Partida Rol por web

Los cuervos de Llandwydd

La Misa del Gallo

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22/11/2014, 01:03
Dafydd Evans

La cena de hoy la había disfrutado más. Todo estaba realmente delicioso y Dafydd se lo agradeció repetidas veces a su madre. Sus palabras podían ser más amables que las del día anterior, pero su forma de actuar se mantenía distante y cerrada. El día en el pueblo no le había sentado mal, pero no bastaba un solo día para olvidar.

Cuando terminó la cena, Dafydd fue el último en reaccionar para prepararse, esperando la reacción de todos sus hermanos. Si bien seguía sin desear ir a la misa, se había dado cuenta que era algo con lo que no podía enfrentarse solo, así que cuando Christopher claudicó y dijo que acudiría a la mesa, el menor, se levantó sin más y fue a prepararse sin una sola palabra.

 

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24/11/2014, 04:00
Dylan Evans

La cena fue lo mejor desde que llegaron a Landwydd, mejor que el almuerzo del día anterior y junto a los villancicos con su padre y hermanos finalmente la jornada repuntaba a medida que se aproximaba su fin porque ahora se celebraría la Misa del Gallo y Dylan estaba ansioso por ir. – ya estoy listo. ¿Vamos? – el había sido el primero en cambiarse y estar preparado para marchar a la Iglesia de Saint Mathew. También deseaba ver al reverendo Thomas. Había sido un año muy largo desde la última vez que piso el suelo sagrado.

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26/11/2014, 09:42
Cole Evans

Chicos, yo me voy yendo -dijo Papá-, que si no, con este pié, cuando llegue nos habrán dado las uvas en el día treinta y uno -Papá tenía en esos momentos un ánimo un poco más alto-. Esperad a vuestra madre. Cogió su bastón de madera reforzado con trozos de metal, su chaqueta oscura y su sombrero, y abrió la puerta. El frío entró unos momentos por la entrada, pero enseguida se calmó.

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26/11/2014, 09:45
Sarah Evans

¡Vamos hijos! ¡Daos prisa, que no llegamos!

¿Darnos prisa? -pensásteis alguno de vosotros, si no todos... Mamá había tardado cuarenta y cinco minutos en arreglarse, y vosotros ya mirábais el fuego aburridos, pensando en que vuestro padre se había marchado antes vaticinando aquella horrenda espera. Sin embargo, ver a mamá saliendo del vestidor os reconfortó la vista: estaba guapísima. Incluso os costaba recordar, antes de marchar al frente, las veces que se había acicalado tanto.

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26/11/2014, 09:55
Narrador

Salísteis entonces de casa, y nada más pisar el umbral, un fogonazo de luz os azotó en vuestros ojos. No veíais absolutamente nada, e incluso éstos os escocían. En breves instantes, justo cuando creíais haber perdido la vista, una imagen fue cobrando forma en vuestra retina.

Era una sala. Una sala grande. Ahora se veía mejor: era un iglesia... La iglesia de Llandwydd. Nunca habíais sido muy devotos (al menos practicantes), pero no era motivo para dejar de recordar su interior: altos techos, un coro en la parte superior, los bancos... ¡Era la casa de Dios! Sin embargo... Se encontraba vacía. Completamente vacia.

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26/11/2014, 09:57
Sarah Evans

¡Venga, hijos! ¿Qué miráis? -lo siguiente que vísteis fue a Mamá fuera de la casa, mirando hacia atrás como si os hubíerais quedado anonadados por un instante. Incluso miró al cielo por si hubiérais visto algo en cielo, un avión o simplemente las nubes, por si fuera a llover o nevar-. ¡Que llegamos tarde!

En seguida tomásteis el camino junto con vuestra madre, y os encaminásteis a la iglesia. Los dos cuervos posados en vuestra casa os miraban al pasar, cada uno posado en una rama.

