Partida Rol por web

Los doce pergaminos negros

2.- El León Negro

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13/04/2018, 12:14
Shiroi
Sólo para el director

Los días siguientes transcurrieron para Shiroi en mitad de una calma extraña y silente. La ronin, tal vez en un intento de alejar sus propios fantasmas, se mantenía la mayor parte del tiempo en silencio, y aprovechaba casi todas las paradas que realizaban para alejarse del grupo y entrenar. De algún modo, el familiar tacto de la empuñadura de su espada en las manos la calmaba, y los ejercicios que había repetido una y mil veces ...

Notas de juego

Work in progress

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14/04/2018, 11:02
Shiba Kyoshiro

Kyo leyó el pergamino, notando con ello una sensación extraña, como unas nauseas y malestar... ¿se estaría enfermando?

Su interpretación sobre los textos era similar a la narrada por el Oni Negro, al parecer tenían razón, su clan estaba protegiendo al mismísmo Kami Oscuro. Su impulso inicial fue proponer avisar sobre lo descubierto, pero quizás convenía ser más discreto, si Hiroaki los había elegido como Truenos era porque la tarea no sería tan simple como alertar al Imperio del peligro... Shoju trató de acabar con la profecía a su manera y no sólo había fracasado, sino que nadie le había apoyado en sus actos, había muerto como un criminal contra el Imperio.

- Yo haré la segunda guardia.- Se ofreció ante la idea de montar guardias para estar prevenidos de cualquier posible ataque.

Durante su guardia, Kyo se sentó junto al calor de la hoguera, todo se mantenía en calma... silencioso. Entre sus piernas se encontraba su naginata, una herencia que habían llevado con orgullo y honor sus ancestros en su cometido de proteger a la familia Isawa. Ahora, ese arma estaba destinada a honrar a su familia en la protección de todo el Imperio.

"Isawa Kaede, Isawa Nozomi, Shiba Yukimura, Shiba Hideo..." - Kyo miraba fijamente la llama de la hoguera mientras recordaba todos sus seres queridos, todas aquellas vidas que dependían de que pudiese cumplir su cometido.- "Shiba-sama. Guíame en mi viaje para cumplir mi cometido."


A la mañana siguiente, se despertó al amanecer, apenas había conseguido dormir unas horas de seguido pero se encontraba animado y deseoso de partir hacia su siguiente destino.

El día transcurrió tranquilo, Kyo seguía al grupo en silencio, poco participativo en las conversaciones de sus compañeros, atento ante los posibles peligros de camino... así llegaron al Castillo Akodo.

La situación a su llegada al castillo sorprendió al fénix, había mucho revuelo, como si se estuvieran preparando para una batalla.- Pensaba que la guerra había acabado con la llegada de Hantei al trono. ¿Conocéis el motivo por el cual se preparan para la batalla, Hidenaga-san? - dijo mientras se bajaba del poni y comenzaba a internarse a pie llevando los arreos de su poni en la mano zurda.

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14/04/2018, 21:17
Hidenaga
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Motivo: Reconocer el tipo de Movilizacion

Dificultad: 0

Tirada (5): 7, 9, 9, 1, 8

Guardados (3): 9, 9, 8

Total: 26, Éxito

Motivo: Reconocer a Alguien

Dificultad: 0

Tirada (3): 1, 4, 1

Guardados (3): 4, 1, 1

Total: 6, Éxito

Notas de juego

Jefes, quisiera saber si puede reconocer, ya sea por el tipo de unidades que puedo distinguir, o por la cantidad de tropas movilizadas, el tipo de combate que se avecina. Si se trata de alguna escaramuza o si es algo más grave (y que tanto, si así fuera).

También quisiera saber si reconozco a alguno de los sujetos que movilizan las tropas.

Dejo una tirada de Percepción/Batalla, por si aplica. Y también una de Percepción (para reconocer a alguien). Pero ustedes diganme que más necesito. 

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14/04/2018, 21:54
Hidenaga

Hidenaga no esperaba realmente que ninguna criatura extraña surgiera de la nada con la apertura del pergamino. Pues no solo tenía plena confianza en la sabiduría del legendario Naka Kuro, quizás el mayor experto en la materia que el Imperio hubiera conocido jamás, sino que tal sentimiento se veía además reforzado por la serenidad que le inspiraba siempre su antiguo Campeón.

