Partida Rol por web

Elfo y Enano, solo en Villasimplona podía formarse tan peculiar y extravagante pareja. Habíais crecido juntos en un orfanato, rodeados de otros malnacidos que normalmente se echaban de comer a lso conejos, pero prosperasteis y crecisteis, y ahora allí estábais, unidos como la carne al hueso, como el pelo a la cabeza, como la mierda al zapato. Juntos y jóvenes, dispuestos a solventar los problemas de aquella pequeña comunidad que desde pequeños os había visto crecer.

Kajac era el menos palurdo de los granjeros, la yerma cosecha se extendía alrededor de la aldea en una planície que apenas tenía una sola brizna de hierba, toda la aldea dependía del grupo de cazadores, desde hacia treinta años que el grupo de ocho granjeros no conseguía ni una sola cosecha, cuando Kajac habla, el resto de granjeros se limitan a asentir y rumiar hierba en sonidos incomprensibles.

El grupo de granjeros se quejaban allí sentados sobre un montón de piedras en medio del campo a medio-arar.

Menua mierda cosechá hemotenio.

No emo deslomao paplantá to a clase planta y na, emo plantao sá, emo plantao pelo pa los carvos, y emo plantao cuatro gorrino pal arbo del gorrino y na. Noay manea, queo, y queo de veddá, que eso duende se llevan toa la cosecha, tendríai que ir po'ellos o nos moriemo de ambre - Concluyó Kajac señalandoos el bosque, del que habían varios cuentos, que la matrona de vuestro orfanato conocía, pero que vosotros no recordábais... beh, seguro que no tenían importancia.

Nos dirigimos al orfanato a hablar con la matrona para que nos explique aquellos cuentos relacionados con el bosque.

EH, eh eh Eh - Kajac da dos zancadas detrás del elfo - Peo aonde vá tú, er bosque scuro sta poel otro lao aweonao

Thárivol se gira para responder a Kajac -Antes debo hablar con la matrona para saber con que nos encontraremos en el bosque- El druida se dirige hacia el orfanato, dejando atrás a los granjeros.

Asbjörn, indeciso por los malos recuerdos y las collejas propinadas por sus compañeros en burla de su estatura, sigue a Thárivol cantando con el objetivo de ahuyentar el miedo, como todo buen enano. - ¡Uno, dos, tres, cuatro! El tamaño no lo es todo. ¡Uno, dos, tres, cuatro! De mi se burlan los bobos.-

¿En er bosque? Pos duendeh, telostoi diciendo atontao Beh os dije que esoh alelao no iban asabé- Kajac queda comentando con el resto de granjeros y os maldicen por lo bajo. Por vuestra parte recorreis un par de calles para llegar hasta la casa en la que ambos os criasteis como huérfanos

Picais a la puerta y restregais vuestras botas en lo que debería ser el felpudo, pero que ahora solo es un espacio de tierra seca con algo de gravilla y restos de cuerda de lo que un día sí fué un felpudo... ANTES de que vosotros llegárais al orfanato. Es una casa grande, estrecha y larga, como un solo pasillo, con muchas ventanas cerradas y una puerta de entrada y salida separadas por un metro, ambas en el centro del edificio.

La puerta cruge y casi se cae cuando Vizaya la abre. Es tuerta, está gorda y es vieja, pero esta buena mujer es la que os alimentó con sus propias manos, literalmente ya que no tiene dinero para cubiertos. Una niña humana pelirroja se esconde tras su falda señalandoos y preguntando a Vizaya - ¿Quieneson estoh feoh maá?

Vizaya sonríe sin mirarla - Mis dos hombrecitos, como habeis crecido. ¿En qué puedo ayudaros? Me temo que no hay ya más gachas para vosotros. Apenas tengo comida para los dos niños que estoy cuidando

La niña protesta - Yosoy una niña maá

Vizaya le mira con su ojo tuerto y le sonríe asintiendo- Claaaaro

¿Qué me traeis?

Al ver la entrada del orfanato Thárivol recuerda como corría por los pasillos de la casa, persiguiendo a Asbjörn, jugando al pilla-pilla... -Que recuerdos me dan estas paredes...-Piensa el elfo. Se limpia las botas y entra con una gran sonrisa.

-Hola nuestra querida Vizaya, esta vez no venimos a por gachas, venimos a pedirte que nos recuerdes aquellas historias que nos contabas de niños sobre el bosque scuro.

Thárivol mira a la niña, le saluda y le sonríe.

Tharivol se empolva las botas e intenta entrar, pero Vizaya ocupa toda la puerta y le niega el paso - Me temo que ya sois muy mayorcitos para entrar aquí - Cuando Tharivol saluda y sonríe a la niña, ésta alza despacio su mano derecha elevando por encima su dedo corazón, aún detrás de la falda de la matrona.

¿Historias del bosque? ¿No sois ya un poquito mayorcitos para cuentos? - Vizaya alargó una mano llena de verrugas y pellizcó las mejillas del elfo.... Puajjj, en la fina piel del orejas picudas se pudieron sentir aquellos pelos gruesos, negros y retorcidos que crecían de aquellas verrugas arrugadas.

