Partida Rol por web

Los que ya no se demoran

Capítulo 4: Invitados de las águilas

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26/04/2023, 11:19
Director

Invitados de las águilas

Desde las cimas más altas de las Montañas Nubladas, donde las águilas tenían sus nidos, se podían ver los primeros rayos del alba. Habían pasado toda la noche huyendo y combatiendo contra los orcos, y en el momento más oscuro había regresado la luz. Las majestuosas aves que los habían rescatado los depositaron con delicadeza en una estrecha repisa de piedra. Incluso el águila que llevaba a Welf, malherida y todo, logró llegar al nido, aunque su aterrizaje fue algo más estrepitoso que el de sus compañeras. Quienes conocían bien la zona, o habían visto los mapas antes de partir, sabían que aquello no era el nido principal de las águilas, pero estaban en sus proximidades. 

Irimë había recobrado la conciencia gracias al vigorizante vuelo, y había podido disfrutar de los últimos minutos antes del aterrizaje. En un principio se asustó al no comprender dónde estaba, pero la presencia de las águilas la tranquilizó y la alivió enormemente. Sus pueblos eran viejos amigos, sabía que con ellas estaban en buenas manos. 

Cuando llegaron a aquel lugar, las águilas les dejaron descansar durante un rato. Algunos cayeron desfallecidos por el cansancio y durmieron doloridos mientras que otros estaban demasiado excitados como para cerrar los ojos. Aún así todos pudieron descansar antes de que el Señor de las Águilas hiciera su aparición. 

Notas de juego

Considerando que habéis podido descansar al menos media hora, y ninguno está herido, podéis recuperar tantos puntos de Aguante como vuestra puntuación de Corazón. Os lo he añadido en las fichas. Con esto Baldbrand deja de estar cansado.

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26/04/2023, 11:48
Gwaihir

Con una envergadura de más de treinta metros desde una punta del ala a la otra, su llegada fue digna de verse. Aterrizó en el borde de la repisa luciendo una corona de oro forjada por los enanos que brillaba con la luz del amanecer. Se dirigió en primer lugar a la dama Irimë. 

Oímos vuestra canción en el viento, pero fue la luz la que nos guió hasta vos. La luz, y este pequeño compañero alado que buscaba ayuda con desesperación para salvaros —dijo moviendo su pico hacia Munin, quien graznó e hizo algo parecido a una reverencia hacia el Señor de las Águilas—. Largo tiempo ha habido amistad entre vuestra raza y la nuestra, y vinimos cuando fuimos necesarios. 

Después, el Señor de las Águilas se volvió hacia la escolta de la dama. Le llamaban Gwaihir, el señor de los vientos, y era descendiente directo de Thorondor, el águila enviada por el Manwë para ayudar a los noldor en su lucha contra Morgoth hacia miles de años y que junto a Eärendil había derrotado al temible dragón conocido como Ancalagon el Negro. 

Gaerthor, uno de mis caudillos, resultó gravemente herido al rescataros de los orcos. Decidme, ¿qué vidas compró con su valor?

Notas de juego

Empezamos un encuentro. Tolerancia: 3. Para presentaros podéis elegir portavoz o hacerlo de uno en uno, haced tiradas de Impresionar o Cortesía según valoréis. Como siempre podéis hacer tiradas de Saber para conseguir dados adicionales para el encuentro. 

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26/04/2023, 12:41
Vanwa

Vanwa observaba cada detalle de lo que ocurría. Grandes canciones se podrían cantar de como las Águilas habían rescatado la luz de Laurelin de las garras de la Oscuridad.

las águilas eran majestuosas y nobles, y se censuró largamente no haber tenido la paciencia de aprender las artes curativas de los ancianos de su pueblo, para así poder ayudar a la valiente águila que aún tenía la flecha negra clavada.

Además de interesarse por el estado de sus compañeros, agradeció muchas veces las atenciones y el rescate a las águilas, hasta que apareció su rey.

Recordó las viejas rimas que hablaban del pueblo de las águilas, con estirpes más antiguas e ilustres que las de cualquier linaje humano*, antes de dirigirse a Gwaihir.