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26/11/2014, 10:05
Narrador

Nada más llegar a la iglesia, vísteis una concurrencia. Había una larga cola para entrar. Por lo visto, todo el pueblo había acudido a la cita, como cada año, en la iglesia. En cuanto llegásteis, Mamá se puso a saludar a varios vecinos, y elevaba la cabeza entre la gente, estirando su cuello, para ver si veía a Papa. ¿Dónde se había metido el muy...? -pensaba mamá cariñosamente-. Para papá era la primera misa del Gallo a la que iba en muchísimo tiempo. De hecho no recordábais que de pequeño acompañara a mamá en este día tan señalado. Claro que, tras vuestra sorpresa por su gran religiosidad emanada en vuestra ausencia, veíais lógico que acudiera, y quizá de los primeros, pese a su gota.

Al entrar por la puerta, vísteis exactamente la misma imágen que minutos antes habíais contemplado en vuestra mente, tras aquel fogonazo del que que ni la propia Sarah se había percatado (¿Acaso sería una visión o algo así?). En este caso, la iglesia estaba abarrotada, apenas se cabía. Y mamá os instó, rápidamente, a que encontráseis a Papa: en las últimas semanas, siempre que iban a misa, él se marchaba antes y le guardaba junto a él un sitio a Sarah. Solía sentarse en los primeros bancos.

Os sorprendió, además, la inusitada cantidad de velas colocadas por doquier: cirios colgados, pequeñas antorchas en los coros y velas de palillo. Algunas eran tremendamente raras, y no parecían sino, cuanto menos, esotéricas.

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26/11/2014, 10:55
Christopher Evans

Christopher consultó su reloj de bolsillo. Había cosas que nunca cambiaban. Empezar a prepararse dos horas antes y al final, llegar por los pelos como siempre. 

Cogió su sombrero, se lo puso y salió de la casa. Mientras esperaba a que saliesen el resto, se quedó mirando a su alrededor y reparó en los dos cuervos. Cuidad de la casa en  nuestra ausencia ¿eh?, pensó para sí.

Comenzaron a caminar el camino que llevaba hasta la iglesia y que, bajo el gélido frío del invierno, no parecía tan corto. Por el camino se les iba sumando gente que iba hacia allí. Se saludaron, se abrazaron, rieron...pero todo bastante rápido para no llegar tarde.  A la entrada de la iglesia siguieron los saludos.

A pesar de que Christopher se resistía a entrar, pues a diferencia de su padre, el horror de la guerra había acabado por destruir lo poco que quedaba de su fe, entró en la iglesia e intentó complacer a su madre buscando donde estaba Padre. Empezó buscando en las filas delanteras donde pensó que estaría y luego, recorrería los bancos hacia atrás. 

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27/11/2014, 23:01
Dylan Evans

Dylan al ver a su madre vestida para la misa quedo anonadado y para estar seguro la miro nuevamente. Su madre emanaba presencia y feminidad tal como lo demostraba su vieja fotografía de casamiento.  – Madre estas guapísima. Luces igual a la fotografía de tu boda. – Dylan la felicita abrazándola para luego salir de la casa junto a los demás pero su rostro cambia ante el fogonazo de luz y por un instante creyó estar dentro de la iglesia de Llandwydd pero el sitio estaba desolado, ni un alma a la vista entonces la visión desaparece. – pero que ocurr… nada madre, solo fue una mota de polvo. - exclama Dylan con intenciones de continuar mientras frota sus ojos pero al ver que su hermanos no dicen nada al respecto decide callar y salir del umbral. Al ver nuevamente aquellas aves posando en el árbol seco olvida lo sucedido porque aquellos ojos diminutos su plumaje negro simplemente no le hacía gracia pero no era el momento para ahuyentarlos porque llegarían tarde a la iglesia.  Al llegar al sitio ven la extensa fila, seguramente todo el pueblo estaba presente y dentro la imagen nuevamente toma fuerza pero la necesidad de encontrar a papa obliga a buscarle y dejar todo lo demás. Dylan va detrás de su hermano mayor hacia las primeras filas. Tal vez con algo de suerte lo encontremos pronto.

