Partida Rol por web

La veterana hace un gesto que fácilmente podría traducirse por "si fueras mi hijo te habría calentado el trasero desde aquí hasta la luna por mucho menos y ya verías cómo se te quitaban las ganas de correr riesgos" - tiene un rostro muy elocuente - y se apresta para tomar notas - Dime cómo sucedió el golpe y todo lo que pasó después. No te dejes ni un síntoma ni una sensación fuera de lo normal o haré que te cambien cualquier tratamiento por laxantes de caballo. - enuncia con seriedad.

Una tabla de surf me ha dado en la barriga y me dejó sin aire. Creo que he tenido algo de hipoxia porque empecé a oir voces y como a soñar, pero no recuerdo haber tragado agua. Pese a todo me siento bien, pero he querido venir a urgencias a chequearme y molestar un rato al personal enfermero...

Uhmmm - se le queda mirando seriamente la enfermera - ¡Mírame a los ojos! - ordena con una voz imperiosa imposible de desobedecer mientras le palpa el cuello tomándole el pulso - ¿Has consumido algo que yo deba saber? Tienes el pulso disparado y las pupilas dilatadas. Dímelo ahora, porque como me tenga que enterar por la analítica de la que no te va a librar ni el Papa, te juro que vas a saber lo que es el infierno.

No que yo recuerde, pero te digo ya que he estado un rato inconsciente asi que no lo se seguro.

Sígueme - dice con sequedad, los orificios de la nariz dilatados.
Le guía hasta extracciones. Allí entrega un papel a una chica de unos veintipocos, también enfermera, y se vuelve hacia Michael - Te tomarán muestras y constantes vitales mientras veo si tenemos hueco en Tac y doy con un médico que no tenga su cabeza metida en su propio recto. - se gira hacia la enfermera - Jenny, todo tuyo.

La joven enfermera, cuyo pelo multicolor asoma por debajo del gorro, hace señas para que Michael se siente mientras ella lee las especificaciones de la analítica y va sacando frascos y viales.

Hola Jenny

Dice haciendose pasar por un chico valiente que va a pasar por una analitica

Hola, señor Brassi - responde ella, profesional pese al aspecto de su pelo, mientras termina de prepararlo todo.
Michael puede ver que la enfermera Miranda no se echaba faroles respecto a su posible consumo de drogas. Orina y sangre, con las marcas adecuadas para que en el laboratorio busquen precisamente eso. También hay algunos cultivos bacterianos que supone pueden buscar cualquier guarrería que hubiera tragado junto con el agua marina.
¿Qué brazo prefiere, señor? - le pregunta mientras prepara la vía esterilizada recién sacada de su blister.

Te dejo elegir, pero el izquierdo tiene una vena mejor

Al menos Miranda no ha cambiado, sigue siendo concienzuda

La joven se pone manos a la obra. El pinchazo de la aguja dura un instante, pero a nadie le gusta ver que le clavan algo cuyo orificio podría dejar pasar hilos de lana, por lo que Michael gira la cabeza - en parte para que tampoco le vea la enfermera hacer un gesto de dolor - y se extraña al ver a uno de los pacientes de su planta rondando por allí.

Se trata de Billy, un niño de unos diez años, en fase terminal de su Linfoma de Hodgkin - uno de los pocos y rarísimos casos en que se ha visto esta dolencia en esta edad. La bata del hospital que cubre su delgadísimo cuerpo tiene oscuras manchas de sudor aquí y allá. Tiene la mirada como perdida, parece desorientado. La cabeza sin pelo, los labios agrietados de vomitar tras las sesiones de quimio, los ojos amoratados... Jenny no parece haberlo visto.

Mike hace una seña al chico.

Perdona Jenny, ¿teneis muchos pacientes de oncología deambulando por urgencias?

Jenny se le queda mirando como si no supiera de qué habla. - ¿Oncología? No, que va, tienen su propio equipo de enfermeros allí... ¿Por qué?

¿Seguro que no?

Dice mirando en dirección a Billy confiando en que siga su mirada hasta el chico

El chaval tiene mala cara. Voy a esperar a que esta mujer termine y luego le acompañaré arriba, son capaces de echarle una bronca por haber salido de su habitación solo...

Jenny sigue la mirada de Michael hacia dónde apunta, y luego vuelve a mirarle directamente a los ojos. Aprovechando que está preparando la vía, le toma el pulso en la muñeca. - ¿Se encuentra usted bien, señor Brassi?¿Se siente algo mareado, quizá? Puedo traerle un poco de agua, si quiere...

Lo extraño es que con su estado de euforia ni siquiera se inquieta demasiado
 

Despues de un perro que habla que es ahora... ¿un espiritu? ¡Joder! ¡Pobre Billy!

Si, estoy un poco mareado...¿me podria traer un vaso de agua por favor?

Cuando la chica se levanta y se aleja Mike mira a su alrededor, para ver si alguien le mira.

No hay nadie alrededor. Por el resumen que le diera la enfermera Miranda, cabe pensar que no necesitan demasiado esta sala por el momento. Billy sigue dando vueltas sin rumbo.

Billy, ¡acercate chaval! le dice bajito al chico.

¿Como te encuentras?

Preferiria equivocarme y haberme quedado colgado como mis cojones a que sea lo que creo que va a ser

Billy tarda un poco en reaccionar, como si estuviera en shock. Sin embargo, termina por acercarse despacio a Michael. Parece reconocerlo.
¿Hola?- pregunta con voz débil y ausente.

¿Que te ha pasado muchacho?¿Que haces aqui?

Sin saber muy bien que hacer para salir de dudas Mike intenta rozar la mano del chico con la suya propia.

No lo sé - dice el pequeño con voz compungida - Yo tenía sueño y me dormí, pero mis padres se echaron a llorar y me desperté. Les pregunté por qué lloraban, pero no me respondían. Ni ellos ni nadie, así que me salí del cuarto a ver si alguien me hacía caso...

Michael nota algo extraño al tocar al chico, una especie de cosquilleo cálido, como un chispazo muy suave, pero agradable.