Partida Rol por web

¿Y como feth quieres que la abra? ¿Voy y llamo a ver si quien quiera que se haya arrastrado huyendo de esas cosas me abre sin antes pegarme un tiro? ¡La llave no sirve sin las malditas huellas de feth! ¡Así que o conseguimos unos explosivos y mandamos la puerta hasta Terra o lo tenemos claro! Tras decir esto saco la parte superior del cuerpo de detrás de la mesa y disparo una ráfaga corta con mi rifle laser para acto seguido volver a parapetarme tras la mesa.

El disparo laser de Lugh revienta a uno de los mutantes cuando impacta en él, y lo lanza unos metros más atrás dejándolo tendido en el suelo. Uno de los soldados enemigos al ver el certero disparo laser, se volvió rápidamente y lanzó una ráfaga laser buscando el origen de los disparos, pero Lugh solo asomaba la parte superior del cuerpo y los disparos se perdieron en la sala, destrozando la pared y la esquina del fondo. El otro soldado enemigo vio pasar la flecha explosiva cerca de su cabeza y explotar contra la pared, cubriéndolo de cascotes, y acto seguido añadió su potencia de fuego contra este. Los rayos laser impactaron en los gruesos escritorios tras los que los dos hombres se refugiaban haciendo saltar astillas.

Por su parte, los dos mutantes que se dirigían contra el Sargento cayeron sobre él, y lo derribaron, su pistola resbaló de sus manos y arma y cargador se separaron del trio que rodó por el suelo. En un segundo los dos engendros se echaron sobre él y comenzaron a morderle y a golpearle.

Otros de los mutantes comenzaron a arrastrar los cuerpos de dos de vuestros compañeros, sin vida o inconscientes, eso no podíais saberlo, pero si veis desde vuestra posición que muy maltrechos, amoratados y magullados. Los otros tres mutantes que estaban sobre vuestros compañeros avanzaron hacia sus nuevas víctimas a buen paso, decididos a echárseles encima. Uno de ellos casi estaba encima suya, mientras que los otros dos se aproximaban rápidamente.

Lo peor de la situación fue cuando la puerta que teníais a vuestra derecha se abrió repentinamente y otros 4 seres comenzaron a avanzar lentamente hacia el Sargento, vuestros compañeros, y hacia vosotros mismos. La cosa no pintaba bien, nada bien, los agentes del archí enemigo habían logrado tomar por sorpresa por ambos flancos a la unidad imperial, y la estaban reduciendo a ojos vista. Los soldados novatos vieron como su sargento caía al suelo trabado cuerpo a cuerpo y eso no ayudó a la moral ciertamente, jóvenes reclutas, atemorizados ante las mutaciones y la brutalidad del caos...

Delante vuestra se encontraba el sargento, que pataleaba sin cesar mientras intentaba desenfundar su cuchillo de plata pura, que al medir sus buenos 30 centímetros, desenvainarlo no era tarea fácil. Entre los cuerpos de sus enemigos os vio protegidos y no pudo menos que grita:

!! Muchachos !!  !! Escapar !!  !! CUMPLIR CON LA MISION !!  !! IMPEDID QUE ESTAS COSAS SALGAN DE AQUÍ !!  !! POR TANITH, POR EL EMPERADOR !!... Sus ojos mostraban la gravedad del asunto, sabía que no iba a poder con todos ellos, en un espacio tan reducido...

Sacando la plata me agacho para cortar la mano del cadaver que tengo al lado, para luego pasarsela a Lugh - Ahi la tienes, yo te cubro- Digo mientras preparo otra flecha- ¡Adelante compañeros, corred hasta la puerta, nos reagruparemos alli!

Los dos compañeros vuestros que se encuentran más cerca del centro de la rectangular sala, al escucharos comienzan a avanzar hacia vosotros mientras abren fuego contra los soldados del caos que acribillan vuestra cobertura, toda su atención está centrada en ese punto que parece ser su salvación, ha sido una dura decisión la de abrir fuego contra esa amenaza, pero se han guiado por el reglamento. Tiene a su sargento luchando cuerpo a cuerpo, a otros dos compañeros a punto de trabarse, otros dos que están siendo arrastrados por los seres, y dos soldados de combate que ya han matado a dos de sus compañeros... Al final los rayos laser vuelan hacia el mismo soldado del caos, el primer disparo pasa muy lejos del guerrero pero el segundo disparo justo impacta en la armadura pectoral del enemigo provocando una lluvia de chispas pero sin causar ningún daño al guerrero.