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28/11/2014, 00:20
Dafydd Evans

Tanta espera estaba cansando a Dafydd que se estaba arrepintiendo de haber cambiado de opinión, pero su padre ya había salido y ahora ya no había nada que decir.

Cuando salieron por la puerta y sufrieron el shok, Dafydd se sintió aterrado, su corazón comenzó a latir muy rápido. Observó que a Dylan también le había pasado algo, Huw y Christopher le pillaban delante, pero sin duda lo que había visto no era real, habría sido por el contraste con la nieve y el frío. Tenía que ser eso y a Dylan le pasó lo mismo. ¿Qué iba a ser si no?

En esos pensamientos se mantuvo todo el trayecto, ensimismado y silencioso, con un gesto algo osco como el de su hermano mayor, con el que tenía que haber ido a pasear en la noche en lugar de congregarse en la casa de Dios para ser juzgados. 

Cuanto más cerca estaban de la iglesia más gente había. Demasiada gente, formando un murmullo de voces mezcladas y miradas que iban y venían. La mezcla, junto a su estado alterado hicieron que el menos de los hermanos volviera a verse superado por la situación, sintiendo que le miraban y cuchicheaban sobre él y sus hermanos, sobre que habían regresado y otros no, sobre si habrían matado...¡qué sabrán ellos!

Las velas de la iglesia lo iluminaban todo aun estando fuera. La imagen no era tranquilizadora y aunque había alegría en el ambiente las sombras aparecían por las esquinas. El fuego iluminaba el rostro muerto de un compañero, de sus hermanos en los sueños, la oscuridad se rompía por el fuego de artillería en la noche cuando el enemigo avanzaba...¿por qué no podía librarse de esos pensamientos? El día había sido tranquilo, pero la visión hizo que se rompiera esa tranquilidad. Había visto la iglesia, no había sido la nieve.

Con la angustia en su pecho y la certeza de que nunca se libraría de esas sensaciones, Dafydd comentó en voz baja-tal vez padre este aún fuera saludando a alguien, iré a mirar-aunque sabía que era una triste escusa para un lugar pequeño como aquel. 

Solo tomaría un poco de aire y se tranquilizaría. 

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28/11/2014, 13:53
Huw Evans

Huw estaba bastante irritado por la tardanza de su madre, no entendía porque las mujeres tenían que tardar tanto en maquillarse, pero cuando vio el resultado el enfado desapareció.  Pero los mas raro fue la visión al atravesar la puerta. ¿Qué había pasado? ¿Qué era? Seguro que solo una visión procedente del blanco de la nieve, al ver que sus hermanos también se habían quedado parados, seguramente por la misma visión, se tranquilizo. Seguro que es un efecto de la nieve, si no, ¿por qué nos pasaría a los cuatro?

Al llegar a la iglesia dejo que su madre llevara la voz cantante y los organizara, diciéndoles donde se tenían que sentar. 

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29/11/2014, 12:37
Sarah Evans

¡Mirad! ¡Ahí está! -mamá señaló con el dedo una puerta lateral donde había dos hombres conversando-. La puerta lateral no era sino la sacristía (el lugar anexo a la iglesia donde el sacerdote preparaba la misa, se vestía con la casulla, etc.). Y los dos hombres eran Papá y el Padre Thomas. Si. Papá esta dándole unas palmaditas en la espalda, y tendiéndole la mano al sacerdote, y éste le reía el comentario. Finalmente el cura se metió dentro y papá se volvió justos a su banco, momento en el que se encontró con mamá y vosotros cuatro.

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29/11/2014, 12:37
Cole Evans

¡Ah! ¡Ya estáis aquí! -dijo papá contento-. He reservado este banco para todos. ¡Sentaos, venga! -el Señor Cole estaba muy contento de celebrar aquella misa esa noche-.

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29/11/2014, 12:38
Narrador

El banco, por supuesto, era el primero de la iglesia, ubicado en una de las dos filas de bancos del templo. Santo Dios. Ver a papá en primera fila era como empezar y acabar una guerra en un sólo día, harto imposible. Papá nunca había sido de ir a misa, pero en vuestra ausencias algunas cosas parecían haber cambiado.