- ¿Qué vidas compró? Difícil es de valorar, pues difícil es hablar de hazañas con el descendiente del que derrotó a Ancalagón el Negro, pero no por eso Gaerthor y el resto de compañeros han expuesto sus vidas en vano. Dama Irimë ha tenido una vida tan larga, desde que dejó la luz de Valinor, que me sería muy largo y tedioso explicaros las muchas hazañas y vivencias de tan noble dama, pero sí os puedo hablar del valiente y astuto Munin, que a pesar de su poco tamaño, de muchos aprietos nos ha sacado, enfrentándose a flechas de orcos y hombres para darnos valiosa información, así como ayudar a desmantelar el campamento de Valter el Sanguinario o, como no hace falta decirlo, ha sido capaz de dar aviso de nuestra desesperada situación ante vos.- Explicó, señalando a munin y dedicándole una reverencia.- Por no hablar de Ainar, hijo de Ai, que proviene de una estirpe de grandes cazadores de trolls, y aunque no lo he visto matar a uno de esos seres, sí que lo he visto enfrentarse a innumerables enemigos igual o más temibles que un troll y estoy seguro que su hacha debe ser conocida en todas las guaridas de trasgo del paso Alto y más al norte, sur, este y oeste de ese lugar.- Añadió también, de su buen amigo Ainar.

- También podría hablar de la silenciosa y letal Miriel, o del noble y valiente Welf, del humilde pueblo que vive a la sombra del Bosque Negro... O del fuerte y sincero Baldbrand, cuya bolsa siempre está bien surtida de finas hierbas... Y de Qildor, de estirpe antigua y cuya habilidad marcial es incuestionable, como pueden atestiguar los muchos siervos de la oscuridad que han caído hoy... Pero no me extenderé sobre todos ellos, al ser gentes tan honorables que no puedo hablar por su boca.- Explicó.

- En cuanto a mí... me conocen como Vanwa aquellos que transitan por las sendas del Bosque Negro, y más allá. Quizás mis gestas no se han podido elevar por los cielos hasta llegar a oídos de vuestro reino, pero son muchos los que conocen mi nombre entre los que no se pueden despegar del suelo, y son muchos aquellos a los que he ayudado, en mi esfuerzo por combatir la sombra que avanza, con la luz que puedo aportar a aquellos con los que me he podido topar en mis viajes. No quisiera alargar en demasía mi relato, mas os aseguro que aún y no ser mi peso muy superior al de un cervatillo, las gestas que dan testigo de nuestro paso por esta tierra es muy superior a nuestro peso.

Tras lo cual, remató su presentación con una reverencia ante el rey, otra hacia el herido Gaerthor, y una tercera hacia el resto de las águilas presentes y que los habían rescatado de una muerte cierta.

- Tiradas (1)

Notas de juego

* Uso versos del saber para tener éxito en la rirada previa de saber y así tener 1 dado.

Tengo buen stat y podría hacer de portavoz, pero también quito oportunidad de ganar px, así que de momento hago presentación a nivel personal y de aquellos que sé que no son muy presentables, como Munin y su mascota enana.

 

ooops... Que estoy fatigado y no lo he marcado, pero si el objetivo es 14 lo paso, pues sería el 9+5.

 

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26/04/2023, 15:18
Ainar, hijo de Ai

Para Ainar había sido hasta una buena broma la del águila que se había quejado de su peso. Estaba orgulloso de su peso, y si lo sentía un águila gigante, era algo a ser reconocido.

Habiendo descansado como malamente pudo, ya que se dedicó a felicitar y darle de comer a Munin, recibir al Rey de las Águilas fue impactante para el enano. La había visto de lejos en la Batalla de los Cinco Ejércitos, pero ahora estaba ante ellos, dirigiéndose a ellos, con esa corona hecha por sus congéneres.

No quería abrir la boca porque sabía que no estaría a la altura. Para hablar bien y a la altura de Gwaihir, estaba Vanwa y hasta tal vez Miriel. Pero no Ainar hijo de Ai. Y efectivamente así fue... por lo que acompañó la presentación con una reverencia que hizo que su barba rozara el suelo.

Notas de juego

...y de aquellos que sé que no son muy presentables, como Munin y su mascota enana.

