Partida Rol por web

-¡Menos mal! Un botiquín, puede que mañana podamos mejorar esas heridas tan feas que tienes- me muestro algo más esperanzada tras la intervención de nuestros patrocinadores, de hecho no estaba muy convencida de que fuéramos a conseguir alguno porque siempre he pensado que prefieren a los Tributos entrenados y despiadados pero... se ve que a alguien le hemos dado lástima. O qué sé yo.

-¡Gracias!- digo a nadie en concreto esperando que las cámaras graben el agradecimiento antes de subirme al árbol aunque ensgeuida estoy de nuevo en el suelo.

-Sólo ha habido una baja más así que no me extrañaría que dentro de poco intenten acelerar el proceso... De momento vamos a descansar- intento centrarme en el presente lo máximo posible porque si tengo que empezar a cavilar sobre las torturas que nos esperan no podría con ello así que preparamos los sacos y las mantas y procuramos descansar en algún rincón discreto hasta que amanezca.

DIA 3:

Amaneceis en un día nublado que más que animaros a seguir adelante en busca de agua parece quebrar vuestras esperanzas.
Aún quedáis 8 tributos vivos en la Arena, no es difícil hacer los cálculos pues hasta hoy han caído ambos tributos de los Distritos 1 y 3 y del resto aún no se sabe nada.
Poco os quedaba para llegar a la falda de la inmensa montaña situada al norte así que os levantais a primera hora de la mañana con cierto buen humor gracias al regalo que se os fue enviado anoche.

Kelia se dedica un rato a desinfectar y tratar de mejorar las heridas de Mike. Encontrar en una de las mochilas la pomada cicatrizante fue toda una suerte pues ha ido sanando bastante bien incluso la peor herida de todas. Desde luego no se parecen en nada a las que se odían ver en vuestro distrito.
Tras las curas pertinentes echais a andar sin prisa pero sin pausa siguiendo en dirección norte. Aunque parece que la herida del costado que le hicieron con la lanza en la Cornucopia ya ha sanado del todo aún tardará unas cuantas horas, o quizá todo el día, en dejar de escocer y molestar. Aún le duele un poco al respirar hondo.

Después de lo que os parece medio día andando estais muy cerca de la montaña, media hora más y llegais, pero un sonido peculiar llama vuestra atención. Parece una corriente continua, un chapoteo constante... ¡un riachuelo!
Echais a correr hacia el sonido como alma que lleva el Diablo aunque Mike se queda más atrás enseguida por su molesta herida. Abrís los ojos de par en par, la boca os saliva sin poderlo remediar al ver lo que tenéis delante:

El botiquín había llegado como caído del cielo. Igual que la pomada que encontraron en las mochilas. Probablemente sin sus dósis y la habilidad de Kelia Mike habría muerto hace ya mucho. Pero parace que a pesar de todo todavía tenían algo de suerte y encima algún patrocinador que se apiadaba de ellos. Probablemente sólo era para darle más emoción al asunto y así aumentar el morbo, pero Mike no pudo evitar sentirse agradecido ante ese regalo caído del cielo.

Al día siguiente la herida de Mike era casi cosa del pasado. LE seguía escociendo y molestando con picores e incluso un leve dolor al respirar, pero no era lo mismo. Ya no sangraba, y no tenía pinta de que pudiera infectarse. Casi podría decirse que estaba curada. Eso hace que el muchacho avance con menos dificultad por el bosque junto a Kelia. Entonces en un momento dado se escucha a lo lejos el mejor sonido del mundo: el del agua corriente.

-¿Lo oyes Kelia? ¡Es el sonido del rio!.- anuncia emocionado en cuanto escucha ese sonido inconfundible, y tras eso sale a correr aunque Kelia no tarda en alcanzarlo. La visión del agua cristalina fluyendo entre rocas es la más bonita que Mike ha visto jamás, o eso piensa.- ¡Bien!...¡Agua!. ¡Lo conseguimos!.- grita extasiado lanzándose casi sobre el rio para empiezar a beber agua con avidez. - Tenemos que beber hasta que no podamos más y después ya llenaremos las cantimploras y todo lo que pueda llenarse con agua. Incluso deberíamos aprovechar y comer ahora.- añade jadeante después de haber bebido unos cuantos tragos. Entonces se da cuenta de lo expuestos que están y rápidamente se pone de nuevo en pie y baja la voz.- Mierda casi me olvido de dónde estamos. Intentemos ponernos en un sitio más resguasdado, y no dejes de mirar a todos lados...-

A la mañana siguiente me alegra comprobar que las heridas de Michael han evolucionado estupendamente, de hecho parece que ya está fuera de peligro... lo malo es que en cualquier momento volveremos a estar igual que antes pero procuro centrarme nuevamente en el presente.

