Partida Rol por web

Danea se habia quedado en silencio viendo como cada una de sus compañeras probaba su magia para resolver este aprieto en el que se encontraban. Primero fue Shun que tiro una esfera de luz, talvez con la idea de mostrar al causante de todo eso pero no termino funcionando. Luego fue Saya que usando su magia para manipular una rama en llamas, la uso para auyentar la niebla pero tambien fracaso. Aunque fue peor ya que alguna fuerza parecia querer meterla dentro de la niebla.

Sin pensarlo mucho, la tomo fuertemente del brazo para atraerla de nuevo al fuego y que no fuera atrapada por lo que rondaba dentro de esa niebla. "Maldicion, no seas capturada Saya."

Shun observó apenado su fracaso intentando resolver el problema de la niebla. Hubiera sido demasiado fácil. Tampoco la idea del hada salió bien, en realidad salió incluso peor. Parecía haber empezado a ser arrastrada hacia la niebla pero Danae la retuvo, para alivio de todos.

- Esto no me gusta -musitó el joven mago- No parece como si todo eso fuera simplemente a desaparecer…

Y a él se le habían agotado las ideas, las lógicas al menos.

Tiro de ella con la suficiente fuerza para sacarla de la niebla y pegada a ella, mas especificamente a sus senos. "Te tengo." decia mientras la mantenia abrazada. Pero aquello era lo unico bueno de su situacion, ya que como decia Shun esto no se iria por si solo.

"Me parece que no queda otra...debemos encontrar al demonio o mago que habita en la niebla. Un anzuelo es necesario." comente mientras apartaba a Saya de ella.

"Shun no pensaria que vos vayas, ni quiero pedirte a vos Saya que recin nos conocemos que te arriesges por nosotros. Por lo que ire yo..." les comento seriamente a ambas. "Presten atencion puede que lo ate con mis lianas." susurro antes de pararse.

Sin dudar demasiado empezo a avanzar hasta la niebla, no queriendo que ninguno de sus compañeros la detenga.

En cuanto las piernas de Danae pisan la niebla, se abre a su paso como si fuera una boca. Cuando su cuerpo estuvo a una distancia no muy alejada de la luz del fuego pero si lo suficiente como para que la niebla pudiera cerrarse. Al igual que unas fauces, la niebla se cerro en torno a Danae. Al principio podíais ver como la figura de Danae iba desapareciendo en la niebla, parecido a como si se estuviera fundiendo en ella. La sensación que tenia Danae era como si se metiera en el mar, costaba respirar ya que había mucho vapor en el aire. Las figuras humanoides se acercaban rápidamente rodeando su cuerpo haciendo que desapareciera de vuestra vista. Danae no se encontraba junto a vosotras.

No había mas que un gran espacio vació a tu alrededor, un espacio blanco en el cual apenas podías ver tu cuerpo. Al girarte ya no podías ver a tus compañeras ni tampoco el resplandor de la hoguera, habías sido engullida por la niebla y no sabias donde estabas. Las figuras humanoides danzaban a tu alrededor. Al principio parecía que te iban a hacer daño ya que sus manos espectrales las sentías corpóreas como si de un humano se tratara. Pero no tocaron tu piel, eso si, tus ropas se disolvieron en la niebla haciéndote imposible el ocultar tus atributos femeninos.

Cuanto mas caminabas mas parecía que estabas siendo engullida por la niebla hasta que pudiste ver una figura. Una joven se encontraba tumbada plácidamente en una especie de butaca hecha de niebla solida. Enseguida pudiste notar los rasgos característicos de las succubus ya que en su cabeza reposaban dos grandes cuernos. Ademas de la piel rojiza. Su cuerpo estaba muy poco tapado, dejando ver su orgullo. Las figuras humanoides la rodeaban, como si fueran sus sirvientes, la succubus los acariciaba distraída. Cuando estuviste a una distancia prudencial, la succubus sonrió y te miro con sus dos ojos amarillos.
-Acabo de pescar algo....que divertido. Comienza a decir la succubus. -Estas cómoda? Necesitas alguna cosa en especial? Parecía que se estaba burlando de ti.

Trato de mantener su calma aunque tenía esa sensación de falta de aire que sentía dentro de la niebla, aunque cuando noto que no podía ver a sus compañeros se puso algo más nerviosa.