 

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29/11/2014, 12:38
Rhonda Rhys

Hola Sarah -dijo una voz que a Huw le pareció especial-, hola Cole, hola chicos -os dijo al resto-. Y a Huw se le encendieron las pupilas y esbozó una sonrisa: había llegado a tiempo para la Misa. Mi padre se ha quedado dormido. Sarah me dijo en la cocina, durante la cena, que vendríais -sonrió-, y aquí estoy querido -hablándole a Huw y sentándose junto a él mientras le tomaba de la mano-. Por cierto chicos -Rhonda se inclinó hacia delante para veros a todos de un vistazo sobre el banco-, me he encontrado con Daniel. Me ha preguntado por vosotros, pues dice que no os ha visto aún. ¿Estáis enfadados con él o algo así?

La misa estaba a punto de empezar. El Padre Thomas salía ya de la sacristía, aun remendándose la doblez de la casulla mientras andaba hasta el altar.

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01/12/2014, 00:29
Dafydd Evans

-No nos encontramos- digo sencillamente a Rhonda.

Había entrado en la iglesia solo un poco después de sus hermanos y al ver a su padre con el sacerdote se extrañó. Realmente las cosas habían cambiado mucho. Se sentó justo en el instante en el que Rhonda apareció y eso hizo que se sintiera un poco más extraño.

En primera fila, eso iba a ser realmente agobiante, con todo el pueblo detrás y la puerta realmente lejos.

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01/12/2014, 22:50
Christopher Evans

Cristopher hizo un gesto a su familia para indicarles que Padre estaba allí, pasó por su lado sonriéndole y se sentó a su lado, pero dejando un espacio para Mamá entre los dos. Se quedó en silencio, contemplando la Iglesia como la había contemplado tantas otras veces, perdiendo su mirada en cada uno de los detalles del retablo, del altar y de las vidrieras mientras obviaba el aburrido sermón que el aburrido sacerdote recitaba con una parsimonia desesperante. 

¡Oh, Dios!, aquellas ceremonias se le hacían interminables. 

 

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02/12/2014, 00:16
Dylan Evans

Entra en escena Rhonda y habla sobre Daniel a lo cual Dylan responde. – Me parece extraño no habernos cruzado con Daniel desde que llegamos a LLandwydd. ¿Ha estado muy ocupado? Podrías decirle que venga a visitarnos, hace mucho tiempo que no cruzamos palabra alguna. – Luego Dylan toma asiento en un lugar reservado por su padre que ahora parecía ser la oveja más brillante del rebaño del padre Thomas. Allí delante era como la primera fila del frente y Thomas nos tenía a tiro. Qué extraña sensación.

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02/12/2014, 10:19
Huw Evans

La ausencia de Griff era todo un alivio, estaba casi seguro de que el padre de Rhonda se habría emborrachado y ahora estaría durmiendo. Se sorprendió ante la pregunta, ¿Enfadados con Daniel? ¿Por qué deberían de estar enfadados?. Huw le apretó la mano a Rhonda. Simplemente no hemos coincidido con él. Si no lo veo hoy, mañana por la tarde iré ha hacerle una visita.

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03/12/2014, 12:19
Narrador

Rhonda iba a responder a los hermanos Evans y a su prometido cuando una tremenda voz arropó a toda la población de Llandwydd, allí congregada. El Padre Thomas rugía en el altar, comenzando la misa del Gallo con un agradecimiento general. La liturgia, por supuesto, hablaría del nacimiento de Jesús y sus días posteriores en la infancia, como mandaban las fecha navideñas. Pronto el sacerdote, acompañado por dos pequeños monaguillos con ciertas muestras de sueño, comenzó a arrojarpor su boca la palabra de Dios, Preclara y limpia, intercalando sucesos cotidianos con el buen hacer de las Escrituras y las buenas obras que Jesucristo haría ya desde su niñez.