El día se vuelve todavía mejor cuando damos con un riachuelo que no sólo es precioso si no que nos ayudará a reabastecernos.
-Ten cuidado, si bebes tanto de golpe te puede sentar mal- advierto a mi compañero sintiéndome un poco aguafiestas pero es preferible a que empiece a dolerle algo. Yo lleno las botellas y cantimploras y tomo mi propia ración con moderación. La verdad es que me sienta genial.

De repente Michael se levanta algo a la defensiva y yo me limito a negar con la cabeza mientras aprovecho para lavarme bien la cara -Supongo que eso significa que no vamos a bañarnos- comento con un suspiro de resignación mientras vuelvo a apartarme de la orilla para encontrar un rincón más "íntimo" en el que desayunar.

-¿Nos quedaremos por aquí o intentaremos buscar a alguien?- pregunto llevándome algo de pan a la boca mientras observo las plantas cercanas intentando distinguir si alguna de ellas es comestible.

El encuentro del riachuelo es, sin duda, motivo de celebración incluso en el lugar en el que os encontrais. Michael rápidamente se deja llevar por la emoción y comienza a beber con una rapidez pasmosa. Pronto Kelia, aunque con mayor moderación, se une a su compañero en la orilla, procurando llenar de paso los dos odres de litro y medio que llevábais encima, hasta ahora vacíos.

Os deleitais en cada trago, vuestras gargantas os dan las gracias en silencio y notais cómo vuestras bocas saborean cada mililitro de agua dulce como si fuera el último.
Pero de pronto Mike se da cuenta de que en ese lugar estáis demasiado expuestos y el miedo hace que casi de un salto se vuelva a meter en el bosque llevándose a Kelia consigo.

Una vez más escondidos coméis algo con mucha intranquilidad y vaciais ambos odres por puro vicio, porque sabéis que teneis más agua a unos pocos metros.
Durante el buen rato que os lleva la comida de este tercer día no escuchais nada sospechoso cerca salvo lo que parecen de vez en cuando sonidos producidos por animales. No os queda duda de que el agua habrá atraído a los pocos animales que hubiera por esa zona del bosque... para bien o para mal.

Cuando ya nos hemos tomado un provechoso y necesario desayuno, esta vez sin tener que escatimar en agua aunque sí en comida, suspiro hondamente. Me siento un poco mejor, con más energía, aunque puede que sea psicológico o algo así pero da igual.

-Deberíamos intentar cazar algún animal aprovechando nuestra posición, así no tendremos que preocuparnos tanto de las raciones- propongo más centrada en la supervivencia en sí que en la matanza que se debe estar generando a nuestro alrededor aunque nosotros no lo sepamos. Al menos no de forma directa.

- Intentemos mantenernos con vida simplemente.- contesta Michael a la primera pregunta de Kelia con cierto agobio. No podía dejar de pensar que tras su impulsiva acción es posible que alguien o incluso algún animal los hubiera visto y les estuviera acechando en esos momentos esperando la oportunidad de atacarles.

Sin embargo, al cabo de un rato Mike se tranquiliza, pues ya han tomado el desayuno y todavía no les a atacado nada por lo que sus miedos sólo eran imaginaciones suyas. En ese momento Kelia propone ir a cazar algún animal. Mike arquea una ceja.

- ¿Nos merece la pena el riesgo de encontrar algún animal peligroso para conseguir más comida?.- le pregunta, aunque también parece que se está haciendo esa misma pregunta a sí mismo en voz alta. Tras eso rebusca en su mochila durante un rato y termina lanzando un gruñido.- Vaya, me temo que si. Al menos si queremos aguantar mucho tiempo. Bueno pues vamos a ver si encontramos algo comestible. Intentemos cazar desde lejos.- añade finalmente poniéndose en pie y cogiendo su honda. A las malas tenía el hacha y el cuchillo, pero esperaba que no fuera necesario llegar al cuerpo a cuerpo con ningún animal.