¬¬ 

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26/04/2023, 15:27
Miriel

Tras el primer desvanecimiento de Miriel la elfa logró mantenerse despierta. Quizás fuera el tener un momento para descansar, aunque fuera simplemente en las garras del águila que la transportaba, o quizás el viento fresco de las montañas durante el vuelo la revigorizó, o tal vez fuera la certeza de que viviría un día más para combatir a la sombra y cumplir con el juramento que habían hecho de proteger a la Dama Irimë hasta que los caballeros de Rivendel pudieran hacerse cargo de ella. Aunque ahora que se habían desviado de su ruta tenía la impresión de que tendrían que acompañar a la Dama hasta el propio Rivendel.

La alegría de tomar “tierra” en el nido le duró el suspiró que tardó en percatarse de la gravedad de la herida del águila que había visto rezagarse durante el vuelo por culpa de la flecha traicionera. Quiso dirigirse a ella incluso antes de que llegara el rey de las águilas, pero al examinar la herida sintió que las fuerzas se le iban y la vista se le nublaba. Estaba más cansada de lo que creía al aterrizar.

Para cuando Gwaihir llegó había vuelto a recuperar las fuerzas, al menos lo suficiente para mostrar erguida su dignidad élfica y presentarse ella misma.

- Miriel, Flechaverde Pesadilladeorcos, os saluda y os agradece a vos y vuestros súbditos la ayuda prestada. Tenéis mi eterna gratitud y si hubiera algo en lo que pudiera ayudaros para mostrar físicamente nuestro agradecimiento, por favor, decidlo, pues gracias a vosotros podremos combatir a la Sombra un día más y acortar más vidas de orcos y trasgos que infestan estas magníficas montañas. – hizo una pequeña reverencia, que quedó levemente ensombrecida por un pequeño temblor de piernas que amenazaba con un nuevo desvanecimiento.

- Me hallo demasiado cansada para ser de ayuda en este momento en curar las heridas sufridas por el noble Gaerthor, pero el noble Welf es ducho en las artes curativas y a él mismo confiaría mi vida en caso de necesitar tratamiento. Os pido que atendáis su suplica de permitirle ayudar a Gaerthor, pues es lo menos que podemos hacer por vuestra gentil ayuda.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Buah, ni de lejos llego a Curar al águila. Confiaré en mi tataranieto. Luego con más calma dejo el post bonico.

Gano 2 dados para el pool del encuentro y gasto el primero en mi presentación (que haré más tarde y que pasó por los pelos hasta Fatigada :D).

Aguante: 8/25
Cansancio: 11/12
Esperanza: 5/11
P. Comunidad (Grupo): 4/7
Pool Encuentro (Grupo): 1/2

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27/04/2023, 10:14
Welf Ramaverde

Welf fue a hablar, pero sólo soltó un gañido de dolor. Se miró y sintió vergüenza de su estado en presencia de los reyes del viento. En poco tiempo había conocido a un príncipe elfo y ahora al Señor de las Aguilas. Demasiados honores para alguien nacido en el Salón del Bosque y se sintió abrumado.

Miró con pena y remordimientos al águila herida y dio un paso para interesarse por su estado pero le falló la rodilla y tuvo que apoyarse en el suelo.

Tras la presentación de Vanwa, tan hábil con las palabras como lo había sido con las armas, se armó de valor: Señor, creo que puedo sanar a su compañera pero antes debo atender nuestras propias heridas. En nuestro estado sería fácil cometer un error y hacer más mal que bien. Si me concedéis un rato de descanso podré curar también esa herida de flecha.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Creo que quitándome todo el equipo, descansando un rato largo podría quitarme lo de fatigado y usar Curar en condiciones.

Fallo en Saber para lograr D6s adicionales.

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27/04/2023, 14:10
Baldbrand

Baldbrand se maravilló cuando el Águila Gigante se quejó de portarle ¡Era cierto! ¡Podían comunicarse!

Aquel sentimiento de maravilla no cesó al llegar al promontorio donde les depositaron. El sol empezaba a asomar y el beórnida aprovechó para respirar bien hondo, mientras miraba con una sonrisa a sus compañeros y a las Águilas. Se acercó uno a uno para asegurarse de que ninguno estaba gravemente herido y su ánimo se vio desfallecer un poco cuando comprobó que una de aquellas nobles aves había sido herida por culpa de los asquerosos orcos.