Más al fondo, otros dos soldados de la escuadra abren fuego en semiautomático contra las criaturas que se les acercan peligrosamente. El primero de los guardias descarga la ráfaga contra una de las criaturas que se le acerca, partiéndola literalmente por la mitad siguiendo el eje vertical del cuerpo. El segundo guardia imperial, debido a las prisas de la ráfaga que suelta logra impactar uno de los disparos, pero es suficiente para reventar como una fruta madura la cabeza de uno de esos seres.

Por su parte, el sargento logra desenfundar su larga plata pura e intenta acertar a alguna parte vital de aquellos seres, pero tantas extremidades (dado que a eso no se le pueden ya llamar brazos) impiden que vuestro sargento logre quitarse a esos seres de encima. Sigue lloviéndole golpes y golpes y su resistencia comienza a flaquear, la fuerza de esos seres es demasiada contra la de un solo hombre... El sargento ni puede ni quiere plantearse lo que esos hombres habrán sufrido para acabar sufriendo tales mutaciones, pero tampoco quiere verse en la situación, así que haciendo acopio de sus fuerzas resiste frente a los engendros.

Vale de acuerdo, voy a abrir la maldita puerta de feth, ¡pero como se te ocurra morirte aquí te mato, ¿entendido?! le contesto a Brom mientras cojo la mano y me lanzo a la carrera de nuevo al interior del pasillo que teníamos detrás, lo mas agachado posible para evitar llamar la atención de aquellas cosas.

Nuevamente frente a la enorme puerta blindada, saque la multillave y la metí en la ranura lateral. Cuando apareció de nuevo el mensaje pidiendo la huella dactilar puse la mano cortada sobre el sensor al mismo tiempo que elevaba unas cuantas plegarias al emperado vamos maldito cacharro de feth, ábrete o estamos jodidos de verdad…

Lugh corrió hacia la puerta y realizó la anterior operación. Con gran satisfacción por su parte, el sucio asunto de la mano funcionó del modo esperado, y los cierres de las puertas se corrieron con un fuerte chasquido. Las puertas estaban listas para su apertura, solo hacía falta la mano humana que las empujara.

Por su parte los soldados del caos vieron correr a Lugh como si de un laser se tratara y uno de ellos abría fuego contra el soldado. Los rayos laser pasaron veloces a su alrededor hasta el momento en el que se adentró en el túnel de la puerta cerrada. El otro soldado viendo que su objetivo se perdía por el pasillo, se llevó el rifle al hombre y de rodillas lanzo una fuerte ráfaga contra Brom, que aun seguía atrincherado en la barricada. Los tres disparos laser se estrellaron contra la superficie ya maltrecha astillándola de nuevo y arrojando esquirlas contra el imperial que aguantaba la posición.

Los engendros que arrastraban a vuestros dos compañeros se perdieron con ellos por el túnel de la parte inferior de la sala, mientras los que estaban luchando con el sargento comenzaban a llevárselo a rastras, mientras este forcejeaba de manera frenética con un solo brazo, es posible que tuviera el otro roto, fruto del intento de detener los golpes de los seres.

Los nuevos engendros que habían aparecido por la parte superior de la estancia se lanzaron como chacales contra los compañeros que intentaban llegar hasta vosotros. Los mutantes lanzados a la carrera intentaron placar a vuestros compañeros, y ágilmente uno de ellos logró esquivarlos y saltar el parapeto de cabeza, pero su compañero cometió un error fatal, dudó y ello supuso que tres de esas cosas lo derribaran al mismo tiempo y se echaran brutalmente sobre el lanzándole una lluvia de golpes y de mordiscos. El cuarto mutante avanzó contra los dos compañeros vuestros que acorralados, parecían sentenciados, puesto que sobre ellos se echaban unos cuantos de esos seres.

¡Vamos vamos!-Grito mientras disparo mi arma sobre los soldados del caos- !Corre hacia la puerta mientras te cubro, desgraciado¡
Disparo una rafaga hacia los soldados que estan haciendo estragos entre mi peloton, para acto seguido ir detras de mi compañero y entrar por la puerta, avanzando casi a rastras lo mas rapido posible para mostrar lo menos mi cuerpo.