Sin embargo, tampoco era tan necio como para ignorar que, efectivamente, aquellos instrumentos representaban un auténtico peligro, que podía adoptar cualquier forma. Incluso quizás las de sus propios camaradas. O la de él mismo.

Por ello, con tal idea en mente, el antiguo León había desenvainado su katana y se había mantenido en las proximidades del grupo que leía el pergamino, dispuesto a intervenir de inmediato si las fuerzas del Maligno se hacían presentes... cualquiera sea la forma que estas adoptaran.

De todos modos, al encontrarse tan cerca de aquellos infernales caracteres, Hidenaga no pudo evitar la siniestra atracción que estos ejercían, y casi sin darse cuenta, ni mucho menos proponérselo, pronto se descubrió a si mismo inmerso en su malsana lectura.

Ninguna palabra escapó de su boca durante las horas siguientes. Y si había escuchado las apremiantes indicaciones de la joven TAMEIKI o los comentarios de sus compañeros, nada en su semblante lo demostraba. Simplemente pareció desconectarse de todo, sumido en un profundo y pensativo silencio, aunque en una actitud visiblemente más sombría de la que le habían conocido en el pasado.

Por supuesto, demoró bastante en conciliar el sueño. Tanto que, para cuando Kyoshiro terminó de hacer la segunda guardia, el antiguo León aún continuaba despierto, de modo que tomó de manera natural y sin pronunciar palabra la posta como vigía. Finalmente, en algún momento de la noche,y  ya completamente extenuado, despertó a la TOGASHI para que lo suplantara, y se derrumbó agotado sobre una sencilla esterilla de paja.

Durante todo el día que siguió, las sombras de cansancio y preocupación lo acompañaron allí donde fueron. Y su rostro solo pareció iluminarse de nuevo ante la imponente vista de Shiro Akodo.

- Ignoro a qué se debe tanto movimiento, Kyoshiro-san. - respondió finalmente con el seño surcado por un rictus de preocupación - Pero en las actuales circunstancias, solo puede significar problemas...

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15/04/2018, 09:25
Director

Después de que veáis esos movimientos en el Castillo Akodo, Hidenaga se acerca un momento a una de las unidades de samurai mientras os pide que le esperéis, parece que ha reconocido a alguien allí. Tras una breve charla el antiguo León vuelve con malas noticias, el ajetreo es debido a como muchos habéis supuesto, a una guerra. Matsu Tsuko la actual daimyo del Clan del León ha declarado la guerra al Clan de la Grulla.

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16/04/2018, 11:35
Moto Valkai

-"Bueno, si hubieses dicho esa barte de la brofecía, bues lo habría entendido mejor. Solo me refería a que bodría hablar de los descendientes de los demás hijos e hijas de Sol y Luna."- El Moto se encogió de hombros. Ya no quedaba duda de que tenia que ser el Hantei el que sería su mayor enemigo, con la entidad del oscuro dentro de él.

Aswad realizó una de las guardias, y mientras se encontraba vigilante, tomó tiempo para ser también productivo, y mantener el sueño a raya. El guerrero tomó algunas ramas de un árbol cercano y comenzó a tallar flechas de él, para tener repuestos en caso necesario. Su habilidad solo le permitía crear flechas de calidad normal. El Moto tenía el último turno de guardia, así que observó como las fuerzas se reunían entorno al castillo. Estandartes y más fuerzas. Guardo las flechas producidas y se aseó, esperando el despertar de los demás. Seguramente se trata de alguien a quien no le gusta, o le inquieta tantos ronin a sus puertas. Pensó el Moto mientras observaba. Sin embargo, luego aprendería que se trataba del León que se alzaba contra la Grulla. Por supuesto la daimyo ya se había mostrado contraria al clan Grulla, así que era de esperar. 

-"Esto bodría ser un contratiembo bara nuestros movimientos. Deberíamos movernos bor las tierras de ambos clanes rábido, antes de que la dureza de la guerra nos coja y entorbezca."

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16/04/2018, 15:18
El Oni Negro

El Cangrejo despertó al Trueno que debía seguirle en la guardia y se tumbó dentro de su tienda para descansar. Nada perturbó su descanso en esa noche.