Aunque su gesto volvió a ser serio, no pudo evitar volver a maravillarse ante la aparición del líder de las Águilas, aquel que iba coronado y era más grande que una casa. Su presencia le dejó estupefacto, mientras escuchaba sus palabras con una mezcla de maravilla e incredulidad.

Como siempre, las palabras de su compañero elfo hicieron que retornase a la realidad, incluso intentó adecentarse puesto que empezaba a entender delante de quién estaban. No podía hacer tonterías ni torpezas, pero no sabía cómo dirigirse a las Águilas, asi que esperó su turno para presentarse. No quería causar mala impresión. Se aclaró la voz con un carraspeo y empezó diciendo:

-Como ha dicho el buen Vanwa, soy Baldbrand -se golpeó el pecho- Hijo de Randmar -se hinchó de orgullo- Leal seguidor de las enseñanzas de Beorn. Durante un tiempo he sido Guardián de la Carraca hasta que el destino hizo que me uniera a este grupo de valientes individuos. Juramos defender y proteger a la Dama Irime hasta que llegara a Rivendel. De no ser por vos y los vuestros, habríamos fallado en nuestro juramento y, por tanto, por lo que a mi respecta, tengo una deuda de vida con vos y los vuestros. -terminó de decir finalmente de una forma tan sincera que asustaba, mientras inclinaba su cabeza en una muestra de respeto absoluto.

 

- Tiradas (2)
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28/04/2023, 11:07
Irimë

Gwaihir y yo hace siglos que nos conocemos —dijo la dama elfa con su, aunque cansada, melosa voz—. Como puedes ver, noble Señor de las Águilas, mi escolta es tan valiente como leal y eficiente. Me protegieron con su vida en ese saliente de piedra que por poco se convierte en la Colina del Pesar y les estaré eternamente agradecida. Los mismo que a vos y los tuyos, que aparecisteis en el momento indicado para salvarnos.

La elfa estaba igual de agradecida a unos que a otros, para ella tan importante había sido la firme defensa del grupo de aventureros como el rescate en el último momento de las águilas. 

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28/04/2023, 11:14
Gwaihir

El Señor de las Águilas estaba impresionado con las hazañas y aventuras que Vanwa narraba acerca de sus compañeros y de sí mismo, y sin duda le picó la curiosidad por saber más de los andares de aquel grupo de aventureros, detrás de los que sospechaba que habría más de una buena historia. También los títulos con los que Miriel se presentó lograron que el águila inclinara la cabeza con respeto. Pero, sin duda, quien más le impresionó fue Baldbrand y la humildad con la que se mostraba ante las Águilas.

Vaya, había oído hablar de los nuevos hijos de Beorn, pero todavía no había visto a ninguno. Sois todos unos héroes magníficos, sin duda hicimos bien en rescataros. Tenéis los cielos despejados si algún día queréis venir de visita a nuestros nidos —que era la forma de los pájaros de dejar las puertas abiertas hacia los amigos—. Podéis pasar aquí el tiempo que queráis antes de volver al camino. 

Esas últimas palabras de Gwaihir les hizo caer en la cuenta de dos cuestiones cruciales. La primera era que habían perdido demasiado tiempo por culpa de los orcos y no podían demorarse mucho más si querían encontrar a los elfos de Rivendel, ya que, como Miriel empezaba a temerse, de no hacerlo su viaje se alargaría más de la cuenta. Y la segunda, y mucho más importante, era que se encontraban demasiado lejos del Paso Alto y que, al contrario que las águilas, ellos no tenían alas para salir volando y llegar hasta el camino. Se encontraban en un punto prácticamente inaccesible de las montañas, con escarpados picos y un descenso vertiginoso. Gwaihir les invitaba a pasar allí todo el tiempo necesario, o a regresar cuando quisieran, pero no había dicho nada de ayudarles con el camino de vuelta. 