Mientras Lugh se encuentra trabajando en la puerta, Brom sale corriendo tras el, despues de disparar una rafaga bien dirijida contra uno de los guereros del caos que debido a la fuerza de los dos impactos, se tambalea y cae hacia delante teniendo que apoyar una mano en tierra para no caer. Mientras el compañero que habia logrado superar la barrera pone rodilla en tierra y abre fuego contra el otro soldado del caos

Mientras Lugh se encuentra trabajando en la puerta, Brom sale corriendo tras él, después de disparar una ráfaga bien dirigida contra uno de los guerreros del caos que debido a la fuerza de los dos impactos, se tambalea y cae hacia delante teniendo que apoyar una mano en tierra para no caer. Mientras el compañero que había logrado superar la barrera pone rodilla en tierra y abre fuego contra el otro soldado del caos que acaba de perder el equilibrio. De los 3 rayos que parten de su arma, dos de ellos impactan contra el guerrero lanzándolo esta vez hacia atrás debido a la fuerza de la energía. Mientras sale despedido se lleva una mano a la garganta donde uno de los rayos ha debido traspasar la armadura y dañarle.

Los demás soldados se baten como bestias contra esas verdaderas bestias mutadas. Pero la situación es de 3 contra 1, y todos los compañeros son novatos, y no Mkvenner. Las cosas no pintan mal. El sargento intenta de nuevo apuñalar a uno de los engendros que lo arrastran hacia el pasillo por donde ya se ha llevado a dos des su jóvenes hombres, pero no lo logra. Pese a ello sigue aguantando consciente mientras lo arrastran.

¡Venga vamos en venir ya en el nombre de feth! les grito al resto del grupo para que se den prisa en venir mientras atravieso la puerta y me giro rodilla en tierra y rifle laser en mano para cubrirles.

Lugh y Brom parte a toda velocidad como bien les había indicado el sargento hacia la puerta que supuestamente da a la sala que desde un principio estaban buscando. Lugh es el primero en llegar a la puerta, que previamente había abierto, y empujando las dos grandes piezas que la componen la atraviesa y se da la vuelta para cubrir a sus compañeros que vienen tras él. Brom corre como alma que lleva el diablo en pos de su compañero y el guardia imperial de la escuadra que se había quedado al en el parapeto para cubriros comienza a avanzar por el pasillo. Son momentos cruciales y tensos en los que todo sucede como ralentizado.

Brom atraviesa la puerta jadeante, y vuestro compañero corre hacia vosotros cuando en la boca del pasillo aparece el segundo guerrero del caos, que poniendo rodilla en tierra lanza una ráfaga contra vuestro compañero lanzado en una frenética carrera. Los tres rayos laser impactan en el pobre recluta y penetran por su espalda. Desde vuestra posición, frente a él, veis como en mitad de una zancada vuestro joven compañero es lanzado hacia delante, y como tres proyectiles laser de rojo intentos desgarran su pecho en su recorrido de salida provocando terribles destrozos.

Vuestro compañero es proyectado un metro hacia delante solo por el puro impacto de los laser, y una vez que toca el suelo, debido a la carrera que había iniciado, resbala con un chirriante sonido por el suelo embaldosado dejando una larga mancha de sangre en el suelo hasta atravesar la doble puerta y llegar junto a vosotros, inerte.

El guerrero del caos comienza a correr todo lo que su pesado equipo le permite para alcanzaros, a la vez que descarga un par de rayos que pasan muy cerca de vuestras cabezas. Tras unos disparos, continúa apretando el gatillo pero solo un CLICK CLICK CLICK responde a su acción. Dándose cuenta de que su cargador está vacío, cala en plena carrera su bayoneta a la montura del arma y sigue avanzando dando fuertes gritos de guerra.

¡¡CIERRA LA PUERTA!! no podemos hacer nada por el-Digo mientras disparo una rafaga al soldado del caos con ganas de nuestra sangre- Por Feth que no llegaras, cabron- Mientras digo esto, elevo una plegaria al emperador por nuestros compañeros caidos, jurando que sus muertes no habran sido en vano.