A la mañana siguiente recogió sus pertenencias y tomó un desayuno compuesto por algo de arroz y verduras deshidratadas. No dijo palabra alguna y montó a la vez que sus camaradas. Se tomó un segundo antes de partir, para dejar cubiertos los rastros de su estancia en esa zona. Trató de evitar evidencias de que eran siete y de que habían hecho noche allí para despistar a sus más que probables perseguidores.

Ante la premisa de la guerra inminente su corazón se endureció. Era consciente de que Hida Kisada-uesama posiblemente retomaría la guerra por vencer donde viejas heridas se encontraban y ese tipo de actitudes eran las que provocarían que su camino se retrasase.

-"Debemos ser rápidos como el viento y pasar inadvertidos como las sombras. Estas guerras aunque dolorosas son para nuestros valores como samuráis deben de quedar en un segundo plano. Tenemos una misión de vital importancia para el Imperio entero".

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17/04/2018, 20:20
Shiba Kyoshiro

Una guerra contra la grulla. Kyo había escuchado en Shiro Isawa el odio de la reciente campeona Matsu hacia el clan de Doji Hoturi, pero aprovechar la lamentable situación del imperio para lanzarse al ataque fue una postura que le pareció cuanto poco deshonrosa.- "Malditos bastardos, fragmentadores del Orden Celestial." - musitó de forma casi inaudible el fénix.

Volviendo rapidamente a una postura fria e inescrutable intevino ante el comentario de sus compañeros.- Estoy de acuerdo, debemos partir de inmediato. Lo que menos nos conviene en estos momentos es encontrornos en medio de una guerra. Muchas son las preguntas que podrían hacernos, si nos topamos con las legiones Matsu. Debemos ser cuidadosos con los caminos que transitamos.

Sus viajes con Isawa Nozomi le habían dado ciertos conocimientos sobre caminos seguros, por lo que trató de recordar alguna ruta alternativa por la que podrían evitar las legiones león.- Conozco una ruta, nos desviaremos un poco, pero debería ser segura.

- Tiradas (1)

Motivo: Cazar (pionero)

Dificultad: 0

Tirada (5): 3, 2, 8, 10, 9

Guardados (4): 10, 7, 9, 8, 3 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)

Total: 37, Éxito

Notas de juego

Tiro cazar para guiarlos (si quieren) por una ruta segura.

Uso vacío.

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17/04/2018, 21:14
Shiroi

Notas de juego

Tiene un GPS O.O

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17/04/2018, 22:12
Tameiki

"¿Estás bien?"

Aquella pregunta a menudo la asaltaba en sueños o al despertar. La noche había sido, como la anterior, una nueva demostración de cuán distante se hallaba entonces de su anterior vida, de sus creencias, compañeros, familiares... y mentores. La experiencia con los pergaminos denotaba que el camino se volvería cada vez más tortuoso y complejo, pero sabía que no debía dejar que su determinación se torciera. Como bien la había dicho siempre su sensei: El deber no es una promesa vacía en el viento. Chugo estaba dispuesta a hacer lo que se esperaba de ella.

De nuevo volvió a despertarse temprano para practicar sus movimientos con la espada utilizando el viejo método que le fue enseñado: ir hasta un árbol cercano y, con un rápido movimiento de katana, marcar sobre la corteza un golpe. Los minutos siguientes, entre fintas, bloqueos y otros gestos, cada movimiento acababa con un nuevo golpe (cada vez más rápido, cada vez más silencioso, cada vez más difícil) sobre el mismo punto en el árbol. Casi una hora después, Tameiki comprobó con verdadero orgullo como la abertura en el árbol era profunda, pero no existían impactos cerca de ella.

La mañana y el día transcurrieron sin sobresaltos, y Tameiki aprovechó para conversar con Shiroi y, más tarde, con Hidenaga acerca del Kenjutsu, el Iaijutsu y el propio Bushido y sus preceptos. Tameiki no era desconfiada, pero no perdió ojo de Oni en todo momento, así como de Aswad. Cuando llegaron frente al legendario castillo Akodo, la joven no reparó en todo el movimiento que había, y sólo cuando sus compañeros empezaron a hablar de lo que estaba ocurriendo fue consciente de todo ello. Con un rápido movimiento de cabeza y una determinada afirmación secundó la idea de Oni de desaparecer de allí cuanto antes.

