Partida Rol por web

La figura del Paladín tardó mucho en llegar, a diferencia de su paciencia que cada vez estaba más cerca de agotarse con la situación. Aún así, la estratégica saeta de su compañero logró demorarlo, lo suficiente como para que incluso Blarc lo viese y llegase a pesar de todos los contratiempos.

- Fin del camino, Yves. - Plantándose firme frente al basurero, buscando interrumpir cualquier posible coartada. - Quieras o no, vendrás con nosotros. - Sentencia.

- Vete al guano, cara de olla. ¿No has visto que ese tipo ha intentado matarnos? Fuera de mi camino o se va escapar.- Yves desenfunda su espada corta.

- No ha sido una pregunta. - Suelta ya con menos paciencia Blarc, mientras comienza por su parte a desenvainar su plateada espada, por muchas veces más grande que la de Yves. Incluso alguien de su tamaño, debía blandirla a dos manos para manejar su peso.

Rebás corrió hacia el sospechoso que milagrosamente había sido alcanzado por el rayo que le había lanzado. Claramente Toth deseaba ayudar a su fiel seguidor en tierra extrajera.

Iba preparado a todo, y había perdido de vista a Blarc y a Wymar, por lo que no se detuvo a revisar si lo seguían.

Wymar tardó una eternidad en trepar por el techo, tanto, que para cuando llegó arriba vio como Blarc arrinconaba a Ives junto con Rebás. Los dos parecían tener la situación bajo control, así que el detective trató de seguir al otro sospechoso. Porque había atacado así?, que tenía contra Ives?, había muchas cosas sin responder y Wymar no era de los que se conformaban sin respuestas.

- Gracias por derribarlo, calvo. Y ahora dejadme en paz con él y largaos.

Desenvaina su espada por si Blarc quiere guerra.

El tipo derribado por Revas se arrastra dolorido por la basura mientras busca algo en su bolsillo....

-¿Sabes quién es?- le preguntó a Yves, y justo en ese momento vio que el sujeto intentaba buscar algo.

Se adelantó rápidamente y se lanzó sobre el hombre soltando lo que llevaba en las manos, intentando agarrarlo antes de que sacara lo que tenía en el bolsillo.

-¡Blarc!- le gritó al guerrero, sabiendo que él era el más adecuado para que no se escapara.

Wymar dio un paso adelante tratando de darle un pisotón a la mano del fugitivo antes de que sacara lo del bolsillo, pero su amigo Rebás se movió mas rápido arrojándose sobre su brazo

Rebas es lo bastante rápido para evitar que el desconocido saque una bola de hierro redonda de su bolsillo. Una de esas nuevas "granadas" que llegan de Lantan. El tipo, ya bastante machacado, se rinde.

- Es Syruc de Taranta. Un cazador de esclavos. Gracias por la ayuda. Ahora me lo llevaré.

- Mis amigos se encargarán de ti, Carrack. Vendrán a buscarme.

Rebás se sintió algo decepcionado, pero no pudo dejar de pensar que tal vez los ayudaría a que Carrack colaborase de mejor manera. Dejó que Blarc lo apresara, ya que él no era quién para hacerlo.

-¿Nos atacabas a nosotros o a Carrack?- le preguntó al supuesto Syruc, sabiendo un poco de antemano la respuesta, pero quería asegurarse.

Luego se giró hacia Carrack.

-Supongo entonces que estás más dispuesto a escucharnos y colaborar- dijo recogiendo sus armas... por las dudas.

- La guardia de la ciudad se encargará. - Aseguró con firmeza Blarc en cuanto al fugitivo, que pronto pasaría a ser prisionero. La ley y el orden pertenecía a su jurisdicción, y eso era algo que el marinero no podía rebatirle. Su espadón se posó cerca del pecho y cuello del bombero, no sólo marcando un límite entre él y Carrack sino dándole un pie fácil para cortarle el cuello o una pierna si el primero pretendía escapar.

- Tú tienes mayores preocupaciones ahora. - Le recordó a Yves, esperando a ver si aún ofrecería resistencia o también bajaría sus armas. De hacer lo último, el Paladin procedería a tomar sus grilletes para esposar al supuesto cazador de esclavos.

- Eso, eso... Me voy con los guardias a roncar un rato al calabozo. Estaré libre por la mañana.

Les juro que no quería hacerles nada a ustedes... Quería que Carrack me dejara en paz de una vez. Está obsesionado conmigo, ¿saben?

- Este hombre esun esclavista y un asesino. El capitán de la guardia lo soltará. Dejad que me lo lleve y hablaremos.- Yves ni guarda su espada ni cambia de actitud.