- La guerra por estos lares es igual que por los demás, mucha destrucción y muerte
A kond fa si quereis marcarlo y sino no, yo lo marco segun me acuerdo xD
Sink sigue con sus divagaciones.
¿no seria mas importante tener panes o semillas que tener especias o vinos? La gente necesita mas la comida que cumplir su lujo o gulas personales.
Al oir el granizdo de kraan, Sink se levanta de un salto. Comprueba visualmente que estado la caravana, si estan solos o los mercaderes siguen con ellos.
Toma su martillo de guerra.
Se coloca una posición defensiva en la parte delantera del carro. Muestra los dientes y golpea con fuerza el suelo para asusta a los lobos.
Sin perder de vista al barquero, me alejo unos pasos con mis compañeros para intentar decidir un curso de acción.
- No me fío de ese tipo - les digo cuando estamos lo suficientemente separados como para que no escuche mi voz en un susurro. - Y tampoco tengo dinero para pagarle el pasaje, aunque no ha parecido importarle mucho... Pero si nos vamos de aquí, tal vez tardemos horas en encontrar otro paso del rio. ¿Qué queréis hacer?
-He escuchado rumores de extraños jinetes en el norte, por eso preguntaba. Es increíble lo que estamos viviendo en estos tiempos- digo con un lamento mientras sacudo baja la cabeza. Ojala pronto pase y todo vuelva a ser como antes.
Cuando Vonotar nos jala a otro lado lo acompaño para hablar.
-Yo tampoco tengo mucho dinero, y a menos que este tipo nos de alguna pista, tal vez debamos rodear.
Asiento ante el comentario de Ashram antes de volverme hacia el barquero.
- Lamento decirle que no podemos permitirnos el precio del pasaje. - Le digo a modo de excusa. - Si fuese tan amable de indicarnos el camino más rápido a la ciudad, se lo agradeceríamos.
Pese a mis amables palabras, sigo sin fiarme de ese hombre, así que permanezco alerta y atento ante una posible agresión.
El barquero señalo de mala gana en dirección norte, susurrando unas palabras inaudibles, pero por el tono de su voz y la expresión de su cada no dabía ser nada agradable
Regreso por mi montura a la arboleda, y la llevo de las bridas, a un lado del camino.
-Vonotar, ¿crees que halla sido uno de ellos?
Acaricio el lomo de mi caballo para calmarle, mirando hacia el río frecuentemente para mantener vigilado al barquero.
- No lo sé, pero ese barquero no es trigo limpio... De hecho, ni siquiera estoy seguro de que las indicaciones que nos ha dado no nos lleven directamente al ejército enemigo.
Varias cosas.
Lo primero, Ashram... ¡¡¡MIS OJOS!!!
¿crees que halla sido uno de ellos?
Master, una cosa... Entiendo que los personajes están un poco perdidos y que no conocen el camino exacto a la capital, pero yo personalmente estoy aún más perdido, porque no sé ni en qué dirección estábamos viajando. ¿Hay algún mapa de Summerland para podernos hacer una idea a grandes rasgos? Supongo que dos miembros del Kai deberían tener un mínimo de conocimiento de la geografía del reino, ¿no?
En su momento puse el mapa en ambientaciones, si miras podras ver alli el mapa
-Por su forma de maldecir bien podríamos decir que esperaba deshacerse de nosotros en el agua. Por el momento sigamos avanzando, aun que con prudencia.
Digo mientras continuamos avanzando por el camino.
¬¬ perdona, pero se me hacia tarde para llegar al trabajo. Pero vamos, cualquiera tiene un error.
Y vale, ya checo el mapa jefe.
Andais bastante, buscando alguna forma de pasar el rio que no sea por donde estaba aquel hombre. Se hace de noche y pronto os encuentrais inmersos en la más total oscuridad. Tratar de proseguir caminando sería inútil, pues a buen seguro os perderíais. Después de atar el caballo a un árbol, os envuelveis en la verde capa del Kai y caeis en un sueño desasosegado.
Os despierta el ruido de tropas distantes. Veis al otro lado del lago las figuras con negras capas de los drakkarim y una manada de lobos fatídicos montados por sus jinetes. Encima de los árboles aparece un kraan, que se posa en el tejado de una choza de madera.
