Partida Rol por web

En este post podeis desarrollar conversaciones entre vuestros personajes. Si quereis captar la atención de algún personaje en particular, enviadle un post seleccionándole a él como destinatario exclusivamente. Así podréis forjar alianzas y planear maldades antes de los Juegos. Por cierto, es común que tributos del mismo distrito se apoyen, al menos al principio, aunque depende del personaje, claro.

Teneis de tiempo hasta que comience la partida para postear aquí. Consideradlo roleo libre.

Los tributos, antes de los Juegos, pasan una semana en un hotel de superlujo, con toda la comida que quieren, preparadores físicos, estilistas, entrenamientos, prácticas con todo tipo de armas y comidas comunes. Hablar con alguien no será muy difícil en ninguno de estos escenarios.

Aquel lugar era, ciertamente maravilloso... Aunque, aun siéndolo realmente, no era mas que una ilusión, la calma tras la tempestad. Sabía que aquello era una simple cortesía antes de soltarlos en aquel estadio en el que habian muerto tantas personas... Sabía perfectamente qué sucedía allí. Sabía que nisiquiera en aquel momento los dejarían en paz la televisión, aquel momento era esperado con ansias en algunos lugares de Panem. La gente había aprendido a querer aquel tipo de masacres....era, simplemente, escalofriante.

Había visto algunas veces por la tele aquel lugar. Allí se forjaban las alianzas que en el campo podían mantenerse, o no...

Simplemente avanzó. No hizo nada, solo se quedó en el recibidor del hotel, donde habían dispuesto varios sofás de cuero negro, sentándose en uno de ellos ellos y cerrando por un momento los ojos... la cabeza le daba vueltas. Todo aquello había pasado tan rápido... No sonreía pero tampoco mostraba enfado ni ningún tipo de sentimiento ante las cámaras que sabía que se encontraban por allí...

Darius ingreso en el recibidor luego de un entrenamiento que había tenido de la mañana bien tempano, el sudor corría por su cuerpo mientras una toalla lo secaba con ayuda de una mano. Miro el lugar, frunció el ceño e hizo girar los ojos; demasiado lujo…. Demasiado de todo…

Vio a un niño allí sentado, le miro desde lejos mientras se decidía a caminar hacia donde él estaba –hey….-

Observó la figura de tal individuo...quizás tendría...¿Que? ¿Un año mas que él? Aún no comprendía la razón por la que mandaban a niños....bueno, si la comprendía. Cuanto mas sufrimiento generaran, mejor, puesto que así humillarían mas a las familias de Panem, que una vez se rebelaron....Aquel era el sentido de todo aquello. No era mas que una presa de un conflicto histórico.

Volvió a la realidad, fijando sus iris sobre el muchacho, sonriéndole algo e irguiéndose algo en el sofá.

-Ey..

Le saludó él. Aguardó a que se sentara a su lado...

-Soy Ethan Iriam. Vengo del distrito 8. Un placer.

Comentó, plantandole la mano delante, esperando que se la estrechara..

Nada sería igual, así sobreviviese o no, morir o cargar con tantas muertes en la conciencia, era morir pero de otra forma.

Apenas llegué vi a los dos muchachos que se saludaban, eran... jóvenes casi chicos, pero debían ser hombres para lo que venía o el destino se encargaría se hacerles pagar su inocencia.

-Mi nombre es Emma, me gustaría decir que es un placer conocerlos, pero creo que eso sería en otras circunstancias. En fin, ¿cómo andan?.- Les dije con una pequeña sonrisa en el rostro, la situación no era agradable, pero allí estábamos y había que pasar el momento. Mi madre siempre dice que a los problemas hay que enfrentarlos con buen humor.

Terminó de estrecharle la mano al muchacho, luego se levanta por un segundo del sofá, tomandole de la mano a la muchacha y besándole delicadamente el dorso de la misma, a modo de saludo, mientras hacia una medio reverencia...

-Disculpa si es demasiado exagerado esto...

Comentó, volviendo a relajarse, sin sentarse aún, mirándola aun con aquella sonrisa amigable.

-Pero... me enseñaron buenos modales. Como, por ejemplo, que un hombre no puede sentarse antes que una mujer, por simple y mero respeto hacia ella...

No había nada de superficialidad en sus acciones. Solo estaba siendo como él era, tratando de olvidarse por un momento qué le esperaba en una semana, y de las cámaras que invadían el hotel y captaban aquellas imágenes...Volvió a repetir el saludo, y su nombre..

-Me llamo Ethan Iriam. Tengo 14 años y soy el.... tributo... del distrito 8. Encantado.

Comentó, acompañando la ultima palabra con una simple inclinación de cabeza. Le dolía mucho aquel término..."Tributo"...como si fueran una ofrenda, como si fueran ganado, destinado a ser simplemente el objeto de diversión del capitolio....

