Partida Rol por web

Blanco me quedo cuando Scoobyentra en la casa y nos dice que le han mordido. Que sí, que hemos visto cómo pasaba ya varias veces y sabemos de qué va la cosa... pero joder, ¡seguimos siendo humanos y tenemos nuestro corazoncito!

No le digo nada porque no hay nada que pueda decir. Para empezar porque no me acuerdo de cómo se llama. En segundo lugar, porque tampoco sé nada de él. Y en tercer lugar, ¿qué le voy a decir? "Oh, sí, qué putada, majo". Absurdo. Me limito a intentar darle las gracias con los ojos y quiera Dios o quien quiera que sea ese cabronazo de ahí arriba que me entienda.

Luego miro a Xena, intentando transmitirle ánimo también con la mirada (la pinta que debo tener mirando intensamente como un búho a todo el mundo). No sé qué mierdas se traerán la Princesa Guerrera y Scooby, pero espero que puedan dejarlo a un lado. No por Xena (que también, no me cae mal), sino por mi hermano. Porque si las gilipolleces de estos dos hacen que mi hermano no pueda volver...

-Os vemos en nada -les aseguro antes de salir con los demás.

-Joder... panda de inútiles- mascullo evidentemente malhumorada y tensa mientras muevo la palanca de marchas y retrocedo un poco para después avanzar varios metros... y así varias veces, procurando mantener algo a ralla a la marabunta de zombies que se cierne sobre la furgoneta aunque es evidente que como tarden mucho de aquí no sale ni el apuntador...

No procesa demasiado rápido todo lo que está pasando ni todo lo que dice Scoot. Podría estar riéndose de forma malvada si no fuera porque dos minutos después también la podrían morder a ella. Pero poco a poco va entendiendo, que ya se acabó, que aunque ella sea la siguiente, ya se ha librado de él. Así que unos minutos más poco importan.

- Claro, vamos arriba. - dice casi demasiado calmada. No se molesta en esconder su sonrisa, tampoco están en una situación en la que nadie le vaya a preguntar qué le pasa, ni le vaya a decir que está como una puta cabra. Así que sonríe.

Procura mantener las distancias con los zombies. Y con Scoot, para qué negarlo. No sabe cuánto tardará en cambiar, tal vez en cada persona sea diferente el periodo de incubación, no? Intenta subir por las escaleras, pero no hay mucho margen de maniobra y preferiría no empezar a disparar sin ton ni son. Sabe que lo correcto es intentar ayudar a los de arriba, pero llegado el momento de decidir salvarse ella o dejarse comer... probablemente la cacen mientras decide qué opción tomar.

- ¡LOS DE ARRIBA! ¡BAJAD! ¡RÁPIDO! ¡ESTÁN SUBIENDO LOS ZOMBIES! - grita a pleno pulmón, esperando que la escuchen y empiecen a moverse sin esperar a que ella llegue a la otra punta de la casa.

Un grito viene desde arriba. Está claro que han intentado salir de la habitación y que algo les ha sorprendido.

-¡Maldita sea!-se oye claramente la voz de Nidia-. ¿Cómo han conseguido salir?-pregunta, lo que os hace pensar que tal vez los zombies que estaban en las habitaciones han conseguido salir de ellas.

-Debimos matarlos cuando tuvimos la oportunidad-se oye a Rivers-. ¡¡¡Atrás!!!¡¡¡Atrás!!!-escucháis claramente los de abajo.

Roy y Es salen por la puerta acompañados de Tony y Maria después de escuchar los gritos provenientes de arriba.

Al salir no estais casi preparados pra lo que os encontráis. De la nada y, Es conmocionado pues miró mil veces esperando encontrar el momento adecuado, aparece un zombie que se avalanza sobre Roy tratando de morderlo con sus sucios dientes mientras emite gemidos y sonidos raros.

Tony trata de apartarlo de él sin mucho éxito.

Desde el coche, después de moverlo hacia delante y hacia atrás, Ruth puede ver como de la casa salen Es, Roy, Tony y Maria. No hay rastro de Nidia, Rivers, Caroline, Scott o el hermano de Es.

Ve como uno de esos zombies se avalanza sobre Roy tratando de morderlo como lo hizo el que se enganchó al brazo de Scott.

Siente su corazón latir en sus oídos y casi lo confunde con los golpes que uno de esos seres da en los cristales del coche. El coche no está lejos de la entrada, pero puede ver claramente que de la parte de atrás de la casa vienen más zombies, deduciendo que han debido dejar de hacer ruido para llamar su atención y que entre el coche y la entrada, aunque corto, el camino será complicado.

Roy intentó apartar de un duro empujón a aquel loco que se abalanzaba sobre él. Con todas sus fuerzas comprimió los músculos de su cuerpo para liberarse del malnacido.

No había tiempo para rematar la faena, lo importante era llegar a la furgoneta. Empujar y correr, lo que tanto le gustaba, y tantas veces había hecho en su vida profesional.

- Vamos, vamos!!

Roy con maestría logra apartarse a esa especie de zombie con tan buena suerte que lo clava en una astilla cercana y, aunque no se puede mover, el zombie patalae y gime deseando volver a por su presa mientras gruesos coágulos de sangre caen de las heridas de su cara. La astilla lo ha atravesado por completo, pero el sigue ahí como si nada tratando de liberarse.

Es, después de ver que Roy no necesita ayuda, echa un vistazo y puede ver que la calle está plagada de zombies, aunque hay huecos entre ellos, la cosa sería fácil si ninguno de los dos tuviera alguna pierna o algún tobillo en mal estado, eso hace que sientan un poco más de tensión.

A lo lejos ven como Ruth mueve el coche hacia delante y hacia atrás para liberarse de los zombies que la van rodeando poco a poco.

Desde el coche ves como Roy con maestría logra zafarse el zombie que le sorprendió.

Los golpes en los cristales son cada vez más insistentes, parece que lo de mover el coche hacia delante y hacia atrás no da el resultado que creías, pues cada vez hay más seres a tu alrededor.

Uno de los zombies golpea co fuerza el cristal creando una raja, el cristal pronto cederá si no haces algo pronto.

- Correr hacia el coche!! La voz de Roy retumbaba profunda y potente, y a pesar del tenso momento parecía estar bastante calmado.

Lo que si desconcertó a Roy fue ver al tipo clavado en la estaca. No podía creerse que aun se moviera, no debería poder moverse. ¿Que coño estaba pasando? Aquello no podía ser normal. Las drogas no podían provocaban aquello. La mente de Roy intentaba juntar las piezas, pero no tenía tiempo ni sabía como resolver el enigma. - Maldición!! Se centró en lo que tenía importancia en aquel momento, correr.

- Vamos, vamos!! El hombre intentaba abrir paso entre aquellas... aquellas cosas. - Seguidme, no os separéis!! No les deis tiempo a que os cojan!!

Roy parecía estar disfrutando de aquello, la adrenalina, el esfuerzo físico... Casi le recordaban a sus años de profesional, esquivando los placajes, intentando llegar hasta donde se encontraba su objetivo, el quarterback. La pierna le dolía, claro que si, pero intentaba que eso no lo detuviera.