Al menos el Señor de todas las Aves se mostró complacido de haber rescatado a los viajeros, incluso a pesar de que una de sus águilas hubiera resultado malherida. Con tiempo se curaría, ya que por suerte la flecha del orco no estaba envenenada, aunque no podría volar en un tiempo. Las artes curativas de las águilas no eran tan avanzadas como las de los humanos o los elfos, y por eso, al desconocer tales artes, Gwaihir se mostró reticente a la hora de aceptar la ayuda. 

Tengo mis dudas al respecto —dijo en respuesta a Miriel y Welf alzando una de sus enormes alas para impedir que se acercaran al herido—, a fin de cuentas sus plumas sanarán solas con tiempo, no creo que sea buena idea untar de potingues y extrañas hierbas su herida.

Notas de juego

Parar curar a Gaerthor primero tenéis que convencer a Gwaihir de que os deje hacerlo con una tirada de Persuadir. Después, para curar al águila es necesario una tirada de Curar con NO18.

Tenéis 4 éxitos de momento, podéis pasar a la fase de Interacción.

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28/04/2023, 13:46
Vanwa

- Que vuestras plumas luzcan siempre lustrosas...- Contestó el elfo, en un intento de usar su misma cortesía.- Y que el aire os lleve donde deseeis... Os agradecemos el ofrecimiento, majestad.- Y entonces miró al vacío que los envolvía.- Aunque me temo que no tenemos vuestras habilidades para abandonar vuestra hospitalidad... A no ser que sea con una incómoda caída.- Añadió con una sonrisa, para decir que estaban atrapados si no querían acabar convertidos en un revoltijo de sangre y huesos quebrados centenares de metros más abajo.- Hemos de llevar a dama Irimë con los hombres de Elrond, que nos esperan en el Paso Alto. Aunque visto lo visto no sabemos si van a estar donde esperamos, por no hablar de que desconocemos como todos esos orcos sabían del viaje de la Dama y que otras tretas pueden tener pensadas.- Explicó, antes de ir a lo complicado del asunto.- Lo último que queremos es que por nuestra culpa se repita lo que le ha sucedido a Gaerthor, pero me... nos preguntábamos si sería posible acercarnos hasta nuestro destino. No ya por nosotros, pues entendemos que no son transportistas, pero sería de gran ayuda para evitar a esa chusma negra que nos acechaba. Ya estamos en deuda con su pueblo, y de hecho ha de saber que Vanwa está a su disposición para lo que pueda menester, pero me preguntaba si sería posible ese... acercamiento. Hasta donde ustedes puedan, sabiendo cual es nuestro destino.- Y con eso también miraba a Dama Irimë, Qildor y al resto del grupo, en busca de apoyo. Necesitaban cubrir el máximo de terreno posible para ganar el tiempo perdido.

-

Notas de juego

Si puedo tiraría de belleza para sacar un éxito base en mi tirada. Al final un guapete acostumbra a conseguir lo que desea con una sonrisa y una caída de ojos a tiempo, o quizás juglarías, si puedo construir un relato como una historia que pueda crear regocijo y que por gusto, ceda con un éxito básico, pero si es necesaria tirada, ya me dirás.

Yo por mi parte no descansaría. Ahora mismo están los orcos donde los hemos dejado, pero si descansamos y conocen el destino de la dama, podemos perder la ventaja por ir volando. Ahora estan todos concentrados en un punto.

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29/04/2023, 15:09
Miriel

Vanwa se mostraba pragmático como nunca. Era cierto que la ayuda de las águilas para bajar les sería inestimable, pero Miriel consideraba que era del todo descortés pedirles un nuevo favor sin siquiera haber echo el menor intento de compensar el que ya habían recibido.

- Por favor, gran Gwaihir, os ruego que permitáis que el joven Welf examine la herida al menos y, después, si conoce algún remedio para hacerla sanar antes que lo escuchéis. No actuaremos ni haremos nada sin vuestro previo consentimiento. – aseguró para que estuviera tranquilo de que no planeaban ninguna argucia – Aunque la herida pueda curar por sí misma igual de cierto es que podría sanar mal limitando para siempre la movilidad del ala o incluso infectarse y provocar más complicaciones dentro de unos días. – explicó tratando de razonar con el rey de las águilas.