Notas de juego

No había escrito antes porque consideraba que no aportaría demasiado a la trama... en caso de que no os importe, de vez en cuando colgaré "tochopost" y cosas varias sobre mi personaje, pasado y pensamiento.

Shiroi e Hidenaga, cuando queráis, Tameiki ha abierto la veda xD

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18/04/2018, 08:16
Moto Valkai

Aswad montó sobre su noble hermano, al que el Moto llamaba Khulan, nombre gaijin como el suyo propio. Su imponente figura sobresalió entre los demás del grupo, guardando a Kyoshiro mientras éste guiaba al grupo por caminos que el propio Moto no había visto. -"Eres una caja de sorbresas, Shiba Kyoshiro-san. Incluso a mi me resulta comblicado encontrar estos caminos entre la maleza. No sabía que los Fénix también sabían moverse bor los caminos naturales."

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18/04/2018, 08:33
Shiba Kyoshiro

El fénix encabezaba la expedición seguido de cerca por Aswad.

El resto del grupo les seguía algo mas rezagados, conversando tranquilamente.

Sus palabras me halagan, Aswad-san... Más viniendo de un clan de expertos rastreadores. - comenzó la conversación mientras buscaba la abertura que sabía debía estar cerca para su próximo giro entre la maleza que rodeaba el casi insignificante sendero.- He servido durante años a Isawa Nozomi-sama. Se trata de una embajadora de mi clan destinada a estas tierras. Hemos tenido que viajar mucho por estos caminos evitando todo tipo de peligros... Estoy seguro que en terreno desconocido su pericia será más útil que la mia.

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18/04/2018, 08:45
Director

Tras dos días de viaje, evitando los caminos, Shiba Kyoshiro os va guiando hacia el sur. Al tercer día por la mañana os encontráis en algún lugar alrededor del Castillo del Cruce de Caminos (tierras Kakita) y debéis decidir si vais a tirar por el paso Beiden cerca del Castillo Matsu o cerca de la costa del Palacio Daidoji para continuar hacia el Lago Rojo.

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18/04/2018, 08:52
Director

Para el Oni Negro es casi imperceptible y apenas se nota, pero para los demás que leyeron la Profecía su jade se está volviendo de color negro poco a poco en el viaje. Un 40% del jade está negro.

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18/04/2018, 11:42
Shiroi

Los días posteriores a la apertura del primer Pergamino habían resultado muy difíciles para Shiroi. La bushi se había mantenido en un silencio obstinado, casi hostil, desde la noche que habían partido del campamento de Toturi, hablando tan sólo ocasionalmente para aportar alguna indicación sobre su sueño o la dirección a tomar.

Casi parecía que algo dentro de la mujer se hubiera marchitado, o que algo terrible estuviera atormentándola. Sin embargo, eso pareció espolear otra faceta. Cada atardecer, cuando el campamento estaba montado, se alejaba para entrenar. Mientras las últimas luces del ocaso se extinguían, Shiroi se refugiaba en su espada. El filo de su hermosa espada trazaba un cegador baile de muerte a su alrededor. Cada corte, practicado miles de veces, le aportaba paz. Cada finta, cada giro, le devolvían un fragmento de la paz de su antigua vida Una vida que, ahora estaba segura, jamás recuperaría. Su destino era oscuro, y se adentraba en una sombra de la que ya no esperaba regresar. Pero si debía morir, moriría luchando. Y la hoja de su espada parecía reflejar sus deseos mientras cantaba su canción de muerte con golpes cada vez más y más veloces, hasta que resultaba imposible seguirlos con la vista. Sólo cuando el último rastro de luz se había desvanecido regresaba al campamento para sumirse en un sueño agotado e inquieto.

