y hay poco más que ver, pero a Rubí debe llamarle la atención lo que hay sobre la mesa rectangular.

El crucifivo se revela amenazador e inquietante en esta penumbra. Se trata de una cruz de unos 50 cms con un Cristo clavado mirando con ojos agónicos al cielo. Las sombras proyectadas sobre el objeto parecen animarlo, creando un juego de clarioscuros inquietante.

Una santa en la puerta, un crucifijo en el interior... esto que es?

Marcos ahora es el más adentrado en el hall. Ha llegado a la puerta de cristal opaco. Está a punto de posar su mano sobre el pomo desgastado cuando se ve obligado por un acto reflejo a contemplar el motivo religioso que Mark Spinner enfoca con su linterna...

En el recibidor no hay nada más aparentemente. Nada sobre los muebles y nada más en las paredes...

Has estudiado arquitectura, pero siempre te atrajeron las bellas artes... Te acercas despacio al crucifijo para observarlo más de cerca. Está visiblemente deteriorado, descamada la pintura y con algo de musgo en los recovecos más estrechos... Es de madera, y no de pasta, por lo tanto debe ser bastante antiguo. Al menos ochenta o cien años...

No te entretienes demasiado tiempo más en explorar el objeto. Al fin y al cabo poco más podrás saber. Miras las dos mesas que hay en el hall. No hay nada sobre ellas. La mesa rectangular bajo el crucifijo tiene dos cajones. Los abres. En el primero no hay nada. En el segundo una llave...

Mark Spinner se acerca al crucifijo y lo observa con detenimiento. El arquitecto parece tener algún conocimiento en bellas artes, a juzgar por cómo estudia el objeto. Tras unos segundos mira la mesa alta rectangular que está bajo el crucifijo. Tiene dos cajones. El sonido de madera contra madera suena artificial y fuera de lugar en el silencioso lugar. Spinner explora metódicamente la pequeña sala en la que estais...

no deberiamos... empieza a decir en voz baja Rick mientras mira fijamente como Mark abre cajones y toquetea adornos, sin embargo no llega a terminar la frase. Ha aceptado entrar en esta mansión por lo que no tiene sentido pretender que no hagan nada en ella, además, el preocupado gigante se da cuenta de que prefiere que los compañeros se entretengan revolviendo cosas y muebles que adentrándose aún más en la oscura casa.

¿aquí no hay mucho verdad? dice a Rubí, tratando de parecer decepcionado.

La mano de Marcos se extiende hacia el pomo. Abre los dedos para agarrar la puerta y abrirla y entonces, la sombra del crucifijo se extiende por la pared haciendo que su mano se pare en seco en el aire.
El anciano gira sobre si mismo y mira a los jóvenes. Mira el crucifijo y a los jóvenes rebuscando en los armarios.

Todo esto me trae viejos recuerdos.-Los jóvenes siguen examinando.-Pero no son recuerdos de experiencias vividas. Son de cuentos que he leido a lo largo de mi vida. "La caída de la casa Usher", por ejemplo. Mmmmmm.-Marcos ríe con esa voz cascada de un viejo e interrumpido de vez en cuando por su propia tos.-Si veis huellas de sangre en el suelo, será mejor que nos vayamos jejajeja.

Y se acerca al crucifijo. Se quita las gafas ligeramente y lo mira con atención. Quiere saber la datación de la casa a partir de las obras de arte que contiene, o por lo meno tener alguna pista sobre sus anteriores propietarios.

Clack...sshhshshshhs

En el silencio se abre una lata de cerveza y Jimmy Skilton da un buen trago. Camina para acercarse a ver el crucifijo como todos, sereno pero con un nudo en el estómago.

Esta debía ser la casa de algún sacerdote o algo así. O por lo menos de alguien muy religioso. Yo tengo una tía que es igual, tiene cristos y estampitas por todas partes y está gorda como una hormigonera...

Skilton para de hablar consciente de que lo que dice no tiene ningún interés, pero el miedo o lo que sea que le pesa en los hombros le obliga a hablar o al menos a decir algo de vez en cuando.  Visto el crucifijo se encoge de hombros y sigue al bibliotecario que abre la puerta.

UUUUh, vamos a buscar esa biblioteca. Tu si que sabes divertirte abuelo, vino, camas mullidas y un "enculable". Ya me explicarás que es eso. De momento yo me conformo con un fuego, algo de música y unas cervezas.

Inspecciono el crucifico cuidadosamente, pero sin tocarlo. Parece ser una talla de hace mucho tiempo tranquilamente, me tomo mi tiempo en esa empresa.

Al terminar la inspección, miro en los cajones. - Quizás haya algún documento que sirva para datar todo esto vuelvo a hablar para mí mismo, lo cual es una costumbre adquirida y que resulta molesta para mucha gente.

En el segundo cajón algo llama mi atención y meto la mano para cogerlo. Cuando la saco, llevo algo en ella. - No hay nada que me indique para qué servía esta casa, pero aquí hay una llave. mientras la observo a la luz de la linterna, en busca de alguna señal que diga para qué sirve, varias ideas cruzan por mi mente - ¿Por qué guardarían una llave en este cajón? El cajón estaba abierto, así que debe ser una llave de alguna de las puertas de la casa.. Pero no estaba escondida. Así que no querían esconderla de la gente de "fuera". ¡Qué curioso!

Y enseñándole la llave a Marcos, termino comentando: - ¿Tendrían a gente encerrada en algún sitio de la casa?

- Por cierto, ¿de qué va el libro ése? le pregunto al bibliotecario interesado en esa lectura.

-¿Me la dejas ver?- Tiendo la mano hacia Spinner para observar la llave. Si es grande seguro sera de la puerta de la casa, si es pequeña quizas de algun otro cajon, si es muy pequeña pudiera ser de un diario...

Observo como Rick aunque callado nos sigue, sonrio. Spinner me molesta ligeramente , que preste mas atencion al carca de Marcos cuando no ha dicho nada razonable aun y que de mi pase me cabrea poco a poco...

La interrupción de la novia del guardaespaldas profesional me saca un poco de la atmósfera en la que me he sumido.. En la cual Marcos se encuentra a sus anchas..

- Sí, claro, échale un vistazo si quieres. le digo a la chica mientras espero que el bibliotecario me hable del libro que ha nombrado.