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30/04/2023, 21:25
Qildor Qinorin

Al principio, mientras el resto de la escolta trataba de convencer a las águilas de que el grupo era digno de su rescate, Qildor permaneció en silencio, sombrío y lamentando su fracaso. Que hubiese sido tan fácil acorralarles… No habrían salido de una pieza de no haber sido por un golpe de suerte. Sin duda, podría ser el comienzo de una buena historia, pero no podía evitar culparse por la situación.

El viento le azotaba el cabello mientras buscaba con la mirada a la dama. Cuando la localizó, suspiró de alivio. Por suerte, pese a su tamaño, las águilas eran muy cuidadosas cuando prestaban su ayuda.

Lamento mucho que uno de sus caudillos haya resultado malherido, mi señor Gwaihir. Yo fui testigo de cómo su ancestro ayudó a mi pueblo en la lucha contra Morgoth, derrotando en combate al temible Ancalagon el Negro. Estoy en deuda con las águilas, como muchos de los míos.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Gasto otro punto de Esperanza para el dado extra en Cortesía.

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01/05/2023, 22:37
Gwaihir

El Señor de las Águilas negó con su cabeza cubierta de plumas y clavó aquella intensa mirada propia de su especie en Miriel y Welf, pareció haber dudado con las palabras de la elfa, pero se mantuvo en su reticencia a dejar que examinaran la herida de Gaerthor. El Señor de todos los Pájaros aceptó las disculpas de Qildor por la situación en la que se encontraba el águila malherida, aunque no era necesario, Gwaihir no guardaba resentimientos por el rescate ni lamentaba haberlo hecho, era algo que debía hacerse.

Luego atendió a las palabras del bello elfo Vanwa, quien le pedía que les bajaran de vuelta hasta el Paso Alto. Cierto era que ellos no podían bajar volando sin abrirse la cabeza contra las rocas, pero sí que había un camino, más bien una senda, que descendía serpenteando y bordeando la montaña. Un camino que solían usar quienes visitaban a las Águilas en otros tiempos, pero que ahora estaba lleno de guijarros, matorrales salvajes y piedras sueltas. Si tomaban esa senda, tardarían al menos dos días en llegar abajo, más lo que les costase remontar el camino. Y sin embargo, las águilas podían llevarles en media hora de vuelo hasta el mismísimo Paso Alto. Gwaihir sacudió la cabeza pensativo, parecía que la idea no le terminaba de convencer. 

No me importaría llevaros a la dama Irimë, a la dama Miriel o a vos mismo, que sois ligeros como plumas. Pero el peso del resto es demasiado grande para que los míos lo soporten, excepto en caso de extrema necesidad, como ya ocurrió. Pero, ¿cómo queréis volar, con todo ese peso que lleváis? Mirad, por ejemplo, al señor Ainar, ¿cuál es la razón de caminar por ahí con tanto hierro encima? —dijo verdaderamente perplejo. 

Notas de juego

Con los éxitos de Vanwa y Qildor sumáis 6 éxitos. 

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03/05/2023, 12:27
Ainar, hijo de Ai

Ainar se removió dentro de su abollada armadura, que se había mantenido mucho mejor que lo que podrían haber respondido armaduras hechas por enanos, y quién sabe, tal vez hasta elfos.

-Majestad, mientras que Usted y los suyos se guían por el aire livianos y poderosos como el viento; y los elfos ágiles y silenciosos como las hojas de los bosques; nosotros nos asemejamos a las raíces de las montañas y sus bendiciones- respondió el enano, orgulloso -Estos aceros han sido forjados por mi propia mano, para terror de los orcos y trolls, y son el símbolo de mi iniciación en el combate y mi responsabilidad como parte de mi pueblo-

Miró a los demás con firmeza.

-Encantado estaré de alcanzar a mis compañeros a pie si usted se asegura que lleguen más cerca de nuestro destino gracias a sus fuertes alas, ya que mi destino lo creí sellado en aquella colina que dejamos atrás- afirmó el enano.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si entiendo bien, si gasto Esperanza (que lo hago), llegaría porque es Favorita, ¿es así?

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03/05/2023, 13:00
Baldbrand

Baldbrand asintió a las palabras de Ainar.

