Partida Rol por web

 Del piso de arriba se empiezan a escuchar lso gritos de las chicas, pero aun es pronto. Los zombies saben que estais ahi, ¿cuanto tardaran en querer entrar? Desde la cocina se escuchan los gemidos de la multitud que espera ahi fuera tratando de entrar por las ventanas rotas...

-Joder, tienen que hacer más ruido...- mascullo entre dientes, evidentemente nerviosa y tensa mientras levanto la vista al techo encima de nuestras cabezas, después me giro hacia la cocina sin poder evitar que la rspiración y las pulsaciones se me aceleren. Estamos casi acorralados, la estrategia no parece estar funcionando demasiado bien y no me gustaría tener que abrir la puerta y caer en los brazos de esos malditos zombis como si nada.

Resoplo sonoramente y me acerco a Es para ayudarle, apoyándole en mí. No me aptece que nos retrase con su cojera y tampoco quiero que se quede atrás pero espero que no suelte algunas de sus "gracias" porque en estos momentos yo podría soltarle un puñetazo como respuesta.

Al parecer, el plan estaba funcionando de pena, y aquellos locos que rondaban el exterior, aquellos enfermos, se arracimaban cada vez con más insistencia sobre la casa. Se oían ruidos que provenían de la cocina, como si intentaran entrar por ahí.

Con el entrecejo fruncido, la mirada de Roy se escapaba constantemente hacia la cocina. Apretaba el bate en su mano, haciendo que los nudillos de esta se tornaran blancos.

- Si no se dan prisa los de arriba, nos acorralarán como ratas... Quedaos aquí, voy a cerrar la puerta de la cocina... Por si acaso...

Cojeando, el tipo de anchos hombros se dirigió decidido. No le gustaba quedarse quieto a observar que ocurría.

Los gemidos de los enfermísimos me están poniendo de los nervios. Se les ve cada vez más excitados y nerviosos. Ay, ¿y si esta tontería fue al final una malísima idea? BUeno, ya es tarde para eso. Tampoco podíamos quedarnos durante horas y horas en la casa porque habrían acabado entrando igual.

Apoyándome en Simon (o Garfunkel) intento acercarme con cuidado y en silencio hacia uno de los huecos de la ventana** para ver si el exterior está o no despejado. No puedo evitar que mi mente vuele una y otra vez hacia mi hermano, pensando en si estará bien y en si no debería ser yo elq ue estuviera ahí arriba en lugar de él.

"O en lo otro, no nos olvidemos de lo otro..." dice una vocecita bien pragmática en mi cabeza.

Haciendo acopio de valor (y de estómago), me coloco de forma que pueda ver algo.

Cuando Roy llega al picaporte de la cocina puede escuchar perfectamente los gemidos de los infectados que hay fuera. Sus ojos se acostumbran pronto a la oscuridad de la cocina y puede ver cristales en el suelo de debajo de una ventana. Parece que conseguirán entrar, deberían salir rápido de allí si no se quieren ver rodeados.

Todos escuchan los gemidos fuera de la casa y escuchan que proveniente de arriba llegan las voces e sus compañeros que claman con más fuerza la atención de esos infectados. Ruth puede distinguir perfectamente la voz de Nidia y Es, que se mantiene junto a una ventana mirándo hacia fuera, la de su hermano.

Es mira hacia fuera a través de la ventana y puede ver que, aunque la mayoría están detrás, quedan gran parte de esos zombies en el frente de la casa. Al asomarse sus ojos se cruzan instantaneamente con la mirada vacía de uno de esos seres.

Roy regresó junto a sus compañeros de la planta baja, después de cerrar la puerta de la cocina detrás de él. Su rostro no reflejaba demasiado nerviosismo, pero el ceño fruncido era claro indicador que la cosa no iba muy bien.

- Esas cosas están a punto de entrar por la ventana de la cocina. Dijo secamente. - O nos damos prisa en hacer algo, o nos cogerán con los pantalones bajados ¿Se os ocurre algo? Por que el estúpido plan de huida no parece funcionar.

-Vale, genial. Puto plan- suelto sin poder evitar la frustración tras el regreso de Roy, al cuál miro unos segundos distraídamente, pensando en mis propias ideas, antes de girarme hacia la puerta y soltar con cuidado a Es.

-Soy la única que tiene las piernas enteras así que voy a correr hasta la furgoneta y la acercaré aquí todo lo que pueda. Tendréis que daros prisa en subir, después supongo que podría parar bajo la ventana donde están el resto...- suspiro hondamente y extiendo la mano para que me cedan las llaves del vehículo. La verdad es que me tiemblan las piernas pero procuro que no se note.

Intento tragar, pero me doy cuenta de que tengo la garganta seca. ¿Ha sido tan buen plan como parecía al principio? Hombre, se han concentrado en la parte de atrás de la casa, pero sigue habiendo varios por la parte de delante.

"Todo o nada, joder, aquí dentro nos machacan", pienso. Con la mano temblorosa, saco las llaves del bolsillo y se las tiendo a Simon (o Garfunkel) que espero que disfrute de las gotitas de sudor adheridas a las llaves que tengo a bien regalarle.

-Tienes unos ovarios de plomo -me limito a decirle.

-Yo te acompaño, también tengo las dos piernas enteras... así no irás sola-le dice Scoot dando un paso al frente-. No admitiré un no por respuesta-comenta bastante decidido.