Ni siquiera cuando atisbaron los primeros signos de la inminente guerra rompió su mutismo, aunque interiormente sentía el deseo de acudir junto a sus antiguos hermanos y poder luchar a su lado. Pero era consciente su actual posición y de su deber, y también sabía que una espada, por muy hábil que fuera, no podía marcar la diferencia en una guerra a esa escala. Si la daimio Matsu había decidido que era guerra lo que quería, ni siquiera un duelo honorable la detendría. El León buscaba sangre en la que cebarse, y sin la templanza del liderazgo de los Akodo, no quedaba nadie que retuviera a los Matsu. Se preguntó qué opinaría Toturi al respecto de las acciones de su antiguo clan. Justo cuando regresaba la amenaza de Fu Leng, dos de los clanes más fuertes se desgastarían a sí mismos en una batalla carente de sentido.

Pero tampoco entonces expresó sus sentimientos en voz alta.

Sin embargo, cuando se encontraron frente a la disyuntiva de aproximarse al lago por tierras Matsu o Daidoji, Shiroi se adelantó para dar su opinión.

-Estamos en el filo de la espada. –Dijo con funesta certeza. –Debemos escoger entre atravesar las tierras de un ejército atacante, o de uno defensor. Por mi parte, creo que deberíamos optar por cruzar por las tierras Daidoji. La Grulla de Hierro estará bien defendida en sus castillos, pero un grupo como el nuestro no les resultará una amenaza. Y con suerte, si nos movemos deprisa, podremos cruzar antes de que la guerra comience.

-La otra opción… -Hizo una pausa, como si quisiera realzar la importancia de lo que estaba exponiendo. –Nos acerca a un ejército invasor, que probablemente ya esté en marcha. Incluso con la intervención de Hidenaga, no quisiera tener que dar explicaciones a un batallón de combate Matsu. Si no han sido capaces de escuchar al propio Toturi, no creo que vayan a escucharnos a nosotros, incluso con el salvoconducto de la Emperatriz.

-Por tanto, creo que debemos acelerar el paso hacia la costa. El tiempo es vital. Y además… -Torció ligeramente el gesto, como si le desagradara dar ese último detalle. Su mano se había posado, como un gesto reflejo, en la tsuba cubierta por tela de su espada. –Si es necesario, creo que aún puedo tener cierta influencia en tierras Grulla. No nos obstaculizarán el paso.

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18/04/2018, 11:43
Shiroi

Fue poco antes de alcanzar el castillo del Cruce de Caminos cuando una noche, en lugar de alejarse para entrenar como ya era costumbre, Shiroi se dirigió hacia el Oni Negro, haciéndole una señal para que ambos pudieran conversar en privado. Cuando finalmente estuvo segura de que el resto del grupo no escuchaba sus palabras, la ronin comenzó a hablar.

-No sé si te has dado cuenta.
–Comenzó a decir. En su voz, aunque trataba de ocultarlo, se traslucía la amargura. –Pero el tiempo se agota más rápido de lo que creíamos.

En un gesto rápido, se levantó la manga del brazo en el que llevaba el dedo de jade que le había proporcionado Hiroaki. Casi la mitad de la piedra verde se había oscurecido, tomando un insalubre tono negruzco. Su brillo se había apagado hasta parecer ceniza.

-Sólo tenemos uno de los pergaminos… -Musitó en voz baja. -Y ya estoy así. A este ritmo no vamos a poder conseguirlo. Vamos a necesitar algo… más velocidad… o más jade. O nos convertiremos en siervos de aquel al que debemos combatir antes de poder enfrentarlo. Y hay algo más que me preocupa. Si nosotros estamos así… Toturi, Naka Kuro, y los demás, deben estar sufriendo los mismos efectos. Creo que no es acertado que todos portemos un pergamino, Oni Negro. Que al menos uno de nosotros se mantenga limpio de esta mancha. Liberemos a Tameiki de esta carga, para que pueda velar por nosotros.

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18/04/2018, 14:23
Tameiki

Los días siguientes, Tameiki prosiguió intentando conocer más al resto de los integrantes de la comitiva, pero siguió despertándose tan pronto como podía para no descuidar su entrenamiento. Como Bayushi-sensei siempre le decía, una espada lista es una mente despierta y una mano firme.

Se mantenía alejada de las decisiones del grupo, escuchando a todos y observando sus comportamientos, como evaluándolos. Sólo cuando hubo que decidir cual de las dos direcciones tomar, asintió con la cabeza en respuesta al comentario de Shiroi.

