Partida Rol por web

Los alrededores de la ciudadela del pecado eran como cabria esperar. Una extensión de tierra corrompida por donde la magia de Mezria se extendía, se podía ver los vapores de corrupción emanar del suelo. Era delicioso estar allí. Vuestro grupo se aventuro un par de horas para buscar, pero fueron ellos los que os encontraron.

De repente un rayo de luz cruzo el aire para impactar a no mucha distancia del pie de Tania. Al alzar la vista podíais ver a dos sacerdotisas con suaves telas blancas y en su mano reposando un orbe de luz con la intención de lanzarla contra vosotros.
-Las criaturas corruptas deberan marcharse de estas tierra, nosotras os purificaremos! Dijeron las dos mujeres casi a la vez.

Escuchasteis el sonido del metal acercarse y visteis que estabais rodeados. Dos guerreros y dos guerreras. Los dos con armaduras de hierro y con las espadas apuntandoos. Dispuestos a acabar con vuestras vidas.

Mucho parloteo pero poca acción. El que estaba más cerca de él iba a morir, así de claro. Iba a pagar la frustración que sentía desde que la súcubo había cancelado con sus putas artes oscuras la mamada de la elfa. Igual después del combate se follaba su cadáver y todo (Si dejaban a las sacerdotisas vírgenes para que les pagaran más por ellas, aunque conociendo a las otras tres era difícil que eso ocurriera, mejor para el cadáver y peor para ellas)

Quien se rinda y acepte ser esclavo vivirá. -Aunque mientras lo dice se lanza con su espada contra el primer soldado de la luz.

Llegastes a golpear a uno de los guerreros. Pero tu golpe no le hizo mucho dalo, aunque sangraba un poco por el costado. Antes de que pudieras reaccionar vistes dos destellos a los lados y seguidamente un grito de batalla.
-Jamas nos doblegaremos ante la corrupcion! Dijo una de las mujeres mientras sus espadas caian sobre ti haciendote bastante daño. Pero aun estabas bien.

Estos miserables y estúpidos humanos no saben lo que les esperaba. Pronto extinguiremos su bonita luz para siempre aunque antes jugaremos un poco con ellos. Sonrei divertida invocando mis habilidades para golpear en la distancia a uno de los apuestos caballeros de brillante armadura.

El tentaculo golpea y se enreda alrededor del guerrero imposibilitandole el movimiento.

-Pero que clase de criatura es esta! Dice el guerrero intentando zafarse sin exito.

No puedo evitar sonreir a lo que nos había enviado la diosa fortuna, delante mía tenía dos futuras esclavas sacerdotisas y algo más cercano a nosotros había 4 soldados, y encima hombres, me encargaría de sodomizarlos como debía, así pues con gran placer extraigo de una hebilla de mi cinturón un látigo de dos colas, que acaban en forma de serpiente, cada uno de un color, rojo y verde. Así pues con gran destreza muy la cabeza del látigo roja y la restallo sobre las cabezas de aquellos guerreros

Los latigos restallan en el aire danzando y golpeando a los soldados de tu alrededor. Se escucha un siseo al para de estallar y una voz reptilina.
-Acaso...no os quereis...someter a mi ama? La voz no parece que venga de ningun lugar pero a la vez, viene de cerca.

Uno de los soldados no puede moverse por culpa de las ataduras de la slime, pero se le ve que esta al borde del desmayo. El segundo soldado intenta liberar a su compañero golpeando al tentaculo con la espada, pero no consigue hacerle mucho daño

Me fijé en las sacerdotisas que rezaban a lo lejos... Esos pobres mojigatas no tenían ni idea de lo que era vivir sin pecado. Yo solo lo imaginaba y me entraban escalofríos. ¡Qué asco! Así que creí conveniente darles un poco de sabor... masculino, para que empezaran a saborear los placeres de la vida.

Un rayo sale lanzado de las manos de la succubus en direccion a una de las sacerdotisas, que casualmente tenia la boca abierta pronunciando un conjuro. De golpe la sacerdotisa se caya para abrir la boca asustada, su compañera la mira extrañada y se sorprende con lo que ve. La lengua de la sacerdotisa se encontraba hinchada y con una forma extraña, ademas de que despedia un liquido blanquinoso de no se sabe bien donde. La sacerdotisa asustada comienza a rezar.

-Mi...señora...dame...fuerzas...para...luchar.. Dijo entrecortada ya que le daba cosa trabar siquiera saliva.

Las sacerdotisas empiezan a crear orbes de luz que impactan tanto en Adelenia como en Zebith. Las quemaduras son bastante fuertes, mas contando de que eran de luz pura y os afectaban mas. La sacerdotisa con el miembro se encuentra nerviosa y parece que su concentracion es mas bien nula.

Aquello dolia y mucho. Malditas zorras santurronas.