Sobre el kraan cabalga una criatura vestida de negro. El kraan alza el vuelo y atraviesa el lago hacia el lugar donde estais escondidos.
Bajo del árbol a toda velocidad y me lanzo hacía mi caballo para vendarle los ojos.
-Vendemos a los caballos e intentemos esconderlos entre el follaje, después regresemos a las ramas.
- ¡Buena idea, Ashram! - digo en voz baja mientras me precipito a vendarle los ojos a mi corcel. - Espero que no se pongan nerviosos con los olores.
Tras dejar atado al caballo entre las ramas, vuelvo a trepar a un árbol, utilizando mi capacidad de camuflaje para mimetizarme entre las hojas.
Lograis vendar los ojos a los caballos y empiezas a camuflaros con las ramas y las hojas secas. Ois el aleteo del kraan cuando éste pasa volando por encima de los árboles. Vuelve de nuevo y describe círculos sobre el lugar donde estáis, pero pronto se retira a través del lago. Es el momento de proseguir el viaje.
Mientras os internais velozmente en el bosque, ois el aleteo del kraan que vuela sobre los árboles y desaparece hacia el norte. Seguis cabalgando durante casi una hora hasta que llegais a un claro. Del otro extremo del mismo arranca un sendero que conduce hacia el sur.
teneis dos opciones o atravesar el claro por ahí o intentar vadearlo
Me vuelvo hacia Ashram. - Antes o después tendremos que arriesgarnos, ¿no crees? - le digo. - Propongo cruzar por aquí y seguir el camino al sur. Con suerte nos llevará a la capital o a alguna carretera principal desde donde podamos orientarnos. ¿Tú que opinas?
-Esperen aquí con las monturas, yo explorare los alrededores, que un claro como este bien puede ser una trampa.
Con cuidado empiezo a rodear el claro lo mas sigilosamente posible
Jefa, mi amigo "misterios" dice que se puede hacer cargo de Kon fa. Así que si lo agrega nos será de mucha ayuda (como carne de cañón).
Espoleas al caballo para que descienda al galope por el largo y recto sendero. A lo lejos divisas la silueta de Holmgard recortada contra el horizonte, con sus altas murallas y agujas resplandeciendo al sol de la mañana. El sendero por el que avanzas empalma con un camino que va de norte a sur. Es la principal calzada de portazgo que une el puerto nórdico de Toran con la capital.
Ya he agregado a tu amigo a la partida
Me acerco al limite del bosque y oteo el horizonte en busca de señales de batalla, sitio o algo raro.
Voy sin caballo para mayor precaución.
Caminas varias millas sin avistar señal alguna de refugiados ni de enemigos. Te diriges hacia una elevada sierra que se encuentra a media distancia de allí. Desde ella es posible que divises la capital.
Al alcanzar la cumbre, la vista que contemplas te llena de esperanza, pero aún tienes que enfrentarte con un reto.
Ante ti se alzan las altas murallas blancas y grises y las resplandecientes torres de Holmgard, con las banderas de la ciudad ondeando desde las almenas a la fresca brisa de la mañana. El río Eledil, que nace en las montañas occidentales de la cordillera Durncrag, sigue su curso hasta ir a desembocar en el golfo Holm. De los picos de las montañas desciende un gran ejército negro que avanza implacable hacia la capital.
Puedes ver a tu derecha el camino real que por la ondulada llanura conduce a Holmgard. Yendo por él al galope puedes alcanzar en menos de una hora las fortificaciones exteriores de las defensas de la ciudad, pero la mayor parte del tiempo estarías al descubierto y serías vulnerable al ataque de los kraans. Enfrente de ti, un ancho río fluye perezosamente hacia el Eledil. Si abandonas el caballo podrias nadar por ese afluente hasta las fortificaciones exteriores, amparándote en la vegetación de las orillas. A tu izquierda se halla el cementerio de los antepasados. Esas tumbas y monumentos en ruinas de una edad olvidada ocultarían tu avance, pero se trata de una zona prohibida. Horrores innumerables y sin nombre duermen impacientes en ese lugar esperando atacar al imprudente que se atreva a entrar en él.
Ashram se aleja solo, veis como su figura desaparece al poco tiempo de alejarse de vosotros. Esperais alli, sentados y escondidos, pero pasa media hora y no sabéis nada de vuestro compañero