Partida Rol por web

Los confines de la galaxia

El Cuervo

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07/06/2019, 14:50
Jack

Coincidía en algunas partes con Rod, sobretodo en la de mandar a la mierda a la capitana… pero si las cosas no salían bien, me estaba jugándome el volver a la cárcel y eso era una muerte bastante segura.

- Nuestro peludo compañero tiene algo de razón – dije para tranquilizar un poco los ánimos – sería mejor repasar el plan de acción con la información que tenemos ahora… seguro que el trasto este en el que vamos tiene drones para hacer un mapeado de los túneles… y si alguien o algo los reduce a chatarra, pues una ruta a evitar! – aparte de eso contaban con más recursos como los vehículos terrestres que seguro alguno de los estrategas sabrían aprovechar mejor que cargarlos de explosivos y tirarlos mina abajo para detonarlos y dar la misión por finalizada, soldados para utilizar como “distracción” mientras algún grupo daba un rodeo o cualquier otro “truco” que se les ocurriese… aunque quedarse en la nave para organizar la operación era un plan lo suficientemente seguro para tenerlo en cuenta. – Quizás alguien se podría quedar aquí para coordinar las acciones de diferentes grupos para ser más eficaces – empecé a decir por lo bajo, dejando la idea un poco al aire – lo hice en varias incursiones y la efectividad se veía bastante incrementada – mentí.

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07/06/2019, 15:14
Director

Los ojos de Claude ya no estaban desmesuradamente abiertos. Eso era cosa del pasado. En aquel momento prácticamente parecía que iban a salirse de sus respectivas cuencas. Su mirada no dejaba de desplazarse entre Jack y Billy, confiando en que uno de los dos entrase en razón antes o después. Cada palabra que iba escuchando le hacía estremecerse más y más. Las reglas, ese escudo irrompible que siempre había sabido usar a su favor, no iban a protegerle aquella vez. En su mente se entremezclaban el plof de Billy con el pico del cuervo de Jack, formando una única pesadilla en la que no quería caer. Su respiración se agitó durante unos segundos, dando la impresión que en cualquier momento acabaría desmayándose tan solo por los nervios.

-Esa gente, los soldados, la oleana y el otro tipo, llegaron cuando vuestros compañeros llevaban algunos días en la mina. Yo no sabía por qué debíamos recibirles. Este estúpido planeta está lo bastante alejado de los sectores centrales como para que tengamos nuestra buena ración de visitas de piratas, contrabandistas, y toda esa escoria. ¿Por qué hacer tratar a uno de ellos de forma distinta que al resto?-
En la Unión era un problema bien conocido. Por eso siempre había algún crucero en la zona. Era imposible vigilar por completo un espacio tan amplio, pero al menos el poderío militar de La Flota servía de disuasión para impedir problemas a gran escala. Cualquier pirata sabía que si atacaba una población civil, podía encontrarse con uno de esos cruceros persiguiéndole.
-Para eso tenemos tanta seguridad. Pero Vic dijo que era mejor aceptar, que al parecer se trataba de El Cuervo. El Cuervo...- repitió abatido -Yo creía que era solo una de esas historietas de borrachos. Jamás pensé que fuese una persona de verdad. Pero lo era. Cuando entraron en el despacho, era imposible dejar de mirarle-
Curiosamente eso era justo lo contrario a lo que Billy había observado en las grabaciones de Roal. Ninguno de los guardias miraba directamente al tipo de la gabardina. Sin embargo Claude tampoco daba la impresión de estar mintiendo.
-El capitán de los soldados llamaba Comdante a ese tipo, pero no parecía militar. Parecía uno de esos empresarios de éxito, o de esos herederos de las fortunas de sus padres, que siempre están rodeados de mujeres, que pilotan naves rápidas y beben alcohol del caro. Incluso su ropa parecía más cara de lo que yo podría pagar con el sueldo de un año. Menos la gabardina, claro, no tenía sentido combinarla con el resto. Cuando lo teníamos delante fue directamente al grano. Quería saber la mina en la que estaba el equipo de la URI, y quería que nos asegurásemos de que nadie más entrase a esa mina después de él. Vic se negó. No quería acabar en prisión, y eso sin contar lo que Roal haría con él. Debimos habernos puesto en contacto con la flota en ese momento. Deberíamos haberlo hecho- se lamentó. -Pero ese tipo, el Cuervo, sonrío, se sirvió un trago sin pedirnos permiso, y se acercó un par de pasos más a Vic. Le dijo que esta roca parecía poco para él. Le dijo que seguro que la junta de Roal ganaba créditos como para comprarse sus propios planetas tropicales mientras nosotros nos pudrimos aquí, sabiendo que jamás llegará un ascenso a la junta central. Dijo que ya debíamos haber buscado la forma de falsear un poco los libros, pero nunca es fácil vender Dilitio sin que Roal se entere. Él tenía la solución. Unos piratas robarían el próximo cargamento, entero. Dijo que tenía a la tripulación perfecta para hacerlo, un tal Oguru.-
Oguru era uno de los piratas más buscados por la Unión, y probablemente también por el imperio Youdu. La clase de loco que asalta cargamentos de Dilitio aún sabiendo que un mal disparo acabaría con su tripulación estofada a fuego rápido.
-Ellos robaban el Dilitio y se encargarían de venderlo. Luego nos darían parte de los beneficios a nosotros. A cambio tan solo necesitábamos impedir que nadie se acercase a las minas. Yo no quise hacerlo. Bueno, si quería, todo mi ser quería decir que sí, pero sabía que debía decir no. Aún así acepté. Todo ese dinero, Roal no lo echaría en falta, y yo podría largarme de este estúpido planeta, del desierto… Tenía que haber sido fácil. A cambio, dijo que si aceptábamos debíamos cumplir nuestra parte. Que si aceptábamos y no cumplíamos nuestra parte del trato nos mataría. ¿Cómo iba a hacerlo con toda la seguridad que teníamos? ¿Cómo iba a hacerlo…?-

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07/06/2019, 16:22
Rod Grazemann

-Propongo un trabajo de infiltración. Y no veo mal lo de alguien coordinando desde la nave y que nos cubra la huida...