Se lanza a dar un nuevo golpe al soldado

-El bando de la luz vencera!!! Gritan las guerreras al ver que sus compañeros estaban muuuy mal heridos. Atacan una a Zebith y la otra a Tania, haciendoles un daño moderado. Por el contraro Zebith vuelve a golpear al guerrero y nota como este esta a punto de tambalearse para caer al suelo.

No pude dejar de sonreir a aquella sucubo, realmente había hecho un trabajo impecable:

-Bien hecho tapándole la boca a esa sucia ramera, será la que tomemos presa con nosotras.

Pero la realidad es que el combate se nos estaba complicando, temí por Zebith que aunque era un varón y no me importaba que sufriera como debía, aquello ya era pasarse, y no toleraría que lo siguieran maltratando sin mi permiso, así que volví a restallar el látigo sobre aquella fila de guerreros y guerreras de la luz que traban de impedirnos el paso para llegar a sus sacerdotisas:

- Soltad vuestras armas sacerdotisas o acabaremos con vuestro séquito sin piedad y después iremos a por vosotras.

Era divertido ver como se esforzaban y clamaban a sus dioses de la luz. Hacerles sufrir era tan morboso como utilizarlos para otras perversiones. Por lo que al contemplar como ese soldado quedaba atrapado entre mis tentáculos me sacó una sonrisa retorcida.

Me deslicé hacia el otro humano que trataba de cortar el tentáculo para liberar a su amigo. Mis fluidos viscosos comenzaron a trepar por el engullendolo poco a poco y quemando su piel al contacto.
 

Sonreí al ver cómo la lengua de la sacerdotisa había adoptado forma de pene. Me encantaba. Recibí el golpe de los orbes y lo encajé como pude, y miré con furia a la otra sacerdotisa. Si le gustaba mover la lengua para sus cánticos, iba a disfrutarlo aún más.  

Los soldados varones acaban por caer rendidos en el suelo sin poderse mover. No tenian heridas graves pero se les acababan de acabar las energias para seguir peleando. Al mismo tiempo, la unica guerrera mujer que quedaba intentaba atacar a la slime, ya que habia sido la causante del daño a sus compañeros.

El latigo de Tania cruza el aire volviendo a sisear como si estuviera hablando. -Veis....esa es la posicion adecuada...el suelo...

La sacerdotisa comienza a hablar pero veis que su cara se vuelve completamente roja con cada palabra que suelta, muy poco concentrada, lanza una bola de luz a Adelenia. Nota como es menos fuerte que la ultima vez. A su vez, la segunda sacerdotisa ataca a Tania, pero esta como su compañera. Incapaz de pronunciar palabra ante lo que tenia en su lengua. Solo quedaban 3 guerreras y no parecian que durarian mucho mas.

El elfo le lanza un ataque a la ultima soldado.

Tu vida va a ser un infierno,... pero te gustara

La guerrera cae en el suelo derrotada por el golpe del elfo. Las sacerdotisas parecen menos confiadas y tiemblan ante lo que se les viene encima.

No pude dejar de relamerme pensando en aquel gustazo que nos íbamos a pegar con ellas, sin embargo debía entregárselas a mi maestra con anterioridad, sin embargo quería doblegarlas con la voluntad sin necesidad de herir más sus bellos cuerpos, así pues me acerqué a ellas y les dije:

-Os prometo que no os haremos daños si nos seguís y nos dejáis mostraros los placeres de la vida, si no os gusta, siempre podréis volver- dije tendiéndoles una mano.

Las sacerdotisas miraron con miedo al grupo, habian visto sus hechizos y manipulaciones. Incluso en esos momentos apenas podian hablar por la transformacion de sus cuerpos. Las sacerdotisas, temerosas miraron tu mano.

-Somos...sacerdotisas de la luz....no...deberiamos... Empezo a decir una, pero por el placer que le propinaba hablar, le era imposible. La del miembro mira a los demas corruptos y susurra. -Acaso...os turnareis para abusar de nosotras? Deja escapar un liquido blanco de su boca.

No pude evitar sonreír al comentario de la última sacerdotisa, y con la misma manos que les tendí la paso lentamente por su boca recogiendo el líquido blanco y llevándomelo a mi boca para saborearlo, aquella súcubo tenía habilidades muy pero que muy interesantes.

-Nuestras órdenes fueron claras mis queridas sacerdotisas de la luz, llevaros ante mi maestra, sin embargo si queréis que abusemos de vosotras en el camino no tenéis más que pedirlo- dije sacando mi lengua en tono provocativo mientra acariciaba con suavidad a la primera de las sacerdotisas que se veía excitada.- Además he visto que mi maestra tiene más seres de luz como vosotras, y os prometo con mi propio cuerpo y alma, que le están muy pero que muy agradecidas.