Durante el cambio de localización noto como las figuras humanas le iban tocaban la piel e incluso le sacaban la ropa dejándola completamente desnuda. Queriendo alejarse de sus toques se adelantó hasta estar frente a una mujer, que al verla mejor noto que se trataba de una súcubo.

Cuando está presto atención a su llegada, se tapó su sexo expuesto aunque dejo una mano libre por si necesitaba defenderse. Ignoro su gesto de burla y respondió igual “Me gustaría saber que vas a hacer conmigo?”

-mmmmmm Que voy a hacer contigo? Lo mas divertido seria.... Se pasa un dedo por los labios de forma sensual. -Jugar. Mira que has sido imprudente al entrar en la niebla. Notas como las figuras comienzan a agarrarte de brazos y piernas pero sin hacer aun presión. Solo notando el tacto en tu piel. -Que pensabas que pasaría? Eso me tiene intrigada. La succubus se gira hacia ti, se tumba boca abajo y te mira divertida agitando sus piernas como si fuera una colegiala, haciendo que su cola se balanceara como una serpiente. -Que crees que pasara?

Piensa en resistirme un instante a las figuras de niebla, pero recuerda como habia ido de bien contra las criaturas de la otra sucubo y se queda firme aceptando los toques de las figuras sin reacionar.

"Pensaba que te encontrarias en esa misma niebla, cerca de la fogata y podria confrontarte ahi." confeso aunque no penso en delatar que se encontraba acompañada, esperando que ella no supiera. Observo la cola de esta y sonrio con media sonrisa ante la cantidad de preguntas. "Jugaras conmigo como me dijiste, pero me pregunto si me liberaras una vez termines de hacerlo?" pregunto con el mismo tono de ella, conservando la calma seguramente mas de lo que la demonio esperaba pero aun habia una posibilidad de escapar y por ello se sentia calmada.

La succubus rie divertida. -No me importaría enfrentarte en la luz, pero aquí mis poderes son mucho mas efectivos. Por supuesto a ti y a tus amiguitas. Pero esperare tranquilamente a que se hagan las héroes para venir a salvarte. Continua la succubus relamiéndose los labios. En ese momento una figura humanoide se planta delante de ti, esta parece ser un poco mas corpórea que las demás. -Claro que te dejare libre, pero..... La succubus te mira con un brillo en los ojos. -Primero jugare un poquito con tu cuerpo. Una de las miás me ha comentado que te ha dejado un poquito tocada en cierto lugar... La succubus sonríe traviesa. -Como me has caído bien, te lo voy a arreglar.

Escuchas una risa de la succubus antes de que tu boca se abriera sin que pudieras hacer nada por culpa de la niebla. La figura hace el gesto de besarte pero no notas los labios, solo una sensación húmeda parecida a cuando comes algodón de azúcar, pero en esta ocasión sin el tono dulce. La figura se va metiendo en tu boca como si fuera agua y te obliga a tragarla. La sensación es extraña, pero no desagradable, nada mas que beber de un cántaro de agua fría. Al desaparecer por completo te quedas mirando a la succubus, la cual te devuelve la mirada aun divertida. Rápidamente sientes como las raíces de tu cuerpo palpitan al igual que tu sexo, como si una corriente de agua pasara por todo tu cuerpo. Enseguida notas como el verdor de tu piel va desapareciendo y durante unos instantes se torna del mismo color que la carne, antes de volverse de un tono rojizo. Sientes la quemazón en tu sexo, pero ya no es baboso ni sientes lubricar aquella miel extraña. Parecía que había vuelto a la normalidad. Ahora tus raíces antes verdes eran rojizas al igual que tu tono de piel. Te habían corrompido un poco.
-Mucho mejor no crees?

Maldice en su interior que supiera de la presencia de sus compañeras, aunque tuvo que saber que sería una esperanza muy lejana que sus compañeras pudieran toman por sorpresa a la Sucubo. La siguió escuchando y comprobó cómo pensaba que se divertiría por un rato con ella antes de dejarla ir, pero ese comentario de arreglarle un mal le llamo poderosamente la atención.

Antes que pudiera pensar a que se referia, la figura que se habia parado enfrente de ella se empieza a meter en su boca obligándola a digerirlo por completo. Aquella sensación era demasiado extraña e incluso le inducia querer vomitar a aquel ser pero no le era posible.

Fue luego de ese incomodo procedimiento y revisarse un poco que entendió a lo que se habia referido antes. Le habia curado del sexo de abeja, pero a cambio la habia corrompido. “Si…” respondio sintiendo un poco de alivio de no sentirse con tanta necesidad.