Asiento mirando a Jack

Notas de juego

Posteo otra vez xq me aburro xD

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11/06/2019, 06:37
Billy “Nueve Manos” Dee

Billy evitó sonreír cuando Claude empezó a cantar. Su canto era atinado pero bastante descorazonador. Vic se había vendido. Dilitio, una suma de dinero importante. No podía culpar a aquellos pobres diablos por querer ganarse la vida más allá de aquel agujero de la galaxia. ¿Agujero? Era el mismísimo culo de la galaxia. O salias por tu propio pie o te acomodabas. Habían elegido escapar. Lástima que les hubiese costado la vida.
—Dinos todo lo que sepas sobre ese comandante, puede que aún podamos salvarte el pellejo...
Pobre Claube, bailaba igual que un muñeco hecho con huesecillos; temblando y torpemente, al son que Jack y él estaban tocando.
—¿Cómo pudo esa mujer controlar a los soldados, Claude? ¿Por qué unos si y otros no? Piensa, es importante. Bueno, todo lo importante que puede ser que tu vida dependa de ello.
Ya tenían suficiente, pero quería estrujar a Claude un poco más. Quizás no tanto por si podían sacar algo de información, sino por hacerle sufrir un poco. Claude había creído que tenía una mano ganadora pero solo tenía doses y ochos entre sus cartas. Pobre. No iban a dejarle morir, por supuesto. Aunque Jack había sonado demasiado convincente para su gusto.

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11/06/2019, 20:59
James Dunn

James observó el arma que tenía a un costado de su asiento. La carabina Razor estaba en óptimo estado y cualquier soldado de la Unión se sentiría mas seguro con ella, pero la última vez que había utilizado una había sido en el curso de entrenamiento, y eso había sido hacía mucho tiempo. No, la dejaría donde estaba y confiaría en su vieja y confiable SX40. Total, un agujero es un agujero y cuando se trataba de proporcionarle vías respiratorias adicionales a la gente a él le daba igual de que tamaño fueran.

Si que se tentó con un par de granadas. Bueno, dos pares. Dos cegadores y dos explosivas. Tratandose de misteriosos controlapersonas y videoevasores tal vez había que llevar una sorpresa a mano. O en este caso cuatro. 

Las opiniones parecían dividirse entre una infiltración silenciosa, coordinada desde algún lugar cercano, y entrar tocando la puerta. Jim estaba mas inclinado a esta última opción. Dudaba que tratándose de sujetos con las características que sabían de ellos, esto es, un escuadrón organizado a la vieja escuela con muchos recursos, probablemente supieran quienes eran ellos incluso antes de que aterrizaran en el planeta. Así lo hizo saber a sus compañeros, pero afortunadamente él era sólo el piloto y su opinión, como siempre, no importaba una mierda. 

- Si mi opinión cuenta, yo me presentaría en la puerta principal, tocaría como dictan las normas de buenas costumbres, y pediría hablar con quien esté a cargo. 

Si, una buena conversación tensa, que inevitablemente termine con disparos y explosiones. Era el mejor atajo para llegar al fondo del problema, las sutilezas no iban con él.

- Aunque ya lo sé, mi opinión no cuenta -finalizó, resignado.

Si decidían que hubiese infiltración no tendría problemas en sumarse a cualquier grupo.

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13/06/2019, 00:22
Director

Era evidente que Claude quería hacer todo lo posible con tal de salvar el cuello. Ya había dicho demasiado como para empezar a callarse en ese momento. Si la URI no podía protegerle, o si los agentes fallaban al hacerlo, se daba por muerto. En verdad había jugado una partida peligrosa. Le habían repartido cartas, las había examinado, había pensado en las probabilidades y lo había apostado todo a una sola jugada. Tan solo podía intentar inclinar un poco la balanza de su parte.
-No se mucho – empezó casi tartamudeando. -Nuestros guardias evitaban mirarle, pero Vic y yo no podíamos evitar prestarle toda nuestra atención.- Se dio cuenta entonces de cómo sonaba lo que acababa de decir, lo que uno podía deducir al oírlo, y se apresuró a corregirlo. -No esa clase de atención. Nada sexual. Tenía la impresión de que cada una de sus palabras era fascinante, un trocito de verdad pura. También producía una sensación extraña. No miedo, más bien nerviosismo, inquietud-
El pobre diablo no sabía explicarse mejor. Trataba de encontrar palabras más precisas. No estaba teniendo demasiado éxito.
-La oleana no le llamaba Comandante, ni Cuervo. Era raro. Esa mujer, cuando miraba a los demás parecía vernos como juguetes, como simples peleles. Tenía esa mirada burlona, esa sonrisa jocosa. Sin embargo cuando hablaba él, le miraba con respeto. No, respeto no. Admiración. Las pocas veces que ella tomaba la palabra siempre daba la impresión de intentar impresionarle. De mostrarse una negociadora dura, de ir dos pasos por delante. Creo- dudó unos segundos. Frunció el ceño intentando recordar, como si luchase contra una niebla que llenase todos el interior de su memoria. - Creo que le llamó por su nombre. Mo… Mok… Moat… -
Realizó un esfuerzo que pareció sobrehumano. Tanto Billy como Jack notaron una sensación opresiva en el ambiente, como si el aire se volviese más pesado, más asfixiante. Casi era como si pudiesen sentir ellos mismos los esfuerzos de Claude por recordar, y era algo más que mental, casi físico, extenuante.
-Morkhaat-
Una vez pronunciado el nombre fue como si la tensión se desvaneciese. Incluso Claude parecía recordar con más claridad. Debió sentirse estúpido por haber tenido tantos problemas para acordarse de un simple nombre.
La siguiente pregunta de Billy era realmente importante. ¿Por qué unos guardias sí y otros no?
-No lo sé. Recuerdo- una vez más se forzó a hacer memoria. -Recuerdo que tras la reunión, durante un par de días, algunos guardias también causaban esa misma sensación de inquietud. Lo comenté con Vic. Al principio se rió de mi. Luego, entre risas, me confesó que a él también le pasaba. No sabíamos por qué. No había nada distinto en ellos. Seguían hablando igual, comportándose igual, pero te sentías nervioso cuando los tenías cerca.-