-Estoy de acuerdo y parece más sencillo y eficaz -dijo como respuesta.

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18/04/2018, 16:38
El Oni Negro

El Cangrejo escuchó unos pasos a su espalda, en el silencio de la noche era más sencillo para él reconocer todo cuanto le rodeaba. Al volverse reconoció el contorno de la figura de Shiroi y asintió girándose hacia ella. Sabía a lo que había venido a verle aunque su rostro no mostrase emoción alguna, como era habitual en ella.

Sus palabras eran amargas y gran razón portaban al preocuparse, pero no estaban solos...

-"Tienes mucha razón al preocuparte por el mal que el Jingoku provoca en los hombres, fue un error que todos leyésemos el pergamino, pero ahora sólo nos queda hacer frente a las consecuencias de nuestros actos. Ya os avisé de que solamente yo podía soportar el mal que propagan los pergaminos". Dijo introduciéndose la mano dentro de la coraza y enseñándole las piedras de jade a su interlocutora; brillaban con la misma fuerza que el primer día y su tenue luz iluminó el rostro de los dos Truenos.

Cuando los ojos de la ronin se posaron sobre la mano del Cangrejo, éste retornó las piedras a su lugar y retomó la palabra. -"La decisión de mantener un Trueno libre de la corrupción de los pergaminos debería ser tomada por todos, de la misma manera que la decisión de que sea uno de nosotros el que los lea. Por supuesto me ofrezco voluntario para tomar esa responsabilidad, pues creo que es más sencillo para el grupo vigilar las acciones de uno de sus integrantes, que vigilar las de todos". La mirada del Oni Negro era determinación pura, pero antes de que la antigua Grulla pudiera decir nada, continuó.

-"Debo explicar a todo el grupo lo que pasa, pues es algo que nos atiende a todos y todos debemos opinar. Desconozco lo que les estará ocurriendo a los seguidores del León Negro, pero existen maneras de mantener la mancha a raya, al menos por un tiempo; sin embargo, ese sistema sólo está al alcance de unos pocos, por lo que creo está fuera del nuestro. No os preocupéis demasiado Shiroi-san, pues no estamos solos. Hiroaki-sama nos ayuda desde la lejanía, puedo sentir su presencia si me concentro en mí mismo y seguro que todos nosotros podemos. Ahora id a descansar, la primera guardia es la mía; mañana por la mañana hablaré con todos. Buenas noches".

El Cangrejo se despidió de la ronin con un saludo todo lo cortés que sabia, tratando de que su interlocutora estuviera más tranquila de lo que había llegado a su presencia.

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18/04/2018, 16:56
El Oni Negro

Una mañana antes de recoger el campamento el Cangrejo pidió a todos los Truenos reunirse durante el desayuno delante de una taza bien caliente de té. Tras haber llenado sus vientres y saciado su sed tomó la palabra.

-"Dada la situación en la que nos encontramos debemos tomar decisiones importantes. Es por ello que he propiciado esta reunión antes de partir. Los pergaminos negros propagan la corrupción a aquel que lee sus líneas. Por desgracia para nosotros, la protección que ofrece el jade no es suficiente, por lo que todos cuantos leímos el pergamino soportamos el poder del Jingoku en nuestros cuerpos. El jade de todos está reaccionando ante la corrupción de nuestros cuerpos y está perdiendo su brillo, por lo que os ayudaré a hacer más duradera su protección, mediante los conocimientos ancestrales de mi Clan". Dijo el Cangrejo mostrando a todo el grupo una piedra de su jade intacto.

-"Los Cangrejo hemos desarrollado una resistencia innata al poder del Jingoku, pero el entrenamiento de cuerpo y alma, ayuda a aumentar esa fortaleza, por lo que una férrea voluntad o una gran agilidad de mente son de gran ayuda. Cada jornada deberemos hacer ejercicios de meditación para fortalecer el alma y de resistencia para fortalecer el cuerpo y la mente. Solamente tenéis que seguirme, pues esos ejercicios los hago cada mañana como parte de mis rituales diarios. Debéis entender que estos rituales no son opcionales, pues nuestro enemigo nunca descansa y nos atacará desde el interior cuando mostremos el más mínimo signo de flaqueza... Eso por un lado..." Concluyó con una susurro suave.

