Ese Froilan podria haber tenido una espada... en fin, no me voy a poner a discutir con Edge. Sin embargo, por muchos salvoconductos que tengamos, no tenemos dinero para pagar el pasaje, y solo con los salvoconductos no creo que nos dejen subir. Se acabo, necesito saber de que va esto.
Edge, para que vamos a subir al barco? Donde nos lleva y por que?
Desde el final de la calle se observa la frenética vida del puerto. Los estibadores se mueven de un lado a otro llevando enormes fardos, tinajas y arcones. Hay tres naves principales: una coca fuertemente protegida contra piratas, con una torre defensiva y aspecto sólido; una carraca, navío de larga distancia que sin duda se dirigía a Durenor o más allá; y un barcucho destartalado y pequeño que tenía una tortuga despintada en la proa. Cuando llegáis los hombres acaban de cargar unas viandas en la angosta bodega.
Alguien que parece un oficial está en la escala de acceso a la nave, peligrosamente balanceado e indiferente a todo, salvo a las órdenes. Se trata de un joven barbilampiño,serio y enjuto.
-¿Soih loz polizoneh?- Después de preguntar grita algo en un lenguaje que no entendéis, o tal vez en un dialecto que no entendéis, o tal vez grita algo que no es un lenguaje en absoluto y acto seguido asoma el sombrero de un capitán a lo lejos. -¿Tenís loh papele?
Le ensenno los papeles al chico. No me gusta lo de polizones, pero en fin.
Diablos, voy a meterme en un maldito barco y sigo sin tener una espada.
Miro a Edge...
Subimos?
Me despierto de mi propia conversación al ver a Log entre mis piernas.
Subamos. Digo a Dusk sin mucho entusiasmo. Vuelvo a perderme en mis pensamientos.
¿Se supone que yo sé porque vamos a Toran? O lo sabe Noemí? Me he perdido ahí. ¿Que voy a ver a Redgling de nuevo?
Vas a Toran porque como estudiante que eres, ya ha transcurrido tu tiempo de permanencia en el frío norte, y debes regresar para recibir nuevas instrucciones y volver a casa básicamente. Lo escribí en el primer post tuyo.
Subimos al barco y echo una mirada a mi alrededor para examinar el lugar. Después de un giro de trescientos sesenta grados me vuelvo a encontrar a Dusk a mi lado. Parece ser que la furia contenida se me ha pasado y ya me encuentro más tranquilo estando a bordo. Le dedico una pequeña y sincera sonrisa.
De camino a casa, por fin.
Repaso los seis últimos meses de mi invierno. Una etapa dura, aburrida y monótona donde lo más excitante era irse a la cama. De pronto me viene a la mente la figura de Irene, en cierto modo me siento muy lejos de ella, como si el día transcurrido se hubiera convertido en años. No tarda en sacudirme la inquietud, algo me dice que tarde o temprano echaré de menos mi rutina en el Monasterio de Durnord y ese sentimiento me hace querer llegar a casa pronto y sentirme seguro.
¿Cuándo zarparemos? Pregunto a nadie y a todos.
Nunca se mencionó que tuviera que volver.
Pero bueno, qué mejor época que la Navidad para regresar a casa ;b
Yo no se de que va todo esto, pero sigo haciendo lo que me mandan.
Me pregunto si yo tengo alguna paga, o alguna mision, o si voy a recibir instrucciones en el camino.
Después de una hora los estibadores terminan de amarrar las mercancías a la bodega. El joven con el que habéis hablado os dice que partís de inmediato, pero aún no habéis visto al capitán. Al fin, después de que el resto de marineros terminen su quehacer, se sueltan amarras mientras aquél que llaman Starbuck's dirige la operación con gritos nerviosos. El pequeño barco en el que viajáis tiene un solo mástil, un castillo a popa y una bodega estrecha que comunica con el camarote del capitán. La cabeza descolorida de la tortuga de mar situada en la proa os llama la atención durante las maniobras. Dejáis atrás Elis y os adentráis en el mar de Kalte. Entonces aparece un hombre larguirucho y pálido, con la mirada perdida y aspecto siniestro. Starbuck's se acerca y os presenta.

-Señores, el Capitán Abram. Starbuck's habla con absoluta reverencia. No debe haberse fijado en la hechura del Isla Tortuga, en las vías de agua o en el aspecto del Capitán mismo.
El Capitán carraspea y os lanza un aliento capaz de tumbar a un buey. Os parece increíble que el tipo se aguante firme en la cubierta a pesar del alcohol que lleva en el cuerpo. Entre inquietos y admirados por su resistencia os habla.
-Normalmente seríais lastre y nada más. Pero mi mensaje es dejaros sanos y salvos en Toran. Su voz suena ronca y quejumbrosa. Parece recién salido de la taberna local, pero a su vez transmite una extraña seguridad amenazadora:
-No os interpongáis en mi camino. Concluye, y se mueve hasta la proa a contemplar la costa.
Después de estas breves palabras, de la puerta de la bodega véis una figura oronda que reconocéis rápidamente...
-¡¡Hola!!, ¡¡amigos!! Qué alegría que podamos encontrarnos aquí después del incidente de esta mañana. Como les dije, soy armador y hoy viajaba a Toran. No sabía que érais vosotros mis pasajeros. El Capitán parece bañado en salazón, pero os aseguro que es una gran persona. Es una suerte haberlo encontrado...
Friugul se sienta a vuestro lado, apoyado en la borda, y saca una botella.
-Es licor de badiana... A vuestra salud. Dice y le da un corto trago.
Después os pasa la botella...
Log olisquea el ambiente y se agita como recordando que está ahí. Se ha mantenido prudentemente en tu regazo a la espera de salir del agua, en la que no se siente especialmente cómodo.
Paso a la escena "Puño de serpiente"
Acepto la botella y me la paso a los labios, hago como si bebiera, pero ni de coña me meto yo esto en el cuerpo. Este Frigul me pone de los nervios y no me gusta nada estar aquí. Acabo de darme cuenta de que no me gusta viajar en barco. Le paso la botella a Edge.