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13/06/2019, 02:26
Billy “Nueve Manos” Dee

Diversidad de opiniones y el susurro del viento detrás de su oreja susurrándole, rogándole, que saliera corriendo lejos de allí. Pero ese tipo, el del nombre difícil y la sensación extraña...había que acabar con él. Al igual que su ser se había encogido al escuchar su nombre, también una parte de él se había alzado en armas.
—Todas las opciones me gustan, así que juntémoslas todas. El equipo Rojo intentará la vía de la diplomacia. Ellos no tienen porque saber cuántos somos ni quienes somos. El equipo Azul, Sanders y sus muchachos, pueden posicionarse y esperar. Si hay un tiroteo, que nos den apoyo. Para entonces ya deberíamos tener suficientes datos sobre los túneles y las rutas de acceso para intentar una incursión. Recordad, si se retiran dentro no es buena idea seguirles. Son soldados, seguramente tengan el sitio minado. Y mientras, bueno, el Equipo...Tequila, puede tratar de infiltrarse. Hay una tipa entre ellos capaz de controlar vuestras mentes y de hacer que le pegéis un tiro a vuestro compañero. Yo intentaré encontrarla e inutilizarla —trató de sonar convencido, pero no lo estaba —. Dudo que quieran compartir lo que hay ahí dentro, así que tratarán de comprarnos. Quien vaya a la negociación debe ser alguien leal a la URI e incorruptible.

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13/06/2019, 17:06
Jack

Las últimas palabras de Claude acabaron de convencerme de lo que ya estaba más que convencido… que no quería tener nada que ver con toda esa panda de asesinos.

Al menos ahora empezaban a encajar algunas piezas - Oguru quería volar la cantina para eliminar cualquier rastro del doctor Nathan y su equipo – pero eso solo era el entrante pensé – “un trabajo fácil y bien pagado para alguien importante y no hay forma de que salga mal” – recordé que había dicho durante nuestra conversación. Ahora lo entendía todo… menudo cabronazo.

- ¿Cuándo será el envío? – pregunté en un tono serio al invitado, pero no esperé la respuesta y seguí hablando, aunque esta vez con Billy – hay algo que no me cuadra… ¿que tienen que ver la mierda del arqueólogo con robar un cargamento de Dilitio? No se tio… creo que esto nos viene un poco grande. – aunque el vaquero no parecía uno de esos tipos fáciles de influenciar con el miedo más bien al contrario.

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13/06/2019, 17:24
Jack

- Joder… ¿es que nadie ve que todo esto es un suicidio? – me pregunté – ¿qué parte de “nos dirigimos a una ratonera” y “nos estarán esperando” no han entendido?

Pero el simple apoyo de Rod no parecía suficiente para convencer al resto y seguían elaborando planes con un porcentaje demasiado elevado de mortalidad. - ¿vía diplomática? No me hagas reír… utilizarán la misma diplomacia que con los cadáveres que hemos encontrado por aquí fuera o en las oficinas de la Roa. Posicionarse y esperar… y si hay un tiroteo huir! Esa sí sería una buna opción. Y la parte de entrar en un posible campo de minas dónde hay una loca controla-mentes mejor no hablar.

Sin embargo, no quería posicionarme en contra… sabía que cualquier acto de insubordinación era como firmar mi sentencia de muerte. – Si esas son las opciones – empecé a decir sin tener muy claro por dónde iba la conversación – sería de más utilidad en la infiltración – y donde más posibilidades de sobrevivir tendría. Aunque la decisión final dependía de nuestra silenciosa y pensativa capitana - ¿Qué estará tramando?

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13/06/2019, 17:31
Rod Grazemann

Asiento apoyado en la pared las palabras de Jack.

-Uno para "diplomacia"... Exagerando unas comillas

-...Otro para entrar usando ariete... Golpeo mi puño contra la palma de mi mano

-...Y para infiltración Jack y yo... Antes de bajar hay que pensar algo... La capitana ha ido a su habitación... Deberíamos poner en común la información que tenemos y ponernos manos a las obra.

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13/06/2019, 17:46
James Dunn

Bueno, la cosa iba tomando color. Y no era sólo por los nombres de los equipos sino porque, al menos de momento, todo parecía desembocar, o mas bien lo contrario, en aquellas ruinas. A Jim le gustaban las cosas mientras mas claras, cortas y sencillas posible, mejor.

- Me parece bien la triple aproximación -acotó. Creo que eso me deja en el equipo Rojo, es decir, el descartable. Va conmigo. No la parte de leal a la URI e incorruptible, pero somos pocos y no creo que puedan encontrar alguien con esas características a mano. Entonces, el lagarto y la masc..   digo, el duo aquí presente intentará infiltrarse mientras yo me pongo un blanco en la frente, y quienes vayan con Sanders estarán listos para reducir todo a cenizas. 

Se quedó pensando un momento y luego agregó.