-"El siguiente tema que tenemos que tratar nos lleva al transporte de los pergaminos. Su peligro es innegable y aunque se comentó que cada uno de nosotros portase uno, Shiroi-san con gran sabiduría ha ofrecido que sea Tameiki-san la única que no porte pergamino alguno y quede liberada de esa carga, con lo que estoy de acuerdo; siempre que todos los demás también lo estemos y Tameiki-san acepte voluntariamente". El Oni Negro esperó la respuesta de todos los asistentes antes de continuar.

-"Por último y no menos importante nos queda el tema de la lectura de los pergaminos. Como os dije a los presentes en la tienda del León Negro, puedo resistir el poder del enemigo por el entrenamiento de Hiroaki-sama. Sin embargo eso no es del todo así..." Las palabras del Cangrejo se ahogaron en su garganta mientras acercaba la mano a su rostro y retiraba su máscara.

El rostro del Oni Negro estaba deformado de la nariz hasta la barbilla, una herida con forma de garra le subía desde el cuello hasta la mejilla derecha, estaba claro que hera una herida mal curada y esa visión no era para nada agradable, es más los rostros de los que le miraban trataban de ofrecer un rostro impasible, pero no era fácil. La máscara por la parte interior estaba húmeda y su dueño la limpió con una trozo de tela oscura. -"No es agradable, lo reconozco; en parte por eso llevo la máscara, para hacer más fáciles las interacciones con los demás. Pero no es mi rostro lo que he querido compartir con vosotros, sino mi herida. Es una cicatriz que nunca duerme, nunca se cerrará del todo, pero me ha ofrecido la oportunidad de darme cuenta a mi mismo y a mis superiores de la gran resistencia al poder del Jingoku que poseo innatamente. Durante una salida, me extravié y vagué durante casi un año por tierras sombrías herido. Sin embargo la corrupción no me tocó como a muchos otros, regresé más fuerte eso es innegable pero también puro, puesto que superé las pruebas de los Kuni de la Gran Muralla del Carpintero. Creo que esa resistencia es la que me ha echo estar en el grupo de los Truenos". 

El Cangrejo se colocó la máscara de nuevo antes de continuar. -"Es por ello que creo que debería ser yo quién lea los pergaminos negros y soporte esa carga. Creo que esa es mi misión en el grupo, además de guiarlo cuando se deba internar por tierras sombrías. Recordad que siempre es más sencillo vigilar a un integrante del grupo que a todos. Alguien debe hacerlo y sinceramente creo que mi candidatura es la más adecuada, puesto que la resistencia es la mayor de mis virtudes".

 

Notas de juego

Perdón por la tochana, pero estaba inspirado ;)

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18/04/2018, 20:07
Tameiki

Tameiki escuchó con atención todo cuanto Oni decía, pero se detuvo, entrecerrando los ojos, cuando propuso excluir a Tameiki de portar los pergaminos. Al parecer había sido una propuesta de Shiroi, y la joven no pudo evitar mirarla de reojo. Desde la fundación del Imperio, el clan del Escorpión había sido el encargado de la protección de aquellos pergaminos, y ahora parecía que querían evitar que ella misma los portara. En su cabeza se planteó una difícil cuestión: renunciar a la tarea encomendada a su clan y confiar en el criterio de Oni y Shiroi, el trueno más capaz para aquella tarea (en voz de Hiroaki) y aquella que había conseguido profesar tanta admiración y respeto en ella misma, o cerrarse en las enseñanzas que había recibido y de las que poco a poco había tenido que irse desprendiendo hasta llegar a dónde se encontraba. 

Bajó su mirada, observando la punta de sus pies, dubitativa; no caer en el Jingoku la dejaba como la última línea de protección de los propios truenos, pero implicaba que los demás tuvieran una carga adicional, además de hacer que ella misma tuviera un trabajo complejo en el que vigilar a seis personas más mayores, más capaces (en muchos aspectos) y la vista más fuertes que ella.

-¿Por qué, Oni-tono? -preguntó al tiempo que alzaba la vista para encontrarse con la impenetrable máscara de su interlocutor- ¿Qué deber tengo o debido a qué se me libera de uno? -insistió, mirando ahora a Shiroi.