La miro como no dejaba de parecer divertida con todo lo que le pasaba y solo podía imaginar que pronto se lo haría también a sus compañeras. Por lo que debía pensar en un plan en contra de ello. “Vas usar solo la niebla para jugar conmigo? Porque podría serte mas divertida si me das la oportunidad de pagarte por tu favor.” Se paso con algo de sensualidad su lengua por el labio. "Dejame que te concienta como te lo mereces, asi no tendras la necesidad de esperar."

-oooooh... Deja escapar la succubus seguidamente de una risita mientras se acomoda en su sillón. -Vas a hacerme disfrutar dríada? Con un movimiento de manos el sillón se convierte en una especie de sofá, mucho mas amplio y la succubus se tumba delicadamente sin dejar de mover las piernas. -Adelante, dejare que juegues conmigo. Si te portas bien...quien sabe. Quizás te de algún que otro regalito de mas. Deja escapar nuevamente una risa y espera.

Era mejor para ella que estuviera de tan buen humor y que la dejara libre le podría beneficiar bastante. Se fue acercando con ella no solo con calma sino con seguridad en sus pasos y una media sonrisa “Suena tentador, aunque solo con jugar contigo ya estaré recibiendo un magnifico regalo.” Le halago sabiendo cómo eran de orgullosas las súcubos y está por lo que se veía no era diferente al resto.

Estando al costado de ella empezó acariciar con delicadeza su espada a través de su ropa. Era tal vez un comienzo más tranquilo pero si la súcubo lo quería ella podría aumentarlo de manera rápida. “Igualare nuestras condiciones un poco.” comento con un tono sensual mientras bajaba sus manos a los bordes del camisón, para luego subirlo por el cuerpo de ella y así quererla dejar desnuda en el sillón. Una vez desnuda comenzaría a masajear con algo más de presión su cuerpo usando completamente sus suaves manos contra la espalda roja del demonio, aunque sin querer provocarle malestar alguno. Los masajes de la elfa empezaron a bajar dirigiéndose al primero de sus objetivos del cuerpo de la sucubo, su bello culo que prosiguió a masajear colocando una mano en cada cachete y usando movimientos circulares los separaba. De vez en cuando facilitándole la vista los agujeros íntimos de la demonio.

La elfa aunque no quería se empezaba a excitar con la figura diabólica de ella, aunque en parte sabía que se debía a la corrupción que recibió recientemente por lo que se mantuvo contenida. "Tienes un lindo culo y una colita muy simpática." dice mientras una de sus manos se desliza por ella, sujetándola delicadamente. "Es verdad lo que dicen que son el punto sensible de ustedes?" pregunta curiosa por un humor que había escuchado hace tiempo.

Dejando escapar una risita, la succubus levanta las manos para que fuera mas facil quitarle el vestido. Tal como cabria esperar de una señora del pecado, el cuerpo de la succubus era perfecto para la lujuria. Aun no se encontraba muy desarrollada o al menos eso es lo que quería aparentar. Su piel era rojiza, toda ella, sus ojos amarillentos como si fueran la de un reptil y sus cuernos de un tono mas oscuro. Los labios de la succubus estaban constantemente mojados ya que su lengua pasaba por ellos con cada caricia que le ofrecías en la espalda. Arqueo su culito dejando bien a la vista su sexo y su entrada mientras la cola se mecia de un lado a otro.

En cuanto tus dedos tocaron la cola se puso tensa y de los labios de la succubus salio un débil gemido. -La cola es...como un clítoris mas....ten cuidado con lo que haces dríada.... La succubus te mira deseosa. -Es muy importante para mi así que.... Las figuras humanoides no te quitan ojo. -Tratala bien. La succubus ronronea con tus atenciones y puedes notar como su sexo ya empieza a lubricar.

Danae sonríe contenta con la confesión de la súcubo y aunque mira a las figuras de niebla poniéndose más tensas los ignora para concentrarse en la demonio.

Desliza la mano que sostenía la cola, rozando su pulgar por ella con delicadeza hasta llegar a la punta. Acercándose su rostro a ella y a la vez acercando la punta de la cola hasta que hicieron contacto, deposito un suave beso en la cola. “Así de bien quieres que la trate o asi?” pregunto antes de pegarle unas cuantas largas lamidas como si bien fuera un miembro de hombre.