- Es un buen plan. O no, no es bueno, pero será efectivo. Creo.

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13/06/2019, 20:15
Rod Grazemann

Cuando el piloto dice lo de mascota no puedo evitar gruñir levemente y llevarme la mano a la cadera... Pero lo ignoro y 

-Si lo decidimos así hay que coordinarnos. Si entramos nosotros y despejamos el camino antes y nos metemos hasta la cocina será más fácil cuando hagáis ruido en la puerta que no os frían a tiros... por que serán menos, ni que nos descubran a nosotros... por que se centrarán en la entrada... Pero tenemos que coordinarnos. ¿Qué sabemos de sitio? 

Me giro a Echo

-¿Hay información del satélite, mapas, registros o algo así para ver por donde podemos entrar?

Notas de juego

Se que Echo es PNJ ahora pero bueno se supone que estará por ahi... ¿No?

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14/06/2019, 00:39
Billy “Nueve Manos” Dee

"¿Que tienen que ver la mierda del arqueólogo con robar un cargamento de Dilitio? Buena pregunta Jack, no te enteras de nada Jack. No todo en la vida es benefcios y porcentajes. ¿Por qué estás aquí Jack? ¿Por robar? ¿Dinero? ¿Poder? ¿Mujeres? No es ese triunvirato quien mueve el mundo. Es la eterna lucha lo que lo hace". Por supuesto, no se lo dijo así a Jack, el lagarto parecía lo bastante estirado para aguantar una verdad mucho más dolorosa.
—Ese tipo... es el mal. Un destilado del universo en el que cada célula, cada átomo, contiene una esencia malgina y malvada. Por eso su nombre te produce pesadillas, como a mí. El dilitio es un medio o una distracción, en las ruinas hay algo más valioso. No sé el qué, pero si ese "ser" lo busca, y lo encuentra, entonces las pesadillas serán reales—se acercó a Jack hasta quedar a un palmo de él, seguramente podía oler su aliento a alcohol y el sudor agria que corría por su piel —. Claro que te queda grande, Jack. Es lo que le sucede a los cobardes. Según lo veo yo, tienes varias opciones. Puedes huir, y al final toda esta mierda te alcanzará, por que escapar no es más que tomar un camino más largo para enfrentar el mismo problema del que empezaste a huir. Puedes hacer como Claude, pactar con el demonio, disfrutar de los dividendos y esperar que no te explote en la cara. O puedes hacer lo correcto. En el fondo de tu ser sabes que es lo que debes hacer, pero nadie te culpará si no lo haces.
Aunque su mirada fue bastante acusadora. Se apartó de Jack, se acercó a Claude.
—No es un gran consuelo, pero ese tipo tendrá que matarme antes de llegar a ti. Claude, estás en el lugar más seguro del planeta. No te tortures por tus errores, vivirás lo suficiente para arrepentirte.
Se acercó a la puerta, mirando por última vez a Jack.
—Sé lo que vas a decir; el cementero está lleno de valientes, no se llega a viejo siendo un héroe y mi preferida: "la línea que separar el valor de la locura es muy fina, a veces ni se ve". Si, tienes razón. Así es. Pero la realidad es que alguien tiene que parar ese bastardo, y aquí no hay nadie mejor. Lo quieras o no el universo te ha elegido como uno de sus "campeones"—terminó, encogiéndose de hombros y saliendo de la sala de interrogatorios.

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14/06/2019, 00:53
Billy “Nueve Manos” Dee

—Rod, Jack, sois probablemente el peor equipo de infiltración que tenemos a bordo—dijo sin muchos miramientos, luego se preguntaba porque solía empezar tantas peleas en tabernas, bares y tugurios. ¿Era su lengua desnuda y cruda o la sensibilidad de la gente? —Hay una telépata. Podría controlar vuestras mentes y obligaros a que os pegéis un tiro el uni al otro. Echo es la mejor opción, él es inmune. Y nuestra capitana tiene esa clase de poder. Y yo, bueno, no me gusta alardear, pero tengo un pequeño "don" para estos casos. Además, soy el único que podría encontrar a esa mujer sin necesidad de mapas, y sin necesidad de conocer los túneles. Puedo sentirla ahí abajo. No necesito tecnología para eso—se encogió de hombros—. Pero no soy yo quien manda. No soy un buen soldado, y si queréis dejarme a mí la parte de la diplomacia. Bueno, ya os aviso de que yo voy siempre de farol.

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14/06/2019, 01:08
James Dunn

- Billy, no eres el único que puede sentirla ahí abajo -remarcó James desde su sitio, un poco alejado. Yo también la he visto en los monitores y soy de carne y hueso, después de todo. Sin ofender a nuestro primer oficial, claro. 

Al ver que nadie reía de su broma, prosiguió. Público difícil.

- Justamente por ese motivo había sugerido ir "de frente". Además de que cuentan con una telépata, y no quisiera contarles sus sinuosas características al personal masculino de la nave, de nuevo, sin ofender al primer oficial, deben tener espias de algún tipo o simplemente están bien entrenados. Voy a suponer que sabían que íbamos, y fueron lo suficientemente precavidos de armar una tormenta de balas sin mostrar la cara. Por otra parte hay todo un equipo de investigación desaparecido y nadie sabe que es lo que estaban buscando ahí. Pero les garantizo algo, esperan visitas. La nuestra o la del séptimo regimiento de la flota de la unión, y podría apostar buenos créditos a que están preparados.

Se dio cuenta de que estaba monologando hacía demasiado tiempo, y se calló de golpe.

- Pero coincido con el colega Dee, yo sólo trabajo aquí. 

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14/06/2019, 09:26
Rod Grazemann

-Infiltración es que no sepan que estamos ahí. Hay muchos tipos diferentes de telépatas. Precisamente soy una buena herramienta por mis habilidades... Si entramos pegando tiros nos tendremos que enfrentar a esa mente y a un montón de balas. Si no hacemos ruido podremos acercarnos a ella antes de que se de cuenta.