-Rey de las Águilas, mi compañero tiene razón. Si Ainar, Welf o yo mismo, tenemos que quedarnos atrás, lo mejor es que la dama Irime llegue sin más dilación a su destino... y sobre las poderosas garras de los suyos sería la forma más rápida. Maese Vanwa, la dama Miriel y el señor Quildor creo que podrán terminar de dar escolta el poco camino que quede ¿no es así? -miró a sus compañeros, pues aquello parecía lo más rápido, dadas las circunstancias. Ya se reunirían con ellos más adelante, como había dicho el enano.

Sin la presencia de la Dama Irime, seguramente Ainar, Welf y él viajarían por las montañas sin tanto peligro... o eso quería pensar.

- Tiradas (1)
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03/05/2023, 18:16
Welf Ramaverde

Majestad, se animó Welf a hablar al fin, vuestros ojos y los ojos de vuestra gente ven más allá de lo que cualquier otro mortal puede llegar a conocer. Tan solo la sabiduría de los elfos y los magos puede igualar esa capacidad. Desde la tierra los hombres y los enanos llevamos tiempo enfrentados a penalidades y soportando el derrame de sangre y vida por evitar que el mal y la oscuridad se hagan dueños del Bosque y sus alrededores.

Sabéis lo mucho que cuesta unir a los Pueblos Libres, luchasteis a su lado contra orcos y trasgos en la batalla junto a la Montaña Solitaria. Ahora nosotros luchamos por llevar a la Dama a su destino y gracias a vosotros estamos cerca de lograrlo.

Dejarme ayudaros con vuestra compañera, dejarme demostraros que la Alianza de los Pueblos Libres con las Grandes Señoras del Aire aún sigue vigente, dejarme devolver el favor que nos habéis hecho librándonos de los orcos que nos acosaban.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Gasto 1 punto de Esperanza para convertir el Fracaso en Exito.

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03/05/2023, 22:11
Vanwa

Vanwa se mostraba encantado, con la mirada brillante de un niño al que le han prometido un paseo a caballo, pero también era educado (sobretodo cuando tu anfitrión te tiene en un peñasco a centenares de metros de altura) así que esperó a las respuestas a sus compañeros antes de atosigar al rey con sus pensamientos hechos verbo.

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03/05/2023, 22:33
Miriel

Miriel asintió a las palabras de Welf tratando de transmitir así su aprobación a las mismas. Mientras luchaba con el cansancio, con el temblor que sentía en las piernas, temiendo desfallecer en cualquier momento y mostrarse excesivamente frágil ante tan distinguido anfitrión. La verdad fuera dicha, no le atraía la perspectiva de bajar la montaña por un camino poco transitado y peligroso, además del retraso que les supondría temía que sus piernas le fallaran y acabará despeñándose al soltarse alguna piedra. En verdad necesitaba descansar.  

- Tiradas (1)

Notas de juego

EDIT: añado mi tirada de Persuadir por mi última interacción tomando el último dado del pool que quedaba.

Gasto 1 Punto de Comunidad para sumar mi Mente y superar la TN.

 

Aguante: 8/25
Cansancio: 11/12
Esperanza: 5/11
P. Comunidad (Grupo): 3/7
Pool Encuentro (Grupo): 0/2

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05/05/2023, 11:07
Gwaihir

No es cuestión de dudar de la calidad de su armadura, señor Ainar —dijo el águila tratando de sonar lo más cortés que podía en aquel idioma que no era el suyo—, sino el hecho de llevarla. También el señor Qildor pesa demasiado con ese hierro que luce para un viaje de estas características. Pero ahora entiendo mejor por qué portáis esos armatostes. 

El Señor de las Águilas se mantuvo pensativo por unos instantes, considerando las palabras que allí se habían pronunciado y entendiendo ya mejor el motivo por el cual los viajeros llevaban esas pesadas armaduras de metal. Baldbrand se había ofrecido a acompañar al enano en el descenso por el peligroso desfiladero para no dejarlo solo y propuso que las águilas llevaran a los más livianos del grupo. Gwaihir lo consideró durante unos instantes y después negó con la cabeza. 