Luego se asoma a la venta por la que miró Es.

-Hay bastantes fuera, tendremos que correr rápido-le dice a la pelirroja serio.

-Bien... gracias- asiento a Scoot con agradecimiento, que él también tenga el valor de acompañarme a pesar de haberme prestado voluntaria dice mucho a su favor y me consuela un poco, tampoco demasiado. Después aprieto la mano entorno a las llaves que acaba de darme Es, observándolas con pulso algo tembloroso que me obligo a controlar antes de levantar la mirada hacia él -No. Creo que simplemente estoy loca- le sonrío nerviosamente y finalmente sujeto el pomo de la puerta.

-Nada de disparos o vendrán más hacia aquí- aclaro por si acaso mirando a Scoot de reojo. Cuando él asiente con la cabeza abro de repente y me dispongo a correr y empujar o esquivar a todo lo que tengamos por delante con un objetivo muy claro y no demasiado alejado... aunque ahora la furgoneta parece estar a millas de distancia.

Ruth sale de la casa seguida por Scoot mientras Maria se mantiene encogida en un rincón ahogando algunas lágrimas que tratan de escapar de sus ojos. Tony parece algo confuso aún. Roy escucha claramente los pasos en la cocina de aquellos que han conseguido atravesar la ventana rota y Es mirando aún por la ventana puede ver como Ruth despacio, pero con cuidado avanza entre los zombies que tratan de agarrarla a su paso. Parece que la chica trata de correr, pero no consigue tomar la velocidad suficiente pues algunos zombies consiguen agarrarla de la ropa, aunque se zafa con facilidad.

Los golpes arriba cada vez se oyen más y escuchais perfectamente como sus voces claman a los zombies.

El ambiente está tenso y todos sentís el corazón cerca de la boca.

Decidida Ruth sale de la casa seguida por Scoot. La situación fuera no parece prometedora, pero decidida Ruth comienza a correr entre los zombies que tratan de agarrarla cada vez que pasa cerca de ellos. Scoot la sigue de cerca.

-Vamos, chica, ¿no puedes ir más rápido?-le apremia Scoot.

Ruth trata de apretar el paso, pero se siente terriblemente cansada. Un zombie consigue agarrarla del brazo, epro ella se zafa con facilidad y continúa su paso firme. Aún no vislumbran el coche cuando delante de ellos ven un grupo bastante numeroso de zombies esprándolos.

-Mierda-escucha Ruth susurrar a Scoot.

Me esfuerzo por contener un gemido de terror cuando distingo lo que tenemos delante. El sudor me recorre la frente y el cogote bajando por mi espalda. Realmente... ¿se supone que saldremos de esta...? Tengo mis dudas pero aún así no me detengo, sencillamente porque no puedo. Pararse acabaría suponiendo que todos los zombies que nos rodean se dejarían caer encima nuestro así que no tenemos opciones.

Levanto el cuchillo y cuando llego hasta allí empiezo a repartir golpes, empujones y cortes para abrirme camino hasta la furgoneta. En ese momento llego a la conclusión de que probablemente me resultará imposible conseguirlo sin recibir uno o varios mordiscos pero ya es tarde para eso. Tendré que asumir las consecuencias.

Scoot ahoga un gemido cuando ve lo que se les viene encima pues Ruth no ha parado el paso, de echo parece que ha decidio ir más rápido que antes, pero parece que el miedo ha sacado reflejos inumanos en ella que comienza a esquivar zombies con maestría pasando entre ellos casi sin notar los dedos que de vez en cuando se cierran sobre sus barazos o sobre sus piernas.

Scoot parece seguirla de cerca con la misma habilidad que ella para esquivar a esos seres sin parar de gemir o sobresaltarse al notar también los dedos apretando sus brazos o sus piernas, pero logrando soltarlos con maestría.

Bajo sus pies, de vez en cuando, pueden notar trozos de carne o algunas manos caídas de alguno de esos seres putrefactos. Pero el camino aprece no terminarse nunca y comienzan a sentirse agotados, el coche aún no está a la vista y delante de ellos parece haber un sin fín de zombies.

Empiezo a maldecir y se me saltan las lágrimas de puro terror e impotencia pero ahora ya no podemos dar marcha atrás, al menos yo ya no acepto esa opción. Miro de reojo a Scoot sintiendo como me sigue de cerca y me pregunto si realmente estará tan loco como yo... porque no pienso detenerme, voy a intentarlo hasta el final, por Nidia.

"El coche no puede estar tan lejos, estaba apenas a diez metros de distancia" me digo a mí misma mientras intento encontrar el valor que apenas me queda para un último asalto.

Pum, pum, pum. Joder, se están esmerando con el ruido, ¡desde luego no se andan con chiquitas! Pum, pum, pum. Mientras miro por la ventana cómo Simon (o Garfunkel) avanza entre los muertos noto cómo tengo el corazón en un puño. ¡Pum, pum, pum! En ese preciso instante me doy cuenta de que lo que me tortura los oídos no es el ruido de arriba sino mi propio corazón desbocado.

"Por favor, por favor, por favor, que acabe esto ya".

 Depronto escuchais un golpe secó en la cocina. Y seguidamente un ruido extraño, como alguien moviendose alli dentro. La adrenalina se dispara. Ya están dentro.

Mierda, era con voluntad, ¿no? xDDD ¡Qué caquita me estoy haciendo, madre!