-Me parece que con esto sólo podremos cazar pájaros y eso será muy complicado...- observo nuestras onzas con frustración y acabo resoplando de manera tan exagerada que hasta revuelvo mi flequillo.

-¿Qué tal se te dieron las trampas en los entrenamientos? Probemos unas cuántas, quizá hasta tenemos suerte- le sonrío procurando mantener el buen humor y empiezo a andar hasta encontrar una zona con varios helechos bajos en los que intento preparar algún tipo de tosco lazo para que alguna pequeña criatura quede atrapada en él... lo malo es que no consigo apañarme, el lazo no sale todo lo bien que quisiera y no se mantiene suficientemente escondido así que acabo por desistir.

Habrá que probar con métodos más directos y contundentes.

La idea de Kelia parece buena: preparar trampas para animales. Desde luego está claro que si ellos han echado en falta fuentes de agua en la Arena, los animales también lo habrán hecho, así que tarde o temprano alguno tendrá que acercarse al riachuelo a beber agua fresca.

El problema es que no sabéis cuán largo es el riachuelo y tal vez ningún animal se acerque por la zona donde estais. Tras el fallido intento de ocultar unos lazos tras unos helechos, Mike intenta afinar el oído en busca de algún sonido cercano, algo que le indique si hay algún animal cerca, pero tras varios minutos en silencio niega con la cabeza. No ha oído nada.

Pero eso no os desilusiona: tarde o temprano algún animal tendrá que ir al río a abastecerse. Tal vez incluso el río lleve peces en la corriente.

Mike no llega a responder a Kelia, pero la torpeza que demuestra en el proceso es bastante significativa. Las trampas no es un tema que Mike haya estudiado muy afondo, y por lo que parece su compañera tampcoo está teniendo su día en ese aspecto, así que tras un rato de espera deciden desistir y pensar en otro plan.

- Soy demasiado patoso para estas cosas. Me temo que tendremos que dejar las trampas para otro día. Siempre podemos esperar que algún animal ni demasiado grande ni demasiado peligroso se acerque al riachuelo a beber agua.- comenta Mike algo abatido por su fracaso a la hora de hacer trampas, pero intentando animar la situación con pensamientos positivos.- Aunque la herida me molesta sigo estando en plena forma para cazar o lo que sea. Aunque también es posible que se acerquen por aqui otros tributos...- se queda en silencio un rato, pensativo y entonces vuelve a hablar.- ¿Qué te parece si nos escondemos un rato? Así podremos ver sin ser vistos, y con suerte se acercará algún animalillo.- añade finalmente.

Apenas ha pasado una media hora desde que llegásteis al riachuelo y, a pesar de que lo demás no parece saliros bien, es algo lo suficientemente bueno como para que estéis de un humor bastante bueno.
Lo de las trampas pasa a segundo plano, sí, tal vez sea mejor intentarlo en otro momento, pensáis ambos viendo que no estáis centrados en ello tanto como deberíais.

Sin embargo, la idea de Michael es buena, es lógico que tarde o temprano algún animal se acerque al río a beber agua fresca. No sabéis bien cuántos animales ni de qué tipo puede haber sueltos por ese bosque artificial, pero esperáis que esos malditos monos blancos no vuelvan a dejarse ver a unos cuantos metros de distancia de vosotros. El lugar en el que aparecieron queda ya muy lejos de vuestra posición actual pero las marcas del forcejeo y el esguince en la mano de Mike no permiten olvidarlo fácilmente.

-Mmm.... vale. Supongo que no perdemos mucho por intentarlo- me encojo de hombros y procuro mantenerme quieta en un sitio suficientemente resguardado y en el que no haya demasiadas ramas u otros elementos que puedan provocar demasiado ruido en cuanto me mueva.

Mantengo la onda sujeta en una mano y una piedra en la otra, dudando bastante de mis capacidades como aturdidora de animales.
Miro de reojo a Mike varias veces, por simple y puro aburrimiento, pero me obligo a cerrar la boca y a mantenerme a la expectativa aunque no puedo contener algún que otro suspiro.

