Partida Rol por web

Fhengel habia dormido en paz despues de varias jornadas, al despertarse medito silencioso un rato mientras fueron despertandose uno a uno sus compañeros

Galanthir el muchacho necesita unas lecciones con arco, podrias ayudarlo?

El enorme elfo se pone en pie y descuelga su arco de la espalda, mirando a Bledwyn

-Sigueme, te enseñaré a usar un arco en la medida de lo humanamente posible-

Dijo mientras se quitaba la capucha y caminaba hacia unos arboles cercanos.

Mientras el resto desayunaba Bledwyn y Galanthir fueron a practicar un poco con el arco, el elfo se asombró de lo bien que el joven muchacho se desenvolvía con aquel arma pese a no haber recibido una instrucción adecuada, aún así tuvo que darle algunos consejos para mejorar su precisión. Le explicó algo de la técnica correcta para lanzar, ya que Bledwyn había aprendido por experiencia propia y su técnica era algo rudimentaria, pero en cuanto supo como colocar las manos correctamente y los pasos a seguir su lanzamiento mejoró notablemente.

Leowyn que parecía más despierta y animada que el día anterior fue la primera en recoger el equipo y prepararse para la marcha.

Cuándo esteis listos continuaremos. No hay tiempo que perder. Dijo con voz seria. Parecía volver a ser la mujer independiente y luchadora que los que la habían conocido antes del día anterior vieron.

Viendo como se marchaban a entrenar, a Miriamele le asaltó una duda... Se acercó a Leowyn para preguntarle.

- Ellos se han ido a entrenar, entonces les dejamos que entrenen un rato y mientras recogemos cosas (podríamos cazar algo o recoger frutas si vemos por aquí cerca) o los llamamos para cotinuar el camino?

Por mi podemos continuar ya. Evitaremos riesgos.

Neram había disfrutado de la compañía del joven Dunedain, cierto era que no habían tenido una conversación muy prolija ya que ambos tendían al mutismo pero el compartir aquellos momentos de guardia había afianzado sus lazos, se sentía más cerecano a él y cada momento que pasaba descubría en él algunos retazos de la personalidad de los primeros hombres nacidos, sin duda en su sangre habitaba el espíritu increbantable de los hijos de numenor.

Poco a poco fue despertando al resto de miembros del grupo, cuando llegó a Bledwyn vió cómo éste se retorcía por las molestias de lo que debía ser su primera noche durmiendo al raso. Con tono amable le dijo No te preocupes muchacho, los primeros días son duros pero pronto te acostumbrarás y la hierba te parecerá más cómoda que muchos camastrso. Tendré que buscar algo para ese resfriado, cuando tenga tiempo te buscaré unas plantas medicinales para hacer una infusión.

Cuando vió como el joven marchaba a tomar unas lecciones con el arco salió unos minutos a buscar algunas plantas que pudieran frenar la incipiente infección de Bledwyn.

El elfo mira al humano, más sorprendido de lo que daría a demostrar jamás

-Eres bastante bueno, quizás, si nuestro viaje lo permite, te dé algunas lecciones más, relacionadas con la lucha en general-.

- Espero que no muy pronto. – contestó el muchacho mientras se miraba con preocupación las ampollas que tenía en las manos. Aunque muchas veces había salido de caza con su padre, buscando liebre y perdices, nunca había arrojado tantas flechas en tan poco tiempo. Hasta los músculos del antebrazo estaban agarrotados.

- Por cierto… - comenzó algo dubitativo mientras compartían el camino de vuelta. – Gracias por todo. No solo por lo del arco y eso… me refiero a la posada. Sin vuestra ayuda probablemente hubiera seguido allí toda mi vida… jamás hubiera salido a ver lo que hay en el mundo. A veces la voluntad necesita un pequeño empujón para echar a andar. Espero poder ayudarlos cuando llegue el momento.

El elfo mira al humano de reojo y sonríe levemente

-No te engañes, Bledwyn, los humanos no me caéis muy bien- le mira de nuevo y añade -Pero tú me recuerdas a mi, al menos en parte, yo también estaba atado a mi hogar, recuerdo que la primera vez que salí al mundo tardé cerca de 20 años en regresar, me enamoré del mundo-

- Estoy seguro que tendrás tus buenas razones. – contestó inmerso en repentino aire meditabundo. – Los humanos que he conocido tienden a ofenderse rápido, y su odio es amargo y prolongado. A veces tan prolongado como nuestras propias vidas. Imagino que debe ser difícil de entender para alguien del Hermoso Pueblo.

- Incluso para aquellos que han recorrido el mundo y han visto muchas cosas.