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19/06/2019, 03:33
Director

-El envío debería ser esta misma noche- Respondió Claude a la última pregunta de Jack. O al menos, a la última de sus preguntas que podía responder. Para un burócrata como él, robar Dilitio tenía sentido simplemente porque era caro. ¿Qué más razones necesitaba alguien?

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19/06/2019, 03:33
Director

La decisión había sido tomada. Parte de los agentes de la URI permanecerían en la Pegasus, otros avanzarían en una misión diplomática más pensada como distracción que confiando en que funcionase, y por supuesto el grupo de infiltración.
Tras deliberar durante un buen rato, Billy y Rod habían acabado formando el grupo de infiltración. El primer paso había sido encontrar la salida de uno de esos otros túneles que se adentraban en la tierra en dirección a las ruinas. El espacio no era tan estrecho como uno podía temerse. Ambos podían caminar de pie sin golpear en el techo, aunque alguna que otra vez iba a ser necesario agacharse un poco. Del mismo modo tampoco iban a ser pocas las veces en las que tendrían que caminar de lado por una súbita estrechez.
El camino debía haber sido bastante rápido porque descendían casi directamente sobre las ruinas. De hecho era mejor que la ruta principal, al menos para ellos, aunque sin duda para ROAL habría sido mucho menos productiva. Las paredes no podían agrandarse sin utilizar explosivos de muy alta potencia, porque su composición era tan dura que incluso una perforadora especializada tendría problemas a la hora de abrirse paso. Afortunadamente era más que suficiente para ellos. El problema llegó según se acercaban. Tal como era previsible, los cuervos habían sembrado de minas el lugar. Ambos agentes eran rastreadores expertos y tenían acceso a los visores de campaña de la URI (aunque Billy llevase sus propias herramientas), un dispositivo con forma de gafa que permitía alternar entre varios espectros de luz. Era ideal para no tropezar cuando caminas totalmente a oscuras, lo cual venía muy bien cuando uno de sus pies podía haber pisado en mal sitio, convirtiendo toda la galería en una masa de fuego digna de las mejores erupciones volcánicas. Aunque las habían visto a tiempo, no había forma de rodearlas. Tampoco eran capaces de desactivarlas por sí mismos. Tal vez llevar a Garret habría sido buena idea, solo que entonces se habría acabado el sigilo.
Tuvieron que desandar gran parte del camino andado hasta llegar a la primera encrucijada. Escogieron otro de los túneles que, según los mapas de ROAL, les llevarían directamente a las ruinas. Más minas. Retroceder para encontrar un tercer túnel fue fácil, casi tanto como darse cuenta que ese también estaba minado. Tras unos pocos intentos más, pronto se hizo evidente que los cuervos habían tenido acceso a los mismos mapas que ellos. También habían tenido tiempo suficiente para llenar de explosivos los caminos más evidentes. Eso les dejaba una sola posibilidad, elegir alguno de los túneles que no habían sido inspeccionados por la compañía minera.

Sanders había llamado ratonera al conjunto de galerías y túneles, pero se asemejaba más a un laberinto tridimensional. Ninguno de los dos iba a tener problemas para encontrar el camino de vuelta, aunque dar con el camino correcto iba a ser harina de otro costal. No había rastros que seguir, lo cual al menos indicaba que probablemente tampoco habría más trampas explosivas, sin embargo iban a necesitar un modo de escoger la dirección correcta en las encrucijadas. Afortunadamente para ellos, Billy parecía ser capaz de percibir la dirección en la que podrían encontrar a los cuervos, o al equipo de Nathan, o quizás una alegre comunidad de enanos cantores decididos a esculpir la roca por toda la eternidad. Era difícil de decir.
Tras una cantidad de tiempo que ninguno de los dos sabría concretar, por fin había luz al final del túnel. Literalmente, había luz. Era momento de volver a caminar con calma, de cuidar la presión en el suelo, de vigilar donde poner los pies a cada paso, porque a partir de ese punto cualquier ruido podría resultar letal. Por suerte los dos eran buenos en esa parte del trabajo. Acabaron llegando a la salida.