Mi rafaga queda alta, con la respiracion agitada no puedo apuntar bien, por lo que me preparo con mi plata para proteger a mi compañero si el soldado llega antes de que cierre las puertas.

¡Ya voy, ya voy, pero déjame encontrar el maldito interruptor de feth! ¡Además con tanta orden de abre esto y cierra aquello ya no sé si somos compañeros de escuadra o marido y mujer! le respondo a Brom mientras busco frenéticamente el mecanismo de cierre de la puerta.

¡ESO mejor lo vemos cuando termine esto!¿De acuerdo?

Mientras corre hacia vosotros el soldado del caos dispara un certero disparo contra los dos guardias que tiene frente a el. El laser impactá en el soldado Brom con una lluvia de chispas que se desprenden de su armadura pectoral. Mientras tanto Lugh busca freneticamente un boton mecanismo de cerrado automatico de las puertas sin resultado. El guerrero del archi-enemigo está cada vez más cerca de las pesadas puertas dobles de acero reforzado, en breve habrá llegado junto a sus compañeros.

¡Feth! ¿Estás bien Brom? Le pregunto a mi compañero al ver como el disparo laser impacta en su cuerpo. Por fortuna el disparo del soldado del caos no había sido muy certero y no parecía ser más que un pequeño rasguño. Pero aquel jodido cabrón de feth seguía acercándose con muy mala idea, así que no había tiempo que perder lamiendo las heridas. Vamos colega, eso no es nada para un Fantasma, peores heridas hemos sufrido en la instrucción. Échame un cable aquí para cerrar la puerta antes de que ese maldito hijo de feth nos alcance. Dicho y hecho, me pongo a cerrar la puerta rápidamente, no fuera que el soldado disparase de nuevo y esta vez tuviera mejor puntería.

Viendo las chispas que saltan de mi proteccion, me resguardo contra la puerta contraria a Lugh, y, haciendo lo que el dice, le ayudo a cerrarlas.
Joder, Bonitos fuegos artificiales, aunque preferiria haberlos visto mas lejos- Digo mientras me esfuerzo a ayudarle con esto de la puerta, a la vez que, recpordando algo, me da por mirar a mi alrededor en la sala, no vaya a ser que estemos rodeados de mas cosas de esas- Por cierto, llevaras la mano para abrir mas puertas, ¿no?

Entre los dos lográis cerrar las dobles y pesadas puertas de acero blindado sin muchos problemas, al parecer en el momento exacto, porque al otro lado se oye como un figura se estrella ruidosamente contra la superficie metálica y emite un profundo grito de frustración. Os miráis uno al otro y en ese momento oís como repetidas ráfagas se estrellen contra el otro lado, segundos después otras tantas ráfagas se unen a la anterior y golpean infructuosamente la superficie. Apoyados en él la puerta, vuestros ojos se posan en vuestro compañero de escuadra, al que se le ha escapado toda vida por los terribles desgarrones que sufre en el pecho y espalda. Yace en el suelo, en un charco de sangre que se ha ampliado bastante y ha dejado de crecer augurando que ya no hay latidos en el cuerpo y se ha vaciado del todo. Ahí está vuestro compañero, otro joven recluta del regimiento que no ha pasado una dura prueba, algo que les sobrepasaba y mucho, ahí está, estirado en el suelo y aferrado a su rifle laser, sin haber llegado a vaciar un cargador entero en toda su carrera militar...

El no es el único cadáver de la sala. Un guardia de prisión se encuentra apoyado contra la gran mesa de operaciones que hay en el centro de la sala. La mesa es enorme y está preparada para tratar muchos hologramas y planos virtuales al mismo tiempo. Todo el borde de la misma lo salpican monitores, techados y ranuras para introducir placas de datos. El guardia de prisión que está apoyado en ella tiene el rostro al descubierto, crispado por un gesto de dolor. Con ambas manos aprieta aun un trapo empapado en sangre contra su abdomen perforado por varios disparos. Hasta el llegan los rastros de sangre que se colaban bajo la puerta.

Mas al fondo de la sala, percibís dado que la iluminación vuelve a funcionar correctamente, a otro guardia de prisión que aun con la pistola en la mano, se encuentra sentado y apoyado contra un gran armario de metal cerrado. En su mano aun tiene una pistola automática, que ha empleado para volarse la cabeza. Tiene le típico casco anti-disturbios puesto, con la visera bajada y salpicada por una gran cantidad de materia cerebral.