A veces desearía que pasara algo... aunque fuese malo.

Aunque Kelia no logra estarse quieta y bien escondida tras unos matorrales, su compañero, algo alejado de ella, sí lo consigue tras un puñado de arbustos no muy altos. Tumbado en el suelo cual reptil, esperáis en silencio ambos, aunque la muchacha se impacienta cada vez más, durante aproximadamente 10 minutos, dejándoos seducir por el sonido del bosque aunque sin olvidaros tampoco de dónde estáis y por qué.

Cuando estáis a punto de dejar el paripé de permanecer ocultos en la maleza que rodea la orilla del río escucháis los dos con claridad algo que se acerca. No parecen pasos humanos, eso desde luego, así que ambos miráis en silencio, aguantando casi la respiración, en la dirección de la que proviene.

No muy lejos veis acercarse a paso lento, como nervioso y con miedo, a un cervatillo no muy grande. Observáis bien antes de hacer nada mientras os vais moviendo lentamente para salir de vuestros escondirjos, en especial Mike que debe levantarse del suelo, para aseguraros de que no hay más compañeros del animal por allí cerca. Y no, no veis a ningún ciervo más, ni siquiera algún animal salvo los peces que de vez en cuando saltan en el río o las ranitas que se ecuchan croar a algunos metros de distancia.

El cervatillo comienza a beber abundantemente agua procurando no meterse mucho en el río.

Me quedo mirando al animalillo con los ojos abiertos de par en par. La verdad es que hasta me siento culpable por pensar en cazarlo con lo bonito que es pero al menos en nuestro caso es por pura supervivencia y no un simple deporte o algo así.
Bajo la mirada hasta mi mano y tuerzo el gesto. Es evidente que con cuatro piedras no conseguiremos nada, incluso aunque tuviéramos una puntería infalible.

-Vas a tener que intentarlo con otra cosa...- musito a Mikey mirando el hacha y el resto de armas. Lo ideal sería un arco con flechas o una escopeta pero eso sería demasiado fácil para el Capitolio y sus queridos Juegos.

Cuando ya parecía que no iba a venir ningún animal, un cerbatillo entra en escena. EL animal que se guía por sus instintos va con cuidado acercándose al agua. Tras "comprobar" que no hay amenazas comienza a beber agua tranquilamente. Mike no quiere admitirlo, pero se le hace un nudo en el estómago tener que matar al animalito, y más teniendo en cuenta que aún les quedan raciones de comida. Sin embargo se juegan la supervivencia, así que no es momento de ponerse sentimentalista. Pero...

- Me temo que vamos a tener que dejarlo marchar Kelia. Con piedras no vamos a derribarlo a no ser que tengamos muchísima puntería, y con el hacha...No creo que me de tiempo a acercarme a él. Saldrá corriendo como alma que lleva el diablo. Y no voy a poder alcanzar a un cerbatillo corriendo.- no era una excusa, sino la realidad. Aunque se sentía aliviado de poder librarse de matar al ciervo.- Lo mejor será irnos de aqui y ver si podemos encontrar comida más adelante. O al menos algún animal que podamos cazar...- añade finalmente retrocediendo lentamente. No tenía sentido intentar capturar al ciervo, y si no va a intentar cazarlo...¿para qué asustarle?

Has tenido suerte colega. Espero que te dure...

-Supongo que el hacha es demasiado pesada para lanzarla, hmm...- comento pensativa, aunque en el fondo me siento algo aliviada por no tener que cazarlo -Bueno, todavía tenemos comida así que no es el fin del mundo- procuro no desmoralizarme y empiezo a moverme un poco, ya no hace falta seguir ocultos.

-Vamos a movernos pues- puede que no vayamos a ningún sitio concreto pero es mejor que quedarse quieto sin hacer nada -De paso intentaremos encontrar un sitio resguardado en el que pasar la noche- propongo con la intención de no alejarme demasiado de la falda de la montaña ni del riachuelo. Tiene que haber algún lugar adecuado por esta zona...