Su otra mano no se encontró pasiva, moviéndose para abarcar todo su culito redondito circulando alrededor de este. Colándose de vez en cuando a su sexo húmedo para meterle un dedo. Le gustaba la sensación húmeda de este, que parecía atraerla más adentro cosa que lograba porque empezaba a meterle más dedos adentro y comenzaba a moverlos con ímpetu dentro de ella hasta hacer los inconfundibles ruidos líquidos con cada embestida de sus dedos.

Dejando de lamerla por un rato sonrió al ver sus reacciones. “Te esta gustando cierto?” pregunto con forma provocativa mientras comenzaba a mover su mano de arriba abajo masturbando esa cola de la demonio. Para hacérselo más fácil comenzó el movimiento empezó a dejar caer de su boca saliva en ella que serviría como lubricante.

La succubus comienza a gemir por tus atenciones, su cola se va moviendo en tu mano como si quisiera mas de tus caricias, enroscándose levemente entre tus dedos y tocando tu brazo. Al principio podrías creer que su tacto fuera mas frio o duro por el color o la forma, pero era suave y cálido. Era agradable de tentar. El sexo de la succubus te empujaba hacia dentro, parecía incluso que te lamiese los dedos que introducías ya que estaba hecha para cualquier clase de pecado y para disfrutar de el. La succubus te mira con las mejillas enrojecidas y te sonríe picaramente.
-Lo...lo haces muy bien.... Va diciendo la succubus mientras se va dando la vuelta, esta vez abriendo las piernas y dejándote ver como tus dedos desaparecen en su sexo. Al mismo tiempo, la cola se coloca entre sus labios para que continuaras teniendo acceso pero con un rápido movimiento, la cola se introdujo en tu boca.

Tal como habías podido probar anteriormente la cola de la succubus era cálida, pero estando entre tus labios podías notar como una especie de liquido salia de la punta, aunque no recordabas haber visto algo parecido mientras la acariciabas. El liquido era cálido y parecía que abrasaba, pero conforme bajaba por tu garganta se sentía como un te caliente que te ayudaba a relajarte y a su vez meterte mas en la corrupción que te brindaba. -Me estas poniendo a mil.... La succubus mira tu sexo y alargando un pie te lo toca superficialmente. -Te gusta mi culito? Quieres jugar mas con el? Te pregunta divertida sin dejar de gemir.

Sonrió satisfecha con su palabras, sintiendo excitada en parte porque ella también comenzaba a disfrutar jugar con el cuerpo pecador. Se aleja de ella unos centímetros mientras la observa darse vuelta mostrándole sin ninguna vergüenza de mostrar su frente, aunque permaneciendo con sus dedos dentro de ella. “Que linda…” dijo admirando su cuerpo rojo.

Se sorprendió cuando su cola se le metió en la boca en un movimiento rápido, pero no tardo en recomponerse. Sintiendo un líquido cálido y relajante saliendo de su cola, comenzó a succionar la cola de ella con delicadeza, lamiendo la punta de esta para conseguir aún más líquido. Solo liberándose un poco para contestar a sus palabras. “Si me gusta bastante, para jugar con él todo el día y yo sola. Es una lastima que no traje un juguete que tenía en el campamento.” Confeso siguiendo acariciando su cola de demonia, mientras pensaba en aquel dildo rosa.

Cuando ella toco con su pie, su sexo pudo notar que se encontraba algo mojado no como antes que se encontraría empapada de esa miel extraña pero suficiente para ver que excitaba con ella. “Quieres probarme? no será tan dulce como la miel pero estoy segura que sigo siendo sabrosa.” comento provocativa mientras abría sus piernas para tentarla, mientras tomaba el pie de ella e introducía dentro su pulgar dentro de ella dejando escapar unos gemidos de gusto. Sacandose de adentro para elevarlo con cuidado hasta su rostro y sin asco probándose sus propios fluidos de los dedos de ella, en todo momento sin apartar una mirada lujuriosa hacia los ojos amarillos. “Delicioso.” Dijo lamiendose los labios al final para terminar de tentarla y moverse con cuidado encima de ella en una posición que habia estado hace poco con Shun. Solo con acercando su sexo a la cara de ella para que hiciera sus travesuras ahi.

Mientras a causa de la excitación comienza a masturbar con mayor fuerza la cola de la demonio, volviendo a llevar hasta su boca cuando esta acomodada encima y como poseída la succiona con gusto queriendo volver a sentir aquel liquido de ella.