EL experimentado montaraz dió gala de su buen oficio y profesión, así mismo demostró ser un gran conocedor de los caminos, los suelos y las plantas. No tardó mucho en localizar un musgo que conocían como attanar, el cual aplicado en las zonas linfaticas del cuerpo era capaz de curar la fiebre. No sin mucho alejarse del camino, consiguió también encontrar otra planta llamada Mirenna, la cual una vez ingerida, y en un plazo de tiempo muy corto, ayudaba a curar las heridas y mejorar su recuperación.

El grupo comenzó a moverse, Galanthir y el joven muchacho regresaban hablando entre ellos y siguieron su conversación de camino. Mientras tanto el montaraz se alejó del camino varios metros y regreso a los pocos minutos, juntandose al grupo de nuevo. Al parecer había encontrado algo.

Neram volvió al lugar donde habían acampado con claro gesto de satisfacción, sabía que buscar plantas era tarea harto complicada en muchas ocasiones había explorado millas enteras sin encontrar ninguna útil pero esta vez la suerte había estado de su lado.

Sin perder un instante se dirigió diréctamente a las candentes ascuas de la fogata del campamento, rebuscó entre sus pertenencias, sacó un cazo de metal y vació en él un poco de agua de su odre, recogió unas ramitas para avivar el fuego y esperó a que el agua comenzara a ebullir; sacó un trapito con un buen pedazo de musgo y rasgó una porción que introdujo en el cazo.

Justo cuando Bledwyn volvía de sus lecciones de arquería la infusión estaba preparada y Neram se dirigió en tono jocoso al muchacho.

Joven... tómate esto.. esos síntomas hay que aplacarlos antes de que se conviertan en un verdadero problema.

Cogió un trapo y se lo ofreció para que fuera él mismo quien se sirviera la infusión sin quemarse.

El muchacho tomó con cuidado el humeante jarro y se lo acercó a los labios. Dio un repentino respingo cuando el inmundo olor que despedía ingresó por sus fosas nasales y miró largamente al montaraz con gesto preocupado.

- ¿Estas seguro? Esto huele horrible, y debe saber aún peor. No creo que… - la firme mirada de Neram ahogó sus palabras y Bledwyn se echó el contenido de un solo trago. Se había demorado bastante juntando las fuerzas suficientes, pero el asqueroso brevaje aún esta caliente.

Aún con aquel gesto de infinito desagrado en el rostro, el joven se miró las ampolladas manos y habló en tono desesperanzado.

- Imagino que esta es la parte bonita del viaje, ¿verdad?

Galanthir mira a Bledwyn, negando con la cabeza

-El principio siempre es dificil, si llegas al final de la aventura, verás que todo ha tenido un sentido, y comprenderas la belleza de cada acción-.

- Si, además, cada vez que ves un lugar nuevo, descubres algo que nunca habías visto. Mientras pienses en una meta y seas optimista, todo irá bien.

Después de intentar animarlo un poco, Miriamele terminó de desayunar, recogió sus cosas y se preparó para el camino.

- ¡Lista!

Habia una sonrisa en el rostro del rohirrim las cosas iban bien despues de mucho tiempo Nerran ve con el muchahco al frente, como estas son sus tierras no deberian tener muchos problemas para guiarnos, yo ire con Edrran en la retaguardia aprovechare para conocer un poco mas a nuestro compañero

Neram hizo un gesto de asentimiento ante las palabras de Fhengel, se giró hacia el muchacho y extendiendo el brazo alcanzó el cazo y el pañuelo, limpió el utensilio y lo guardó en su petate, acto seguido se lo echó al hombro y se dirigió a Bledwyn No te preocupes sabe mal pero es muy bueno para aplacar los efectos de la gripe, verás como a medida que avanza el día tus fosas nasales comenzarán a descongestionarse. También soy del pensamiento que el aire puro es una de las mejores medicinas y yendo a la cabeza del grupo tendremos todo para nosotros. 

Ven conmigo y mantén tus ojos bien abiertos, esta zona no está amenazada por ningún peligro inminente, pero no hay camino exento de ladrones y bandidos. Dando unos pasos enormes se colocó en la cabeza del grupo y miró hacia atrás para ver si el joven le seguía.

Edrran acepto de buen grado las palabras del Rohirrim, el grupo que se había formado parecía encajar y el ambiente a esas horas tan tempranas no podía ser mejor. Detuvo sus pasos por un momento para que sus compañeros pasaran y Fhengel llegara a su altura, entonces se puso a andar a su paso.

-Bien Fhengel... ¿cómo te encuentras? es duro perder así a un compañero, te aseguro que se lo que es eso...- le confesó.