Recuerdo lo que más caso hacíais era cuando os cantaba aquella de

- Cepillaos los dientes, frotaos bien,

o los duendes os llevarán y se comerán vuestra piel

- Vizaya la intenta cantar, pero no hay por donde hacerlo- por cierto, ¿Me podríais traer ramas de abedul?

Aaaah sí, ahora recordais aquellos días en que reunidos en el pasillo os frotábais los dientes y las encías con una rama de abedul. No era una gran canción...

-Oh, si. ¡Que agradables recuerdos aquellos!- Miente piadosamente Asbjörn.
El enano, ya mas confiado, le habla a la matrona de la situación en la que se encuentra el dúo. -Verás, matrona... El caso es que necesitamos cualquier tipo de información sobre El Bosque Scuro, con ella podremos ayudar a los campesinos y así hacer que varias familias tengan algo que coger con sus cucharas de madera y  alimentarse-

Una vez dicho todo, el enano mira a Vizaya con la carita de niño bueno, como hacía cuando era castigado, con la intención de ganarse la confianza de la matrona.

Matrona miró a su favorito y se echó hacia adelante con cariño, pero Asj se lo olió y echó un paso para atrás evadiendo así la posibilidad de un collejón siniestro - ¿Información? Todo es por culpa del agua sí no no no, yo no tengo información, solo soy una vieja, a los campesinos les está robando la comida los duendes sí, eso dicen ellos.

Kajak el granjero dice que los ve por las noches merodear las lindes del bosque pero no, los duendes no comen pelo ni habas, comen piel y se llevan... - Se gira hacia la niña de su falda - A las niñas que no creen en fantasmas para comerles la cara.

Cuando yo era pequeña a los duendes se les llamaba Los Verdes, los verdes no usaban alpargatas que por aquel entonces les llamaban cubrepiés, se acercaban a Villasimplona que en esa época era el Claroscuro y se llevaban a los niños que no echaban agua a la tierra, por eso teníamos cebollas

Sí... ésta sí era una clásica historia de Vizaya - Pero el agua del río no, esa sí que no, ya no

¿Me traereis ramas de abedul?

El elfo confuso por lo que había dicho la matrona responde:-Si, claro Vizaya te traeré esa rama de abedul.-Thárivol se despide de Vizaya y le da las gracias, se gira y se dirige hacia el bosque scuro.

Asbjörn, al ver como se iba alejando el elfo y que se quedaba solo con la gigante y poderosa matrona se despide aprisa para no recibir ese collejote siniestro que se veía venir y vuelve con su compañero, Thárivol.

¡Ramas-ramas! - Os alejais con las voces de Vizaya de fondo y por la plaza principal cruzais los campos donde recibís las miradas de desaprovación de los granjeros que ahora se afanan en plantar muslos de pollo, hay cierta discrepancia entre ellos acerca del crecimiento de los pollos y no saben si el hueso debe mirar arriba o abajo.

El bosque se abre con algunos árboles secos, el suelo es seco pero rico de cortezas y plantas. Caminais durante algunas horas, cuesta arriba de las bajas montañas donde los árboles crecen más altos y fuertes. Es sabido que si cruzais la montaña al otro lado, el bosque es húmedo, y que si seguís recto pasando de la montaña llegais al río.

Cuando andamos por el bosque voy mirando por mis alrededores en busca de duendes o simplemente alguna pista sobre su paradero, vamos hablando sobre que dirección tomar, finalmente nos decidimos por ir a la zona en la que el bosque es húmedo.
Mientras caminábamos le comento a Asbjörn:-No entendí nada de la historia de nuestra matrona, a ver si consigo recordar algo...-  

Mientras el pequeño grupo de dos miembros avanza, el enano comenta a su compañero: -¿No crees que deberiamos tener un mapa?-

(tirada de diplomacia -a ver si convenzo a mi compi :P-)

No es más pequeño un grupo por su número de miembros. Un solo hombre basta para ser comparable a una multitud y es que como dijo Jebediah, fundador, según la historia, de Villasimplona: Un corazón noble, ensanchece al hombre más pequeño. Pero sí, erais un grupo pequeño. Un enano bajito y un elfo flacucho y anémico, ambos mal alimentados aunque la dieta a base de gachas que se seguía en Villasimplona no parecía afectar negativamente a Asb, sino que debía ser incluso el secreto del rubor de sus mejillas.

Buscais un rastro, algo que os señale el camino y finalmente encontrais un esqueleto, tiene su dedo índice en el agujero nasal.

Thárivol se acerca al esqueleto, lo observa detenidamente y dice: -No se como pudo morir, pero por la forma en la que esta el cadáver parece que es de Villasimplona...- El elfo mira por alrededor del esqueleto buscando algo que le de una pista de como pudo morir, el esqueleto esta apoyado en un árbol, en un principio no ve nada de interés, tiene algún hueso roto, supone que por el desgaste del tiempo,concretamente el fémur de la pierna derecha y el húmero del brazo izquierdo, no tiene todos los dientes, le queda alguna muela y el incisivo central.

El druida piensa:-Quien será...?- Mientras se lo pregunta busca si el muerto tenía alguna pertenencia encima o algo de interés.