Aquella galería desembocaba en unos tres metros de caída hacia una estancia más grande. ¿Cómo de grande? Bueno, ambos habían vistos hangares de naves más pequeños que las ruinas que tenían ante sus narices. Las ruinas, tal como las había llamado el informe de Roal, consistían de una especie de agujero gigantesco. Evidentemente milenios de terremotos y falta de mantenimiento habían hecho que algunas secciones del techo se derrumbasen, lo cual no podía esconder que originalmente el agujero había tenido la forma de un cubo perfecto de casi quinientos metros en cada dimensión. Las partes exteriores tenían trazos de haber estado repletas de calzadas, fuentes y quizás algún jardín. Ahora no eran más que algunas rocas mal puestas unas sobre otras. En el centro se alzaba un majestuoso edificio que daba la impresión de tener motivos religiosos. No estaba construido como cabría esperar. En lugar de levantar paredes y columnas, la civilización responsable de la obra había utilizado una aproximación distinta. Habían vaciado de roca todos los alrededores, dejando una especie de montaña interior en el centro. Luego habían esculpido esa montaña creando una forma que recordaría a una antigua catedral humana. Era por tanto una sola pieza hueca por dentro. Tenía agujeros para ventanas y puertas que habían sido progresivamente fulminadas por el paso del tiempo.
En los videos que habían recuperado de la nave del doctor Nathan, Billy y Rod habían visto fragmentos de las ruinas. Nada comparado al verlas en persona. Resultaba realmente fácil contemplar la magnitud de la edificación central y sentirse pequeño. Por supuesto ellos no estaban allí para hacer turismo. Había otras cosas que mirar. Entre ellas, los cuervos.
Nada de armaduras ligeras. Los cuervos sin duda eran una unidad de élite equipada como tal. En el pecho y la parte delantera y trasera de las piernas, llevaban unas placas de color gris azulado. Se trataba de material reglamentario de la flota de la Unión, por lo cual podían deducir que se trataba de placas de Ybrinio, una especie de arcilla que se podía extraer de los planetas del sistema Ybris. Una vez tratado y secado, era un material relativamente ligero a la par que realmente resistente. Para atravesarlo hacía falta armas potentes. Los huecos desprovistos de armadura iban recubiertos de armagel, una sustancia de aspecto transparente y gelatinoso que proporcionaba cierta protección sin restringir lo más mínimo los movimientos, lo bastante translucido para dejar ver los uniformes azul oscuro que se encontraban bajo la protección. Los cascos cerraban el rostro por completo, dejando tan solo sitio para los visores, dos agujeros redondos cubiertos de una especie de cristal que siempre emitía un brillo azul claro. Los cascos también tenían unas pequeñas hendiduras a la altura de la boca y la nariz para permitir respirar a los soldados, aunque dichas hendiduras podían cerrarse con una máscara anti gas que llevaban adherida al hombro izquierdo cuando no la estaban usando.
Respecto a las armas, todos cargaban rifles de asalto PPG, desarrollados por Auricon para la flota humana. Se trataba de armas que habían caído en desuso tras la guerra porque otras compañías habían creado rifles mucho más ligeros. Aún así no era conveniente subestimar su potencia de fuego.
Los cuervos tenían algunos efectivos repartidos por el perímetro, alrededor de diez hombres en patrullas de dos. El resto se dividía en dos grandes grupos. Uno cubriendo el túnel principal. El otro vigilando la entrada a la estructura central. Los agentes de la URI no tenían el suficiente campo de visión como para saber de cuantos se trataba exactamente, pero cabía esperar al menos una treintena.
También estaban allí los miembros del equipo del doctor Nathan. No parecían demasiado heridos, aunque todos tenían magulladuras junto a algún que otro arañazo. Sus uniformes estaban sucios, llenos de tierra, como si no hubiesen parado de trabajar desde que habían sido apresados. Los cuervos les habían obligado a ir sacando todo el material del interior del templo. Estaba clasificado en varias cajas que se encontraban cargadas en un vehículo minero cerca de la entrada del túnel principal. Ninguna de esas cajas era la roca gigante que aparecía en los videos del equipo de investigación. De hecho las cajas no podían contener material correspondiente a tantos días de trabajo. Probablemente los cuervos ya habían sacado gran parte. Nathan no parecía estar por ninguna parte.
La Oleana, Kira, supervisaba el trabajo de los científicos de la URI. Vestía unos ceñidísimos pantalones negros de cuero, una camisa de color rojo oscuro que se ajustaba perfectamente a sus curvas, y cuyos dos botones superiores estaban abiertos. Se encontraba al lado de la puerta principal del templo, sentada cómodamente en una mesa, con las piernas cruzadas sin llegar a tocar el suelo, y echando un vistazo a algunos papeles que estaban a su lado en la misma mesa. Billy Y Rod se encontraban a algo más de cien metros de distancia.

Mientras observaban, uno de los soldados con galones de sargento se acercó a Kira.
-El teniente ya ha iniciado contacto con la URI, señora-
Kira levantó los ojos del documento que estaba leyendo, y miró al sargento con cierto deje de aburrimiento en el rostro.
-Si hubieseis tenido más puntería cuando introduje vuestras consciencias en los cuerpos de los guardias - acompañó las palabras con un gesto de su mano derecha imitando una pistola que abre fuego -Esto no sería necesario-
-Si usted hubiese poseído a los agentes de la URI, señora, tampoco habría sido necesario-
Esas palabras consiguieron borrar la mueca de aburrimiento de Kira, que se levantó de la mesa de un salto para acercarse unos pasos al sargento.
-¿Estás sugiriendo que es culpa mía, Sargento? No es sencillo hacerlo cuando ni siquiera puedo verles-
El sargento debió esbozar una sonrisa con cierta malicia bajo el casco, antes de responder.
-Sobre todo si el comandante no está aquí para marcarlos primero -
Los ojos de Kira fulminaron al insolente que tenía delante. Si su poder fuese la piroquinesia, del pobre desgraciado no quedarían ni las cenizas. Quizás por eso el sargento levantó ambas manos en un gesto conciliador.
-Solo digo que estas cosas son así. A veces hay contratiempos. El teniente se encargará de esta fase del plan, señora, no hay de que preocuparse.-
Otro soldado les interrumpió. Traía cogida del brazo a una chica con el uniforme de la URI. Podían reconocerla pos los vídeos. Se trataba de Eryne, la hija de Nathan. También era una joven muy hermosa, aunque su belleza era distinta a la de Kira. Eryne tenía el cabello de color dorado, con la melena muy rizada, hasta los hombros. Era de complexión más bien delgada, atlética, pero delgada. Tenía la piel llena de pecas y los ojos de color verde muy claro. La clase de chica que no tiene problemas para encontrar pareja que la lleve al baile. El soldado recién llegado tomó la palabra.
-La he pillado intentando borrar otra vez las traducciones de los últimos días.- Para demostrar lo mal que estaba eso y lo mucho que le molestaba, le dio un bofetón a la muchacha con el dorso de la mano.
-Vaya, vaya...- dijo Kira caminando hacia su prisionera.
Luego puso un par de dedos bajo la barbilla de Eryne, haciéndola mirar hacia arriba. Eryne respondió escupiendo al rostro de su captora, lo cual le acarreó otro bofetón del soldado.
-Esta no aprende- respondió la oleana mientras se limpiaba la saliva con la mano. -¿Por qué crees que es tan terca, sargento?-
El sargento al principio se encogió de hombros. Luego formuló su teoría.
-Sabe que no podemos matarla. Ni a ella ni al resto. No debe tenernos miedo. Como sabemos que no es tonta, voy a suponer que es solo estúpidamente valiente-
Kyra esbozó una sonrisa picarona, juguetona, antes de volver a obligar a Eryne a levantar la cabeza.
-Pero podemos hacer otras cosas contigo, rubita. Por ejemplo, puedo decirles a los hombres del sargento que vengan uno por uno a pasar un buen rato contigo. Después, puedo obligar a tus compañeros a que hagan lo mismo. Seguro que sería divertido, ¿verdad Sargento?-
El sargento asintió. Luego pulsó un botón en la parte trasera de su casco. Este se retrajo, descomponiéndose en pequeñas láminas que se adentraron en el pecho de la armadura, dejándole la cara al descubierto. Era evidente que estaba devorando con los ojos a la prisionera.
-Bueno, si utilizamos la cadena de mando para asignar el orden, me parece una idea maravillosa-
Eryne, que debía haber bebido bien los últimos días porque no estaba falta de saliva, volvió a escupir. En aquella segunda ocasión el blanco fue el rostro del sargento. Este decidió darle a cambio un fortísimo puñetazo en el estómago, lo suficiente para hacerla caer de rodillas al suelo y quedar sin respiración durante unos instantes.
Kira agarró la melena de la muchacha mientras esta aún intentaba introducir alguna bocanada de aire en sus pulmones, y la miró a los ojos.
-Pues ya sabes, o trabajas y dejas de joderme, o el sargento va a joderte a ti ¿Ha quedado claro?-