No. No quiero ser la causa de que el grupo se separe pues la dama necesita a toda su escolta al completo para los peligros que ha de afrontar en este viaje. Vivimos tiempos inciertos, algo horrible se cuece en las montañas. Algo que ha agitado a los orcos en las últimas semanas —asintió con la cabeza convencido —. Os llevaremos a todos. Es más importante la seguridad de la dama Irimë que una semana sufriendo unas terribles agujetas en las alas. Otros cazaran por nosotros y defenderán los nidos. Lo organizaré. 

El Señor de las Águilas se dispuso a hablar con los suyos, dando órdenes en su idioma y seleccionando a quienes portarían a los viajeros más pesados. Un águila joven partió batiendo sus alas hacia el nido principal y regresó al cabo junto a unas águilas más fuertes. Después, Gwaihir regresó a hablar con el grupo. 

Os llevaremos hasta el camino, cerca del Paso Alto. No más allá, pues el esfuerzo es considerable —como muchos otros animales, las águilas dosificaban a la perfección las energías que debían gastar, pues no siempre había alimento disponible para recuperar fuerzas, y menos con la creciente amenaza de los orcos—. También os hacemos entrega de una flauta de Thorondor, si os encontráis en peligro hacerla sonar con todas vuestras fuerzas, usadla con criterio, pues solo responderemos a la llamada una vez. Y además de esto, os daré otro presente, uno a modo de información: en nuestros vuelos más lejanos hemos visto algo en los Valles Inferiores Occidentales, una nueva fortaleza en los páramos al sur del río Gladio. No sé lo que pueda ser, pero no me gusta ni un ápice. Cuidaros de acabar por allí en vuestros viajes. 

Gwaihir también permitió que los viajeros inspeccionaran la herida de Gaerthor, tras ser convencido por Miriel y las palabras de Welf que apelaban al espíritu de unión entre los pueblos. Así que permitió que inspeccionaran su herida y la trataran, confiando en las habilidades curativas de Welf. 

Notas de juego

Por cierto, que no he ido poniendo los puntos de avance conseguidos en el encuentro hasta ahora. Miriel consigue el primer punto en Personalidad, Baldbrand el segundo en Personalidad, Qildor el primero en Vocación y Costumbres. Ainar primero en Personalidad.

Puntos de comunidad: 3/7. 

Ainar, te descuento el punto de Esperanza. 

Éxitos 9, tolerancia 2. Fin del encuentro.

Podéis tratar de curar al águila herida. La dificultad es 18. Solo tenéis un intento. 

La flauta que os da permite llamar a las águilas mientras os encontréis a 80 km o menos de su nido. 

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05/05/2023, 13:34
Welf Ramaverde

     Welf suspiró... contaba con haber descansado antes de revisar la herida del águila pero todo se había acelerado y ahora no podía echarse atrás. Buscó a Miriel con la mirada, necesitaba sentir su cercanía para dejar de temblar y pensar en todo lo que podía salir mal. Quería ayudar pero al respirar notaba como sus propias heridas estaban tirantes y le distraían.

     Al acercarse al ave herida le hizo una respetuosa inclinación de cabeza, no solo por el miedo que inspiraban su pico y sus garras si no por sincero agradecimiento por rescatarles y por todas las veces que habían acabado con orcos y trasgos en las montañas. Intentó calmarse, respirar a la vez que lo hacía el águila. Antes de dar un paso quitando plumas dañadas lo decía en voz alta, no sabía si esta sería una de las aves que entendía su idioma pero le ayudaba a estar centrado.

     Retirar plumas dañadas, hacer espacio, quitar plumón, buscar hasta donde llegaban los daños. Pudo sonreir. Los daños hubieran sido graves si no los hubiera tratado pero al final las Grandes Aguilas eran como muchas de las aves que había en el Salón pero en un tamaño superior. Y ya había tratado una herida similar a una de las rapaces de un anciano, en aquella ocasión además había veneno. Ahora pudo sellar la herida, evitar el daño en los tendones y cualquier peligro de infección.

    Volvió a buscar a Miriel y le dedicó una enorme sonrisa. Todo lo que había aprendido le había ayudado en este momento y se sintió bien. Había pedido permiso y había cumplido su parte.

- Tiradas (1)

Notas de juego

:D!