Tras beber agua podéis ver desde vuestra posición cómo el cervatillo se aleja del riachuelo dando largos brincos. No parece que os haya escuchado susurrar pero tampoco lo podéis saber con exactitud. Sea como sea, un buen pedazo de comida se os acaba de escapar dando saltos hacia el interior del bosque, lejos de la exposición del río.

Es cierto que aún os quedan unas pocas raciones de comida pero algunas de ellas puede que no tarden en echarse a perder.

Con el ánimo un poco decaído por no haber podido cazar al ciervo pero a la vez contentos por tener agua fresca y las botellas llenas comenzais a alejaros del lugar en busca de un buen lugar donde dormir. Pero ¿por dónde empezar a buscar? ¿será mejor empezar a subir por la ladera de la montaña o seguir en la protección del bosque?

Algunos pájaros cantan en los alrededores mientras decidís vuestro siguiente destino.

Mike suspira pensando en que tal vez ha sido demasiado blando con el cerbatillo. Aunque aún tienen comida espera no tener que arrepentirse de haberlo dejado escapar.

- Bueno...Tenemos que ir buscando un refugio. Al menos sería aconsejable si queremos dormir relativamente seguros.- comenta con aire despreocupado a Kelia, aunque es muy importante que encuentren un sitio donde dormir.- Podríamos ir al norte. Seguir la montaña. Es posible que encontremos alguna cueva, o algo por el estilo. Aunque puede que no encontremos nada o que haya osos o bestias salvajes. Aunque supongo que eso puede pasar en cualquier lado.- la idea de ir a la montaña es la que más lógica le parece al muchacho. Entre otras cosas porque no se alejan demasiado del rio y porque desde una posición elevada se puede ver mejor el terreno que los rodea y si viene alguna amenaza.

- Entonces...¿Qué hacemos?. Yo voto por jugárnosla con la montaña.- añade finalmente dejando un tiempo de respusta a Kelia. Al fin y al cabo son un grupo y puede que la niña tenga otras ideas mejores.

Enseguida asiento a la propuesta de Mike ya que yo también llevaba pensando lo mismo desde hace un buen rato.
-Parece el sitio más óptimo para encontrar una cueva o un resquicio en el que resguardarnos... Además bestias salvajes y mutadas encontraremos en todos sitios. Por no hablar de los Tributos...- lo último lo musito en un murmullo apenas audible. La verdad es que por el momento hemos tenido la suerte de no cruzarnos con casi ninguno pero aún así están ahí, aún no ha habido suficientes "fogonazos".

Nos ponemos entonces en marcha con cierta resignación y procuramos mantenernos lo más alerta posible ante cualquier indicio de huecos en la roca.

Finalmente decidís tratar de subir a la montaña. Pasais el río por la primera zona poco profunda que encontais por el camino hacia el Norte. Una vez pasado el río los árboles comienzan a ser menos habituales, más altos, de troncos estrechos y ramas endebles. Sin duda en cuanto abandoneis la protección del bosque cualquiera podrá veros si pone la suficiente atención.

Antes de salir del bosuqe un cañonazo suena, retumbando en vuestros oídos. Alguien ha muerto.

La caminata de subida es dura, hay piedras enormes que impiden el paso por muchas zonas, obligándoos a dar rodeos y más rodeos. A media tarde os paráis a descansar pues lo necesitais ambos. Desde vuestra nueva posición las vistas son increíbles, si no estuvieseis en los Juegos seguramente las disfrutaríais mucho más. No podéis evitar estudiar cada claro del bosque en busca de movimiento, muy a lo lejos veis el lago que domina la zona desértica de la Arena, pero está demasiado lejos como para distinguir si hay animales o tributos allí.
Finalmente, algo aliviados, no veis nada que llame vuestra atención.

Tras el merecido descanso y preocupados, eso sí, por el hecho de ser vistos fácilmente en la larga tarea de trepar la ladera de la montaña, llegáis a un recodo desde el que os parece ver lo que podría ser una cueva, que es lo que esperábais encontrar justamente.
Comenzará a anochecer enseguida, o al menos eso parece. Estudiais la zna y veis que deberéis, de nuevo, dar un rodeo para llegar al sitio en cuestión, pero esperando que no anochezca antes de tiempo, os poneis en camino.