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19/06/2019, 03:34
Director

Ya tenían algo parecido a un plan de acción. O más bien tres planes de acción. Rod y Billy habían partido hacia la entrada de otro de los túneles. El equipo de infiltración estaba en marcha. Solo quedaba organizarse para repartir al resto.
Dado que se trataba de una misión diplomática, Greey y Echo se debatían entre enviarla acompañada de los hombres de Sanders, para mantener una posición de fuerza en cualquier negociación, o enviar solo a un par de voluntarios, evitando así que cualquier conversación acabase convirtiéndose en un baño de sangre.
Mientras tanto James y Jack debían volver a la Pegasus. Lo cierto era que tenía poco sentido intentar coordinar ambas misiones. En cuanto se adentrasen en las minas no habría forma de seguirles, ni siquiera con el material de la nave. La única forma de tener comunicaciones con el interior sería cablear el recorrido. Roal lo hacía en sus minas, pero los cuervos habían cortado cualquier línea. Aún así podía parecer buena idea dejar un grupo en la retaguardia. Nunca se sabe cuándo va a ser necesario abandonar la órbita de un planeta a toda velocidad. No les dio tiempo a avanzar demasiado.

Uno de los hombres de Sanders avisó de algo. Había avistado a uno de los posibles hostiles. Pronto un segundo soldado lo confirmó. Todo el mundo se apresuró a apuntar las armas a la entrada de la mina. Nadie esperaba encontrar acción tan pronto. La idea era entrar a por los soldados hostiles, no encontrárselos a ellos saliendo. Sanders dio orden de no disparar. Desde luego el capitán estaba deseoso de convertir a cualquiera de esos malditos cuervos en un colador con patas. No se le olvidaba que habían matado a varios de sus hombres. Alguien como él sabía aceptar los riesgos del trabajo, seguro que les pagaban muy bien por mantener la seguridad de Roal en Sima Z3. Aún así a nadie le gusta perder hombres. Al principio son solo otros profesionales intentando engordar sus cuentas bancarias, ganarse esos créditos tan necesarios para tener una jubilación tranquila, bebiendo cockteles de nombres impronunciables mientras les cuentan batallitas a los curiosos. Luego se convierten en los tipos con quienes juegas a las cartas todas las noches de los jueves. Más tarde acaban enseñándote toda su librería de imágenes sobre la familia, o sobre la pareja que les está esperando en uno de los planetas centrales. Al final resulta que has cogido cariño a todos esos condenados y no te hace ninguna gracia que un bastardo malnacido los mate. Sí, Sanders tenía tantas ganas como el que más de ordenar abrir fuego a discreción, pero tenía la suficiente experiencia para saber que un tiroteo nunca es buena idea. No mientras pueda evitarse.
Con los hombres de Sanders apuntando, con la exo armadura posicionando ambos brazos en dirección a la entrada de la mina, con todos los agentes de la URI justo al lado, finalmente pudieron verlos. Al principio solo eran luces azules, agrupadas a pares, caminando en la oscuridad. Parecía uno de esos relatos en los que los protagonistas pueden ver los ojos de la manda de lobos acechándoles. Había al menos cinco de ellos. dos no siguieron avanzando. Las luces azules descendieron un poco, como si los cuerpos que las sostenían se hubiesen agachado o arrodillado. El resto seguía moviéndose despacio. Las pisadas pronto pudieron escucharse resonando en la entrada. Pocos segundos después pudieron ver a los tres cuervos a la luz de los focos de la Pegasus.