Lenny entró en la sala masticando un trozo de manzana de una manera bastante horrible y miró a los presentes con cara de burla.

-Bueno, bueno… -dijo y dio otro mordisco a la manzana. El jugo le chorreteaba por la boca, pero le daba igual-. Que ricuras –dijo mirando tanto a los chicos como a la chica. Pero sobre todo a la chica.

Y por fin se limpió la boca con la manga antes de tirarse de cualquier modo en una butaca.

 Troy entro en el salón y miro a los demás, apareció una media sonrisa en su rostro y cuando Etham empezó a hablar de modales a la chica empezó a reirse

-jajaja, pero bueno, ¿de donde te han sacado a ti?-

sin esperar respuesta se dirige a una de las mesas de buffet y empieza a atacar los canapes con furia, comiendoselos con rapidez

-que panda mas divertida, seguro que dais muy buen espectáculo en los juegos-

Kim entra en la sala tras una dura sesión con su entrenador personal asignado con motivo de los juegos. ¡Aquello es fantástico, es igual que en la tele! Puff pero esta agotado. Lleva una toalla blanca colgada del cuello para recoger el sudor, dentro de poco tendría que ir a darse una ducha pero mejor ir conociendo un poco a sus compañeros, aliados o rivales.

¡Ey , qué tal tios?!

Sonríe como si les conociera de toda la vida e incluso palmea la espalda de Troy antes de que se largue hacia los canapes ansioso.

Ese si que será un peso pesado de los juegos -susurra con una sonrisilla confidencial a los demás mientras se sienta en una butaca.

¡Yo soy Kim! Kim Lee. De combustibles. 

¿Y bien, y bien? -parece un poco hiperactivo- ¿Ya estabais forjando alianzas? ¿Sin esperarme? Os aseguro que soy un partidazo, se me dan bastante bien las tareas físicas.

Sonrie de nuevo mostrando sus brackets inocente. Mira a Lenny con especial atención, había algo en el que le daba mal rollo.

¿y tú como te llamas?

Un tipo con el pelo rapado y cara de pocos amigos pasa de vez en cuando por la zona común, toma algunos comestibles y vuelve al gimnasio, donde hace como que sigue un programa de entrenamiento, sin embargo los nervios le suelen traicionar y se dedica en su mayor parte a hacer el paripé con diversas armas de cuerpo a cuerpo y a observar a los demás críos.

Pride entra en la sala común cansada por los entrenamientos del día. Aprovecha para fijarse bien en los Tributos, ya que en los entrenamientos, aunque sabe que debería para ver cuáles son los puntos fuertes y los débiles de sus oponentes, sólo intenta entrenar y aprender lo máximo posible. 

Se sienta cómodamente con un plato de verduras, y empieza a comer en silencio, escuchando todo lo posible. 

Entro justo tras el chico que se presenta como Kim Lee y escucho sus palabras. Veo su sonrisa y sus brackets.

No sé si serás buen luchador pero te aseguro que eres afortunado. O lo eras hasta ahora. Se fabrican pocos de esos que no vengan aquí a Capitolio. Señalo los brackets de su boca.

Yo soy Casius.

Oh gracias, tio. En realidad no son tan buenos como te crees, vienen de hermanos mayores.

Vuelve a sonreir como si nada de aquella situación le afectara demasiado, o eso aparentaba.

Casius.. bien, tio -asiente un par de veces-  Veamos.. somos 24 tributos..hmmm lo más inteligente será dividirnos en grupos de 4 o de 6, pero creo que 6 es un numero demasiado alto.

¿No?

 Las puertas de cristal se abren. El Hotel da su bienvenida a una nueva víctima, ¿o ganador? quien sabe. Una niña de no mas de 1,50, 14 añitos, tez pálida con mejillas sonrosadas, unos ojazos azules que todo lo observan y un par de coletitas rubias, perfectas, da unos pasos para adentrarse al recibidor. La niña, que viste  un largo abrigo marrón con una boina a juego, hace un mohín con la nariz y se gira hacia donde están todos. Entonces sus finos y pequeños labios se transforman en una sonrisa infantil, mellada, de dientes blanquísimos. Separó las manos, que tenía juntas en la espalda en una posición de firmes, y movió la manita derecha mientras se acercaba.