Poco a poco miráis al resto de la sala, la cual es rectangular, con una gran mesa en el centro y mesas con pantallas, monitores, teclados y puestos de trabajo distribuidos a lo largo de las paredes. Una puerta cerrada, similar a la que habéis cruzado se encuentra en el fondo de la misma. Hasta ella, el suelo está plagado de papeles, placas rotas y operativas, archivadores... todo esparcido por el suelo sin ningún cuidado. Las pantallas y algunos hologramas con runas acuciantes parpadeando en rojo y amarillo se encuentran en funcionamiento. Parece que el sistema se ha reiniciado y requiere algunos ajustes... ¿Donde estarán los loados tecno-sacerdotes cuando se les necesita?

Desde el otro lado de la puerta os llegan golpes frenéticos de culatas y otras cosas contra la superficie de la puerta.

Con la respiracion agitada,separo mi espalda de la puerta. Miro a Lugh, y al chaval que venia con nosotros, agradeciiendo al emperador haber salido de esa carniceria... aunque todavia queda, y tenemos que cumplir la mision. Me llena de tristeza, pero me agacho y le recojo la municion que tubiese el chico, ademas de su placa identificativa y su plata, para que sea recordado en algun administratum. Mierda, esto no es facil

Tras Darle una pequeña oracion queda al emperador por el alma de su siervo, me leanto y miro en la mesa de operaciones en busca de algun holomapa o algo que me diga la distribucion de la prision, mientras le digo a Lugh:

- Registra al guarda este, anda. Ahora vamos a buscar en esos monitores a ver si tenemos control sobre la zona, si no te importa,Lugh. Ademas, no vendria mal saber cuanta gente aproximada hay en la prision, y si la escuadra que nos acompañaba esta todavia viva. Debemos avisarles si es asi.

Sigo toqueteando la mesa de operaciones, cuando me fijo en el gran armario de metal cerrado. Me dirijo hacia el, y, apartando al guardia, al cual registro antes, trato de abrirlo.

Pasas a lo largo de los complicados monitores buscando algo que se parezca a un mapa, pero los hologramas que están desplegados muestran zonas concretas donde se da algún incidente como fuegos, cámaras inutilizadas, puertas que no deberían estar abiertas que lo están, mapas del tiempo futuro, circuitos de placas integradas que no sabes de que pueden ser... Todo en tres dimensiones y suspendido en el aire. No encuentras ningun tipo de mapa o similar. Pasas de largo toquiteando por curiosidad algunos de los terminales, las runas ni se inmutan, siguen parpadeando urgentemente.

Cuando llegas hasta donde se encuentra el guardia que ha tomado "el camino fácil", te arrodillas junto a él y comienzas a mirar en sus bolsillos. Algunos tronos llegan hasta tus manos, y junto a él encuentras una pistola automática con el cargador a 2/3 de proyectiles (12/18). Enroscado en su cintura y colgado de su equipo, también encuentras un pequeño equipo médico de combate, con lo justo y necesario para situaciones críticas, pero lo más curioso que encuentras es una hoja de papel, metida en un pequeño "porta mensajes estándar" (un tubo cilíndrico que cabe en el puño utilizado para mandar mensajes con un corredor cuando las comunicaciones se cortan) que dice:

Tras leer la nota, te acercas al armario, es un jodido armario blindado y empotrado en la pared, y debe pesar una tonelada por lo menos. Vas pasando las manos con cuidado por su superficie y apoyas la oreja para intentar oír si algún ruido viene de su interior. Nada... nada raro PARECE haber, al menos tus instintos no te han dicho nada peculiar... Sigues repasando los cantos con las manos hasta que tu mano derecha toca con un saliente. Al mirar ahí ves una caja que al abrirla descubres que contiene un teclado digital, para marcar una combinación. Tus instintos no te engañan y tu cabeza funciona rápido, ves que dos cifras han sido previamente marcadas, están manchadas de sangre seca, posiblemente de la mano del guardia que yace muerto. El 4 y el 7 tienen la impresión de sus huellas... Puedes ver que la placa marca: { _,_,_,_,_ } 5 espacios para numeros.