Nada de armaduras ligeras. Los cuervos sin duda eran una unidad de élite equipada como tal. En el pecho y la parte delantera y trasera de las piernas, llevaban unas placas de color gris azulado. Se trataba de material reglamentario de la flota de la Unión, por lo cual podían deducir que se trataba de placas de Ybrinio, una especie de arcilla que se podía extraer de los planetas del sistema Ybris. Una vez tratado y secado, era un material relativamente ligero a la par que realmente resistente. Para atravesarlo hacía falta armas potentes. Los huecos desprovistos de armadura iban recubiertos de armagel, una sustancia de aspecto transparente y gelatinoso que proporcionaba cierta protección sin restringir lo más mínimo los movimientos, lo bastante translucido para dejar ver los uniformes azul oscuro que se encontraban bajo la protección. Los cascos cerraban el rostro por completo, dejando tan solo sitio para los visores, dos agujeros redondos cubiertos de una especie de cristal que siempre emitía un brillo azul claro. Los cascos también tenían unas pequeñas hendiduras a la altura de la boca y la nariz para permitir respirar a los soldados, aunque dichas hendiduras podían cerrarse con una máscara anti gas que llevaban adherida al hombro izquierdo cuando no la estaban usando.
Respecto a las armas, todos cargaban rifles de asalto PPG, desarrollados por Auricon para la flota humana. Se trataba de armas que habían caído en desuso tras la guerra porque otras compañías habían creado rifles mucho más ligeros. Aún así no era conveniente subestimar su potencia de fuego.

Dos de los cuervos que estaban a plena vista se cubrieron en las paredes del túnel, apuntando sus armas hacia delante. El que quedaba llevaba la armadura, pero no portaba ningún arma. Tenía galones de teniente. Una vez había abandonado la oscuridad del túnel levantó ambas manos, mostrando que estaban vacías. Giró sobre sí mismo. Una vuelta completa, permitiéndoles ver que tampoco llevaba ninguna sorpresa, al menos no a simple vista. Cuando acabó de girar siguió caminando hasta salir por completo del túnel.
-Soy el teniente Uwais, de los cuervos-
Su voz sonaba firme, lo cual unido a su porte indicaba claramente que no solo llevaba equipo militar. Ese tipo era un soldado de los pies a la cabeza, desde la capa más superficial de su piel hasta la médula. No podía detectarse un ápice de nerviosismo ni nada que se asemejase un poco al miedo.
-Vengo a negociar una salida pacífica-
Volvió a darles unos segundos de tiempo. Los agentes de la URI podían reconocer claramente el rango de un militar de la flota con solo ver los galones. Uwais sin embargo no reconocía las insignias de la URI, así que ignoraba a quien debía dirigirse en concreto. Probablemente estaba tratando de determinarlo, aunque lo cierto es que le valía cualquiera.
-Tenemos prisioneros a diecisiete de los vuestros. Les hemos tratado bien. Han comido, bebido, y se les ha permitido descansar. Aunque hemos administrado algún que otro correctivo, no hemos torturado a ninguno de ellos. Si me lo permitís, voy a sacar uno de nuestros dispositivos de control para demostrarlo-
Moviéndose nuevamente muy lento, hizo señas con la mano a uno de los soldados que había quedado atrás. Este tiró uno de esos dispositivos de control. Una pantalla táctil que mientras no estaba en uso se encogía hasta algo más del tamaño de un alfiler*.
Si desplegaban el dispositivo, verían una grabación con los diecisiete miembros del equipo de investigación. Tenían algunas magulladuras y arañazos, pero ninguna herida seria, al menos no a la vista. Sus uniformes estaban realmente sucios, llenos de tierra, como si hubiesen estado trabajando todos esos días. El doctor Nathan no se encontraba entre los prisioneros.
-El trato es muy simple. Nos permitís salir de la mina y nosotros dejamos ir a los prisioneros. Es la mejor opción para todos. Nosotros vamos a intentar salir de un modo u otro. Puede ser por las buenas o podemos abrirnos paso a tiros. Si es lo segundo… bueno, no podemos garantizar que ninguno de los prisioneros salga herido, y vosotros tampoco-
En el fuego cruzado era muy posible que algún disparo alcanzase a quien no debiese. Eso sin contar que, a juzgar por el equipamiento de los cuervos, un enfrentamiento contra ellos no ofrecía ninguna garantía de victoria. Ni siquiera con los hombres de Sanders. Aunque tenían una ventaja significativa. La Pegasus podía apuntar directamente a la salida de la mina. Ninguna armadura corporal detendría un disparo así, aunque desde luego tampoco existía forma de garantizar la seguridad del equipo de exploración si se utilizaba armamento tan pesado.

Notas de juego

*Imaginad algo parecido a una tablet, pero que se puede enrollar y encoger

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23/06/2019, 01:35
Echo

A pesar de que el escenario en el que los miembros de los Cuervos saliesen fuera de las minas era uno de los menos probables en fusión de los datos que tenían hasta entonces, Echo no se sorprendió cuando uno de ellos apareció por la entrada a estas, sino que simplemente incorporó los nuevos datos a los anteriores y empezó a elaborar nuevas simulaciones en base a ello… por supuesto, sin que ello le impidiese apuntar al Cuervo.

Soy la Unidad Autónoma Multipropósito Plex-Rho 05E17A para la Exploración en Territorio Orgánico, asignada como Primer Oficial del pelotón de la URI- le respondió, adelantándose para quedar a la vista -Dada la escasa probabilidad de una rendición incondicional por vuestra cuenta, escucharemos vuestras condiciones para lograr una resolución pacífica a esta situación- dijo.

De acuerdo a mi base de datos, puedo confirmar que estos orgánicos pertenecen al equipo de investigación… pero no el equipo al completo- dijo, tanto para el teniente Uwais como para el resto del pelotón, así como también para Sanders y sus hombres -Además, esta grabación no garantiza su estado actual, ni tampoco la ausencia de dispositivos que supongan un peligro para ellos si os permitimos marchar, lo que imposibilita un acuerdo bajo las actuales condiciones- le dijo -Permitid que varios miembros entren para comprobar el estatus actual de los rehenes y podremos continuar la negociación- le informé.