 - Holap. - Dijo la niña, que parecía tímida. Todo al contrario. Desearían ahogarla para que se callara en algún momento en los juegos. - ¿Que tal estáis? Cuanta gente, todos jugadores, ¿verdad? - La niña se quitó el abrigo y con pulcritud lo dobló y lo dejó en el brazo de un sillón. Se quitó también la boina y la dejó sobre el abrigo. - Aissss. - Suspira con un acento de desilusión. - Jo, me gustaría conoceros en otras circunstancia. Os invitaría a un batido... pero no creo que salgamos muchos de aqui. - La niña era expresiva, a cada palabra su cara se transformaba en el espejo de lo que decía. Ahora tenía la tristeza marcada en el rostro, como una sonrisa de oreja a oreja al preguntar. - ¿Y vuestros padres? ¿Que dicen a que esteis aquí vosotros? - Tal vez toque fibras que no debía... ¡Ah! Por cierto, soy Annie, Annie Cronwell

 En todo momento la niña, sentada en un brazo de un sillón, mueve las piernas a un ritmo que solo en su cabeza se escucha. Parece infantil, odiosa, una niña rica cuya mayor preocupación es jugar a las barbies y cuyo mayor sueño es enganchar a un rico empresario que le compre sus caprichos. Claro que... Annie no dejaría entrever sus debilidades y sus puntos fuertes. No ha tenido que entrenar en un sitio abierto y compartido. Su padre ya se ha encargado, semanas atrás, de que la niña estuviera entrenada.

-Hey Lesbie, por fin te encuentro- Tomas se encontraba en uno de los pasillos del hotel, con la espalda echada en una de las paredes mientras pillaba a Emma caminar hacia su cuarto, no era casualidad, se habia pasado todo el dia esperandola.- Creo que es hora de que hablemos de nuestra alianza... En un lugar mas privado, ya sabes, sin testigos.- Dije mientras señalaba el techo con la mirada, me habian dicho que alli no habia camaras, pero no me fiaba en absoluto.

-¡Vaya! ¡Cuanta gente!

Comentó, sonriendo, algo emocionado por aquello. Era irónico: Se emocionaba por ver a las personas que dentro de aquel estadio morirían sin piedad por la recompensa de salir vivos de allí, aunque realmente nunca ninguna regla estipulara que debiera de sobrevivir solo 1.... Le turbó algo la mente, por lo que sacudió algo energicamente la cabeza , sonriendo.

-Ethan Iriam. Distrito 8.

Tras lo dicho observó por un momento a aquel muchacho que se había sentado en primera instancia con el. Con una mirada trató de avisarlo para que se levantara y lo siguiera por unos segundos... tras aquello se levantó él mismo y comenzó a pasear por otra parte del recibidor, algo lejos de la congreración de gente

-Fue un placer conoceros. No tenemos porqué matarnos, despues de todo, debemos de salir vivos, y siempre se pueden hablar las cosas.

Comentó, sonriendo ampliamente. Luego desapareció del lugar...

La entrada de Annie interrumpe la conversación y miro fascinado la actuación de la niña. Porque puedo reconocer una actuación a millas de distancia y esta falla en algo. El papel está sobreactuado. Todavía mirando a Annie contesto a Kim.

¿Grupos de 4 o 6? Dudo que permitan un grupo tan grande, acabaría con el resto fácilmente. A menos que todos nos metamos en uno de esos grupos, claro. ¿Tú te fiarías en un grupo tan grande de que no te traicionaran? No olvides que nos han traído a que nos matemos unos a otros. Y sorprender a quien se fía y ronca a tu lado no cuesta ningún esfuerzo, es como robarle el chupete a un bebé.

Sólo al terminar de hablar miro hacia mi interlocutor y de paso al resto.

Kim también mira ceñudo a la mocosa y luego a Casius, como si le diera la razón con la mirada.

Esa cria no es trigo limpio.. con esa si que no dormiría al lado.

Luego vuelve a atender a la idea de los grupos.

Pues.. bueno, somos muchos. Si queremos sobrevivir y optar a estar entre los 10 ultimos tendremos que trabajar en equipo. Formar parte de un equipo siempre es mas agradable y seguro que vagar solo sin rumbo, ¿no?  Si a alguien se le ocurre traicionar a alguno del equipo, se le coge entre todos y punto.  

Observa como Ethan se levanta y se acerca a hablar con otro chaval. Parecía que las alianzas ya estaban comenzando a forjarse timidamente.

Si a alguien se le ocurre traicionar a alguno del equipo, puede que sea suficientemente listo como para aparentar ser inocente e incluso inculpar a otro, con lo que mataría dos pájaros de un tiro.

Pero oye, yo prefiero estar en ese grupo de 6 que solito cuando llegue el momento de pelear. Sólo me produce inquietud pensar en lo que harán los organizadores a un grupo tan numeroso si no les gusta la idea. Tendrían que dar un espectáculo endiabladamente bueno ¿no?

De nuevo mi vista apenas se fija en Kim y no pierdo ojo de lo que hace Ethan. Luego miro con complicidad a Kim y señalo con los ojos al paseante que se aleja esperando compañía.