La succubus se muerde un dedo al ver como vas lamiendo su pie repleto de tus fluidos y dejas tu sexo a su merced. Degusta primeramente su dedo antes de acercar su lengua con una risita traviesa. -Seras una estupenda succubus.... La punta de su lengua esta apunto de rozar tus labios. -Te gusta la lujuria...como a mi. La cálida lengua de la succubus va recorriendo tu sexo. A cada pasada parece que tus ansias crecían ya que sentías como si tu sexo ardiera por cada contacto de la diablesa. Al mismo tiempo la cola se movía inquieta en tu boca hasta que logro separarse un poco de ella y subiendo por encima de tu cabeza. La punta en forma de flecha te miro dejando caer un liquido rojizo como si fuera un manantial, directamente en tu boca. Mientras caía sentías la misma sensación relajante y cálida en tu garganta. Pero había mas, cuanto mas liquido bebías mas parecías necesitar y tu mente se nublaba poco a poco. Antes de darte cuenta sentías algo extraño en tu sexo, una sensación que no habías sentido jamas. Era parecido a cuando te lamían el clítoris pero...no lo recordabas tan largo. Al mirar hacia abajo y dejar que parte del liquido de la succubus cayera por tus pechos pudiste ver de donde venia la sensación. Tu clítoris había desaparecido y en su lugar tenias un miembro carmesí erecto entre los labios de la succubus.

Con una risita la succubus te miro. -Te gusta? Te va diciendo conforme va pasando la lengua por tu nuevo miembro. -A mi me gusta...es cálido...y grande... Va diciendo mientras va lamiendo golosa. Las manos de la succubus separan tus labios y la cola abandona tu rostro para, de un solo golpe, introducirse en tu interior como si fuera un dildo, moviéndose y separando tus paredes vaginales en busca de tus puntos de máximo placer. Con la mano masturbandote. -Quiero ver como te corres...y me dejes bañadita... Lame la punta y continua moviendo las manos.

Intentó decirle algo a Danae para frenarla pero su determinación no le dejó. Pudo observar el cómo se desvanecía entre la niebla, no era agradable verlo pero poco podía hacer. La intención de la elfa era buena pero su método demasiado alocado, no traería buenos resultados. Apretó los puños al verla desaparecer del todo.

Miró a Shun y a la hoguera - No tenemos tiempo, voy a ver si la puedo traer de vuelta o podemos salir de aquí. Luego vendremos a buscarte si te has quedado si salimos, sino imagino que nos encontraremos - Estaba seria, era un hada distinta a la que habian visto antes. Abrió su mochila para sacar la tienda de campaña y un poco de cecina dura que echó al fuego - El olor hará que sepa que estamos aquí y aparecerá - Cogió el vial de la mochila para luego taparla con la tienda a la que luego le echó un leño ardiendo - Me voy, esto mantendrá alejada a la niebla de mi un rato y con esto podré ayudar a Danae - Señaló el líquido del recipiente. Apuró el paso hacia la niebla.

Cuando estuvo cerca gritó - DANAE, VEN HACIA EL OLOR DE LA PANCETA - Podía que la oyera o no pero debía arriesgarse.
 

Shun no podía creer lo que estaba oyendo decir a Danae. ¿Es que no había aprendido nada sobre seguir consejos con la súcubo? ¿Por qué tenía que marcharse…?

- ¡Se… señorita Danae, no se vaya! -dijo intentando detenerla dando un paso hacia ella.

Pero no se detuvo y siguió alejándose… y Shun no se atrevió a ir más allá… por lo que tuvo que observar cómo la niebla se la tragaba y las figuras abalanzándose contra ella. El chico palideció y empezó a notar un sudor frío. Lo había hecho. Lo había hecho de verdad… Y por si no fuera suficiente con esa idea disparatada, ahora aquella niña quería hacer lo mismo.

- Se la va a tragar también a usted… es una locura. La magia puede impedirle usar sus sentidos.

Que él apreciaba a la señorita Danae como el que más pero adentrarse así por las buenas estaba seguro de que no era una buena idea. No lo habría sido ni siquiera si hubiera entrado alguno de ellos dos usando una cuerda como seguro o las propias enredaderas de Danae para que pudieran tirar de ellos de vuelta a la seguridad del fuego porque estaba seguro de que la niebla podría… cortarlo o cualquier otra cosa. ¿Cuándo pensaba empezar a mejorar su suerte?